EL POR QUÉ DE UN NUEVO BLOG

Después de abrir y mantener actualizado el blog: CENTRO VIRTUAL DE ESTUDIOS

ESPIRITISTAS Y AFINES, para la formación doctrinaria dentro de los postulados eminentemente racionalistas y laicos de la filosofía espírita codificada por el Maestro Allan Kardec que exhibe la Confederación Espírita Panamericana, a la cual nos adherimos, creímos conveniente abrir un nuevo Blog de un formato más ágil y que mostrase artículos de opinión de lectura rápida, sin perder por ello consistencia, así como noticias y eventos en el ámbito espírita promovidos por la CEPA, a modo de actualizar al lector.
Esa ha sido la razón que nos mueve y otra vez nos embarcamos en un nuevo viaje en el cual esperamos contar con la benevolencia de nuestros pacientes y amables lectores y vernos favorecidos con su interés por seguirnos en la lectura.
Reciban todos vosotros un fraternal abrazo.
René Dayre Abella y Norberto Prieto
Centro Virtual de Estudios Espiritistas y Afines "Manuel S. Porteiro".



sábado, 13 de noviembre de 2010

D O S S I E R LOS PIONEROS DEL ESPIRITISMO por JEAN-PIERRE LATTANZIO PAUL GIBIER UN DOCTOR RIGUROSO 27 LE JOURNAL SPIRITE N° 81 JULLET 2010

Desde el siglo XIX, numerosos científicos reconocidos por la
ciencia de hoy, como William Crookes o Charles Richet, estudiaron
las manifestaciones espíritas. Trabajando durante años
con diferentes médiums, demostraron por acumulación de
pruebas irrefutables, la realidad de los fenómenos producidos.
El doctor Paul Gibier formó parte de todos esos eruditos preocupados
por estudiar el espiritismo. En este artículo, veremos
cómo procedió para tener una visión objetiva en sus conclusiones
sobre las experiencias realizadas.
Su vida durante el exilio
Desde el punto de vista profesional, el doctor Paul Gibier era
justificadamente estimado; por mucho tiempo había trabajado
en el Museo de historia natural de París donde sus investigaciones
habían demostrado que ciertas enfermedades
microbianas eran comunicables de los animales de sangre fría
a los animales de sangre caliente e inversamente, bajo ciertas
condiciones de temperatura, y que las aves eran susceptibles
de sufrir el contagio de ciertas enfermedades humanas. Fue
luego de que estos trabajos hubieron atraído sobre el joven
médico la atención de sus maestros y sus pares, que el
gobierno francés le confió el encargo de estudiar en el sitio
dos epidemias de cólera una de las cuales se había producido
en las Antillas y dos epidemias de fiebre amarilla en las
Antillas y en Florida. Estas peligrosas y honorables misiones
habían vinculado al doctor Gibier con eminencias médicas, y
el ilustre Pasteur hacía gran caso de su persona y de sus investigaciones.
Sin embargo, luego de la publicación de su primera
obra Espiritismo o fakirismo occidental, aparecida en 1886, y
que por su interés científico podría haberse equiparado a los
trabajos de William Crookes, los enemigos del espiritismo le
acusaron de superchería, de ser cómplice de prestidigitadores
y sencillamente de ser un mentiroso. Las violentas reacciones
llevaron al doctor Paul Gibier a exiliarse durante diez años
en Nueva York donde fundó un Instituto Pasteur. Al mismo
tiempo, fue en su laboratorio norteamericano donde estudiaría
diferentes fenómenos espíritas con varios médiums: la
Sra. Salmon, Slade, Daniel Dunglas Home…

