(Comparación añadida por esta Web, no pertenece al libro)
La fotografía de Notre Dame no es muy clara, pero más abajo se puede ver el Sena que se desdobla a través de París. Ésta es una de las imágenes en blanco y negro que presenta sobre el fondo colores iridiscentes. En este caso, los colores aparecen en el cielo, detrás de la catedral, creando un contraste impresionante entre lo particular y el fondo. Esto no obstante, el grupo y los especialistas que han sido consultados no están en condiciones de explicar cómo y por qué se da aquí este efecto.
Los espíritus guías explicaron que en estos primeros experimentos la mayor parte de las imágenes recibidas eran de hecho copias de fotografías o material impreso que ya existía en alguna parte del mundo. Las sucesivas fotografías no serían totalmente de la misma naturaleza.
A partir de abril de 1994, las sesiones se caracterizaron por una evidente falta de fenómenos fotográficos. Preguntados los guías a este respecto, respondieron que ahora no estaban concentrados en el desarrollo de otros fenómenos, y añadieron que volverían más tarde a las fotografías. El grupo se quedó en cierto sentido desilusionado, pero desde entonces tuvo tiempo para reflexionar, y hoy cree que esta decisión de los guías fue «probablemente lo más adecuado»:
Cuando preguntábamos algo a los guías, nos respondían frecuentemente que se nos daría solamente la información que necesitásemos. Llegamos a la conclusión de que, probablemente, esto era lo más adecuado. Si hubiéramos sabido de antemano lo que había sido programado, digamos, para un año, tal vez hubiéramos tratado de precipitar los tiempos, complicando el trabajo. Aparentemente, nuestros procesos mentales eran muy importantes para el trabajo. Lo mismo valía para los visitantes. Llegamos a fiarnos completamente de los espíritus guías, y ellos nos guiaron paso a paso.
Uno de los aspectos realmente interesantes de los mensajes fotográficos y de otro tipo, era, naturalmente, que muchos de estos eran enigmas. A través de instrumentos como este libro, el informe científico que ha sido elaborado, los medios de comunicación nacional, nuestros seminarios y la proyección de las diapositivas en todo el mundo, esperamos convencer al público, a los historiadores y a los estudiosos para hacer un intento por resolver alguno de estos enigmas que el mundo espiritual nos ha planteado. Si por un lado el trabajo fue siempre serio, por otro los espíritus guías parecían jugar con nosotros, aunque de forma muy delicada y con una actitud cariñosa. Y a partir del momento en que las comunicaciones iban aumentando rápidamente en número y complejidad, hacia el final de nuestro experimento quincenal comenzamos a pensar que estos enigmas mantendrían ocupados durante años incluso a los investigadores más brillantes. La impresión era que el mundo espiritual mantenía realmente la promesa de proporcionar una prueba convincente de que todos sobrevivimos a la muerte física y continuamos viviendo en la otra dimensión.
Una fase de desarrollo
Para ofrecer a todo el mundo una prueba irrefutable de la supervivencia, los espíritus guías programaron una «fase de desarrollo» a realizar entre principios de abril del 94 y finales de septiembre del 95. Esta fase de desarrollo se lograría de varias maneras. Una parte del proyecto preveía que primeramente un visitante, y después muchos otros fueran invitados a las sesiones. Una segunda parte preveía que el trabajo fuera llevado al exterior, organizando demostraciones delante de un público siempre distinto, inicialmente en el territorio nacional, después en el extranjero. Una tercera parte preveía la publicación de una revista que reuniese y divulgase las informaciones al público de todo el mundo. La cuarta, que hombres y mujeres de ciencias y letras fueran invitados a investigar los fenómenos y a contar al mundo sus experiencias. Esto daría al trabajo una mayor credibilidad. Todo esto indicaba al grupo que los guías seguirían su programa independientemente de lo que los participantes hubieran deseado ver. Haciendo balance, gran parte de lo que los guías habían programado se realizó.
He aquí pues lo que sucedió. Volviendo al 4 de abril de 1994, Manu declaró que aquella tarde había «un importante depósito de energía», y dijo que se llevaría a cabo un trabajo magnífico. Ante estas palabras, todos los objetos utilizados comúnmente para la levitación fueron dejados en los rincones de la habitación por los espíritus guía. Parecía que quisieran más espacio para la actividad que había sido programada.
En aquel punto intervino Patrick diciendo que los guías habían hecho muchos progresos en el desarrollo de los fenómenos presentados hasta aquél momento. En principio habían pensado que pasarían meses, incluso años, sin embargo todo había sucedido en pocas semanas. Después de esto descendió la temperatura, indicando la llegada de una entidad hierática llamada Abramo, que se expresó así:
Como Paxton, soy un miembro del Consejo de la comunidad. Como se os acaba de informar, estamos muy satisfechos de cómo han ido las cosas hasta ahora. Hemos alcanzado casi todos nuestros objetivos originales. Tenéis que hacer todavía algunas cosas, después llegará el momento de invitar al primer huésped.
Esta fue la revelación más importante de la tarde. En la conversación que siguió, al final de la sesión, delante de una taza de té no se habló de otra cosa. Por fin estarían en disposición de mostrar a otras personas estos importantes acontecimientos. ¿Quién sería el primer huésped?
El 11 de abril de 1994, sin embargo, Patrick dijo que había habido algunos problemas para estabilizar las energías para la fase de desarrollo posterior. Siguió pidiendo que, a partir de la siguiente sesión, cuatro de los siete participantes se intercambiasen los puestos para «equilibrar mejor las energías disponibles».
La semana siguiente los miembros del grupo se instalaron en las nuevas posiciones en torno a la mesa como se les había pedido. Pronto quedó claro que aquella sesión sería muy distinta de todas las anteriores. La confirmación llegó cuando el grupo fue informado de que las nuevas posiciones creaban «una onda» energética complementaria que contribuiría notablemente al desarrollo de los fenómenos. Como ya había sucedido, todos sintieron que eran tocados por las «manos», pero también que eran rozadas sus manos, piernas, caras y cabezas por aquellos que parecían ser verdaderos «flecos». «Al principio parecían como hilos de goma o de PVC pero, con el paso del tiempo, la sustancia pareció adelgazar, tanto como para alcanzar una consistencia más blanda y sedosa».
Las luces planearon sobre las etiquetas fosforescentes colocadas sobre la mesa, como si allí fueran atraídas, «parecidas a lepidópteros atraídas por las lámparas». Toda la bodega quedó iluminada por el juego de luces: techo, paredes, suelo... y también los participantes. Las rodillas de Alan fueron iluminadas durante varios minutos, mientras otros fenómenos se realizaban a la vez en toda la habitación.
Durante un tiempo, las luces iluminaron la superficie de la mesa. Después, los espíritus guías dijeron que demostrarían poder controlar los aparatos físicos. Dicho y hecho, la grabadora, conectada a la toma de corriente, fue encendida y apagada varias veces actuando sobre el interruptor. El grupo se divirtió mucho mientras el piloto rojo en la prolongación se iluminaba y apagaba. Todos sintieron separar el interruptor de la toma de corriente.
Las sesiones duraban ahora dos horas y media más o menos. Las energías parecieron cambiar de forma notable. La sesión del 25 de abril de 1994 resultó un verdadero acontecimiento histórico, porque fue la primera ocasión cuando el grupo tuvo su primer contacto con la señora Bradshaw. Al principio de esta relación, la señora Bradshaw sorprendió a todos por sus modos educados aunque un poco severos de señora de alta alcurnia. Se expresaba de modo claro y conciso, en un perfecto «inglés de Oxford», pero mostraba poco sentido del humor. Se comportó siempre de modo correcto y respetuoso, pero al principio con una cierta distancia. Luego, el grupo se enteró de que había dedicado gran parte de su vida a obras de beneficencia, llevando ayuda a personas indigentes. Como aún le quedaban parientes vivos, a la señora Bradshaw no le gustaba hablar de sí misma. El grupo no supo de inmediato que se llamaba Emily y ninguno se habría atrevido, sin embargo, a llamarla por su nombre. Era la señora Bradshaw, y como tal fue tratada durante dos o más años.
