EL POR QUÉ DE UN NUEVO BLOG

Después de abrir y mantener actualizado el blog: CENTRO VIRTUAL DE ESTUDIOS

ESPIRITISTAS Y AFINES, para la formación doctrinaria dentro de los postulados eminentemente racionalistas y laicos de la filosofía espírita codificada por el Maestro Allan Kardec que exhibe la Confederación Espírita Panamericana, a la cual nos adherimos, creímos conveniente abrir un nuevo Blog de un formato más ágil y que mostrase artículos de opinión de lectura rápida, sin perder por ello consistencia, así como noticias y eventos en el ámbito espírita promovidos por la CEPA, a modo de actualizar al lector.
Esa ha sido la razón que nos mueve y otra vez nos embarcamos en un nuevo viaje en el cual esperamos contar con la benevolencia de nuestros pacientes y amables lectores y vernos favorecidos con su interés por seguirnos en la lectura.
Reciban todos vosotros un fraternal abrazo.
René Dayre Abella y Norberto Prieto
Centro Virtual de Estudios Espiritistas y Afines "Manuel S. Porteiro".



viernes, 28 de enero de 2011

Mediumnidad y Espiritismo - 1

MEDIUMNIDAD AL SERVICIO DEL HOMBRE POR: JACI REGIS(Capítulo extraído de la obra INTRODUCCIÓN A LA DOCTRINA KARDECISTA) EXTRAÍDO DEL BOLETÍN "PROGRESO" DE LA ASOCIACIÓN ESPÍRITA ANDALUZA "AMALIA DOMINGO SOLER".

JACI REGIS
(Capítulo extraído de la obra
INTRODUCCIÓN A LA DOCTRINA KARDECISTA)
La moral y la mediumnidad:
Algunos autores brasileiros incluyeron en la
clasificación de la mediumnidad, la mediumnidad
de “pruebas” y la mediumnidad “natural”.
Esas clasificaciones son inadmisibles pues
relacionan mediumnidad como un mecanismo para
resarcir culpas del pasado y niveles evolutivos
morales.
Son también impropios los calificativos de
“médium evangelizado” o “médium moralizado”,
“mediumnidad torturada” y otras del mismo
sentido.
Se refieren a la cualidad personal del médium. La
cualidad moral puede, ciertamente, influir en el uso
de la fenomenología. Pero no significa
necesariamente, la cualidad y autenticidad del
fenómeno en sí mismo. O sea, un médium no
evangelizado puede obtener fenómenos mucho
más auténticos que uno moralizado.
Esa tendencia fue apoyada, entre nosotros, por
escritores desencarnados como Emmanuel
(psicografía de Francisco Cándido Xavier), cuya
visión místico-moral que le es peculiar, le hace
afirmar que
“la verdadera definición de mediumnidad es
aquella luz que sería derramada sobre toda carne,
prometida por el Divino Maestro”
También dice que
“siendo luz que brilla en la carne, la mediumnidad
es atributo del espíritu, patrimonio del alma
inmortal”
(El Consolador, pregunta 382)
El peso de esa opinión es muy grande, sabiéndose
que la mayoría desconoce el Libro de los
Médiums, pero gusta de las obras psicografiadas,
debido a la fascinación que los espíritus
desencadenan en los creyentes y a la suposición de
que ellos saben todo.
Sin embargo, esa posición místico-evangélica, no
resiste al menor examen, pues aceptarla sería