El erudito ante los fraudes
El doctor Gibier trabajaba con mucho rigor, seriedad y reflexión,
y sabía que numerosos médiums hacían trampas, prestándose
a la superchería con gran facilidad. Por otra parte, el espíritu
Daniel Dunglas Home nos confirmó este hecho en un mensaje
de 1987: “Muchos médiums han desarrollado facultades más
o menos bien, en medio de la crítica, la denuncia y a menudo
ante el ridículo y la burla de los hombres… Algunos médiums
se han suicidado, y quizás peor que eso, a veces han hecho
trampas y yo fui uno. La trampa en mediumnidad, para mí
como para otros, pertenecía a un contexto muy preciso, el de
la demanda, una demanda permanente… me hago abogado
de muchos médiums… el médium no es sólo una maquinaria
física que cumple con las exigencias y los caprichos de la
sociedad que lo utiliza, es un ser viviente…”
Es por eso que el doctor Gibier no tomaba en cuenta para
sus resultados sino los experimentos que supervisaba, verificaba
y efectuaba en su laboratorio adaptado para las sesiones.
Nunca estaba solo y se encontraba acompañado por personas
que conocía, ya fueran los preparadores que le asistían en sus
trabajos de biología, cuya agudeza de observación le era familiar,
o personas ajenas a la ciencia pero muy serias.
Además, para que no pudiera haber ningún fraude, eran importantes
las precauciones tomadas. En primer lugar, dispuso en
su laboratorio iluminado con mayor o menor intensidad, un
cuarto vacío con sólo una jaula de madera compuesta de
cinco paredes y una puerta de barrotes metálicos. El médium
era introducido en la jaula donde se le ataba sobre una silla,
después la puerta se cerraba con candado y se sellaba, y todo
era cubierto con una gran cortina espesa que impedía el paso
de la luz para dejar a los espíritus la posibilidad de manifestarse.
Ejemplos de experimentos realizados
El doctor Gibier trabajó con numerosos médiums y estudió
múltiples fenómenos tales como la escritura automática, la
materialización, la desmaterialización y la ectoplasmia…
He aquí algunos ejemplos de resultados obtenidos, encontrados
en sus cuadernos:
- Se escuchan voces diferentes unas de otras, no en la jaula,
sino en el gabinete situado al lado. Primero es una voz de
chiquilla que nos desea buenas noches. La voz es a ratos seria
o alegre. Es uno de los “controles” o “guías” del médium que
dice llamarse Maudy (diminutivo de Maud), luego nos saluda
también una voz de bajo: es la voz de Ellan, el otro control.
Nos hace en tono sentencioso y “estereotipado” un pequeño
discurso sobre las precauciones a tomar (por nuestra parte)
para las sesiones, y sobre las grandes dificultades que él y los
otros invisibles tienen que superar (para producir los fenómenos
que nosotros denominamos psíquicos) y dar la prueba
“de esta espléndida verdad; la supervivencia del espíritu
después de la muerte del cuerpo”.
- Varias veces, manos blancas y finas, en ocasiones más
grandes, una diáfana apenas visible acompañando a otra de
apariencia más material (que no se parece a la del médium
que es corta y gruesa) se deslizan desde lo alto del gabinete
hacia la parte media.
- Un brazo y una mano desnudos y otra mano se muestran
repetidas veces, al mismo tiempo, en los dos extremos del
gabinete-jaula, a unos dos metros de distancia.
- Una forma femenina vestida de blanco, por lo menos 16
centímetros más alta que el médium, aparta las cortinas del
gabinete a la derecha de la jaula y sale delante de las cortinas,
parece hundirse y luego derrumbarse sobre la alfombra que
cubre el parquet.
- Otra forma femenina de porte menos elevado, llevando
una corona y un cinturón luminosos, sale bruscamente de
las cortinas, sin hacer ningún ruido. Su rostro no se parece
al de la anterior; es más morena, sus ropas son de un color
casi lúgubre, y sus cabellos negros. Murmura en voz muy baja
algunas palabras que no podemos comprender. Entra en el
gabinete sin dejar olor fosforoso ni otro.
- Después de algunos minutos durante los cuales los asistentes
cantan a media voz, las cortinas del gabinete se agitan;
el canto cesa y la vocecilla se deja oír en la jaula. Algo blanco
se muestra entre las cortinas y aparece en la abertura un
hombre de talla superior a la media. Vuelve a entrar enseguida
sin proferir una palabra; pero la vocecilla de Maudy nos
anuncia que acabamos de ver a Ellan. Añade que ella misma
tratará venir a mostrarse si puede obtener bastante fuerza y
que Ellan tratará igualmente de venir otra vez.
- La parte baja de las cortinas se levanta y sale una forma
de niño pequeño que se agita golpeando el suelo con sus
manitas, dejando oír con una voz de bebé (que proviene del
lugar donde vemos al niño) los siguientes sonidos: ta, tta, ttta,
tata. La forma desaparece. Una voz parte del interior de la
jaula y nos dice que la forma que acabamos de ver y de oír es
la de un niño de algunos meses, recientemente fallecido.
- Ellan aparece entre las cortinas del gabinete, avanza hacia
nosotros y nos habla muy claramente con la misma voz que
nos hace oír desde el gabinete o la jaula; nos da la cara durante
algunos segundos y le pido permiso para estrecharle la mano.
Me tiende la suya: me levanto (una voz desde el gabinete me
recomienda ir lentamente) me acerco a él y le tomo la mano
derecha con mi derecha. Le estrecho la mano, me devuelve