Desde el principio quedó claro que una de las funciones principales de la señora Bradshaw, consistía en proporcionar al grupo pruebas personales concretas de la supervivencia. Comenzó a hacerlo inmediatamente el 25 de abril, citando hechos personales que se relacionaban con parientes de Robin y Sandra a quienes en aquel tiempo no conocían los dos médiums. Robin fue informado de que su madre estaba presente, pero que estaba demasiado emocionada para hablar. La señora Bradshaw acertó al referirse a su nombre, Costanza, y también cuando dijo que había muerto ocho años antes. A través de la señora Bradshaw, la madre de Robin contó también que en los últimos días de su vida había sido un poco una carga para su padre. Esto era cierto, pero Robin se puso contento al saber que ahora la madre cuidaba del padre en el mundo espiritual. También el padre estaba presente. La señora Bradshaw dijo correctamente el nombre de bautismo Hubert Stevenson y que había fallecido poco después de su mujer, en 1987.
Cúpulas y otros experimentos
Algunas semanas después, en la sesión del 16 de mayo del 1994, los guías pidieron al grupo sacar de la habitación todos los objetos utilizados para los experimentos, incluidas las cámaras fotográficas, la agenda y el lápiz y todos los objetos para la levitación. En adelante, la mesa sería suficiente. Las cuatro etiquetas fosforescentes ofrecerían al grupo un punto visible de referencia durante las sesiones. Patrick explicó además: «Lo ideal sería que no hubiera ni siquiera las grabadoras, porque todos los aparatos eléctricos causan problemas a los guías, pero comprendemos que necesitáis grabar las sesiones. Por tanto, ¿podemos pediros que uséis una sola grabadora y asegurarnos de que sea aquélla que no emita ninguna luz?».
Al grupo le quedó claro que los espíritus guías se estaban aventurando por un camino distinto. Casi para confirmar este pensamiento, Patrick hizo una petición más bien insólita: «"Procuraos una cúpula de vidrio para los próximos experimentos, con una base de madera. La cúpula será utilizada para acumular la energía. ¡Debería tener un formato apropiado para hospedar a un papagayo embalsamado!». Los guías explicaron que la cúpula podría acumular energía especial que sería conservada para experimentos más complicados.
Los guías consideraron la primera cúpula adquirida por el grupo «algo demasiado pequeña», mientras la segunda, más grande y con una base de madera, obtuvo su aprobación. Pidieron al grupo hacer un agujerito en el centro de la base para permitir la salida exterior de la energía sobrante. La cúpula fue colocada en el centro de la mesa y comenzaron los experimentos con la utilización de la energía allí recogida.
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En la época de los primeros experimentos con la cúpula, había otros que se producían simultáneamente, y fueron programados también otros. El grupo y los guías discutían normalmente sus ideas. Uno de los guías quiso que el grupo se hiciera con una lámina de vidrio de unos quince centímetros, porque tenía la intención de fijar en ella su imagen de modo permanente.
El grupo fue también informado de que los guías querían realizar un experimento para iluminar la bodega. Necesitaban de dos bloques de madera distintos, cada uno con una hendidura en la parte superior, en la cual se insertaba una placa de metal de quince centímetros. A cada placa de metal estaba unido un hilo para conectarse, a su vez, a uno de los dos bornes colocados en el portalámparas de tipo bayoneta. Una lámpara con un filamento normal, debía ser atornillada luego al portalámparas y cubierta con una serie de filtros que los guías concretarían. Los bloques de madera con las placas de metal debían ser colocados a cierta distancia el uno del otro. La intención de los guías era iluminar la lámpara utilizando la especial energía creativa que se formaba al comienzo de cada sesión.
La sesión del 23 de mayo de 1994 fue muy viva. ¡Bang! Un ruido ensordecedor sobre la mesa hizo estremecerse a todos. Estaba claro que algo acababa de llegar en perfecto estilo.
«El objeto terminó sobre mis pies», comentó Robin. «¡Fuera lo que fuera, era pesado!». Manu, más bien divertido, explicó que el regalo llegaba de muy lejos. Pidió a Robin recogerlo y sentir su calor interno. Robin hizo lo que se le decía, y al tocarlo tuvo la impresión de que fuese una gran clúster de cristal; estaba todavía caliente al tacto, aunque no podía describirlo como caliente. Cuando el grupo examinó luego el objeto, descubrió que se trataba de un clúster grande y bellísimo de amatista, más grande que el puño de un hombre. Si procedía de un lugar de la Tierra era verosímil pensar que fuera originario del Brasil o de otra área de Sudamérica. Dijo Robin que el calor del cristal confirmaba un detalle sobre el que siempre había reflexionado: que una gran cantidad de calor se hallaba implicada en el proceso de los aportes.
El 20 de junio de 1994 la temperatura descendió de pronto después de comenzar la sesión, anunciando la llegada de Paxton. Dijo que el grupo recibiría pronto las instrucciones necesarias para seguir adelante, además de consejos útiles para ayudar a otros a conseguir similares resultados. El trabajo se dividiría en diversas partes, subdivididas también a su vez. Después, los espíritus guías dictaron una serie de instrucciones detalladas que el grupo reunió en un opúsculo Guía de bases para que otros grupos lo utilizasen.
En aquélla época, el grupo experimental de Scole no pensaba que fuera posible hacer demostraciones ante el público, porque los tiempos parecían todavía prematuros. Sin embargo, los guías les aseguraron que muy pronto se harían demostraciones en todo el mundo de los nuevos fenómenos paranormales físicos basados en la energía. Se necesitarían sin embargo sesiones de aprendizaje para habituarse a trabajar fuera de la bodega.
Como preparación de la primera demostración pública, que se tendría en Felixstowe, en Suffolk, el grupo, a petición de los guías, organizó una sesión en la biblioteca de Scole, el viernes 23 de septiembre de 1994.
El grupo no sabía lo que le esperaba o si fuera de la bodega sería posible reproducir algún fenómeno. Pero no quedó desilusionado. Una vez más, Manu se manifestó a través de su médium, Diana, al comienzo del cuarto fragmento, Sleepy Shores. Dijo que, desde la siguiente sesión en adelante, se podía emitir uno de los tres primeros fragmentos, de modo que Sleepy Shores se convirtiera en el tercer fragmento. Esto le permitiría manifestarse antes y ahorrar tiempo. La idea era hacer más breves las comunicaciones de Manu cuando había huéspedes presentes, respecto a las otras a que estaba acostumbrado el grupo. Continuaría sin embargo siendo el primer comunicante en todas las sesiones.
Raji explicó brevemente al grupo que los guías reanudarían pronto sus experimentos fotográficos. Dijo que ahora, en lugar de copias de fotografías existentes, el grupo recibiría imágenes originales, y muchas de ellas representando precisamente las dimensiones espirituales.
Los guías tratarían de imprimir las imágenes en películas dejadas simplemente sobre la mesa durante las sesiones. Por tanto, ya no sería necesaria una máquina fotográfica.
En aquel momento intervino Patrick para informar al grupo de que al comienzo, para obtener mejores resultados, necesitaban los guías películas grises. Pidió adquirir más de un tipo de películas, para permitir a los guías valorar la mejor solución. Vale la pena destacar que los guías y el grupo titubeaban con frecuencia sobre cómo afrontar cada experimento. Como se ha dicho, los guías no daban la impresión de ser «omniscientes».
