EL POR QUÉ DE UN NUEVO BLOG

Después de abrir y mantener actualizado el blog: CENTRO VIRTUAL DE ESTUDIOS

ESPIRITISTAS Y AFINES, para la formación doctrinaria dentro de los postulados eminentemente racionalistas y laicos de la filosofía espírita codificada por el Maestro Allan Kardec que exhibe la Confederación Espírita Panamericana, a la cual nos adherimos, creímos conveniente abrir un nuevo Blog de un formato más ágil y que mostrase artículos de opinión de lectura rápida, sin perder por ello consistencia, así como noticias y eventos en el ámbito espírita promovidos por la CEPA, a modo de actualizar al lector.
Esa ha sido la razón que nos mueve y otra vez nos embarcamos en un nuevo viaje en el cual esperamos contar con la benevolencia de nuestros pacientes y amables lectores y vernos favorecidos con su interés por seguirnos en la lectura.
Reciban todos vosotros un fraternal abrazo.
René Dayre Abella y Norberto Prieto
Centro Virtual de Estudios Espiritistas y Afines "Manuel S. Porteiro".



martes, 26 de abril de 2011

A D R I E N P I E R S A N T I MEDICINA TERAPIAS Y ATENCIONES ESPÍRITAS LE JOURNAL SPIRITE N° 84 AVRIL 2011


Atención en un caso de artrosis

Este es el caso de una joven de 38 años que sufre
de una fuerte artrosis en el tobillo derecho, provocada
por un esguince mal curado producido hace
algunos años. Precisamos que esta artrosis ha sido
agravada por el hecho de que esta joven es adepta
al excursionismo de grandes distancias como, por
ejemplo, la célebre peregrinación a Compostela. Que
además, esta dama ha agravado su caso ocultando
el problema para poder seguir entregándose a esta
actividad deportiva. Consecuencia: la artrosis ha
alcanzado tales proporciones que hoy es cuestión
de ponerle una barra, lo que implicaría la casi inmovilidad
del pie. Tenemos a nuestra disposición pases
magnéticos específicos para curar la artrosis, pases
que nos han sido indicados en sesión espírita.
Decidimos emprender con esta dama una serie de
sesiones de magnetismo. Dada la importancia de su
problema, es imposible fijar un número, ni siquiera
aproximado, de sesiones. Estos pases se aplicarán dos
veces por semana. Hoy nos encontramos en la decimoquinta
sesión y he podido comprobar una mejoría
en su estado. Hay que precisar —adivinaron— que ya
no se trataba de que esta joven practicara el excursionismo
por el momento. En efecto, el menor paseo
bastaba para desencadenar vivos dolores y entonces
seguía la ingestión importante de antiinflamatorios.
Digo “seguía” porque como se dijo antes, su estado
ha mejorado al punto de que ahora la ingesta de un
solo antiinflamatorio basta para calmar los dolores.
Es un progreso, pero la partida aún no está ganada.
Es necesario proseguir los esfuerzos y la Sra. N., impapor
ciente por naturaleza, ha comprendido que haría
falta tiempo y perseverancia.
Otra cosa, la Sra. N., sufría de una tendinitis en el
hombro derecho. Para este problema, fue al cabo de
la sexta sesión de magnetismo que la tendinitis fue
reabsorbida, magnetismo que consistía en una imposición
palmar de por lo menos 10 minutos sobre la
zona inflamada seguida de un soplo frío de al menos
2 minutos siempre sobre la misma zona.
Crisis de angustia, testimonio:
Durante mi infancia, hacía preguntas afanosamente
sobre la utilidad de la vida, el temor a la muerte etc.,
constantemente interrogaba a mis padres y por
fortuna encontraba las respuestas que me convenían,
por parte de mi papá que, en su juventud, había
frecuentado muy de cerca el círculo Allan Kardec de
Nancy.
Pasaron los años, la vida seguía su curso y yo realizaba
todo lo que deseaba con los altibajos de una
vida normal. Sin embargo, eso no afectaba mi cotidianidad
a pesar de algunas duras pruebas. Siempre
he sido muy sensible, lo que de manera positiva
me ha permitido vivir intensamente los momentos
simples de una vida; soy de esas personas que viven
la vida plenamente. Hasta el día en que me ocurrió
algo que cambió una parte de mí Estaba en el tren y
le contaba a mi vecina, que me acompañaba, acerca
del malestar que me invadía día tras día desde hacía
meses. ¡Mi vida en su banalidad ya no me convenía,
ahora comprendía que había hecho elecciones por
facilidad pues pensaba que debía entrar en un molde!
Me ahogaba, no me reconocía, cada vez más, nada me
hacía sonreír. Aún no tenía conciencia de ello, pero
yo me apagaba. Más nada tenía sabor. ¡Mientras le
contaba mis sentimientos, era presa de hormigueos
en la totalidad de mi cuerpo y de un miedo pánico
por el momento presente! Llegamos al destino, y
apenas salida del tren, me desmayé y allí comenzó el
infierno. Hospitalizada de emergencia, tenía miedo a
lo que me rodeaba, ¡no hacía sino repetir que moriría
y que quería morir! Nada a mi alrededor me tranquilizaba,
estaba totalmente en un mundo paralelo, sin
ninguna explicación lógica que dar. Al día siguiente,
el doctor me comunicó el diagnóstico: crisis agudas
de pánico. Lo que no significaba nada para mí que
siempre había enfrentado todo con optimismo. Fue
una semana de calvario durante la cual ya no podía
dar un solo paso más al exterior; mis parientes, familia
y amigos debían turnarse para permanecer cerca de
mí. Cuando me obligaba a tomar el auto, si tenía la
mala suerte de pasar sobre un puente, ¡creía que
iba a saltar del puente y que no lo controlaría! Pero,
¡qué idea! ¡Yo era dos en una! El único lugar que más
o menos podía soportar era el apartamento donde
vivo con mi amigo. Sin saber qué más hacer, llamé
a mi padre junto a quien me quejé de mi estado, y
que me dijo espontáneamente: “¿Qué esperas para ir
a visitar el Círculo Allan Kardec de Nancy?” Esta frase
fue la clave de mi liberación.
