A continuación la entrevista que nos concedió y en la que habla sobre sus experiencias en el campo de las comunicaciones con los
llamados “muertos”.
¿Tiene usted alguna experiencia personal con la Transcomunicación instrumental (TCI)?
Nunca
hice ningún intento para recibir, yo mismo, las voces a través de la
TCI. Pero asistí, frecuentemente, a las investigaciones
hechas y estuve muchas veces presente cuando las voces se
manifestaron por magnetófono (grabador) y tuve también la ocasión, en
Grosseto, Italia, con Marcelo Bacci, de hablar directamente con una
entidad, a través de un altavoz de un aparato de radio.
Conozco su libro “Los Muertos nos Hablan” y otro escrito en conjunto con un profesor de la Sorbonne, Rémy
Chauvin.
Sí, “Línea Directa con el Más Allá” (“À l’ Écoute de l’Au-delá”). Hay también una traducción en castellano.
Y tiene también uno en portugués… ¿Quién es quién se comunica a través de los médiums o por la TCI?
¿Son personas fallecidas?
Pienso
que la mayor parte de las veces nos comunicamos con los muertos, que
viven ahora en otra dimensión. Pero a veces hemos
tenido contactos también con extraterrestres, creo yo, porque muchos
investigadores lo afirman. Me parece también posible el contacto con
energías, simplemente, como por ejemplo en el
caso de Manfred Boden.
Voy
a hacerle una pregunta que podrá parecer provocadora: ¿no será una
paradoja para un sacerdote católico que la Iglesia
Católica crea que Jesús se hizo hombre para salvar a la Humanidad?
Ahora, si hay Humanidad o seres inteligentes en otros planetas, es
porque la Humanidad no está sólo en la Tierra. ¿Cómo
queda entonces la teología católica?
Para
mí, eso no es ningún problema, pues no puedo hablar en nombre de la
teología católica, porque no hay sobre eso ninguna
posición oficial. Sólo puedo dar mi opinión personal. Lo que pienso
es que todos esos planetas, todos esos mundos, todos esos seres
inteligentes, fueron creados por el mismo Dios – no hay otro –
y fueron también creados por el amor y, probablemente, ellos
conocieron el mismo drama de la libertad. Tengo aún tendencia a creer
que el Hijo de Dios reencarnó en cada uno de estos mundos y que
fue ciertamente recibido de la misma forma triunfante cómo lo fue en
la Tierra. Además de eso, hay aún algunos textos que parecen venir de
esos mundos y que afirman eso. Tal corresponde un poco
también a lo que ya decían los sacerdotes griegos en los primeros
siglos del Cristianismo: según la categoría de la época, el Hijo de Dios
se hizo Hombre con los Hombres, Ángel con los Ángeles,
Arcángel con los Arcángeles, Querubín con los Querubines y Serafín
con los Serafines… ¡Es un poco la misma idea, finalmente!
¿Serán necesarios nuevos paradigmas para que la Ciencia descubra al Espíritu?
Sí,
creo que la Ciencia debe adaptarse a una realidad que le escapa en este
momento. Podemos hacer una comparación: si yo fuera a
pescar, para atrapar peces tengo que lanzar el hilo y tengo que
adaptarme a la posición del pez. ¡No puedo pedir al pez que siga el
atajo que corresponde a la posición de la línea! Las líneas son
las teorías científicas para “atrapar” la realidad. Si conservo esa
misma línea, nunca conseguiré “atrapar” tal realidad que se me escapa.
Es, pues, necesario que la Ciencia acepte cambiar esos
paradigmas, para adaptarse a nuevos niveles de realidad que de
momento, repito, se les escapan.
¿Es verdad que en el Vaticano hay sacerdotes científicos que investigan esta área?
Sí,
tengo la certeza que existe un pequeño equipo, compuesto de dos o tres
sacerdotes, que están al corriente y que conocen estos
fenómenos. Si hacen ellos mismos las investigaciones, eso ya no lo
sé. Estaba el sacerdote Andreash Resh, que creó un Instituto de
Parapsicología, o “Instituts für Grenzgebiete dé Wissenschaft”
–IGW- “, en Innsbruck. Él enseñó durante muchos años los fenómenos
paranormales en un Instituto que dependía de la Universidad Pontificia
de Latrão. Él abandonó esos cursos para dedicarse, ahora,
a otros trabajos. Pero me contó que, a veces, algunos cardenales le
llegaron a pedir si no podrían obtener alguna comunicación, por ejemplo,
de sus madres. (risas).