Durante esta conversación sobre las películas, la señora Bradshaw pidió un poco de atención y sugirió al grupo concentrarse sobre el punto central de la mesa. Todos hicieron como se les pedía. Inmediatamente comenzaron a manifestarse una serie de luces, fenómeno que continuó durante el resto de la sesión con espectaculares acrobacias aéreas. Las luces realizaron un nuevo movimiento oscilatorio, balanceándose entre los miembros del grupo. Estos últimos fueron tocados repetidamente no sólo por luces sino por estructuras energéticas sólidas y por dedos invisibles. Ken fue casi empujado fuera de la silla. Golpes secos, golpecitos y ruidos procedían de toda la habitación, comprendidos rellanos y pantallas. Aquella «prueba» en la biblioteca había resultado un éxito.
De nuevo entre los muros familiares de la bodega, en la siguiente sesión hubo una repetición de las exhibiciones de luces y ruidos producidos en la biblioteca, además del tintineo de campanillas que anunciaba la llegada de Patrick. Una luz espectacular permaneció literalmente colgada del techo, hasta que del magnetofón se elevaron las notas de una giga con sonido de gaita. En aquel momento, la luz se dividió en dos partes antes de exhibirse en un tip tap, audible y visible, sobre la mesa, al que siguió una serie de volteretas sobre el pavimento, todo ello al ritmo de la música.
El grupo depositó sobre la mesa una película de 35mm, añadiendo también un par de películas Polaroid de revelado inmediato. Muchos conocen este tipo de películas; en una casete hay diez y cada película tiene en su interior cápsulas que contienen los agentes químicos necesarios para el revelado, que son liberados cuando la película, deslizándose sobre dos pequeños cilindros, rompe las cápsulas. Naturalmente, desde el momento en que las películas habían sido simplemente sacadas de la casete y puestas sobre la mesa, era preciso encontrar la manera de revelarlas después de la sesión.
«Tratamos, sin conseguirlo, de revelarlas impresionándolas con un rodillo», explicó Alan. «Estábamos en los primeros escarceos con aquel tipo de trabajo, y en aquel momento no logramos obtener ningún resultado positivo ni con las películas normales ni con las películas Polaroid».
Sin embargo, los progresos se hicieron en otra dirección. Durante la siguiente sesión, hubo un golpe suave sobre la mesa, mientras Manu hablaba al grupo. La señora Bradshaw explicó que aquella tarde estaba presente la famosa médium Helen Duncan, que deseaba felicitar al grupo por su demostración en público. Sin embargo, no estaba en disposición de comunicar directamente con ellos, por haber estado acostumbrada a un tipo de mediumnidad más tradicional, pero para demostrar su identidad les había llevado algo «de un período infeliz de su vida». Después de la sesión, el grupo comprobó que se trataba de un aporte: una copia del Daily Mail, fechada en el sábado 1º de abril de 1944. Como en el periódico anterior, se trataba de una copia auténtica que se remontaba a los años de la guerra en Gran Bretaña, y estaba en condiciones casi perfectas (aparte de algunos detalles), sin señales de amarillento, cosa que por el contrario debería observarse dado que se trataba de una impresión de cincuenta años de antigüedad. (Mucho tiempo después, los investigadores enviaron una muestra de este periódico a la Paper Industry Research Association para que lo analizase). El editorial hablaba del veredicto de culpabilidad pronunciado durante el proceso contra Helen Duncan, en 1944, en base a la Ley de brujería. La señora había sido enviada a prisión. Parece ya demostrado que el proceso fue orquestado por los servicios de seguridad para evitar que secretos oficiales fuesen revelados por los seres espirituales, que se materializaban durante las sesiones de Duncan. Después de todo, esto sucedió poco antes del Día D, el día del desembarco de Normandía.
A pesar de los progresos en otros fenómenos, en este momento el interés seguía centrado en las películas fotográficas. En una sesión posterior, el grupo puso sobre la mesa una película de 35mm, todavía sellada en el cartucho original. Al poco tiempo, dijo Raji que los guías habían logrado «entrar» en el cartucho y que, por consiguiente, el grupo no tenía ya que desenrollar las películas, asegurándolas en la mesa. Se habían preparado también dos películas Polaroid, vueltas del revés. El grupo logró luego revelarlas, al haber descubierto que era posible volver a poner las películas en la casete, haciéndolas deslizarse entre los cilindros de una máquina fotográfica Polaroid, con el objetivo oscuro. Aunque las imágenes obtenidas fueron todo menos nítidas, el grupo tuvo la impresión de que era ésta la prueba definitiva de que los guías habían influido en las películas, dado que se podían observar formas que, en rigurosa lógica no debería existir, ya que las películas no habían sido expuestas a ninguna fuente de luz. Además, este tipo de fotografía espiritual era absolutamente fidedigna, dado que, al no existir negativos, el grupo no podía ser acusado de haberlas manipulado.
Los primeros huéspedes
Había llegado el momento de invitar a los primeros huéspedes. El primero fue Bill Lyons, conocido por los Foy por su interés hacia los fenómenos mediúmnicos. Participó en la sesión del 4 de octubre de 1944.
En aquella ocasión dijo Raji que los guías mantenían haber conseguido algunos éxitos con la fotografía, y que el grupo debía revelar la película. Normalmente, las películas eran reveladas sólo a petición de los espíritus guías, dado que se trataba de un procedimiento costoso. Las caras que se les quedaron a los técnicos del laboratorio de revelación e impresión, cuando vieron que entregaban películas todavía selladas en su cartucho original con la petición de revelarlas, eran ya de por sí elocuentes. ¡Imaginaos cuando, una vez reveladas, las películas mostraron resultados positivos!
Una vez revelada, la última película sellada apareció completamente verde, a excepción de una imagen: una forma integrada por tres detalles distintos en rojo. El grupo cree que fue un resultado interesante, dado que la película no había sido expuesta a la luz y que, por consiguiente, una vez revelada habría tenido que ser negra toda ella.
El grupo había preparado también dos películas Polaroid, que reveló insertándolas en la cámara de fotos Polaroid «oscurecida». Lo mismo que la película de 35mm, las Polaroid no habían sido expuestas a ninguna fuente de luz; sin embargo, una mostraba una gran mancha amarilla en toda la superficie. También la segunda tenía un fondo amarillo, pero en el centro había una imagen rectangular verde. El grupo concluyó que los guías habían conseguido sin duda alguna, influir de forma paranormal en las tres películas utilizadas en aquélla sesión.
Inmediatamente después de la sesión que había contado con la presencia de un huésped, fueron invitadas otras dos personas, después seis, después muchas otras. El número de los huéspedes iba aumentando siguiendo las instrucciones de los espíritus guías. Fue así como los guías pudieron prepararse para el debut delante del público, el seminario organizado por Bill Lyons para cerca de cuarenta personas en Felixstowe. Los guías tenían que prepararse gradualmente para lograr producir los fenómenos con las energías de un número tan elevado de personas. Todas las sesiones en la que estaban presentes huéspedes fueron un éxito, y esto dio a los guías y al grupo la confianza necesaria para afrontar la inminente demostración en público.
Opiniones - JENNIFER JONES
Un grupo de quince personas se reunió en Scole. Nueve de nosotros habíamos sido invitados con fines experimentales, para ver si era posible recrear los fenómenos que el grupo de Scole había logrado realizar en su círculo restringido en los últimos dos años. El mundo espiritual ¿lograría reunir las energías de todo el grupo de manera suficientemente adecuada para permitir la manifestación de algunos fenómenos físicos?
Nos asignaron los asientos en la bodega antes de que fueran apagadas las luces y cayéramos en la oscuridad más absoluta. Sobre la mesa había un cristal de cuarzo y un plato de cristal de pírex que contenía una pelotita de ping-pong con un trozo de etiqueta fosforescente.