Contacté el Círculo de Nancy y acordé una primera
cita con Adrien Piersanti. Ver a alguien neutro que
no me conocía, me tranquilizaba. Rápidamente me
hizo tomar consciencia de que no estaba loca sino
simplemente angustiada. Consecuencia de un dejar
pasar, de un rumbo de vida que no correspondía a mi
naturaleza… Comenzamos con sesiones de magnetismo,
y en paralelo largas discusiones sobre la vida.
Finalmente encontraba respuestas concretas a mis
preguntas. Es difícil transcribir lo que se siente en
esos momentos porque es inesperado. Durante las
sesiones de magnetismo, el cuerpo se relaja tan fácilmente
que se instala una extraña ternura, un apaciguamiento
muy concreto del cuerpo y del espíritu,
un sentimiento de bienestar. En ciertos momentos
muy precisos, podía sentir un franco incremento
de adrenalina que me atravesaba el cuerpo. ¡Muy
sorprendente! En dos sesiones mis crisis desaparecieron.
Desde ese día, nunca más he tenido crisis de
angustia.
Sin embargo, el problema de fondo debía por lo
menos ser regulado y yo sentía una fragilidad que
necesitaba ser tratada. Adrien Piersanti me recomendó
libros como El nuevo libro de los espíritus,
Ecce Homo, etc., lo que alentó mi curación, para mí
era como una terapia leerlos. No solamente me
curaba, sino que veía la vida de manera diferente.
Muchas cosas me parecían volverse irrisorias, lo cual
me permitía concretamente no angustiarme más ni
tomar a pecho la menor pequeñez. Un repentino
apaciguamiento. He proseguido mis lecturas…
Continué las citas en Nancy, seguíamos con el magnetismo
y una tarde hice una oración que fue una
segunda revelación. Me encontraba sola y me puse
a hablar, pidiendo simplemente una escucha, una
ayuda (creo firmemente en Dios), por fin yo aceptaba
internamente lo que me pasaba y sentía que debía
vivir esa prueba para encontrarme y para mi futuro
bienestar. No me extenderé sobre esta oración pero
yo pedía una señal muy simple que me devolviera
el gusto por la vida. Al día siguiente por la mañana,
mi despertar fue memorable. ¡La semana que siguió
la viví como si viviera una semana al sol! La sonrisa
ya no me abandonaba, no la controlaba, mientras
la vida seguía su curso normalmente. Iba al trabajo,
nada cambiaba materialmente, pero yo vivía esos
instantes con el mismo entusiasmo que tenía por la
vida antes de las crisis.
También había tomado consciencia de la importancia
fundamental de las oraciones. ¡A responsabilizarme
ahora de mí! Mi entorno ha sido una de las
claves, he comprendido hasta qué punto es importante
vivir rodeado de los demás. Mis amigos han
sido formidables, han compartido las actividades
conmigo, me han dedicado un poco de su tiempo.
Me he puesto a correr (no soy deportista), un medio
para mí de liberar cosas. Desde entonces me encanta
correr en el bosque, necesito oxígeno y ese ha sido
un punto suplementario de curación. Mi comportamiento
también ha cambiado, he aprendido a ser
más tolerante y a abrirme a las cosas más profundas.
Sin embargo, era necesario un trabajo de fondo para
reconstruirme y consolidar bien los esfuerzos realizados.
A pesar la cesación de mi crisis, aún tenía poca
confianza en mí.
Pronto va a hacer un año que voy a Nancy. He
evolucionado mucho. Hemos pasado a sesiones de
hipnosis; las primeras sesiones fueron delicadas,
pues experimenté sensaciones desconocidas. Al final,
estas sesiones son benéficas, me evado y cuando me
despierto, una nueva fuerza se ha apoderado de mí.
Siempre siento cosas muy diferentes, desconocidas
pero tan reales, me ha parecido que ciertas partes de
mi cuerpo podían estar ligeramente elevadas, como
si mis miembros se desplazaran cuando estaba totalmente
inmóvil. Cuando se siente eso, el espíritu está
francamente apaciguado, liberado completamente
de sus angustias. Este trabajo permite justamente
curar las angustias y avanzar por la vida con toda
seguridad. Dejé mi trabajo y he evolucionado muy en
serio con toda confianza en lo que realmente había
proyectado para mí. Todo eso para decir que las
sesiones, no sólo han tenido el efecto de detener las
crisis, sino que me han permitido un desarrollo considerable.
Tomo decisiones con más discernimiento y
me dispongo con una madurez que adquiero más
fácilmente. Como si todo se volviera claro, fluido.
La consecuencia de esta experiencia es haberme
hecho comprender que es importante escucharse sin
mentirse. Ahora he comprendido verdaderamente
el sentido de ese término y alivia tanto quererse,
tenerse confianza. Las largas discusiones, el magnetismo
y las sesiones de hipnosis me han permitido
recuperar esta fuerza que me lleva a reflexiones más
claras. Continúo mi recorrido, pero vivo mis pruebas
actuales con la misma sensibilidad pero con mucha
menos emotividad. ¡Finalmente controlo cada vez
más las situaciones!
Como consecuencia de esta enfermedad, pues así la
considero, he podido recoger a mi alrededor testimonios
de personas que sufren de estas crisis que parasitan
sus vidas. Unas viven una situación idéntica a la
mía desde hace años. Pensando en ello, me digo que
sin la ayuda del Círculo, no hubiera logrado curar tan
rápidamente y no habría alcanzado tal evolución de
vida en tan poco tiempo. Para mí, la felicidad es un
equilibrio diferente para cada uno, que se construye
sin cesar. Actualmente, le sonrío a la vida, y la vida me
sonríe.