desconocer que la facultad mediúmnica es inherente al
ser humano; es afirmar que habría comenzado hace
apenas unos dos mil años.
Se acostumbra también atribuir la misión mediúmnica
a ciertos médiums. Eso realmente es posible y Kardec
acuñó la expresión mediumnato para especificar esa
tarea. Pero él también advirtió que cuando un profeta
se afirma profeta ya no lo es. Por eso, el mediumnato
se inscribe en la lista de las posibilidades y debe ser
encarado con cautela.
Dentro del criterio que orientaba su acción, Kardec
descartó la mediumnidad profesional, considerándola
una facultad que, en el Espiritismo, debería ser
ejercida con sinceridad y total gratuidad. En ningún
momento dispensó la rigurosa fiscalización y el
análisis de la producción mediúmnica, sin la relación
objetiva y suprema de la mediumnidad con el
comportamiento moral.
La valoración excesiva del lado moral lleva a
actitudes peligrosas, como la de afirmar que por ser
moralizado, el médium no tiene ningún propósito de
engañar, mistificar o hacer fraude. Eso puede ser
verdad. No obstante, la característica de los
mecanismos mediúmnicos no admite la pasividad total
del médium, ni pueden ser olvidados factores
psicológicos de la personalidad del médium. Luego,
es preciso, en cualquier forma, analizar, investigar y
someter cualquier producción mediúmnica, de quien
quiera que sea, a los criterios establecidos por el
propio Kardec para la evaluación de la mediumnidad.
Cuando eso se deja de lado, a partir de premisas
moralistas y de la presunción de la superioridad moral
de los médiums, la evaluación de la mediumnidad
corre el riesgo de ser excluida.
PROGRESO ENERO / ABRIL 2009
5
La fijación en este aspecto moral del médium
permite que la mediumnidad se torne, en muchos
casos, instrumento místico, y deje de ser tratada
con el rigor recomendado por Kardec. Es
importante citar lo que dice el Libro de los
Médiums:
“¿Cuál es el médium que podríamos considerar
perfecto?
- ¿Perfecto? Es una pena, pero bien sabes que no hay
perfección sobre la Tierra. Si así fuese, no
estaríais en ella. Digamos antes, buen médium y ya
es mucho, pues son raros”
(Capítulo XX. Influencia moral del médium)
Kardec tenía razón al atribuir a la facultad
mediúmnica una base corporal, como también cuando
la desligó de la moral. Pero esa orientación encuentra
barreras porque la mayoría desea sacar, de la
comunicación con los “muertos” ventajas y formas
que garantizan auxilio, resuelven problemas y
predicen el futuro.
El Espiritismo, sin embargo, muestra que el plano
extrafísico es un lugar transitorio, habitado por
hombres desencarnados- los espíritus errantes- cuya
experiencia es de gran valor para reforzar la idea de la
inmortalidad, pero que no poseen la clave de los
misterios, ni tienen el poder para solucionar los
problemas humanos. Ellos opinan sobre lo que saben
o más precisamente, opinan sobre lo que creen saber,
es decir, en la forma como, de acuerdo con su grado
evolutivo, ven los hechos, la vida.