En lo que pareció un tiempo brevísimo, Manu se manifestó y nos habló, seguido después por la señora Bradshaw y por Patrick. Mantuvieron el ambiente muy alegre y explicaron a grandes rasgos lo que tratarían de hacer. También se manifestó Joseph, presentándose con pocas palabras.
Después se desplazó por la habitación un rayo, seguido por otro rayo y otro más. Una lucecita de diámetro inferior de una moneda de 5 peniques, que parecía tener una mentalidad y una personalidad propias, se agitó por la habitación formando dibujos y emitiendo un rayo parecido al de una antorcha. Vista de cerca parecía tener una forma similar a la del ojo de un gato. Desde el centro de la habitación venía también una voz extraña que no tenía nada que ver con el médium. Robin dijo que se trataba de una «voz de energía».
Muchos de nosotros contaron haber tenido la sensación de ser tocados por algo; yo conté que pedí mentalmente que la luz viniese a mis manos, que tenía apoyadas en el regazo, con las palmas vueltas hacia arriba. Después de algunos segundos dejé escapar involuntariamente un grito, mientras algo parecido a un bombo saltó en mi mano... y siempre saltando se marchó. Tuve la impresión de haber sido picada.
Se oyó de nuevo la «voz de energía», seguida inmediatamente después de otro grito mío. «Es como una descarga eléctrica», dije riendo.
Después de esto dijo la voz: «Estática. Es estática».
«No hace mal», repliqué. «Es sólo muy extraña».
En aquel momento, todos pudimos observar la luz que se desplazaba al interior del cristal colocado sobre la mesa y, mientras se iluminaba, vimos claramente que se elevaba hacia lo alto transportado aparentemente por dedos claramente visibles. También la pelotita de ping-pong en el plato de vidrio se elevó hasta el techo antes de que la dejaran caer. Rebotó en el suelo exactamente a mis pies.
Se oyó el ruido de algo que caía sobre la mesa, y por un momento todos se preguntaron si se trataría de un aporte. En aquel momento hubo una gran actividad y todos los presentes observaron presencias que se agitaban por la habitación, o bien una brisa por la cara. La señora Bradshaw preguntó: «No os molesta si pasamos entre vosotros, ¿verdad?».
La señora Bradshaw y Joseph comenzaron después a charlar llevando así la sesión a la conclusión. Nos dieron las gracias por haberles permitido hacer un experimento y hablaron de la vida en el mundo espiritual. Joseph dijo que era de necios pensar que la muerte era el final de la vida; en realidad era como volver a casa. Estas fueron sus palabras:
Es mucho más «real», mucho más «familiar» que el nivel en que ahora os encontráis. Nuestros Sí espirituales son verdaderos y auténticos viajeros, y el punto en que ahora os encontráis es el lugar en que habéis decidido reuniros. Absolutamente distinta e inédita es la experiencia que habéis vivido esta tarde. Con el tiempo habrá una profusión de fenómenos que no se acabará. Queremos despertar la verdad en toda la humanidad, y ayudar a las personas a encontrarla a su manera; despertar el deseo de hacer preguntas; de mirar dentro de sí mismos. Allí encontrarán algo maravilloso: el Sí espiritual. Nadie puede hacerlo por vosotros. Estas energías os ayudarán a encontrar la verdad. No sólo las energías que están aquí, sino las energías que en este momento están llegando a la Tierra.
Es una cantidad increíble de nueva energía, no sólo en sentido físico, sino también en un sentido propiamente espiritual. Amor es la palabra clave. El amor es el artífice de todo. El amor es una fuerza sumamente creativa. La verdadera energía del espíritu es una fuerza creativa.
Cuando al final de la sesión fueron encendidas las luces, había sobre la mesa una tarjeta postal de esas humorísticas que se encuentran en el mar aportada obviamente, en la que estaba escrita esta frase: «¡Si estáis con vida, por favor escribid; si estáis muertos, por favor no os preocupéis!».
En aquella primera demostración pública, del viernes 4 de noviembre de 1995, había al menos treinta y nueve personas, incluyendo los siete miembros del Grupo Experimental de Scole. Los huéspedes se mostraron en su mayoría entusiasmados y respondieron bien al «dueto» recitado por la señora Bradshaw y por Patrick. Contaron haber visto muchas luces en movimiento y la señora Bradshaw transmitió varios mensajes convincentes. Una luz pasó repetidamente a través de un plato de pírex que se encontraba sobre la mesa. Después atravesó la mesa, antes de volver a la superficie a través de la misma. Los presentes no se habían desilusionado ciertamente, y esto hizo que el grupo y los guías estuvieran todavía más confiados de poder avanzar allí y seguir con sus demostraciones.
Como recuerda Robin, hubo otros progresos muy interesantes:
Recibimos otras imágenes de «energía coloreada» en películas Polaroid utilizadas en Feixstowe. Más de una vez nos habíamos preguntado si la misma casa madre, la Polaroid, estaría en disposición de ofrecernos alguna explicación normal y racional en relación con los resultados que habíamos obtenido con sus películas. Pensamos también que tal vez las imágenes podrían interesarle, dado que habían sido realizadas en circunstancias que podían parece imposibles. En la Polaroid nos dijeron que, además de las películas clásicas de revelado inmediato, producían también películas de 35 mm que podían ser reveladas en casa, utilizando una reveladora y agentes químicos especiales.
El grupo adquirió inmediatamente la reveladora, de modo que si los guías notaban que habían influido en una película, se habría podido revelar inmediatamente en Scole.
En la primera época, otro huésped de Scole fue el doctor Kurt Hoffman, que había estudiado filosofía y psicología en las universidades de Basilea y Mónaco, antes de conseguir el doctorado en la de Harvard. Es miembro de la Society for Psychical Research y del Scientific and Medical Network un grupo internacional informal compuesto principalmente por médicos, científicos, ingenieros, filósofos, terapeutas y psicólogos cualificados. La finalidad del Network es profundizar en la comprensión de las ciencias, en la medicina y en la educación favoreciendo las percepciones racional e intuitiva.
El doctor Hoffman fue un dirigente de la radio y de la televisión bávara durante veinte años, y productor televisivo independiente desde 1982. Produjo treinta y dos documentales científicos y sobre temas religiosos para canales de televisión británica (Canal 4), alemana y austríaca.
Opiniones - DOCTOR KURT HOFFMAN
Después de los preliminares, el discurso introductorio de Robin y la proyección de las diapositivas, Alfred Perry (llegado de Virginia para la ocasión) y yo inspeccionamos cuidadosamente la bodega. Después entraron los demás miembros del grupo y todos tomaron asiento.
Para crear la necesaria energía necesitábamos un poco de tiempo, durante el cual nos entretuvimos con el humorismo cáustico y con la simpatía de «Emily Bradshaw». Después, claramente audible, la obertura: el tintineo de las campanillas suspendidas, sobre la mesa, de una tira fosforescente.
Al mismo tiempo advertí distintos «latigazos» de aire frío rozarme la frente, acompañados de ráfagas frías. Después de este «campaneo» hubo una serie de percusiones discretas y diversas, mientras el primer protagonista invisible entraba en escena: sentí los dedos escrutadores de aquella que podía ser la mano de una niña de tres o cuatro años explorando tímidamente mi rodilla y el costado derecho «Ella» se fue luego hacia Ellinor, a mi derecha,como para convencerla de que yo no había tenido alucinaciones, y luego hacia Alfredo, cuya correa del reloj fue objeto de especial atención.