Atención magnética en París por Pierre, magnetizador
Testimonio de Sylvie

Convertirse en otro gracias a los “pases magnéticos”
Los pases magnéticos son dictados por los espíritus
con miras a sanar patologías específicas. Las ejecutan
los magnetizadores sobre personas enfermas que
quieren sanar. Tuve ocasión de conocer a uno de
ellos, Pierre, y de beneficiarme de sus atenciones.
Yo sufría de un síndrome de fatiga crónica (diagnosticado
como tal), desde hacía un año y medio. Ya no
estaba en capacidad de trabajar; hasta las actividades
de diversión me eran difíciles, y me veía entrando
pronto en la categoría de los llamados “inválidos”, los
tratamientos prescritos resultaron insuficientes.
La primera vez que me dirigí a la casa de Pierre,
el cuarto de hora a pie desde la estación hasta su
domicilio representó para mí una prueba física.
Se habían decidido dos meses de tratamiento a
razón de una sesión por semana. Las dos primeras
sesiones me dejaron en un estado en que el regreso
a mi casa fue una hazaña: una sensación de agotamiento
se extendía por todo el organismo. La fatiga
física pareció en el momento aún más intensa y, por
lo tanto, la noche que siguió me ofreció un sueño
verdaderamente reparador.
Estábamos a finales del mes de abril de 2010, yo
debía retomar el trabajo el 10 de mayo y ya me había
reunido con el médico de empresa para explicarle
mi angustia ante la idea de ser físicamente incapacitada.
Él me había “tranquilizado” proponiéndome un
medio tiempo terapéutico en el marco de un estatus
de invalidez.
Ahora bien, llegado el 10 de mayo, día “D”, las tres
sesiones ya recibidas me reservaban una sorpresa:
siguieron los primeros días de regreso al trabajo y
tenía una cierta energía motora, me acompañaba y
me permitía ir cada día a mi lugar de trabajo, efectuar
mis tareas normalmente, de acuerdo a mi voluntad y
volver a casa para recomenzar al día siguiente.
Trabajo en una gran empresa donde todavía quedan
puestos que han conservado sus conquistas sociales;
así, a mi vuelta, necesitaba saldar los permisos
pagados que no había aprovechado durante ese
largo paro por enfermedad. Tenía un mes de vacaciones
por tomar y, curiosamente, en lugar de considerar
pura y sencillamente el reposo, como me era
indispensable desde hacía más de un año, sobre todo
después de un mes de trabajo a tiempo completo,
decidí más bien partir hacia un país lejano, sin la
menor inquietud.
En ese momento, comprendí que algo había pasado:
yo no soy aventurera por naturaleza y he aquí que
me veía partir sola, lo que nunca me había sucedido,
a un país que no conocía bien. Llegada al destino,
la tranquilidad con la que asumía esta aventura me
confirmó la impresión que ya había sentido después
de las primeras sesiones: la impresión de “estar acompañada”.
Le había hablado de ello al magnetizador,
a quien había preguntado si no se trataba de un
encuentro con mi “guía”. Pierre me había respondido
que era una posibilidad. Y, en efecto, durante ese
viaje, donde estuve confrontada a hechos felices y
desgraciados, siempre me sentí “acompañada”. Es un
estado donde la inquietud ya no tiene lugar, donde,
en los momentos de duda, se recurre a una suerte de
riqueza interior que proporciona una fuerte intuición.
Uno puede ser prudente, pero una seguridad tranquila,
serena, mezclada con una gran ternura hacia
el mundo, hacia las personas que nos rodean, hacen
que uno vaya al fin de su camino, que vaya siempre
hacia adelante, sin temor, ni cansancio, ni peligro.
En lo que se refiere al tratamiento medicamentoso
del que ya he dicho que su eficacia era insuficiente, ya
lo seguía desde el mes de marzo, antes del comienzo
de los pases magnéticos. Por supuesto había tratado
de suspenderlo desde los primeros beneficios de las
sesiones, viendo que era capaz de trabajar la jornada
completa. Pero realmente eso no parecía posible: la
energía vital me volvía a abandonar luego de tres
días sin tomar el medicamento. Fue sólo a mi regreso
del viaje (durante el cual repetidas veces había intentado
suspenderlo) que por fin fue posible. Este medicamento
es un antiviral, prescrito entre otras para la
enfermedad de Parkinson y la esclerosis en placas,
en razón de su impacto sobre el síntoma de la fatiga.
Esta prescripción no carecía de efectos secundarios
y, sobre todo, no constituía un tratamiento propiamente
dicho. Yo estaba encantada de poder suspenderlo
(al cabo de cinco meses) a mi regreso del viaje.
Hoy, todavía tengo súbitas bajadas de energía pero
mucho más espaciadas. Lo que esos pases magnéticos
me han aportado tiene un inestimable valor, es
la certeza de tener recursos en el fondo de mi ser, y
el hecho de encontrarlos en mí elimina todo pánico
ante la enfermedad, ante lo imprevisto. Cualesquiera
que sean las circunstancias, ya no estoy sola ante la
adversidad, un cierto bienestar me inserta con serenidad
en la aventura Vida.
Testimonios de la Sra. R.
Estimado Pierre
Con estas pocas líneas, espero hacer un rápido balance
de las sesiones recibidas.
Desde el comienzo de nuestro encuentro, en cada
sesión de magnetismo, sentí una ola de bienestar con
la impresión de tener un aumento de energía. Al final de
la sesión, siempre tenía la sensación de poder caminar
mejor y de manera más enérgica. Es mi primer contacto
con el magnetismo y confieso que es muy convincente
pues las sesiones con usted me han hecho un gran bien.