el apretón. La mano que aprieto es tibia, grande, firme, un
tanto huesuda; una mano de obrero, mientras que el médium
tiene la mano más pequeña, blanda y gorda. En ese momento
compruebo que es media cabeza más alto que yo (el médium
es en la misma proporción más pequeño que yo) está vestido
de negro y la pechera blanca de su camisa se destaca claramente
de su traje negro. Su cabello y su barba son castaño
oscuro, sus ojos son pardos (el médium tiene los ojos azul
claro); parece tener de treinta y cinco a cuarenta años. Me
saluda: “Good bye”, y se retira al gabinete. Intercambio mis
impresiones con las personas presentes, cada uno hace su
observación; todo el mundo ha visto lo mismo. Aunque interesados,
ninguno de nosotros parece particularmente conmovido.
A decir verdad, la mayoría, ya ha visto fenómenos más
o menos semejantes a estos y hasta tres de las personas
presentes, que sé que son absolutamente sinceras y serias,
han asistido anteriormente a numerosas sesiones de la Sra.
Salmon que me han dado a conocer.
- Luego de la aparición anterior, y después de algunos minutos,
cuando se restableció el silencio, oímos la voz de Maudy,
primero en la jaula, luego en el gabinete, y una cabeza de niña
traviesa de unos ocho años se mostró entre las cortinas gritándonos:
“Good evening, bugaboo!” (¡Buenas noches, Coco!).
Luego aparta las cortinas y se echa a correr por el espacio
de 1,50 m. que separa el gabinete de una dama presente a
quien toma de las manos. Se queda sólo un instante y regresa
corriendo al gabinete donde desaparece.
- Aun se mostraron varias otras apariciones. Entre otras, una
mujer que, se supone, perdió la vida en un naufragio reciente
y viene a presentarse con sus ropas todas mojadas. Varios de
nosotros que la tocamos, tenemos las manos llenas de agua.
Se hunde y desaparece en medio de nosotros, en una sesión, y
en otra, entra al gabinete. Esta forma femenina se expresa en
francés aunque no le escuché pronunciar sino algunas palabras.
- Otra forma femenina que aparece en casi todas las sesiones
exitosas de la Sra. Salmon dice llamarse Musiquita, y pronuncia
la primera, “a” a la manera española o italiana. Tiene el aspecto
de una gitana y nunca deja de clamar por una guitarra. Cuando
el instrumento está al alcance de su mano, se apodera de su
mango y con la uña del índice rasga las cuerdas teniendo el
instrumento con el brazo extendido durante quince o veinte
segundos, luego desaparece llevando la guitarra al gabinete o
después de haberla depositada en la entrada.
Al cabo de quince años de labor, de duros estudios y de severo
control, Paul Gibier dirigió al 41º congreso internacional de
psicología que se celebró en París en 1900, un considerable
informe sobre sus investigaciones realizadas sobre los fenómenos
espíritas (materializaciones, ectoplasmia, etc.). Quería
presentarlo él mismo y responder a todas las críticas. Sin
embargo, fue víctima de un accidente de coche y murió en
1900 antes de haber podido llegar a París.
En cuanto a aquellos que pudieran preguntarse por qué estas
manifestaciones ya no son observables en nuestros días, con
gusto les dejo reflexionar sobre este mensaje de Allan Kardec
recibido en 1986: “La aparición o la fabricación de ectoplasma,
materia que se parece en todo a la materia viva, es el resultado
de un desarrollo espiritual que necesita de nuestra parte
un considerable esfuerzo de concentración, esfuerzo difícil
para nosotros que ya no vivimos exactamente en un mundo
de materia, esfuerzo realizado, sin embargo, numerosas veces.
Con esas manifestaciones deseábamos llamar la atención
de un mundo científico, también en búsqueda por la misma
época. Conseguimos ciertos escuchas, ciertas atenciones, y
es preciso recordar aquí una vez más los eminentes trabajos
de nuestros amigos Crookes y Geley. Esos extraordinarios
trabajos, de los que hoy no veo ninguna alusión dentro del
propósito histórico en el plano científico, no dieron respuesta
a nuestra esperanza, a nuestros espíritus, desde el mundo
invisible. Esas manifestaciones tan verdaderas, tan justas, tan
aparentes y tan tangibles, progresivamente hicieron nacer la
duda, pero también la ilusión y la engañifa.
Aquí o allá, en diferentes ciudades de Francia, pero también en diversos países de
Europa y en el nuevo continente, ciertos personajes creyeron
bueno disfrazar el ectoplasma y manifestar su don de ilusión
para hacer creer al público y a los investigadores sinceros, que
había presencia espiritual donde no la había. Se ha escuchado
que el mundo racional, positivista y materialista, no dejó de
observar este estado de cosas, y esos fenómenos extraordinarios
se convirtieron entonces en objeto de burla… Después
de muchos años, el mundo invisible decidió entonces poner
fin a las manifestaciones pues el objetivo de nuestro deseo
no era realmente alcanzado, sino por el contrario, era torcido,
disfrazado y caricaturizado en todas las formas”.
Para concluir, desearíamos que los científicos de hoy se
encontraran en el mismo estado de ánimo de Paul Gibier,
Gustave Geley o William Crookes, es decir, impregnados de
rigor, seriedad, reflexión y curiosidad. Deberían dejar de caricaturizar
todas las experiencias hechas en materia de espiritismo
y dejar de clasificarlas en el campo del ocultismo.