Vino luego la puesta en escena de los fuegos artificiales, primero desde uno y después desde más puntos amarillos-anaranjados no más grandes que una luciérnaga. Lo que me chocó fue la gran variedad y la creciente inventiva de las exhibiciones. Era una girándula que daba vueltas a gran velocidad en diversos planos siempre cambiantes, un círculo y un semicírculo mantenidos en posición contra todas las leyes naturales. Y finalmente el clímax: una serie de espirales, todas distintas, que ascendían hacia lo alto como llamas para deshacerse luego en el techo. Se me ocurre pensar que estas formaciones «inteligentes» podrían detentar la clave del misterio no resuelto de los círculos de mieses.
La última parte de la sesión fue dedicada a una conversación entre los dos reinos. «Emili Bradshaw» se dirigió por el nombre o citando la ciudad natal a varios de los presentes, transmitiendo mensajes o dando ánimo por la difícil situación personal.
«Edwin» trató de responder a una petición muy específica de Alfred Perry en relación a las nuevas energías de que podría disponer el hombre después del agotamiento de los carburantes fósiles que según las previsiones tendrá lugar dentro de veinte años. «Edwin» consultó a un equipo de científicos de la otra parte, luego habló de la amplificación de la electricidad de bajo voltaje como una de las muchas fuentes de energía alternativa, que no obstante tienen todavía que ser descubiertas.
Robin Foy había puesto una grabadora sin casete en la parte norte de la mesa, de la que procedían crujidos durante toda la sesión, hasta que fue desplazada ruidosamente. Cuando al final volvieron a encenderse las luces, después de una sesión de dos horas de duración (la mayor parte de nosotros tenía la sensación de que no hubieran pasado más de treinta o cuarenta minutos), nos esperaba una última sorpresa. La grabadora se encontraba ahora al otro extremo de la mesa (al sur), con las cuatro baterías preparadas ordenadamente una sobre otra a una cierta distancia.
Ellinor y yo no fuimos los únicos en darnos cuenta de la fuerte y vivificadora energía que había mantenido toda la sesión y que conservamos todavía durante muchas horas, después de que este acontecimiento excepcional había llegado a su fin.
Como ya se ha dicho, los espíritus guías habían propuesto un programa de cuatro puntos para desarrollar el trabajo. Uno de los elementos de este programa preveía el informe de los acontecimientos en forma de boletín. En el invierno de 1994, en el primer número del nuevo boletín, Spiritual Scientist, apareció el resumen de los últimos éxitos conseguidos con los experimentos fotográficos. Además, durante las sesiones experimentales, habían sido aportados distintos objetos en la gran cúpula. Se habían producido fuertes descargas de energía entre las dos cúpulas, acompañadas de «chispas de luces» y ruidos «parecidos a material que es rasgado».
El viernes 13 de enero de 1995, los guías trataron de transmitir una imagen a una película de diapositivas Polaroid «Polapan» de 35 mm en blanco y negro, de revelado inmediato. Como los espíritus guía mantenían que la transmisión había sido un éxito, fue revelada la película utilizando la reveladora especial de la Polaroid. De acuerdo con lo anunciado, una imagen había sido impresa en la película. Se trataba de algunos versos escritos claramente en lo que más tarde el grupo descubrió que era sánscrito romanizado (ver fotos 8 y 9 de la serie). Diana explicó:
No teníamos idea de qué lengua se trataba hasta que, en una sesión posterior, se nos dijo que aquellos versos específicos habían sido tomados de una ópera cuyo título era Srimad Bhagavatam. Se trata de una ópera muy antigua perteneciente a los textos sacros indúes, originalmente escrita en sánscrito. Hace unos treinta años fue traducida por primera vez al sánscrito romanizado por un seguidor de Krisna, y publicada después en aquella forma por la International Society for Krisnha Consciousness, la versión que habíamos recibido en película.
En aquel momento, no teníamos idea de dónde poder encontrar aquél texto o su traducción más moderna. Después en un estado de clarividencia, recibí la indicación de «ir a la librería de Oxfam». Así lo hice, y me quedé de piedra cuando en la estantería encontré una copia de uno de los dieciocho volúmenes que componen la ópera. Volumen que resultó ser exactamente el que necesitábamos y que contenía la traducción completa de los versos del Bhagavatam que habíamos recibido en película.
En el prefacio al volumen encontrado por Diana, se lee:
La ciencia material ha tratado de encontrar la fuente última de una manera francamente inadecuada; pero es un hecho que existe una última fuente de todas las cosas. Srimad Bhagavatames la ciencia transcendental útil para conocer no sólo la fuente última de todas las cosas, sino para conocer también nuestra relación con Él y nuestro deber hacia la perfección de la sociedad humana sobre la base de este conocimiento.
Los versos originales sobre la fotografía dicen:
yad atra kriyate karma
bhagavat - paritosanam
jinanam yat tad adhinam hi
bhakti - yoga- samanvitam
La traducción es la siguiente:
Toda tarea desarrollada en esta vida para el cumplimiento de la misión del Señor es definida como bhakti-yoga, o amor transcendental hacia el Señor, y la que es definida como conocimiento se convierte en un factor concomitante.
Una explicación más exhaustiva, que se hizo seguir al texto, continúa diciendo que cuando la tarea se realiza para agradar a Dios, el ejecutante se purifica gradualmente. Esta purificación significa alcanzar el conocimiento espiritual. En consecuencia, el conocimiento depende del karma, o bien del trabajo realizado por cuenta de Dios.
«Este era un trabajo verdaderamente estimulante», dijo Diana. «Estábamos muy agradecidos a nuestros guías por habernos transmitido un texto tan luminoso, que a la vez podríamos compartir con otros. Después de todo, aquél era exactamente el significado del trabajo desarrollado durante la experiencia de Scole compartir la conciencia espiritual con el mundo». Diana terminó con una consideración sobre la que todos nosotros tendremos que reflexionar. Se preguntaba de qué modo los espíritus guías habrían logrado transmitir aquel interesante texto, claramente «escrito a mano», sobre la película.
Alan describió otra imagen que al principio había desconcertado al grupo. Se trataba del esquema de un extraño instrumento que se asemejaba mucho a un autorespirador con pistones. La imagen presentaba la que podría ser la página de un cuaderno de apuntes de un científico, en cuanto contenía también un escrito palidecido, demasiado desenfocado para poder leerlo. Inicialmente, el grupo no comprendió lo que representaba el dibujo. Sin embargo, discutiendo la cuestión con algunos científicos con los que estaban en relación, se enteraron al final de que en realidad se trataba del diseño de una de las primeras celdas electro-químicas conocida como «celda estandar» o pila muestra. Habría podido ser también un componente de un típico aparato de laboratorio que los espíritus científicos conocían muy bien cuando estaban en vida. Como tiene una tensión constante, esta misma celda sigue utilizándose en los laboratorios para fines de calibración.
Algunos de los representantes de la Polaroid participarían en una sesión. Raji dijo que los guías deseaban que los huéspedes tuvieran la posibilidad de examinar a fondo la habitación. Explicó que también los miembros del grupo deberían someterse a una inspección antes de comenzar la sesión experimental. Hizo también referencia a la fotografía de un joven guapo que había sido recibida durante la sesión anterior. El grupo se enteró de que éste era uno de los espíritus guías y que era «sumamente generoso» con los demás. Su nombre era Kingsley Fairbridge; nacido en Suráfrica, había estudiado en Oxford, después se había trasladado a Australia, donde había fundado las Fairbridge Farm Schools, institutos en los que los muchachos podían aprender un oficio. Delicado de salud, había muerto de cáncer siendo joven. El grupo jamás había oído antes aquel nombre, e hizo muchos intentos para tratar de saber más de este hombre. Las primeras investigaciones resultaron inútiles. Desilusionados, publicaron en la nueva revista el nombre del muchacho y los detalles que les habían sido revelados, pidiendo ayuda a los abonados.