Le agradezco mucho la actitud positiva y alentadora
que emana de su persona. Gracias de nuevo, estoy
segura de que usted va a poder aliviar los sufrimientos
de muchas personas que, como yo, han sufrido un mal
golpe de suerte. Que todo siga bien. Reciba, estimado
Pierre, mis fervientes pensamientos.
Con toda mi amistad.
Luego de un ACV, que le provocó por una parte una
gran dificultad para desplazarse y retomar toda actividad,
y por otra parte la deprimió completamente
por esa incapacidad de moverse sin la ayuda de
otros, magneticé a la Sra. R. durante dos meses, una
vez por semana (alrededor de unas diez sesiones)
para mejorar su capacidad de movimiento y para
combatir su pre-depresión, con una duración de
unos 50 minutos para cada sesión, con los siguientes
pases:
- 30 pases longitudinales (que la dormían en cada
sesión)
- 10 minutos de imposición en punta sobre el epigastrio
- los pases de pre-depresión
- los pases para la circulación sanguínea cerebral
Terminaba con una imposición de 5 minutos sobre su
hombro derecho que la hacía sufrir.
La Sra. R., como lo subraya en su testimonio, encontró
rápidamente un cierto aumento de energía, un dinamismo,
un mayor bienestar que le permitía desplazarse
más fácilmente y sobre todo salir de ese estado
depresivo en que se encontraba.
La imposición sobre el hombro le produjo un alivio
sensible y disminuyó su dolor.
Pierre Belin

lunes, 25 de abril de 2011

CHRISTOPHE CHEVALIER LAS SESIONES EXPERIMENTALES DEL CÍRCULO ALLAN KARDEC LE JOURNAL SPIRITE ABRIL 2011.


UNA MIRADA SOBRE...
En la última revista, abrimos una nueva sección para referirnos a nuestras sesiones mediúmnicas experimentales
de Nancy y lo bien fundado de ellas, en vista de las dificultades encontradas por todos los médiums en desarrollo.
Es imposible profundizar ese tema en un solo artículo; entonces, me propongo mantener esta sección relatando
diferentes experiencias que han tenido lugar en las diversas extensiones del Círculo. Por supuesto, tenemos éxitos
pero también fracasos y será interesante estudiarlos y analizarlos para comprenderlos bien.
Mencionaremos un punto importante en el desarrollo de las sesiones experimentales, el del aporte de fluidos.
Luego se relatará una experiencia de clarividencia mediúmnica hecha por Marie-Noëlle, acompañada por su
testimonio respecto a su vivencia espírita y su mediumnidad.
En el artículo anterior vimos que la mediumnidad
y la comunicación espírita están regidas por leyes y
hablamos de una de ellas: la existencia del inconsciente
y de su influencia en el desarrollo de una
mediumnidad. Hay otra que es válida, cualquiera que
sea la mediumnidad y cualquiera que sea el estado               
de desarrollo de ésta, es la necesidad del aporte de
fluidos, o más exactamente de energía por medio                   
de la fuerza del pensamiento. ¿Qué significa eso? En
cada una de nuestras sesiones espíritas, incluyendo
el ejercicio experimental, es primordial medir la
seriedad del acto que se va a desarrollar y comprenderlo
bien. Pues la manifestación del más allá no es,
ni será nunca, un acto banal, mucho menos un espectáculo.
Por “medir la seriedad” se sobrentiende un buen
conocimiento de lo que rodea la sesión espírita
y del acto mediúmnico en sus consecuencias. En
efecto, no basta con ponerse alrededor de una mesa
con un médium y esperar que el mensaje llegue
como por magia pensando todos en otra cosa. A la
pregunta hecha en El Libro de los Médiums de Allan
Kardec: “¿Ejerce el medio en el cual se encuentra el
médium una influencia sobre las manifestaciones?”
La respuesta es muy evidentemente positiva. En
efecto, estamos rodeados por espíritus que no son
todos buenos ni conscientes de su más allá, lejos
de eso, y basta con mirar el planeta en su situación
actual y su grado de moralidad para adivinar también
lo que es su más allá. Ese es un primer elemento de
importancia que no se debe descuidar. Por supuesto,
nuestras reuniones no se hacen ni con ligereza, ni
con indiferencia. Ese será entonces un primer “filtro”
en cuanto a los espíritus que nos rodean, pero ello no
representa en absoluto una garantía. En las sesiones
espíritas, hay otro elemento capital: la fuerza del
pensamiento, el fluido. Éste se presenta de varias
maneras. La primera es armonizar nuestros pensamientos,
es decir que en las sesiones experimentales,
nuestros pensamientos van a dirigirse en un primer
momento hacia nuestros espíritus guías a fin de que
aporten “protección” a la sesión y a sus médiums.
Eso tendrá entonces la función de impedir a los espíritus
más o menos bien intencionados que vengan a
enturbiar la sesión. No hay que pensar por eso, que la
manifestación del bajo astral o de la turbación es de
alguna manera un “impedimento”; por el contrario,
esas manifestaciones tienen toda su importancia y
su razón de ser, en un grupo espírita estructurado
como el nuestro. Eso será objeto de un artículo en
esta revista.
En ese contexto, el pensamiento dirigido va a engendrar
una fuerza, un fluido que actuará como una
muralla eficaz resultante de nuestra propia construcción.