viernes, 12 de noviembre de 2010

UN MENSAJE DE NUESTRO PRESIDENTE DE LA CEPA:
Estimados amigos,
está disponible en la página de CEPA (www.cepainfo.org), en la sección Biblioteca/
Revistas, la última edición de la revista Le Journal Spirite 82:
NDE- EMI Experiencias de muerte inminente.
...Esperamos la disfruten!

Ver más
Confederación Espírita Panamericana CEPA 

jueves, 11 de noviembre de 2010

2012 Y LOS FALSOS PROFETAS por JACQUES PECCATTE TOMADO DE: LE JOURNAL SPIRITE # 78 OCYUBRE DEL 2009

SPIRITE
LE JOURNAL SPIRITE N° 78 OCTUBRE 2009
“¡Según el decir de varios oráculos, el
fin del mundo estaría previsto para el
2012! El calendario maya se acaba el
21 de diciembre de 2012, fecha que
indica un cambio radical y global a
escala mundial. Será el fin del mundo
o el fin de un mundo…
Asistiremos a una actividad excesiva del sol, a
numerosas catástrofes naturales y guerras… La Tierra
cambiará el eje y su campo magnético se invertirá,
la Tierra se saldrá de su órbita… Los extraterrestres
descenderán sobre la Tierra y se llevarán a los
mejores de nosotros… Los mayas han profetizado los
acontecimientos, Nostradamus igualmente, la Biblia
también anuncia el fin del mundo…”
Así pues resurgen las profecías milenaristas entre los
aficionados al esoterismo que nos reinventan el fin del
mundo o el advenimiento de una nueva era. Los autores
son prolijos, y cada uno en su versión anuncia lo mejor
o lo peor, según su grado de optimismo o de pesimismo.
Las grandes profecías están de vuelta, a pesar de los
repetidos fracasos del pasado y, puesto que el año 2000
no produjo nada de particular, se ha encontrado otra
fecha tope cuyo vencimiento habrá que volver a retrasar
cuando después del 2012 hayamos comprobado que, ni
la transformación radical de la humanidad, ni el fin de
un mundo, están inscritos en las cifras.
Algunos seres humanos se complacen jugando con
las fechas, como si simples cifras pudieran tener el
menor significado. Soñamos con que los calendarios
2012
Y LOS FALSOS PROFETAS
por
JACQUES PECCATTE
E D I T O R I A L
2
LE JOURNAL SPIRITE N° 78 OCTUBRE 2009
son diferentes según las civilizaciones y, por ejemplo,
la era cristiana sitúa el año cero en el presunto año del
nacimiento de Jesús (que por otra parte es inexacto)
mientras que el antiguo calendario chino comienza en
el 2637 antes de nuestra era. Buscando en el calendario
maya se han encontrado nuevas fuentes anunciadoras
de predicciones de fechas, que esta vez no corresponden
más que a cifras redondas como el año 1000 o el año
2000, una vez llevada la fecha al calendario cristiano.
Como último recurso, se buscan fechas más exóticas
en otras civilizaciones, olvidando simplemente que
las grandes fechas no han sido más que convenciones
arbitrarias según los puntos de partida de calendarios
que son diferentes según las culturas. Estas fechas
son sólo hitos históricos que nos facilitan la vida, así
el calendario cristiano nos permite ubicarnos en los
períodos de la historia con números de los siglos antes
y después de Jesucristo. Pero es muy evidente que si
quisiéramos fechar la historia a partir de la aparición
de los primeros hombres, tendríamos que contar varios
millones de años sin conocer exactamente su comienzo.
Es así, algunos seres humanos siempre han tenido
esa necesidad de mezclar la metafísica o la
búsqueda espiritual con datos cifrados, astrológicos o
numerológicos, como si el mundo y la vida pudieran
descifrarse a partir de convenciones aritméticas
que nosotros mismos hemos fabricado. Es así como
ha vivido el esoterismo, tratando siempre de hacer
coincidir el estado intelectual y moral de la humanidad,
con cálculos que no tienen ninguna relación con la
psicología humana. Y además, el ser humano siempre
ha necesitado ser tranquilizado acerca de su porvenir,
de allí esa curiosidad por los datos proféticos que
estarían inscritos en las conjunciones astrales o en los
misterios de los calendarios.
Como espíritas, evidentemente estamos lejos de esas
consideraciones esotéricas de otra época, pero todavía
necesitamos repetirlo y justificarlo… En efecto, en la
percepción común y errónea del espiritismo, la gente
siempre hace la amalgama con la magia, la astrología, el
ocultismo y todas las variantes del esoterismo. Prueba
de ello es que regularmente nos plantean preguntas
muy en serio respecto a la inminencia del 2012, como
si los espíritas debiéramos estar mejor informados
que los demás sobre lo que se ha convertido en una
certeza… ¡sí, la certeza de un gran descalabro en el
2012! “Y ustedes, los espíritas, ¿qué precisión adicional
nos pueden dar sobre el 2012? ¿Qué predicen los
espíritus? Etc.” Se nos hace la pregunta como si se
tratara ya de una evidencia para todo el mundo, y sobre
todo para nosotros… pues estamos asimilados a un
movimiento esotérico como los demás, y naturalmente,
pues, deberíamos estar en primera línea en esta esfera
de influencia profética.
Cuando damos algunas explicaciones acerca de lo que
es el espiritismo y sobre todo acerca de lo que no es,
3
la gente a veces queda decepcionada, pero la mayoría
de las veces se tranquiliza cuando comprende que el
espiritismo es asunto de responsabilidad y libertad, al
margen de toda predicción buena o mala. En todo caso,
eso significa que el espiritismo no es lo suficientemente
conocido por la imagen de lo que es, pues tiene aún la
representación indefinida de una nebulosa mística
o mágica. Por otra parte, algunos malos
adeptos del espiritismo mantienen la
confusión, lo cual puede comprobarse en
varios sites de Internet donde todos los
conceptos espíritas, esotéricos y ocultos
son mezclados alegremente sin distinción,
con una total ignorancia de los principios
fundamentales de la filosofía espírita.
LA NECESIDAD DE ADIVINACIÓN
Ante sus torpezas existenciales, el ser humano ha
necesitado con frecuencia de la magia, la adivinación y
la predicción, ya sea para tranquilizarse, o para producir
espanto, como en las películas de ciencia ficción.
Si bien el pensamiento mágico ha sido sustituido por
el pensamiento racional, no se puede impedir que
las viejas creencias resurjan como para expresar una
búsqueda espiritual mal definida. El espiritismo había
llegado para reconciliar la ciencia y la fe, lo racional y lo
irracional, dentro de una complementariedad filosófica
donde el corazón se unía a la razón; pero con frecuencia
se prefiere distraerse con cuentos de nunca acabar para
soñar y espantarse con los grandes misterios.
Révélation 20:12 de la bible : Illustration du jugement dernier
pour la Bible de Tours par Gustave Doré
4
LE JOURNAL SPIRITE N° 78 OCTUBRE 2009
Sabemos que si la evolución del mundo siempre ha
sido caótica, sin duda lo será todavía mucho tiempo
más antes de que una sociedad globalizada alcance
la armonía deseada. El progreso del género humano
no será dominado por grandes fechas, sino por la
evolución general en los planos intelectual y moral. De
modo más inmediato y sin hacer pronósticos, estamos
evidentemente en un momento decisivo en lo que se
refiere a las finanzas, la economía, la ecología y la política
mundial. Luego de la crisis financiera que ha debilitado
los equilibrios mundiales, estamos esperando una nueva
situación a sabiendas de que las finanzas y la economía
muy bien podrían volver a caer en los extravíos del
pasado sin que nadie extraiga la más mínima lección
de los hechos recientes. Si la recuperación esperada se
cumple sobre las mismas bases con un sistema bancario
idéntico, será sólo una reactivación destinada al final a
las mismas consecuencias.
Dentro de la perspectiva más optimista, se podría
esperar un cambio radical del funcionamiento de las
finanzas mundiales por un nuevo sistema económico
todavía inédito. Y se podrían situar entonces las
transformaciones más importantes a fines del 2012,
de modo que los milenaristas se saldrían con la suya
diciendo: “¡Vean que ha pasado tal cosa excepcional!”
Si hiciera falta que esta simple hipótesis se convirtiera
en realidad, eso no sería de todos modos más que
un desarrollo progresivo que se decide en un período
de varios años. Y si verdaderamente importara que el
año 2012 representara un momento decisivo para la
humanidad, sólo sería un azar del calendario. Deseemos
pues que a la vista del 2012, sobrevengan cambios
significativos, pero es sólo un deseo, desdichadamente
muy frágil y que no tiene nada de profético…
En cuanto a los trastornos astronómicos a nivel
del sistema solar tal y como se proyectan en estas
predicciones, no tienen como fuente más que la
imaginación de algunos iluminados. Y aun cuando hubiera
alguna modificación del campo magnético terrestre o
alguna erupción solar, esos no serían sino fenómenos
conocidos, independientes de la situación espiritual de
la humanidad en su conjunto. Se mezcla todo como para
dar testimonio de un castigo divino que se traduciría en
cataclismos, con el salvamento por los extraterrestres de
los humanos más meritorios como premio…
Olvidemos pues todos estos cuentos fantásticos,
dejemos la ficción a las creaciones literarias y al séptimo
arte, y volvamos a los valores que hacen nuestra filosofía.
A pesar de los tormentos de una humanidad en busca
de sentido, dirijamos todas nuestras esperanzas a un
futuro por construir. El espiritismo deberá encontrar
allí su lugar, continuando su lucha dentro de su
participación en el mundo por medio de la oración, la
acción del pensamiento, la toma de conciencia y la
enseñanza de sus principios capaces de conducir a la
humanidad hacia otros horizontes.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Gasparetto 3/3