Uno de los abonados un piloto americano encargado de desinfectar campos tenía una amiga en Australia a quien envió la copia del Spiritual Scientist. Se quedaron todos estupefactos cuando se enteraron de que esta amiga conocía a la hija de Kingsley Fairbridge, que vivía todavía en Australia. Después, la hija escribió al grupo de Scole que le envió una copia de la fotografía recibida junto a las informaciones que se referían a su padre. La hija confirmó la existencia de los detalles, y comentó también que la imagen de la foto se parecía mucho a su padre.
Desde aquel momento en adelante, se realizaron muchas otras cosas con las fotografías. Los experimentos con las películas Polaroid habían sido hasta aquel momento muy satisfactorios, en cuanto que las transmisiones habían sido recibidas en cuatro tipos de película:
Polaroid 600 Plus (las películas de revelado inmediato utilizadas en la cámara Polaroid que todos conocen).
Polapan 35 mm (películas para diapositivas en blanco y negro ISO 1245)
Polagraph 35 mm (películas para diapositivas en blanco y azul -ISO 400)
Polachrome 35 mm (películas para diapositivas en color ISO 40)
Las películas de 35 mm estaban dotadas de un cartucho monouso con agentes químicos, de modo que pudieran ser reveladas utilizando la reveladora Polaroid y transformadas luego en diapositivas en la máquina apropiada siempre de Polaroid. Estos utensilios permitían al grupo comprobar inmediatamente si las transmisiones habían tenido éxito. En caso positivo, podían producir directamente las diapositivas para mostrarlas al público.
Con las películas Polaroid de revelado inmediato el grupo había recibido diversas series de imágenes. La primera comprendía montones de estrellas y una foto estupenda de Sir Arthur Conan Doyle, (ver foto 10 de la serie), destacado investigador de lo paranormal. Otra mostraba a tres pilotos franceses de la primera guerra mundial de pie ante su aeroplano. Estaba también la portada de una partitura musical, y los guías explicaron que esta imagen quería transmitir la alegría que sentían durante las sesiones con el grupo de Scole. El fragmento se titulaba: «Cuando estamos juntos».

Foto 10. Sir Arthur Conan Doyle
(Foto no pertenece al libro, añadida por la web)
Algunas de estas imágenes plantearon muchos interrogantes al grupo, el cual invitó a los lectores de Spiritual Scientist a ofrecer su propia colaboración para resolverlo. Por ejemplo, en vano habían tratado de localizar al compositor de la pieza musical, y no tenían la menor idea de quienes fueran los pilotos ni por qué aparecieron en la transmisión. En otro caso, sobre una película aparecía la firma del compositor Ivor Novello, que después resultó idéntica a la firma original de Novello.
(Foto no incluida en el libro, arriba la firma del fotograma y abajo la firma original de
Ivor Nevello.)
Otras imágenes recordaban profundidades marinas con las que podían ser formas de vida. Los detalles son sorprendentes: tentáculos minúsculos en forma de pluma y estructuras coraliformes (ver foto 11 de la serie). Los espíritus guías ya habían informado al grupo que mostrarían imágenes de las dimensiones en que ellos se encontraban, en consecuencia el grupo se preguntó si aquellas imágenes procedían de algún otro plano de existencia, donde se podían encontrar plantas y otras formas de vida.
Foto 11. A
Foto 11. B
Los guías transmitieron también «algo muy distinto» sobre películas de 35 mm. Una era en color, la otra en blanco y negro. En la de color, las imágenes recordaban lejanas galaxias, aunque incluían elementos abstractos, tanto que el grupo pensó que esto «reducía la posibilidad de que procedieran de nuestro universo conocido». Los guías explicaron que representaban «áreas de existencia». En la película en blanco y negro se podían distinguir claramente rostros en medio de una «masa de manchas». Una mostraba la imagen especular del rostro sonriente de una señora joven. Otra mostraba sólo parcialmente el rostro de un hombre. Entre las manchas se podían ver partes de otros rostros (ver foto 12 y 13 de la serie).
Foto 12.
Foto 13.
El grupo se enteró de que los comunicantes formaban parte de un «reparto fotográfico» espiritual una sección especializada de los espíritus guías. Esta fue la descripción de los guías. El hecho de que estuvieran organizados en repartos especializados suscitaba curiosidad en el grupo. Este último se enteró también de que los miembros del reparto fotográfico enviaban sus pensamientos como «transmisiones» con la intención de «influir» las películas para obtener imágenes de rostros. Los guías explicaron que «algunas imágenes son muy personales para los comunicantes implicados en los experimentos, sobre todo cuando se manifiestan rostros». Algunas transmisiones tuvieron más éxito que otras; ahora se comprendía que las manchas eran «intentos fallidos».
A principios de abril del 95, los guías decidieron concentrar los esfuerzos sobre todo en los experimentos con las cúpulas. Gran parte de la energía creativa acumulada durante las sesiones se concentraba en la cúpula más grande y muy pronto los guías pidieron que se quitase la más pequeña. Una luz con un tono azulado se reprodujo dentro de la cúpula.
Desgraciadamente, no era especialmente luminosa y por supuesto era insuficiente para que los miembros del grupo lograsen verse claramente unos a otros. Los espíritus científicos explicaron que se necesitarían varias sesiones para acumular de modo gradual la carga de energía en la cúpula y que nadie debería tocarla y ni siquiera acercarse, entre un experimento y otro. Esto para evitar un «prematuro escape de energía», que podría hacer retroceder notablemente el trabajo de los guías.
Tratando de encontrar explicaciones razonables sobre por qué debía ser utilizada una cúpula en estos experimentos, el grupo consultó a especialistas dentro de la propia dimensión. Los científicos sugirieron que la cúpula probablemente funcionaba como una botella de Leida (el tipo más antiguo de condensador eléctrico), en el sentido de que tal vez recogía la energía generada en la bodega, permaneciendo, por tanto, carga eléctrica por algún tiempo. Esta energía podía ser descargada a tierra a través de un cuerpo, si alguno hubiera tocado la cúpula. Se sugirió también que la cúpula fuese perfecta para acumular energía, en cuanto que su forma recoge la cantidad máxima de volumen correspondiente a su superficie.
Hacia mediados de abril, la cúpula brillaba como una gran lámpara. En el interior vértice había dos puntos luminosos que parecían reflejarse sobre el fondo. Se le explicó al grupo que la iluminación era producida por el paso de energía espiritual entre estos dos puntos. El vértice de la cúpula parecía actuar como una lente, proyectando sobre el techo un disco de luz de un diámetro aproximado de noventa centímetro. Este experimento duró trece minutos. Un espíritu científico dijo al grupo que aquello era el principio de muchos experimentos similares y que la luz sería más intensa y duraría más tiempo en las semanas siguientes.
(Cúpula de vidrio brillando, añadido por esta Web como ejemplo, aunque no se corresponde con la fecha, no pertenece al libro)
«Conseguíamos captar la emoción en la voz del científico», contaron los miembros del grupo. «Estaba claramente entusiasmado por el éxito del experimento. Durante un momento, mientras pronunciaba las palabras "más intensa", la luz en la cúpula se hizo claramente más luminosa».
El científico continuó diciendo que el propósito de los guías era iluminar toda la estancia de aquel modo, de manera que en el futuro los fenómenos pudiesen ser claramente observados. Poco después, los espíritus guías manifestaron que habían encontrado finalmente un modo de reciclar la energía en la cúpula, y esto les eximía de la necesidad de acumular la energía en su interior durante cierto tiempo. A finales de abril, los espíritus guías estuvieron preparados para iluminar la cúpula durante un periodo de cincuenta y dos minutos. El espíritu científico que ilustró el fenómeno, dijo que los guías continuarían haciendo experimentos con la luz hasta conseguir el efecto óptimo.