Este período de recogimiento corresponde
al comienzo de la sesión. Luego, cuando el médium
empieza a concentrarse en el ejercicio experimental,
los pensamientos se dirigen igualmente hacia el
médium a fin de aportarle una fuerza suplementaria
con miras a ayudarlo a “dejarse ir, a relajarse” y
también hacia los espíritus que necesitan fuerza para
poder manifestarse. Eso es importante pues la comunicación
con el más allá necesita una gran energía de
parte de los espíritus. Hemos visto antes que el más
allá de los hombres es el reflejo del planeta. La llegada
de espíritus liberados de las pesadas vibraciones
terrenales exige un esfuerzo importante para acercarse
a nosotros, pues se impregnan de vibraciones
más groseras. Mientras los espíritas se recogen,
los espíritus están igualmente en acción de pensamiento,
es decir que para franquear esa pesadez,
es necesaria una comunión de pensamiento entre
nuestros dos mundos. Puede decirse que cada una
de las partes da un paso hacia la otra por la fuerza
del pensamiento para así reunirse y encontrarse con
el objetivo común que es la comunicación espírita.
Se puede afirmar entonces que la sesión espírita no
se improvisa pues la manifestación de los espíritus
necesita un buen conocimiento de las leyes que la
rigen. Yo no puedo sino invitarles a leer, o releer, las
obras de Allan Kardec que supo codificar todos estos
principios.
Volvámonos ahora hacia una clarividencia realizada
por Marie-Noëlle en junio de 2010, sobre la foto de
Marc, amigo de un miembro del Círculo. Esta persona
falleció en noviembre de 2009. Marc, entonces muy
afectado por la desaparición de su amigo Sébastien,
había organizado cadenas de pensamiento
para ayudarlo a encontrar su más allá. Por supuesto,
Marie-Noëlle no conocía a esta persona.
“Tengo la impresión de una muerte brutal, súbita,
se ha agarrado el pecho luego ha caído, le falta aire,
oxígeno. Era un bon vivant, alguien que aprovechaba
bien la vida, reía mucho, también hacía reír, se le apreciaba,
alguien generoso. Tenía temperamento, ideas.
Le encantaba hablar, discutir, alguien creyente. Oigo
música, él escuchaba mucha música, tengo la impresión
de que es jazz. Tenía angustias interiores, parecía
tener miedo a la muerte, perdió a una mujer cercana
a él, fue terrible, muy difícil. Daba mucha importancia
a lo que sentía en bien como en mal, tenía intuiciones
y su muerte, es como si la hubiera presentido, eso le
angustiaba, siempre trataba de pasarla por alto. Veo
a un muchacho, un hombre joven, había jugadores de
fútbol, tengo la impresión de que se desplazaba mucho,
muy activo, alguien que tenía necesidad de moverse,
que no le gustaba el vacío, que vivía a cien por hora, que
hasta descuidaba su salud, que no dormía mucho”.
Contactamos a Marc para confirmar o invalidar los
elementos de esta clarividencia. Su testimonio es así:
“Sébastien murió en presencia de un primo al que había
invitado para escuchar jazz en su apartamento. La
escena que me fue relatada es la siguiente: Sébastien
estaba sentado en un sofá, de repente lanzó un grito
llevándose una mano al corazón y se desplomó, fulminado.
Sébastien había tenido una educación religiosa
con los Padres en su país natal, Camerún. Muy joven,
vino a Francia donde tuvo la posibilidad de hacerse
futbolista profesional. Desgraciadamente, esa carrera
fue interrumpida por graves fracturas en las piernas.
Era un humanista, la discusión y los debates eran una
pasión para él. Sabía comunicar su punto de vista.
Juntos, abordábamos con frecuencia la actualidad
política. A menudo, en la noche, continuaban nuestros
diálogos. Me acuerdo igualmente, de haberle suplicado
repetidas veces que volviera a su cama más temprano
en la mañana (las 4, las 5). En cambio, no era raro
cruzarse con él en la plaza Stanislas desde las 8 de la
mañana. El jazz y él eran uno solo. Me hizo descubrir esa
música. Con frecuencia me repetía: ‘¡Escucha, escucha!’.
Acompañaba por la noche después de su concierto a
los grandes del jazz que paraban en el hotel donde yo
trabajaba. Se alimentaba mal y a menudo comíamos
juntos en la casa. Apreciaba las buenas comidas,
momentos que calificaba de ‘comer bien’. Las muertes
de su madre y últimamente de su hermana lo habían
afectado mucho, temía igualmente que sus pequeños
hermanos salieran mal. Habíamos abordado el asunto
de la vida después de la muerte, en particular de la reencarnación.
Me escuchaba sin contradecirme, pero, de
naturaleza muy creyente, me parece que permanecía
en una línea más oficial que es la de la Iglesia católica. A
mi parecer, las cuestiones le llamaban la atención pues
sé que se encontraba regularmente con un teólogo”.
Es forzoso comprobar que esta primera parte nos
llama la atención sobre varios puntos. Marie-Noëlle
supo siluetear perfectamente la psicología y los principales
rasgos del carácter de Sébastien. En primer
lugar, los detalles sobre su deceso son exactos. El azar
no tiene lugar en esta circunstancia, pues la descripción
de los acontecimientos es muy precisa y corresponde
al testimonio dado por el primo de Sébastien
que asistió a su muerte. Ella vio también la muerte
de su mamá y la pena que ese drama le ocasionó;
y eso también resultó exacto. Escuchó música, jazz
más precisamente, y se comprobó que ese estilo de
música era el que a Sébastien le gustaba escuchar.
Otro elemento que llama mucho la atención, y que
excluye definitivamente el azar, es el hecho de ver
jugadores de fútbol. Marc nos informó que su amigo
había dejado su tierra natal para empezar una carrera
de jugador profesional interrumpida bruscamente.
Por supuesto, siempre se nos podrá retrucar que la
información dada no precisa si se trata de Sébastien,
pero en este caso se trata de un hombre joven
y de jugadores de fútbol. Para lo poco que yo sé del
mundo del fútbol, me parece que una carrera en ese
medio se perfila muy temprano y exige una gran
motivación y un compromiso total. Si esta información
es destacada, es porque tenía un fuerte significado
y una gran importancia para Sébastien y aporta
también un elemento suplementario sobre la identidad
del personaje.