Gasparetto 2/3

Gasparetto 1/3

martes, 9 de noviembre de 2010

lunes, 8 de noviembre de 2010

domingo, 7 de noviembre de 2010

D O S S I E R NDE - EMI por PAT R I C I A S A L I B A UNA PRUEBA DE LA SUPERVIVENCIA DEL ALMA: LA NDE TOMADO DE: LE JOURNAL SPIRITE N° 82 OCTOBRE 2010

13                                                         DR. RAYMOND MOODY
LE JOURNAL SPIRITE N° 82 OCTOBRE 2010
Miles de personas han regresado a la vida después de
haber vivido una experiencia particular luego de un
paro cardiaco, cuando lejos de su cuerpo, podían oír
lo que pasaba a su alrededor, describir detalles, franquear
un túnel, encontrarse en una gran luz, encontrar
espíritus. Estas personas han vivido lo que se llama una
experiencia de muerte inminente, una EMI o en inglés
NDE, y cuentan:
“En el momento del accidente, golpeé el volante y creí que
soñaba. Todo pasaba a mi alrededor a cámara lenta y el
ruido de la carrocería y del vidrio quebrado me llegaba
como ahogado. Cuando abrí los ojos, me encontré flotando
en el aire a unos diez metros por encima del coche.
No tenía miedo en absoluto…”
Olivier
“La luz me cegaba tanto que era incapaz de distinguir de
quién provenía. Pero la voz era la de mi madre. Me ordenaba
que me marchara. Y lo hice. Un anciano se encontraba
en el extremo del túnel. Estaba a cierta distancia de
mí No lo conocía…” (M)
Si bien el libro de Raymond Moody La vida después de
la vida, publicado en 1975, permitió a muchas personas
interesarse en las experiencias vividas en el umbral
de la muerte, y manifestar más libremente sus propias
experiencias, las NDE han sido comprobadas antes de
Moody a través de los siglos y en diferentes culturas.
Similitudes con los sueños
En 1895, Victor Egger, psicólogo y epistemólogo francés,
reconocido en el medio de la psiquiatría, dio la
primera descripción científica de lo que hoy llamamos
NDE. Su investigación buscaba comprender las
razones y mecanismos de las sensaciones expresadas
durante las NDE, con frecuencia cercanas a la beatitud,
con rechazo al miedo a la muerte, y que por otra parte,
él calificaba de raras, reales y lejos de estar vinculadas
al imaginario. Comparaba las “imágenes” percibidas
en estas experiencias con las dejadas por el sueño.
Sueños descritos con frecuencia en la literatura desde
la antigüedad, como por ejemplo el sueño de Escipión,
relatado en el diálogo de Cicerón Sobre la República,
donde Escipión escucha una música magnífica y
se encuentra con un antepasado fallecido. Esta similitud
fue retomada en las investigaciones del filósofo
norteamericano Michael Grosso: cuando estudió una
NDE, el relato le recordó, sin duda alguna, los textos
del pasado y de allí concluyó que las NDE son incursiones
a una dimensión divina
del ser humano que existe en
estado latente en todos los individuos.
En Egipto, para adquirir el conocimiento
del después de la vida,
el faraón debía hallarse en un
estado alterado de conciencia que era provocado
por ahogo. El alma, una vez franqueadas las puertas
de la muerte, se encontraba en una gran luz y en otro
mundo.
Ese lugar maravilloso también es descrito por Platón
en La República:
“Había muerto en una batalla; diez días después, cuando
se levantaban los cadáveres ya podridos, el suyo fue
encontrado intacto. Se le llevó a su casa para sepultarlo,
pero al duodécimo día, mientras se encontraba tendido
sobre la hoguera, volvió a la vida; cuando recobró sus
sentidos refirió lo que había visto allá. Tan pronto como
su alma salió de su cuerpo, dijo, caminó con muchos
otros, y llegaron a un lugar divino”.
Testimonios desde
la Antigüedad
Frederick H. Holk, profesor de
estudios religiosos ha señalado
cuatro puntos comunes,
entre los relatos de experiencias
de muerte inminente de
hoy y las escritas en los textos
de la antigüedad, en el libro
de los muertos tibetanos, en el
Bardo Thodol, en la visión de San
Pablo o en citas de los indios de
América y de los maoríes. Estas
D O S S I E R
NDE - EMI
por
PAT R I C I A S A L I B A
UNA PRUEBA DE LA SUPERVIVENCIA
DEL ALMA: LA NDE
Michael Grosso
Scipion
14
LE JOURNAL SPIRITE N° 82 OCTOBRE 2010
cuatro similitudes son:
- la experiencia de abandonar su propio cuerpo manteniendo
siempre la sensación de poseer un cuerpo
espiritual
- el encuentro con personas fallecidas
- la percepción de una gran luz
- el descubrimiento de la existencia de una frontera
entre el mundo de los vivos y el de los muertos
A la luz de múltiples testimonios se han agregado
otras similitudes:
- el encuentro de un túnel luminoso
- la presencia de un guía
- la sensación de plenitud
- el recuerdo de eventos vividos
- la resistencia a regresar al cuerpo
Algunos artistas inspirados,
como Jerónimo
Bosch en “La Ascensión
al Empíreo”, uno de los
cuatro cuadros de su
políptico “Visión del Más
Allá”, han evocado en
sus obras la representación
de un túnel luminoso
de una increíble
concordancia con los
relatos de NDE.
Independientemente
de las culturas y las religiones,
los estudios
actuales sobre experiencias
de muerte inminente
son principalmente
norteamericanos
y europeos. Trece
millones de norteamericanos
afirman haber
vivido una NDE, descubriendo
algunos instantes
de un mundo
radiante de luz, alcanzado
después de haber
atravesado un túnel al
extremo del cual algunos
han podido encontrarse con seres queridos fallecidos.
Las investigaciones
Diversas investigaciones realizadas
por otros estudiosos
después de Raymond Moody
presentan interesantes similitudes.
Michael Sabom, cardiólogo
de la universidad de
Florida y Sarah Kreutziger,
asistente social descubrieron
que la mayoría del personal médico asignado a los
pacientes en situación crítica no conocía el fenómeno
de las NDE. Decidieron realizar un estudio sobre 50