miércoles, 26 de enero de 2011

Cómo realizar un Viaje Astral (Mantram Faraon y Hemi-Sync)

Proyección Astral Real

DESDOBLAMIENTO DEL SER HUMANO, SEGÚN GABRIEL DELANNE Por el doctor Alberto Campos, de su libro “El Enigma de la Muerte” TOMADO DE: PUBLICACIONES DE LA ASOCIACIÓN ESPÍRITA ANDALUZA "AMALIA DOMINGO SOLER".

DESDOBLAMIENTO DEL SER HUMANO, SEGÚN GABRIEL DELANNE Por el doctor Alberto Campos, de su libro “El Enigma de la Muerte”
La ciencia oficial de nuestros días niega absolutamente la existencia individual del alma. Todos los razonamientos espiritualistas han sido impotentes para demostrar que el principio pensante tiene existencia real.Tan sólo descuidando voluntariamente los hechos irrecusables es como los materialistas pueden llegar a la negación de la individualidad del alma.Si ésta es una función del cerebro (como dicen ellos), de ningún modo puede ser separada del organismo, del mismo modo que no se puede oír una voz sin aparato vocal destinado a producirla.Si se demostrara que el alma puede salir del cuerpo, entonces quedaría establecida su existencia independiente.Pues bien: el fenómeno de desdoblamiento es no solamente posible, sino relativamente frecuente.Las apariciones de vivos son debidas a una ley biológica y han sido observadas en todo tiempo.La antigüedad y edad media ofrecen muchos ejemplos.Tácito relata que Vespasiano fue testigo se un hecho de este género en Alejandría.La Iglesia católica cita como milagros !os casos de bicorporeidad de San Ambrosio, de San Antonio de Padua, San Francisco Javier, Alfonso de Ligorio, María de Agreda, etc.Los magnetizadores de principio de siglo conocían también esta posibilidad, según se atestigua en la correspondencia de Billot y Deleuze y en el curso de magnetismo del barón du Potet; Allán Kardec consagra un capítulo del Libro de los Médiums a estas manifestaciones, cuyos ejemplos numerosos se encuentran también en Kerner, Perty y D'Assier.Pero a partir de la publicación de los notables trabajos de la Sociedad de Investigaciones Psíquicas de Londres, es cuando se han hecho absolutamente incontestables dichas manifestaciones.Ya sabemos en qué consisten dichos fenómenos. Una persona, A, aparece a otra, B, de la cual se halla alejada. A y B están generalmente unidas por los lazos del parentesco o de la afección; se dice entonces que B ha experimentado una alucinación telepática viendo el fantasma de A. Esta aparición, no es fortuita, pues coincide frecuentemente con un acontecimiento importante, ocurrido en la vida de A., y en ese caso, se dice que la alucinación es verídica.Existe un lazo causal entre la alucinación de B y el acontecimiento de A.Ya sabéis, señores, así como yo, el minucioso cuidado con que los sabios han procedido en la investigación rigurosa de los hechos; por consiguiente, podemos depositar toda la confianza en los relatos que nos hacen y que vienen confirmados por minuciosos estudios. Vamos ahora a discutir el valor de la explicación que de dichos fenómenos se nos ha dado.El término alucinación, elegido por los autores de los "Phantasms", indica claramente que en su opinión nos hallamos en presencia de fenómenos puramente psíquicos.El fantasma no es realmente perceptible por medio de la vísta ord—naria y sólo tiene e=stencia en el cerebro del sujeto.Esta teoría, que se apoya en los hechos de transmisión del pensamiento y de alucinaciones provocadas por la sugestión sobre sujetos hipnotizados, no es suficientemente vasta para abarcar todos los casos. En la obra publicada por aquella Sociedad y en los “Procedings” , se distingue cierta categoría de observaciones que establecen la objetividad de la aparición, es decir, la presencia del fantasma en el espacio.He aquí, según Russel Wallace, los criterios, que permiten hacer esta distinción.