Veamos ahora la segunda parte de la clarividencia
de Marie-Noëlle que se refiere el nuevo estado de
Sébastien en el más allá. La analizaremos enseguida.
“Comprendió rápidamente cuando pasó al otro lado,
sintió esa proximidad, el estado de turbación se modificó
rápido, se sintió ligero, más obligaciones, una
forma de libertad, encontró a la mujer que quizás era
su madre, es como si nunca se hubieran separado. Era
un momento conmovedor, él sabe que debe avanzar,
también sabe que ha sido ayudado, es por eso que su
turbación no ha durado. Le encanta convertirse en guía,
está muy vinculado a alguien, ese alguien no va bien,
necesita ayuda. Él está bien, tiene muchos proyectos.
Se le dice que ya no está en la Tierra. Escucha que es
tiempo de que desacelere un poco, frena. Se interesa
mucho por la actualidad de la Tierra, ciertas cosas le
dan miedo, por ejemplo está muy inquieto por Haití,
con otros reza por ellos”. Esta segunda parte es muy
interesante por varias razones, porque se puede
decir que es una continuación lógica de la vida de
este hombre, de su psicología y de su temperamento.
El primer punto importante es que encontró rápidamente
su más allá después de las cadenas efectuadas
por su amigo Marc. Su turbación, luego de esa
muerte violenta, fue de corta duración, y sabe que
fue ayudado. Recordemos que Marie-Noëlle no sabía
absolutamente nada sobre este hombre. Luego,
encuentra a su madre en “un momento conmovedor”.
Esta información es absolutamente exacta, pues en la
primera parte de este trabajo, se confirma la pérdida
de su madre. Por supuesto, no nos es posible ser
categóricos respecto a esta segunda parte, pero se
puede hacer notar que corresponde bastante bien a
la personalidad de Sébastien, su temperamento y sus
inquietudes.
Terminaremos este artículo con una entrevista a
Marie-Noëlle.
Christophe: ¿Desde
cuándo eres espírita
y cómo conociste el
Círculo?
Marie-Noëlle: Soy espírita
desde 1986, hace pues
veinticinco años que mi
camino se cruzó con el del
Círculo Allan Kardec. De niña y luego de adolescente,
me hacía muchas preguntas sobre la muerte, pero
sobre todo acerca de lo que podía pasar después de
la muerte, en qué nos convertíamos, pues no podía
imaginar que no hubiera nada. Con mi madre y una de
mis hermanas, comenzamos a asistir a algunas conferencias
organizadas por diferentes movimientos más
o menos esotéricos o místicos, que por otra parte,
no nos aportaban muchas respuestas. Por lo menos,
nada que pareciera corresponder a lo que verdaderamente
buscábamos. No es que yo tuviera una idea
precisa de lo que buscaba, pero tenía la certeza de
estar en busca de algo preciso, aunque ignoraba de
qué. ¡Entonces necesitaba encontrarlo! Y luego, ese
“qué” llegó un día. Al ver un cartel en la vitrina de
una tienda que anunciaba una conferencia organizada
por el Círculo Allan Kardec, nos dimos cuenta
naturalmente, con ese sentimiento casi intuitivo, de
que habíamos encontrado lo que buscábamos. Y no
fuimos decepcionadas pues, desde esa exposición,
supimos que eso era lo que esperábamos. Entonces,
durante varios meses, no dejamos de seguir y de
asistir a las manifestaciones de esta asociación. Las
explicaciones nos parecieron tan convincentes, tan
lógicas y tan racionales que, algunos meses más
tarde, nos afiliamos.
C.: ¿Cómo y cuándo te enteraste de que podías
trabajar la mediumnidad y qué clase de mediumnidad?
M-N: Fue en 2005, durante una sesión de escritura
automática que recibí la invitación de mi guía a desarrollar
y trabajar la clarividencia mediúmnica. Las
invitaciones que recibimos de nuestros guías no son,
de hecho, sino el recuerdo de nuestras elecciones
anteriores. Pueden surgir igualmente de decisiones
tomadas en el astral con nuestro guía durante nuestras
desincorporaciones nocturnas.
C.: ¿Qué es una sesión experimental y cuál es el
interés de trabajar en grupo?
M-N: En nuestro grupo
espírita, la sesión experimental
reúne a todas las
personas invitadas por
los espíritus a desarrollar
su facultad. Ya sea que
se trate de clarividencia
simple, clarividencia
mediúmnica, escritura automática, psicometría,
psicokinesia, sueño magnético o de cualquier otra
forma de facultad, las personas se encuentran en ese
grupo para trabajar su potencial. Para cada uno de
estos desarrollos la noción de grupo es primordial y
esencial, particularmente para los clarividentes. Ellos
van a poder trabajar en un clima de confianza, pues
rodeados de personas informadas, describirán con
toda serenidad las imágenes que reciben o las impresiones
que sienten. Cada miembro del grupo se ejercita
uno después del otro en recogimiento, tomando
todo el tiempo que necesite. Así, cada semana, varias
personas van a trabajar su sensibilidad y, liberando
su inconsciente, van progresivamente a dar lugar a
la presencia o a las palabras del espíritu. Para hablar
más precisamente de la clarividencia mediúmnica, el
sujeto se ejercitará sobre fotos de personajes que han
sido conocidos (pero que no son reconocibles en la
foto) o hasta sobre parientes y amigos de los espíritas
presentes, a fin de poder comprobar rápidamente los
resultados.