El grupo contó seguidamente que hubo un cambio ulterior en las luces; se hicieron rojas y variadas. El primero fue un haz sutilísimo de luces, que brillaba desde la base de la cúpula iluminando la superficie de la mesa. El segundo era tubular, de unos dos centímetros y medio de diámetro y diez de largo, y ligeramente curvado. Éste era estacionario sobre el vértice de la cúpula y parecía una luz de neón. Mientras brillaba la luz tubular dentro de la cúpula, pareció formarse una densa nube de humo. Un anillo de humo apareció exactamente sobre la cúpula, visible durante una fracción de segundo, mientras la zona se iluminaba momentáneamente por un relámpago de luz roja. Un tercer tipo de luces rojas tomó la forma de numerosas manchas que se encendía y se apagaban durante un segundo a la vez, todo ello en torno a la estancia. En cierto momento, se tuvo la impresión de que estuvieran realizando intentos decisivos para iluminar a uno de los seres espirituales sólidos en el ángulo. Sin embargo, estos intentos no tuvieron éxito porque, aparentemente, los guías no habían logrado prolongar suficientemente la duración de las manchas.
Después apareció un haz sutilísimo de luces, irradiado desde una fuente luminosa en el vértice de la cúpula. Comenzó a dar vueltas, emitiendo un fuerte rayo por toda la estancia, y creando un efecto faro. Cada vez que resplandecía el rayo sobre un rostro, se detenía un segundo e iluminaba los rasgos lo suficiente como para que lo vieran los demás. La luz era tan brillante que deslumbró uno a uno, a todos los componentes del grupo. Era como mirar directamente un sol rojo. Los guías explicaron que aquéllas eran «luces espirituales» y era sólo con este tipo de iluminación como los visitantes espirituales sólidos podían ser vistos. Cualquier tipo de iluminación física de que disponemos en la Tierra sería perjudicial para ellos, que no estarían en disposición de mantener la propia presencia física en nuestro ambiente.
Sucedieron otras cosas durante el primer período de los experimentos con la «luz y la cúpula». Ante todo, el grupo introdujo algunos cambios en la base de la cúpula, que fue apoyada sobre una plataforma de perspex . Ésta, a su vez, fue colocada sobre unas patitas también de perspex, cada una del diámetro de dos centímetros y medio. La finalidad era permitir una clara visión de la base de la cúpula y del espacio que la dividía de la superficie de la mesa. Muchas veces durante los experimentos con la cúpula, las luces penetraron en las patitas de plástico, iluminándolas.
(Foto añadida por esta Web, no pertenece al libro)
En la primera fase de los experimentos, el grupo comenzó a fotografiar las luces cuando aparecían dentro y fuera de la cúpula. Consiguieron también fotografiar la luz roja dentro de un contenedor para alimentos semi-opaco y sellado que fue iluminado con «una intensidad similar a una lámpara de mesa».
Hechos ya experimentos con las luces azules y luego rojas, a finales de mayo los guías introdujeron el amarillo y el verde. Fueron tres o cuatro relámpagos de luz brillante amarilla antes de que se formase una luz verde entre las patitas del porta-cúpula.
La luz verde fue desarrollada ulteriormente en las siguientes sesiones. Su fuente parecía ser un pequeño cristal sólido dentro de la cúpula, en su base. El grupo cree que debía tratarse de un aporte, por el contrario los guías explicaron que, aunque el cristal parecía sólido, en realidad no lo era. Dijeron que estaban utilizando la energía del cristal para producir la luz verdosa. Lo que el grupo veía era «la esencia espiritual» de un cristal, aportado específicamente para el objetivo. El efecto global era parecido a las luces de un reflector. No era muy brillante y los guías dijeron que no produciría rayos, pero durante la tarde, se hizo lentamente bastante luminoso para permitir a los componentes del grupo verse manos a la obra. Durante los experimentos llevados a cabo en el mes de junio, la luz verde fue mantenida dentro de la cúpula durante 112 minutos, y una luz amarilla, que se desplazaba en torno al grupo, apareció de modo intermitente, creando un efecto de relámpago difuso.
Seres espirituales sólidos
Con el comienzo del verano el grupo comenzó a darse cuenta de que durante las sesiones en la habitación, se agitaban seres espirituales sólidos. Estos visitantes habían encontrado sillas libres a lo largo del perímetro de la bodega, y allí se les podía oír mientras las arrastraban por el suelo. Fue así como algunos espíritus guías se sentaron alrededor de la mesa con el grupo. Se podía observar el tejido de sus vestidos, mientras se ponían, por turno, delante de cada miembro del grupo, y las etiquetas fosforescentes sobre la mesa desaparecían y volvían a aparecer cuando los perfiles de los visitantes las ocultaban durante un momento.
Manu dijo que al principio la manifestación física había sido problemática, porque los espíritus tenían que «familiarizarse con el proceso de tele-aporte, y con la estabilidad prolongada de los correspondientes cuerpos espirituales en alta densidad». Esta manifestación necesitaba mucha práctica si se quería realizar regular e intencionalmente.
Otros intercambios con los guías durante estas sesiones revelaron ulteriores detalles sobre estos visitantes. Eran «voluntarios que se habían comprometido con el fin de obtener una forma sólida durante un período de tiempo razonable». Una operación, al parecer, muy difícil de realizar. Ellos se estaban también «aclimatando al ambiente físico de la bodega, en previsión de ulteriores experimentos».
Uno de estos experimentos implicaba el uso de la luz roja más luminosas entre aquéllas que irradiaba la cúpula. Estas luces servían como iluminación de fondo, ante la cual los seres espirituales sólidos estaban en disposición de mostrar al grupo sus dedos, manos y brazos animados. Además de las luces irradiadas desde la cúpula, en toda la habitación empezaron a aparecer luces rojas individuales. Un visitante espiritual sólido captó una luz roja, que estaba parada sobre la mesa, y la desplazó en torno a él, de modo que el grupo pudiera observar perfectamente los dedos y la palma de su mano. Los miembros del grupo contaron que la luz brillaba a través de la mano, destacando claramente los rasgos. Otro visitante espiritual tomó una luz roja y la llevó consigo a su puesto. Se sentó y comenzó a moverla como si tratara de mostrar al grupo varias partes de su cuerpo. En aquella ocasión, el grupo vio las piernas, los brazos y, durante algún segundo, hasta su cara.
El grupo contó también otros episodios durante los experimentos con las luces rojas. Vieron una serie de los que fueron definidos como «objetos visibles prologados en el tiempo» (OPT) —objetos procedentes del mundo espiritual para que el grupo los viese (ver fotos 30 y 31 de la serie. Los OPT se materializaban ante sus ojos en la que parecía ser una forma sólida. El grupo dedujo de ello que estaban formados de luces espirituales o de energía creativa. Como tales, eran difíciles de describir en términos terrestres y, como ya hemos dicho, esto provocó algún problema durante la experiencia de Scole —simplemente no había vocabulario adecuado para describir tales fenómenos.
Se tuvo la impresión de que, al exterior de la cúpula, estuviera pegado un objeto. La luz parecía latir en su interior y cambiaba constantemente de forma y de tamaño. En su punto máximo, parecía una especie de material arrugado y transparente, con la forma y tamaño de un rizo de mar, dividido en segmentos, como gajos de naranja. La manifestación más desconcertante de este período apareció en el interior y sobre la cúpula, cuando la energía tomó la forma de una flor delicada (ver fotos 29 y 30 de la serie).
De cuando en cuando, el grupo preguntaba si era posible volver a llevar máquina fotográfica durante una sesión normal, no tanto para utilizarla en los experimentos, como para captar únicamente lo que observaban cada semana. El grupo tiene una serie de fotografías que muestran estos innumerables y variados fenómenos.