Una aparición es objetiva:1º.-Cuando existe simultaneidad de percepción del visible por dos o más personas.2º.-Cuando el fantasma es visto por varias personas, ocupando diferentes sitios y correspondiendo a un movimiento aparente, o bien cuando conserva una misma posición, a pesar de cambiar de sitio el observador.3º.-Cuando la aparición ejerce presión sobre animales domésticos.4º.-Cuando la visión produce efectos físicos. 5º.-Cuando los fantasmas, visibles o no, han podido ser fotografiados.6º.-Cuando puede obtenerse un moldaje de un miembro de la aparición.Obligado a ser conciso, no citaré más que un ejemplo de cada clase, aunque podrían reunirse un gran número, según lo ha demostrado M. Aksakof en su libro Animisme et Spiritisme.1º. y 2º. Simultaneidad de percepción del fantasma por muchas personas, con desplazamiento aparente. Número 348 de "Los Fantasmas".La señora Elgeé y la señorita Denys, en un viaje que hacían a la India, se detuvieron en el Cairo, y a causa de afluencia de viajeros, se alojaron en un hotel poco concurrido. Una vez instaladas en su habitación, cerraron herméticamente la puerta, colocando, para mayor precaución, junto a ella, un baúl y un saco de noche. La señora Elgeé se despertó de repente, teniendo el sentimiento vivo de que alguien la había llamado, y vio en la habitación, a la clara luz de la aurora, un antiguo amigo, el coronel L., al cual dirigió las siguientes frases-"¡Dios mío!, ¿cómo es que os encontráis vos aquí?"La aparición se aproximó, señalando con el dedo a la señorita Denys, sentada sobre su cama y mirando a esta forma con intensa expresión de terror. El fantasma saudió la cabeza y se retiró lentamente, pareciendo hundirse en la puerta.Por la mañana la señora Elgée nada dijo a su amiga, pero ésta espontáneamente le habló de la aparición, describiéndola exactamente tal como la había visto la señora Elgée.La aparición era tan clara, que la señora Elgée pudo observar tres botones en ónice que constantemente llevaba el coronel. Más tarde supo la señora Elgée, que el día de la aparición, su antiguo amigo había pensado mucho en ella, deseando vivamente consultarla respecto a la aceptación de un puesto que se le ofrecía.La hipótesis de una alucinación telepática debe descartarse aquí, toda vez que entre el coronel y la señorita Denys no existía relación alguna.Dicha señorita, que se hallaba despierta a causa de los mosquitos, fue la primera en ver fantasma.Las declaraciones de ambos testigos concuerdan, tanto por lo que respecta a la descripción, como por los movimientos del fantasma; fue, por consiguiente, una aparición objetiva.Señalamos la completa similitud entre el doble y el cuerpo físico, admitiendo que la distancia en nada influye a la producción del fenómeno. De cuanto se acaba de manifestar, dedúcese que el doble es visible, es prueba que tiene una sustancialidad, una suerte de materia que le permite pasar a través de la materia y en parte librarse de las leyes de la gravitación.3º.- “La aparición produce impresión sobre los animales domésticos” .- Como acción probable de un vivo, puedo citar el caso de M. Garling (Phamtasms, volumenII, pág. 149). Dicho señor se encontraba de visita en una casa de campo aislada.Durante la noche oyeron sus moradores un fuerte y continuo ruido procedente de la puerta de la fachada, la que parecía temblar y vibrar bajo la acción de violentos golpes. El ruido despertó a los criados, que dormían a sesenta pasos de distancia del lugar donde partía el ruido. A todo eso, un perro grande, que se encontraba en la puerta de entrada, y otro perro conejero que,-> se hallaba en el interior de la casa, apenas podían ladrar. Éste último realizando una acción contraria a sus hábitos, se esquivó temblando y se escondió debajo del sofá.Mister Garling tuvo durante el día la aparición de uno de sus amigos
que se encontraba gravemente enfermo, quien deseando verle, pidió con insistencia que le enviaran un aviso.Aunque el autor del ruido no fue visto puede creerse que fue el doble del amigo de mister Garling el que advirtieron los dos perros, demostrándolo por el miedo de que dieron pruebas. Hechos análogos ocurridos en diferentes ocasiones dan validez a semejantes hipótesis. (Wallace, Defensa du Moderne Spiritualisme?').4º-"Efectos físicos producidos por la aparición".-El Dr. Britten, en su libro Man and his relations, cita el siguiente caso:Un caballero llamado Wilson y habitante en Toronto (Estados Unidos) se durmió en su despacho y soñó que se encontraba en Hamilton, poblacíón situada a cuarenta millas inglesas al oeste de Toronto. Hizo su recaudación y se fue a llamar a la puerta de una amiga suya, llamada la señora D.Una criada fue a abrirle y le participó que la señora habla salido; a pesar de ello el visitante entró, bebió un vaso de agua y se fue, no sin encargar antes a la criada que cumplimentase a la señora. Al despertar el señor Wilson se apercibió que había dormido cuarenta minutos.Algunos días más tarde una señora llamada G., y que habitaba en Toronto, recibió una carta de la señora D., de Hamilton, en la cual ésta le decía que el Sr. Wilson