El clarividente mediúmnico podrá obtener dos clases
de información. Informaciones sobre la vida pasada,
sobre el carácter o la psicología del sujeto e informaciones
sobre su más allá. Evidentemente, solamente
las informaciones sobre la vida pasada podrán ser
comprobadas. Las referentes al más allá no pueden
ser confirmadas sino por los espíritus. Pero ya, el
candidato a médium puede seguir en parte la evolución
de su trabajo, trabajo que puede ser más o
menos largo según su sensibilidad y su psicología
y que exigirá regularidad. Al cabo de cierto tiempo,
que generalmente se cuenta en años, el candidato
a médium podrá abandonar el grupo experimental
por invitación de los espíritus, pues se habrá vuelto
“operativo”. Es decir que estará en capacidad de organizar
las sesiones pues ese es su papel: permitir a los
demás obtener información sobre el nuevo estado
espiritual de sus parientes, de su familia, de aquellos
que han partido y de quienes se desea saber en qué
han devenido, si van bien o si necesitan ayuda para
estar más felices y más libres en el más allá.
C.: ¿Puedes contarnos tu desarrollo en sus etapas?
M-N: Yo integré el grupo experimental en 2005 luego
de la invitación de mi guía. Hoy hace pues seis años
que trabajo y desarrollo la clarividencia mediúmnica,
alternando para mis experiencias fotos de personajes
conocidos y fotos de parientes o amigos de
los espíritas del Círculo. Los primeros resultados que
podría calificar de concluyentes, llegaron de manera
muy progresiva. Primero, algunas informaciones
convincentes sobre los rasgos de carácter, sobre la
psicología del personaje, luego poco a poco informaciones
sobre la forma de la muerte que pudieron ser
verificadas. Respecto a las percepciones del más allá,
como lo expliqué antes, solamente el espíritu podría
confirmar o invalidar las informaciones recibidas. A
veces con motivo de una invitación en sesión espírita,
nuestro guía nos informa sobre el progreso de
nuestro trabajo, nos alienta a proseguirlo con regularidad
y nos da algunos consejos para avanzar y
progresar siempre mejor.
C.: ¿Cuáles son las dificultades y las satisfacciones
vividas en el desarrollo de tu mediumnidad?
M-N: Dificultades en mi trabajo de desarrollo, no
encuentro. Yo trabajo
en forma regular con el
grupo y me satisface decir
y describir las imágenes
y las impresiones que
recibo. Sé que el trabajo
es largo y progresivo, y
que depende igualmente
de nuestro estado de ánimo en el momento en que
trabajamos. La fatiga, las preocupaciones y el agotamiento
pueden ser frenos para esa percepción. La
importante, teniendo en cuenta todos estos parámetros,
es la perseverancia que se ofrece a nuestro
trabajo. La certeza y la confianza en el espíritu y en
el grupo, me parece que son las principales ventajas
para un desarrollo progresivo, cierto y absoluto. El
que tiene prisa, que está impaciente por volverse
operativo, fuerza y frena, en cierta forma, su desarrollo
que, de todas maneras, no puede ser sino
progresivo, lento y a veces laborioso. Y la verdadera
satisfacción es comprobar, al cabo de algunos años,
un resultado cierto de su trabajo. Hoy en día sé que
he progresado, pues cuando comparo mis primeras
clarividencias con las que realizo hoy, puedo medir
todo el avance que se ha operado en algunos años.
En la próxima revista, retomaremos el tema en detalle
y con explicaciones complementarias sobre el trabajo
de Fabienne, una clarividente del grupo.

A R C H I V O LA VIDA DE LOS ESPÍRITUS EN EL MÁS ALLÁ LE JOURNAL SPIRITE N° 84 AVRIL 2011 por FA B I E N N E TO U Z E T LIBERACIONES : EL BIEN Y EL MAL FRENTE A FRENTE

por
FA B I E N N E TO U Z E T
LIBERACIONES :
EL BIEN Y EL MAL FRENTE A FRENTE

“Muchos hombres se dicen: ¡Dios mío, cuántos
sufrimientos en la Tierra; Dios mío, cuántas lágrimas;
Dios mío, cuánta sangre, cuántos horrores, qué violencia!
¿Por qué es necesario entonces que ese sufrimiento
se perpetúe en el mundo de los espíritus? ¿Por qué es
necesario que en este mundo sin cadenas, sin materia,
siga existiendo el mal? Pues bien, es así, vean, amigos
míos, porque nuestros dos mundos están en permanente
relación y porque nuestro mundo es el mundo de los
hombres que han partido y que sin embargo no han
cambiado. Es por eso que el mal se perpetúa y sigue
existiendo, es por eso que se manifiesta a los hombres
bajo todas las formas. Es preciso combatir ese mal, es
preciso combatirlo con fuerza, con ardor y con la certeza
de que nosotros estamos allí, que nuestra energía es
grande, muy grande”. Vicente de Paúl 1986.
Desde que nuestro Círculo existe, los espíritus siempre
han insistido en la necesidad de la ayuda que se
debe dar a los espíritus en turbación y a los espíritus
endurecidos.
“El más allá, nos dice Gabriel Delanne, está habitado
por fuerzas malas, fuerzas que encuentran su poder
en el interior de su turbación, pues muchas entidades
creen que todavía siguen viviendo en el mundo físico,
dentro mismo de su envoltura carnal, en el rechazo de su
muerte, en la negación del paso de la vida física a la vida
espiritual y créanme, queridos amigos espíritas, esas
entidades son numerosas, esas entidades les rodean, a
ustedes los hombres y sobre todo a ustedes los espíritas
que se arriesgan, ustedes que tienen la audacia de abrir el
canal comunicativo entre nosotros los espíritus y ustedes
los hombres. Ese canal está abierto y lo sigue estando
para todos los espíritus, para todas las evoluciones, para
todos los caracteres, para todas las actitudes, para todas
las intenciones del más allá, buenas o malas. Este es un
ejercicio difícil para el hombre espírita, es un ejercicio
difícil para aquellos, como ustedes, que descubren
con nosotros, progresivamente, la verdadera vida y la
naturaleza existencial de los muertos. No obstante, esa
es una realidad que no se debe descuidar. Los malos
espíritus se manifiestan en el interior de la fórmula
espírita. Eso es lógico, es normal. Estos malos espíritus
deben manifestarse para ser canalizados y luego para
ser liberados”.