pacientes, hombres y mujeres representados a partes
iguales y de todas las edades. Estos pacientes habían
vivido un momento de inconsciencia, la mayoría de las
veces luego de un paro cardiaco, y una reanimación,
a consecuencia de un accidente, un suicidio u otras
razones. Estas personas debían relatar su historia sin
que los investigadores hicieran preguntas. He aquí el
resultado de ese estudio:
De las 50 personas escogidas, 11 tenían el recuerdo
preciso de haberse encontrado a varios centímetros
de su cuerpo y de haber viajado a otro espacio. Es preciso
destacar el temor de estas personas para contar
su experiencia, miedo a pasar por iluminadas. Durante
cinco años, continuaron sus investigaciones sobre
116 casos documentados de NDE, vividas la mayoría
de las veces después de un paro cardiaco, Michael
Sabom y Sarah Kreutziger han permitido hacer avanzar
las investigaciones en este campo. Observaron
que los expérienceurs tenían la fuerte convicción de
haber vivido una experiencia
real, profunda, que les aportó
una profunda paz y eliminó el
temor a la muerte.
En 1976, los psiquiatras Bruce
Greyson y Ian Stevenson estudiaron
78 informes de NDE
utilizando relatos, cuestionarios
y registros médicos. Para su gran sorpresa, descubrieron
que ciertos individuos a su “regreso” se volvían
sujetos más sensibles, incluso dotados de facultades
psíquicas. Bruce Greyson, nombrado profesor de psiquiatría
en 2002, ha estudiado las NDE durante treinta
años, utilizando métodos científicos. Ha publicado
numerosas obras sobre el tema, entre ellas en 1984,
The near death expérience: Problems, prospect, perspective
(La experiencia cercana a
la muerte: Problemas, posibilidad,
perspectiva).
Charles A. Garfield, psicólogo,
fundó un centro de consejos
para los enfermos en Berkeley,
California conocido
con el nombre de Proyecto
Shanti. Durante tres años trabajó como terapeuta de
215 pacientes afectados de cáncer que habían estado
en contacto con la muerte. Pasó más de tres horas
por semana escuchando pacientemente sus relatos.
Algunos describían un túnel, una luz muy fuerte, una
música magnífica o hasta un encuentro con difuntos.
Concluyó igualmente que los pacientes se acordaban
inmediatamente de las NDE vividas y que ese recuerdo
no era ni deformado, ni embellecido con el paso del
tiempo y sobre todo que la experiencia vivida daba
Ian Stevenson
Charles a. Garfield
Michael Sabom
LE JOURNAL SPIRITE N° 82 OCTOBRE 2010
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una certeza a ese recuerdo.
Podemos citar a otro psiquiatra, Noyes, que ha reunido,
junto con su equipo, varios centenares de casos
similares añadiendo un estudio pormenorizado de los
hechos que se producían alrededor del paciente en el
momento de la NDE, concluyendo que la NDE permitía
al individuo escapar psicológicamente de un gran
estrés. Citemos igualmente a Kenneth Ring, a quien
están dedicadas varias páginas de este dossier.
Las NDE en los niños
Melvin Morse, pediatra norteamericano
del Children’s
Hospital de Seattle, emprendió
a principios de los años 80
un trabajo de investigación
metódica, en los niños que se
han acercado a las fronteras
de la muerte. Los primeros resultados no serán publicados
sino dentro de diez años.
8 niños han descrito las mismas sensaciones, los mismos
elementos correspondientes a las características
de las NDE entre los adultos. La única diferencia
se refiere a la visión de la vida que se desarrolla a
gran velocidad; para los niños está casi ausente, dada
su edad. Marco tiene 7 años y se acuerda de una
NDE vivida a los 9 meses. Chris, 8 años, víctima de un
paro cardiaco cuenta: “Tengo un maravilloso secreto
que contarles. He ido al cielo. Estaba en una escalera
negra y subía…” Dándose cuenta de que dejaría a su
hermanito, decidió vivir.
Ese cuestionamiento es semejante a la mayoría de los
relatos: “¿Qué hacer? Estoy tan bien, ¿por qué regresar?”
Entre los niños también, el miedo a la muerte
desaparece y aumentan el deseo de aprender, de respetar
la vida y a los demás. Sin ninguna duda, una NDE
hace madurar y crecer en sabiduría.
Otro caso: este niño de 11 años se acuerda de la reanimación
que le hicieron. Describe el pasillo del hospital,
tiene luego la sensación de hundirse. Repentinamente
se encuentra flotando en el techo de la sala de
reanimación, con su cuerpo debajo de él. Oye decir a
una enfermera: “¡Espero que no haga falta hacerlo!” describe
a una enfermera poniendo grasa sobre su cuerpo
y “alcanza las paletas al doctor”… “Cuando el doctor
apretó el botón me encontré de golpe en mi cuerpo, ¡veía
al doctor por encima de mí!” Melvin Morse.
Las numerosas investigaciones hechas sobre este
tema no tienen todas el mismo objetivo, ni las mismas
conclusiones. Ciertos investigadores invocan
la alucinación de los testigos, para otros estas vivencias,
aunque similares, están vinculadas a una sustancia
activa del sistema nervioso, o hasta son provocadas
por los agentes anestésicos. Para otros más, las NDE
son la prueba de la sobrevivencia del alma después de
la muerte.
Desde un punto de vista espírita, el fenómeno de NDE
se asimila perfectamente al conocimiento del otro
mundo tal y como fue presentado por los espíritus a
través de múltiples comunicaciones. Uno encuentra
allí concordancia total con los testimonios de espíritus
desencarnados cuando éstos evocan su tránsito
como en este extracto de mensaje: “Cuando llegáis al
más allá, reconocéis a los vuestros, pero lo que es extraño,
extraordinario por encima de todo, es que encontráis
otros rostros que en la tierra habíais olvidado y que súbitamente
reconocéis… Si supierais lo bueno que es reconocer
a los suyos, verlos, oírlos”.