había estado en su casa, había bebido un vaso de agua y se hada marchado sin volver de nuevo, lo cual la había contrariado, pues tenía grandes deseos de verle.El Sr. Wilson, por su parte, afirmaba no haber estado en Hamilton desde hacía un mes; pero pensando en su sueño, rogó a la señora G. que escribiera a la señora D. suplicándole que nada hablara a los criados del incidente ocurrido, a fin de saber si por azar lo reconocerían. Dirigióse a Hamilton en unión, de algunos amigos, y se presentó acompañado de ellos en casa de la señora D. Dos criados reconocieron al Sr. Wilson como a la persona que bebió el vaso de agua y dejó recuerdos para la dueña de la casa.Este ejemplo demuestra un viaje cumplido por el alma durante el sueño, con recuerdo al despertar de los acontecimientos ocurridos durante este desprendimiento. Como se ve, el doble es tan material que puede llamar a una puerta, beber un vaso de agua y ser visto y reconocido por testigos.Es claro que aquí no se trata de telepatía, sino que es una completa bicorporeidad, y la aparición que anda, habla y bebe, no puede ser una imagen mental, sino que es una verdadera materialización del alma de un vivo. Experimentalmente se ha llegado a resultados análogos.La señora de Morgan logró hacer golpear la puerta de su casa por un sujeto dormido, cuya alma produjo efecto físico.El Sr. Desmond Fitzgeralel (Spiritualist. Tomo 1, página 97) cita el caso del magnetizador Lewis, el cual envió a su casa al espíritu de una joven a quien dormía por primera vez, y le hizo describir lo que veían y tocar a una de las personas que en aquel instante se hallaba presente en la casa.Una delegación de concurrentes observó la emoción profunda de que se hallaban presa los habitantes de la casa, pues un fantasma (decían) se les apareció, habiendo tocado a uno de ellos.Para cumplir todos estos actos, precisa que el alma tenga un cuerpo.¿Es ella quien lo fabrica con un fin determinado? Nosotros no lo creemos así, y diremos por qué.Si la envoltura etérea acompaña siempre al desprendimiento del alma, es porque ya existe en el cuerpo material. Semejante inducción es confirmada por la afirmación de los sensitivos. Mucho antes de que se hablara de Espiritismo, la vidente de Prevorst, según el Dr. Kernier, declaraba ver en los amputados el miembro flúidico que les faltaba.Davis afirma en su libro La “Grande Armoníe”, haber visto el alma de una moribunda del modo como abandonaba su cuerpo, escapándose poco a poco de la cabeza y manifestando primeramente la forma de una nube luminosa que gradualmente fue adoptando la apariencia externa e interna del cuerpo físico.Poseemos así mismo el testimonio de los observadores que han llegado al desdoblamiento, conservando el recuerdo de semejante estado.Tal es el caso de un joven grabador citado por el Dr. Gibier en su
libro L'Analyse des Choses (página, 142 y siguientes).Dicho joven se sentía un cuerpo real, pero que su mano podía atravesar.Este cuerpo no obraba sobre la materia, aunque la penetraba, y así se explica que tuviera la visión del departamento de su vecino, en el cual jamás había penetrado, pudiendo al día siguiente, así que lo visitó, comprobar que no fue un sueño, sino que había visto con la mayor claridad todo cuanto allí existía.El asombro que le causó semejante fenómeno , demostró que para nada había intervenido la voluntad en su producción.Todas las sonámbulas lúcidas están de acuerdo en reconocer que, así que se desprenden de su envoltura carnal, poseen siempre una forma vaporosa que les individualiza.Debemos advertir que estos sujetos se hallan en. el estado segundo, tal como el joven grabador, y que el yo sonambúlico es el que se da cuenta de tener la forma de su cuerpo.Y no es simplemente la personalidad externa con su conciencia normal, sino que es la individualidad integral quien tiene esta bicorporeidad.Si nos faltaran pruebas, podríamos apelar a los estudios realizados por el conde de Rochas.Este señor ha puesto en evidencia el proceso de salida del alma, dándole el nombre de exteriorización de la sensibilidad.Ha demostrado que la envoltura del alma se exterioriza por capas concéntricas que irradian alrededor del cuerpo, y que son sensibles siguiendo determinadas zonas.Cuando el fenómeno es completo, el doble que en este caso encierra la inteligencia y la sensibilidad, es completamente distinto de la parte material, inerte e insensible. En unión del Dr. Barlemond ha obtenido1a fotografía simultánea del cuerpo y del doble de Nadard, momentáneamente separados.5º.