EL POR QUÉ DE UN NUEVO BLOG

Después de abrir y mantener actualizado el blog: CENTRO VIRTUAL DE ESTUDIOS

ESPIRITISTAS Y AFINES, para la formación doctrinaria dentro de los postulados eminentemente racionalistas y laicos de la filosofía espírita codificada por el Maestro Allan Kardec que exhibe la Confederación Espírita Panamericana, a la cual nos adherimos, creímos conveniente abrir un nuevo Blog de un formato más ágil y que mostrase artículos de opinión de lectura rápida, sin perder por ello consistencia, así como noticias y eventos en el ámbito espírita promovidos por la CEPA, a modo de actualizar al lector.
Esa ha sido la razón que nos mueve y otra vez nos embarcamos en un nuevo viaje en el cual esperamos contar con la benevolencia de nuestros pacientes y amables lectores y vernos favorecidos con su interés por seguirnos en la lectura.
Reciban todos vosotros un fraternal abrazo.
René Dayre Abella y Norberto Prieto
Centro Virtual de Estudios Espiritistas y Afines "Manuel S. Porteiro".



martes, 17 de mayo de 2011

"CUANDO MUERE EL POETA..."

Gilbert Bécaud, fallecido el 18 de diciembre de
2001 a los 74 años, era muy reservado respecto a
su vida personal, lo cual le enaltece. Sin embargo,
hace mucho tiempo tuvo oportunidad de expresarse
sobre sus convicciones: durante la retransmisión
de un programa de los años 60, “Discorama”,
se le pudo volver a ver al lado de Denise Glaser
que le preguntaba si creía en Dios. Respondió en
una forma muy afirmativa y en el transcurso de la
conversación, confió dos fenómenos espontáneos
que forjaron su convicción.
Un día, Bécaud oyó que su piano comenzaba a
tocar solo en la pieza vecina. Al acercarse al instrumento,
una melodía seguía escapando, aunque las
teclas permanecían inmóviles. Miró entonces en el
interior del piano y comprobó que los martillos golpeaban
las cuerdas, accionados por una fuerza invisible.
Denise Glaser le preguntó si tenía idea acerca
de la entidad que de este modo quizás le hacía una
señal. Él respondió que tenía una idea muy precisa
pero no quiso dar el nombre en el cual pensaba.
Otra vez, justo en medio de su recital, sintió una
mano que se posaba sobre su hombro. Sin dejar de
cantar se volvió, no había nadie. Siguió su canción
de espaldas al público, haciendo como si no pasara
nada.
Sobre este fenómeno, respondió sencillamente
que pensaba en la misma presencia que cuando la
manifestación por el piano.
Y es una presencia, quizás la misma que esperaba
a Bécaud a las puertas del más allá, en el espíritu
Edith Piaf, (*) la misma que le había echado una
mano en sus comienzos.
(*) Indicación dada en un mensaje del espíritu Edith Piaf, recibido
en enero de 2002.