LA SENSATEZ ESPÍRITA por J A C Q U E S P E C C AT T E EDITOR DE LE JOURNAL SPIRITE

Commission paritaire N° 0610 G 88981
Dépot légal 4e trimestre 2010
N° ISSN 1152-9572
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LE JOURNAL SPIRITE N° 82 OCTOBRE 2010

LA SENSATEZ ESPÍRITA POR: JACQUES PECCATTE
En el antiguo vocabulario espírita kardecista, se utilizan
los términos expiación y prueba que con frecuencia han
sido mal comprendidos y hasta caricaturizados, como si
expresaran una forma de karma punitivo, lo cual en realidad
no se corresponde con la esencia misma de la filosofía
espírita. En su obra, Allan Kardec siempre vuelve a
poner en perspectiva la noción del libre albedrío, indicando
una cierta libertad de elección que está en función
de la evolución de cada ser humano. Dios no es el juez
que determinará lo que cada uno debe experimentar o
expiar, él es el principio de todas las cosas a las cuales
está unida la ley universal de la evolución, dejando a
cada espíritu el medio de avanzar a partir de su consciencia
relativa y de su capacidad de discernimiento.
Se ha caído demasiado en la caricatura del castigo como
si, a imagen de una culpabilidad judeocristiana, las pruebas
son enviadas por Dios que luego sería el juez supremo,
que distribuye las recompensas o las sanciones según el
mérito o el demérito de cada uno después del cumplimiento
de una vida. En realidad, lo que se llama “prueba”,
es la condición misma de nuestra humanidad, dependiente
de la encarnación en un mundo todavía inferior.
En sí misma, la vida sigue siendo una prueba en el sentido
de que “probamos” las vicisitudes de un mundo material
con frecuencia difícil de asumir, un mundo que es imagen
de sus habitantes, espíritus encarnados de poca evolución
que, por el egoísmo y el orgullo inherentes a su
naturaleza, aún no han trascendido esa naturaleza en el
sentido del bien común y el amor al prójimo. Experimentamos
entonces todas las dificultades que hacen la vida
encarnada: dolores físicos, sufrimientos afectivos, enfermedades,
accidentes, duelos, etc.
En cuanto a la palabra expiación, corresponde a esta inferioridad
en la cual, dependiente de sus debilidades anteriores,
el espíritu será rehén de lo que ha vivido, y deberá
pagar o reparar sus faltas pasadas. Y si se simplifica al
extremo este concepto, se llega a la caricatura habitual
con este tipo de ejemplo: el rico se volverá pobre, el
esclavista se volverá esclavo, el criminal sufrirá a su vez
lo que ha hecho sufrir, etc., hasta que se agote toda la
deuda kármica.
Entre determinismo y libertad
Releyendo algunos extractos de El Libro de los Espíritus,
no encuentro esta exagerada simplificación (influenciada
al mismo tiempo por el espiritualismo oriental y el
catolicismo) sino por el contrario, la idea del libre albedrío
donde cada espíritu tiene la posibilidad de avanzar,
según su grado de conciencia previa, para adelantar o
bien para recaer en sus anteriores hábitos, dentro de una
estricta responsabilidad que es suya y no de un Dios justiciero.
A fuerza de haber escuchado aquí y allá en ciertos
medios espíritas kardecistas, que estábamos en la era
de la expiación antes de entrar en una era de regeneración,
uno terminaría por creer que esta visión simplista
estaba inscrita en la obra de Allan Kardec, lo cual, releyéndola
bien, es completamente erróneo. Y en la prolongación
de esta obra, si se vuelven a poner en perspectiva
todos los datos referentes a las leyes divinas que
presiden la vida universal, y en particular la de la evolu-
ción reencarnacionista, se llega a la noción esencial del
libre albedrío, según la cual no hay ninguna fatalidad ni
predestinación, sino por el contrario, una invitación a la
acción haciéndose cargo de su propia vida e interesándose
por la de los demás por medio del aprendizaje de la
solidaridad y el amor. Con lo que se contradice una idea
demasiado extendida según la cual todas las aflicciones
serían normales y merecidas, en función de expiaciones
justas y necesarias. Un cataclismo o una guerra serían
pues el mal necesario de una prueba a ser sufrida para
pagar deudas anteriores, a la espera de una regeneración
de la humanidad el día en que los humanos ya no
tengan más nada que pagar… Nos encontramos ante
una forma de justificación en la cual se querría dar una
explicación kármica a todas las calamidades de la humanidad.
No se trata de decir que tal calamidad es inevitable
y de interpretarla luego como justificación de una
deuda anterior, sino de determinar las causas, y entre
esas causas las eventuales responsabilidades humanas.
Una guerra, por ejemplo, tiene sus causas profundas en
pugnas de influencias, circunstancias económicas, hegemonías,
querellas étnicas etc., examinamos entonces las
causas que están ligadas a la naturaleza humana en su
conjunto. Pero, a partir de esas causas conocidas, no se
puede extraer la consecuencia de que era un mal necesario
con las justas víctimas expiatorias que asumen el
peso de sus deudas. Se espera que ocurra un evento, y
luego se le justifica a partir de las vidas anteriores, lo cual
es un disparate ante la razón que consiste, no en justificar
las consecuencias, sino en buscar las causas que han
producido los eventos. No se puede entonces hablar a la
vez de libre albedrío y decir que hay circunstancias inevitables
e ineludibles que estarían allí para justificar la
necesaria expiación. Uno se encontraría entonces ante
una flagrante contradicción entre el determinismo y la
libertad.
La relación de causa a efecto
Si lo releemos atentamente, Allan Kardec no entra realmente
en ese esquema contradictorio: se aluden las
relaciones de causa a efecto empleando, por supuesto,
las palabras pruebas y expiaciones pero no con el sentido
de fatalidades ineluctables que son compensadas
precisamente por la noción de libre albedrío omnipresente
en su obra. Se llega entonces, no a la resignación,
aunque ese término también sea empleado, sino a una
parte determinante de responsabilidad que incumbe a
todos. El término resignación también debe ser explicado:
sí, resignarse a ser sólo un ser humano con todas
sus vicisitudes de vida, es admitir la condición humana,
sabiendo que la vida encarnada comporta ciertos límites
que impiden al espíritu gozar de una libertad total; pero
eso no significa resignarse a la esclavitud, al dominio del