-"Fotografía de apariciones de vivos".-Llegamos a la prueba irrefutable de la objetividad del alma. Citaré algunos casos con objeto de demostrar que no son accidentales.Mister Aksakof (Animisine et Spiritisme, página 78) dice que obtuvo el retrato del médium Hérod y de su doble.En la misma placa se ve el cuerpo dormido, y su doble sosteniéndose en pie, colocado de perfil y con la cabeza un poco inclinada hacia el sujeto.Otro caso de este género cita el juez Carter en una carta que dirige al Banner of Light; el tercer caso lo refiere Míster Glendiuniug.Recordaré asimismo que el capitán Volpi y un experimentador conocido de Míster Stead, han obtenido fotografías de fantasmas vivos.La que se refiere a este último caso fue muy interesante, pues la aparición se dejó cortar un mechón de cabellos y quebró una pantalla para afirmar su realidad. (Bordeland, abril de 1896, pág. 175).,El Dr. Baraduc relata las experiencias hechas por los señores Hasdeu e Istrati. La fotografía del desdoblamiento de este último, operada voluntariamente, se encuentra en la obra L´âme humáine, ses mouvements, ses lumieres, pág. 122.Estamos muy lejos de aceptar para estos casos la hipótesis telepática, máxime cuando se comprueba científicamente que estando inmovilizado el cuerpo de un médium, se muestra., no obstante, su doble con perfecta independencia.Durante en experimento realizado por Williams Crookes, Míster Cox ha comprobado que el doble de la señora Fay, médium, fue visto por los concurrentes, mientras su cuerpo físico estaba sujeto a una corriente eléctrica, que al mismo tiempo pasaba por un galvanómetro, cuya aguja habría indicado el menor cambio de sitio, si hubiera tenido lugar.6º.-"Moldaje de un desdoblamiento". -El periespíritu es un modelo tan exacto del cuerpo, que reproduce con fidelidad completa todos los detalles.Es un hecho general y absoluto que el doble es el alter ego del ser vivo.Esta semejanza no es como la de un dibujo más o menos grosero representando el cuerpo vivo, sino que es la copia fiel, exacta, anatómica.No se puede imaginar que el alma produzca voluntariamente este doble,
pues sería preciso que poseyera una ciencia perfecta para imitar a la Naturaleza.Un Comité de investigaciones hizo en 1876 una experiencia decisiva tocante a este punto.Bajo el título de Dédoublement du corps humain, el Spiritualist de 1876 se expresa así:“El molde en parafina de un pie derecho materializado obtenido en una sesión celebrarla en Great Russel Street, 38, con el medium Eglington, cuyo pie derecho estaba visible durante la experiencia para los observadores colocados fuera del gabinete, se comprobó después de un examen minucioso hecho por el Dr. Carter Black, que era la reproducción del pie del médium Eglington".Hemos llegado a la prueba absoluta del desdoblamiento del ser humano.Fácil me sería demostrar que la acción extracorporal del alma se ejerce así mismo intelectualmente por medio de mensajes.Básteme recordaros los casos citados por Aksakof, que son les de Solowief, de Sofía Swoboda; de Tornás Everitt, de Florencia Marryat, etc., y los hechos comunicados por el juez Admonds, para estar seguros de que ninguna forma de la actividad del alma queda extraña al desdoblamiento.Me parece, por consiguiente, que he demostrado que durante la vida "tiene el alma una corporeidad invisible, pero real", que reproduce anatómicamente la forma del cuerpo; cuando se exterioriza completamente, puede obrar más allá de los límites de su cuerpo y probar su realidad: a).-Por medio de efectos psíquicos, "telepatía” y transmisión de impresi6n a distancia.b).-Por fenómenos "telecinésicos", acciones variarlas sobre la materia.c).-Por los fenómenos "telefánicos", objetivación parcial de su sustancialidad, probada por medio de la fotografía; yd).-Por fen6menos "telepáticos” objetivación total y manifestaciones intelectuales.La teoría espirita que enseña que el alma se halla siempre asociada a cierta sustancialidad, es la única que puede suministrar una explicación sencilla y racional de estos casos. Vamos, ahora a demostrar que cuando la separación del alma y del cuerpo es definitiva, en lugar de ser momentánea, los mismos fenómenos son observables, de lo cual vendremos a deducir que el alma después de la muerte conserva, no solamente su individualidad y su personalidad terrestre, sino también la propiedad de organizar la materia.