¿La prueba científica de la inmortalidad será considerada una revolución para la humanidad, como lo fue la Revolución
Industrial?
Sí,
normalmente debería ser hasta una revolución aún mayor, ¿pero nunca
será así, sabe? En la Edad Media, en el Occidente, todos o
casi todos creían en la vida eterna. ¡Y no se hicieron santos a
causa de eso! Continuó habiendo criminales, había hombres llenos de
orgullo, hombres ávidos de poder, de dinero… ¡Esa verdad no
hizo al mundo cambiar mucho! Actualmente, creemos menos en la vida
eterna y estamos tal vez más en riesgo de hacernos “monstruos”, pero no
bastará “encontrar” la vida eterna para que todos se
hagan “santos”.
De los casos que conoce, ¿qué objetivos tienen los espíritus, las personas fallecidas, que se comunican a través de la TCI
o de los médiums? ¿Qué dicen ellos?
Dos
motivos fundamentales: el primero es el de consolar a los seres
queridos que dejaron en la Tierra y que se encuentran, muchas
veces, desesperados; el segundo es el de confirmar que la vida
continúa inmediatamente después de la muerte, que Dios existe – lo dicen
frecuentemente – ¡que nos espera, que nos creó por
amor y que todo el sentido de nuestra vida en la Tierra es el de
crecer en ese Amor!
¿Qué otros científicos conoce que estén investigando esta área de la comunicabilidad con el mundo
espiritual?
¡Hay
muchos ya, actualmente! Está Sinesio Darnell, en España, el Prof.
Senkowski, Hans Otto König, tenemos también, en Italia, a
Daniele Gullà, Paolo Presi y aún más, en Brasil, en Francia…
Infelizmente, no hay un nivel científico muy elevado, en Francia, en ese
campo. Sería preciso mucho más. Creo que el mejor trabajo
está siendo hecho, actualmente, en Italia. Hubo resultados
extraordinarios con Adolf Holmes, en Alemania, pero ese no era un
investigador, era alguien que recibía una gran cantidad de mensajes,
de comunicaciones, pero que no tenía formación científica para hacer
investigaciones. En Luxemburgo, igualmente, la pareja Julles y Maggy
obtuvieron numerosas y magníficas comunicaciones, pero no
poseían los medios intelectuales y de laboratorios para realizar
esas investigaciones. De la misma forma, el alemán Klaus Schreiber,
fallecido recientemente, no tenía los medios necesarios para
la investigación científica. Hay muy pocos científicos interesados
en estos fenómenos, infelizmente muy pocos, aún…
Pero las experiencias son válidas, ¿no es así?
A
buen seguro, todo eso no impide que los resultados obtenidos sean
extraordinarios, ni entendidos. ¡Conocí muy bien a la pareja
Julles y Maggy, conocí también a Adolf Holmes, personalmente, y sé
que no existe ninguna especie de fraude! ¡Asistí a algunas experiencias
con él, con la pareja que ya referí, en Luxemburgo, y
con Marcelo Bacci también! Bacci no tiene formación científica y,
sin embargo, consigue resultados extraordinarios… ¡Sólo que no consigue
proseguir los estudios!
¿Tiene algún mensaje que quiera transmitir a los Espíritas Portugueses, o a los Portugueses, en general?
Me
gustaría que continuaran trabajando en este sentido. Que continúen
progresando en el Amor, cada cual en su vida, porque estamos
en la Tierra para aprender a amar. Que utilicen estos medios de
comunicación con el más allá para confortar su fe y aún la fe cristiana,
a pesar del estado catastrófico en que se encuentra la
Iglesia. Esta Iglesia que no es fiel al mensaje de Cristo, pero
esperemos que un día se renueve, es preciso que se trabaje para eso…
¡Pero, principalmente, es necesario conservar la fe, la fe
cristiana…!
La entrevista ahora transcrita fue publicada originalmente en el Periódico de Espiritismo de la ADEP,
de Portugal.