El canal, del que habla Gabriel Delanne, ha podido ser
abierto gracias a la mediumnidad de incorporación
que permite el intercambio y el diálogo con el espíritu
a ser liberado. La manifestación incorporada es tanto
más penosa para el médium por cuanto los espíritus
no tienen deseos de dejarse hacer. Cuando es posible
la sesión es programada, para que el mundo de los
encarnados y el de los desencarnados estén listos
juntos. Las energías necesarias son importantes para
el éxito de la liberación. La vigilancia de los espíritas
debe ser permanente y el trabajo de los guías también
es muy intenso, pues los fluidos del bajo astral están
más cerca de nuestras vibraciones humanas. En el
transcurso de ciertas liberaciones, ha ocurrido que
sean incorporados dos médiums al mismo tiempo
para permitir a un espíritu guía manifestarse frente al
mal espíritu.
EN MEDIO DE LA SESIÓN
Pero, déjenme llevarlos con nosotros, para comprender
mejor lo que sucede. Estamos en viernes; Gabriel
Delanne nos anuncia que el domingo siguiente
tendrá lugar una liberación: “Queridos amigos espíritas,
necesitaremos de su participación efectiva y debo añadir
que la perspectiva de esta liberación debe impregnar ya
sus conciencias. Me manifestaré entonces por intermedio
de Michel para hacer frente a la expresión del mal, que
se manifestará a través de Laëtitia”. El día indicado, los
espíritas rodean a los médiums que dejan el lugar a los
espíritus y comienza la sesión:
- Risitas
Queridos amigos espíritas, el espíritu de Gabriel
Delanne está feliz de incorporarse en medio de
ustedes. Esta noche ustedes van a cumplir una
acción fundamental. El acto de liberación, liberación
de entidades negativas, particularmente malsanas,
particularmente peligrosas.
- Gritos … El espíritu se debate violentamente.
Estas entidades han vivido varias encarnaciones y en
esas encarnaciones, han seguido siendo las mismas
en el estancamiento del alma, como fijadas en el
crimen…
- El espíritu grita: ¡Poder del alma, Poder! Se ríe
…como fijadas en el interior de sus instintos asesinos,
en ausencia de toda forma de filosofía, de moral.
Laëtitia es de alguna manera y en este instante el
catalizador de lo que acabo de describir.
- Gritos, escupitajos
Necesitamos llegar al mal a través de la mediumnidad,
necesitamos llegar al mal a través de las presencias de
ustedes, quiero decir de sus pensamientos sumados.
Necesitamos responder a este mal por la fuerza del
amor, por la fuerza del pensamiento materializado
que lleva por nombre el fluido. Ahora les pido que se
levanten.
- Gritos
Descubrir a su Padre, descubrir a Dios, reconocer
su verdadera naturaleza, amar la vida, amar a su
hermano, amar a su prójimo con todas sus fuerzas y
luego naturalmente, reconocer su falta y luego mirar
sus crímenes y luego dirigirse hacia sus víctimas y
luego, de frente…
- ¡No! ¡No!
… pedirles perdón. Amigos y hermanos espíritas,
hechos cadena. ¡Y que se eleve la música!
- Estertores
Que sus fluidos, queridos amigos, en cadena de
oración, se sumen a la música y que el conjunto
de estos fluidos atraiga hasta esta habitación, el
conjunto de buenas entidades que me acompañan
para liberar a los espíritus que obsesionan y que, en su
arrepentimiento, se volverán los espíritus del porvenir,
los espíritus del perdón, los espíritus del bien.
- Es preciso partir, es preciso escapar. ¡Tengan piedad,
¡no! ¿Por qué, por qué, por qué?
El poder del amor siempre podrá vencer a las fuerzas
del mal.
- ¡No, no, no hay amor, no hay amor! Estertores… ¡Eso
hace daño, eso hace daño su amor!
¿Por qué todos nos miran, por qué están tan contentos?
No busques por qué, tú vas a nacer a la vida, todavía
no la conoces.
- Estertores cada vez más débiles
Recitemos juntos ahora, si lo tienen a bien, la oración
universal recibida por los hombres, del profeta Jesús.
- Todos recitamos el Padre Nuestro y la liberación
termina con un éxito.
LA AYUDA A LOS ESPÍRITUS
A través de estas sesiones mediúmnicas de liberación,
hemos valorado esta posibilidad dada a los espíritas
cuando una estructura lo permite y cuando los
espíritus guías estiman que ese trabajo es realizable;
realizable gracias a las mediumnidades efectivas y a
una fuerza suficiente en la ósmosis para rodear a el o
los médiums.
Respecto a la arriesgada práctica de la mediumnidad,
y conociendo por experiencia los riesgos en que
incurren las personas que no conocen las realidades
del más allá, advertimos, ponemos en guarda, y por
otra parte ese es el propósito del mensaje que sigue:
“Los poderes orgullosos y nefastos del más allá están
felices de manifestarse a los que los llaman sin siquiera
saberlo. No llamen a los muertos sin consecuencia, sin
coherencia, no llamen a los muertos sin conocimiento.
Llamo a los humanos a impregnarse del trabajo
de Allan Kardec, de Camille Flammarion, de Léon
Denis y de Gabriel Delanne. Llamo a todos los que
deseen conocer el después de la muerte, a la ley de
la comunicación. Amigos míos, ¡cuántos grupos,
cuántos grupúsculos, cuántas reuniones, cuántas
malas sesiones que facilitan la llegada de los malos
espíritus a la Tierra! Los invito, a ustedes, los hijos de
la estructura y los miembros de un círculo, los invito
a combatir este infortunio según nuestro propósito”.