(Fotografía con luces rojas – Añadida por esta web)
(Fotografía anterior especular, con luces rojas – Añadida por esta web)
(Lugar de la posición de la luz roja – Añadida por esta web)
Voces espirituales sólidas
Cuando los guías espirituales comprendieron que los experimentos luminosos, y la manifestación e iluminación de seres espirituales sólidos habían tenido éxito, centraron la atención en la experimentación de las «voces espirituales sólidas». Si el experimento salía bien, el grupo podría desarrollar una conversación «a dúo» con los seres espirituales manifestados. Hasta aquel momento, el grupo había sentido cierta frustración porque, si bien los éxitos con el «trance», «la energía» y las voces «difusas» habían sido notables, no podían darse cuenta de quién hablaba. Ahora tenían la posibilidad de ver a los visitantes, pero no era posible un interesante intercambio verbal directo. Anteriormente el contacto vocal por parte de los seres manifestados se había limitado a chasquidos de labios, silbidos y algún extraño «sí » o «no» en respuesta a alguna pregunta.
El grupo nos contó ulteriores detalles de este fenómeno. Poco después del comienzo de los experimentos con las «voces sólidas», el grupo oyó silbidos que procedían de la dirección de uno de los visitantes espirituales sólidos, que solía sentarse en una silla expresamente señalada. Aquellos sonidos continuaron y se desarrollaron en lo que parecía un murmullo indiferenciado e incomprensible. Sin embargo, en un segundo tiempo, el comunicante estuvo en condiciones de pronunciar de forma clara la palabra «Perdón», refiriéndose a su incapacidad de hacerlo mejor en aquel momento. Al final de esta sesión especial, se dirigió a uno del grupo y, hablando a pocos centímetros de su cara, consiguió decir: «gracias por la silla».
En las semanas siguientes, el grupo observó que algunos de los visitantes espirituales sólidos se comprometían a fondo para practicar su habilidad para comunicarse. Dos de ellos, Cecil y Maurice, consiguieron pronunciar sus nombres. En su punto máximo, sin embargo, las voces susurradas no eran suficientemente claras para que el grupo pudiera comprender lo que se acababa de decir.
A finales de junio de 1995 el timbre de voz de los seres manifestados llegó a ser más alto, pero sus palabras continuaban siendo incomprensibles. Uno de los espíritus científicos explicó que estaban probando un nuevo método para reproducir las voces. Los guías recordaron al grupo que los visitantes espirituales sólidos que estaban tratando de comunicarse no tenían órganos humanos como la laringe y los pulmones; por tanto, necesitaban de un método alternativo para reproducir las voces.
El cambio decisivo tuvo lugar a principios de julio cuando, durante buena parte de la sesión, el grupo oyó claramente hablar a los comunicantes con voces sólidas. El primero de éstos, que se presentó como John, cogió al vuelo la idea de aprovechar el contenedor de alimentos de la mesa y hablarnos dentro para dar ulterior profundidad a su voz. Esta sagacidad hizo la voz más clara y audible. Dijo John al grupo que sugeriría a los demás comunicantes hacer lo mismo. Cuando uno de ellos dejaba de hablar, el contenedor volvía a caer ruidosamente sobre la mesa, para volverlo a tomar luego el siguiente comunicante.
Varios guías se hicieron expertos en la utilización de la técnica de la voz sólida, y visitaron regularmente la bodega para ejercitarse. Después de algunas sesiones, el contenedor resultó inútil. Muy pronto Jimmy y Teddy siguieron a John, después Dorothy fue la primera mujer comunicante que el grupo consiguió oír y ver al mismo tiempo. Uno de los comunicantes, Leslie Davis, habló con la misma tartamudez que tenía cuando vivía.
Avances posteriores en los experimentos fotográficos
Hubo ulteriores progresos en los experimentos fotográficos, en los que los guías transmitieron una segunda imagen con otro fragmento del Srimad Bhagavatam. Una vez más, se hizo el experimento con una película Polapan Polaroid de 35 mm en blanco y negro, sellada que, como de costumbre, fue revelada y transformada en diapositivas inmediatamente después de la sesión, utilizando el preparado revelador. El texto era desdoblado en tres diapositivas: en la primera era normal, en la segunda era especular y en la tercera era oblicuo. La especular fue el primer ejemplo de imagen «aportada» por el equipo de esta manera. Es interesante observar que la escritura era totalmente distinta respecto al texto anterior —«más primitiva y más bien infantil», a juicio del grupo. El texto estaba numerado con la cifra «31». El grupo se preguntó si tendría relación con los versos. ¿Estaba sacado del mismo volumen que Diana había encontrado en la librería Oxfam?
Exactamente. La traducción era la siguiente:
Nubes y polvo son transportados por el viento, pero las personas menos perspicaces mantienen que el cielo está nuboso y el aire sucio. Por analogía, aplican también conceptos corpóreos al sí espiritual.
La explicación del texto continúa así:
Con nuestros ojos materiales y nuestros sentidos no podemos ver al Señor, que es sólo espíritu. Análogamente, no podemos tomar la chispa espiritual que vibra en el cuerpo material de un ser vivo. Por esto debemos aceptar la presencia del ser viviente a través de la presencia de su cuerpo. Algunas personas no llegan a concebir algo fuera de la materia, pero el Señor se encuentra dentro de cada cosa y fuera de cada cosa.
El aspecto fascinante era que el mensaje del texto parecía corresponderse con algunas de las enseñanzas que el grupo había recibido recientemente.
Estas imágenes fotográficas animaron luego el debate entre los componentes del grupo en relación al significado que subyacía a todas las transmisiones recibidas en película durante la experiencia de Scole. Se preguntaron si alguna de las imágenes proyectadas sobre la película eran tenues resplandores de la vida y de los ambientes culturales de los comunicantes, remontándose tal vez a una época en la que ellos mismos vivían en la Tierra. Los rostros, naturalmente, alimentaban las conjeturas en relación a si eran realmente los retratos de personas que durante un tiempo habían vivido en nuestra dimensión.
Al grupo se le había explicado que algunas imágenes se referían a un ambiente espiritual y representaban lo que los guías definían como «áreas de existencia» y «áreas de comunicación» pero, como ya se ha dicho, suponían sólo la percepción de los comunicantes que las habían transmitido. Una de las cosas más interesantes de las que el grupo se enteró fue que no había sido posible transmitir antes las imágenes, porque sólo ahora habían encontrado los guías un modo para convertir las formas-pensamiento en imágenes sobre fotografías, utilizando la especial «energía creativa» de que tanto habían hablado. A este respecto, el grupo hizo este comentario:
A nuestro juicio las fotos eran un medio tangible y repetible para recibir transmisiones inteligentes del mundo espiritual. Comprensiblemente, comenzamos a pensar que los experimentos fotográficos pudieran ser el mejor método, logrado hasta ahora por el mundo espiritual, para ofrecer una prueba de la supervivencia de la personalidad humana más allá de la muerte física.
Como luego se supo, los componentes del grupo no eran los únicos que opinaban así. También Montague Keen, un hombre que desde hacía años se ocupaba de los fenómenos espirituales, y miembro de la Society for Psychical Research (S.P.R.) desde 1946, se interesaba por los experimentos fotográficos que se realizaban en Scole. Había seguido con interés los informes de los experimentos publicados en los primeros números de Spiritual Scientist. Después de algunos encuentros preliminares, él y algunos colegas suyos de la S.P.R. fueron invitados, como huéspedes más que como representantes, a participar en una serie de sesiones experimentales, con la idea de plantear una sucesión de experimentos controlados científicamente. Esto llevaría a una investigación de dos años, que terminaría con el Informe de Scole.
El 2 de octubre de 1995 fue la fecha fijada para la primera sesión experimental sometida a investigación científica.
TOMADO DE: http://survivalafterdeath.blogspot.com.es/2012/10/capitulo-4-experimento-scole.html
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