otro o a todas las miserias que no tendrían solución. Y si
hay una prolongación a la obra de Allan Kardec, no es la
de la resignación fatalista, sino la de la determinación en
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una lucha humanista para hacer ascender a los seres a fin
de que reconozcan su verdadero destino.
Demasiado se ha querido confundir la causa y el efecto.
“El efecto fatalidad” no existe si uno se remonta a las causas.
Si se habla, por ejemplo, de las catástrofes naturales,
ellas tienen sus causas “en sí mismas”, pero sería ridículo
ver en las consecuencias mortales, el castigo de víctimas
que se encontrarían allí en el momento debido, para
expiar sus faltas anteriores, como si existiera esa correlación
entre la manifestación de la naturaleza y el karma
de los humanos que se encontrarían en el entorno ideal
para su ineluctable expiación. Al haber escuchado ya
esta clase de argumento por parte de espíritas fieles al
pensamiento kardecista, me planteo la cuestión de una
buena comprensión del espiritismo. Si bien en la obra de
Allan Kardec, se trata innegablemente de pruebas, expiaciones,
resignación o aceptación, es un modo de expresar
la inferioridad humana dando la idea de una justicia
divina en relación de causa a efecto a través de la reencarnación.
Pero el concepto esencial que proporciona
toda su fuerza a la idea espírita kardecista, es el de la
emancipación humana por medio del aprendizaje de la
libertad y la responsabilidad en el sentido de un amor a
ser desarrollado luchando contra el egoísmo y el orgullo.
Si se oculta esta parte esencial de la obra, se volverá
forzosamente a justificar todo por la deuda kármica, sin
preocuparse realmente por otro mundo a ser construido.
En nuestra versión moderna del espiritismo, si se considera
que la vida es en sí misma una prueba, es ante
todo la de enfrentarse a la acción en luchas por la transformación
de la humanidad, es para poner en evidencia
las nociones de justicia, igualdad, compartir y libertad.
Aceptar la condición humana es un primer principio,
tratar de transformarla es otro, y torna entonces al ser
humano consciente de que participa en la transformación
general.
Actualizar ciertos principios
Allan Kardec realizó una síntesis de los mensajes recibidos,
para establecer un cuerpo de doctrina que se convertiría
en El Libro de los Espíritus. Fue el primer enfoque
filosófico del espiritismo según “la enseñanza dada por
los espíritus superiores por medio de diversos médiums”.
(*) Se encuentran allí todos los principios espíritas fundamentales
que definen las leyes universales y divinas,
principios definidos con el vocabulario de una época y
adaptados a la evolución relativa de las mentalidades, de
las sociedades y de la ciencia de esa época. Hoy comprobamos,
según las comunicaciones espíritas recibidas y
según nuestras propias reflexiones, que estos principios
fundamentales no han variado, pero que han sido necesarias
ciertas rectificaciones en el detalle de la interpretación.
Y es en particular sobre estas nociones de pruebas,
expiaciones y resignación, que ha hecho falta afinar
el tema dentro de una comprensión más justa del principio
de relación de causa a efecto. El propio Allan Kar4
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dec había considerado esta actualización o posible evolución
de los principios cuando afirmó: “El Espiritismo,
marchando con el progreso, nunca será rebasado,
porque, si nuevos descubrimientos le demostrasen que
está en equivocado en un punto, se modificaría en este
punto; si una nueva verdad se revela, la acepta”.
Han pasado ciento cincuenta años desde que fueron
establecidos los primeros principios espíritas. ¿Habría
que abstenerse, con la perspectiva del tiempo, de toda
reflexión en el replanteamiento de tal o cual punto,
para cerrarse sobre conocimientos inmutables e intocables?
En numerosos medios espíritas, El Libro de los
Espíritus es prácticamente una “Biblia” que sigue siendo
la referencia última sobre todos los temas, y según la
pregunta que se plantee, se remite al que la hace a tal
o cual capítulo del libro donde encontrará su respuesta.
En ese estado de ánimo, ya no se trata de destacar el
mínimo detalle que presente problemas, sino de referirse
a textos que representan el alfa y el omega de
todas las cosas. Y es así como los que se permiten tocar
una línea de “la Biblia de los espíritas” se convierten en
desviacionistas o revisionistas, lo cual somos, evidentemente,
a los ojos de ciertos espíritas… Y esos mismos
espíritas invocan invariablemente nuestra era de
expiación, es decir el período que, desde los orígenes
hasta nuestros días, es de fatalidades ineludibles de
las deudas a pagar para enjugar nuestras faltas anteriores.
Pero ahora hablan de la nueva era tan esperada,
la de la regeneración de la humanidad que, parece se
abrirá a nosotros en los años por venir. Tenemos todavía
una visión simplista, pues eso significaría que, por
no se sabe qué operación del Espíritu Santo, finalmente
la humanidad estaría lista para una transformación
radical, lo cual objetivamente no salta a la vista… Por
el contrario, estamos en una lucha entre el bien y mal
que no se resolverá de un día para otro. Las transformaciones
de la humanidad son extremadamente progresivas
y realmente no se puede decretar arbitrariamente
que de ahora en adelante todo irá mejor. Si se miden
todos los focos de tensión existentes en el mundo, si
se consideran el hambre, el crimen, los genocidios y las
guerras tribales, las crisis económicas y políticas, etc.,
nada permite decir que estamos al alba de una nueva
era, cuyo único árbitro sería el propio Dios, y que en su
trascendente bondad habría decidido repentinamente
que la humanidad cambiara de rumbo. Sigamos pues
en la idea de la sensatez, no en una proyección aleatoria
que nos promete mejores días, sino en un estado de
ánimo de vigilancia y de lucha. La sensatez espírita no
puede hallarse en otra parte.
*Nota de Allan Kardec a propósito de la elaboración de El Libro de los
Espíritus: «Fue de la comparación y fusión de todas las respuestas
coordinadas, clasificadas y muchas veces rehechas en el silencio de
la meditación que formé la primera edición de El Libro de los Espíritus
que apareció el 18 de abril de 1857»