martes, 25 de enero de 2011

"LECTURAS DEL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, DE ALLAN KARDEC" ENVIADO POR ANDALUCIAESPIRITISTA.ES


Isgró Cattafi Giuseppe
Isgró Cattafi GiuseppeJanuary 24, 2011 at 6:38pm
Asunto: ESPÍRITUS PROTECTORES, -Parte II- -2-
ESPÍRITUS PROTECTORES, -Parte II- -2-

De EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
AUTOR: ALLAN KARDEC

Versión castellana: Giuseppe Isgró



15. -¿Cuándo el Espíritu de un padre que asiste a un hijo suyo, reencarna, continúa protegiéndole?
-“Le resulta menos fácil; empero, él solicita, en un momento en que se encuentra emancipado, a un Espíritu afín, de ayudarle en su misión. Por otra parte, los Espíritus asumen, únicamente, misiones que pueden cumplir hasta el final. Los Espíritus encarnados, especialmente en los mundos en los cuales la vida se encuentra altamente materializada, se encuentran muy ligados al cuerpo, para que puedan cumplir el objetivo de asistir a otros personalmente: por esta razón los Espíritus protectores poco elevados son, ellos mismos, asistidos por otros Espíritus, de mayor nivel evolutivo. Por lo tanto, si los primeros vienen a menos en su cometido, son suplidos por los segundos”-.
16. Como el Espíritu protector que lo guía al bien, -¿tiene, quizá, cada ser encarnado, también, un Espíritu inferior o maléfico, que le empuja al mal, y le proporciona las ocasiones de elegir entre una cosa u otra?
-“No. Los Espíritus inferiores cuando se le presenta la ocasión, intentan, siempre, de alejar a los seres humanos de la recta vía; pero, cuando uno de ellos se acerca a un encarnado lo hace por su propia voluntad, por cuanto espera de ser escuchado: entonces ocurre el accionar entre el Espíritu superior con el inferior, ganando, entre los dos, aquel a quién la persona objeto de la influencia concede el dominio sobre sí”-.
17. -¿Podemos, los seres humanos, tener, al mismo tiempo, varios Espíritus protectores?
-“Más Espíritus protectores no, pero sí varios Espíritus afines de mayor o menor elevación, que os tienen afecto, y por lo tanto, os brindan asistencia”-.
18. –¿Los Espíritus afines actúan por misión asignada?
-“En alguna ocasión podrían hacerlo por una misión temporal; pero, casi siempre, son atraídos por la afinidad de pensamientos y de sentimientos, tanto en el bien como en la polaridad opuesta”-.
-¿Se deduce de esto que los Espíritus afines pueden ser tanto superiores como inferiores, en progreso?-.
-“Ciertamente: el ser humano encuentra siempre Espíritus que simpatizan con él, sea cual fuere su carácter”-.
19. -¿Los Espíritus familiares son los mismos afines?
-“Existen infinitas gradaciones de protección y de afinidad: dad a ellas el nombre que queráis. El Espíritu familiar es, en cierto modo, el amigo de la casa”-.
De las precedentes explicaciones y de las observaciones efectuadas sobre la naturaleza de los Espíritus, que tienen vinculación con los seres humanos, se puede deducir cuanto sigue:
1. Espíritu protector, Guía o buen Genio, es aquel que tiene la misión de vigilar sobre la persona encarnada y de ayudarle a progresar. Él es, siempre, de estado de conciencia superior, relativamente hablando, al del ser que protege.
2. Espíritus afines, son aquellos que son atraídos a nosotros por afectos particulares y por una serie de semejanzas de gustos y sentimientos tanto en el bien como en el mal. La duración de sus relaciones depende, casi siempre, de las circunstancias inherentes.
3. Espíritus familiares, son los que acercan a determinadas personas con ligamen más o menos durable, con la finalidad de brindarle algunos servicios dentro de los límites de sus propias fuerzas, generalmente, con cierta restricción. Son de naturaleza benévola, pero, en línea general, pocos avanzados y, eventualmente, también, ligeros. Se ocupan de los particulares de la vida íntima y suelen actuar por orden o con el permiso de los Espíritus protectores.
4. Genio maléfico es un Espíritu imperfecto o perverso, que se ataca al ser humano para distraerlo del bien, pero actúa de su espontánea voluntad, y no en virtud de una misión. Su tenacidad depende de la mayor o menor resistencia que encuentra. El ser humano es siempre libre de escuchar la voz, o de rechazarla.
20. –Existen personas encarnadas que se relacionan con otras, bien sea para perjudicarle, induciéndoles a cometer errores, o para estimularle, guiándoles por el recto camino. -¿Quién son ellos?
-“Ciertas personas ejercen sobre otras una especie de fascinación casi irresistible. Cuando esto ocurre para el mal, se trata de Espíritus imperfectos, de quienes se valen otros peores para mejor subjugar la victima. Dios puede permitirlo para probaros”-.
21. –Nuestro Espíritu protector, o, también, eventualmente, un genio maléfico, -¿podría encarnarse para acompañarnos en la vida, más directamente?
-“Ocurre muy rara vez; frecuentemente, ellos dan tal encargo a otros Espíritus encarnados, que les son afines”-.
22. -¿Existen Espíritus que se dedican a proteger a toda una familia?
-“Existen Espíritus que protegen a los miembros de una misma familia, para que vivan juntos unidos por el afecto; empero, no los hay protectores del orgullo de los grupos étnicos”-.
23. –Dado que los Espíritus son atraídos por su afinidad hacia las personas, -¿lo son, igualmente, hacia grupos de personas, por causas particulares?
-“Los Espíritus van, preferiblemente, donde encuentran sus afines, por cuanto allí están a gusto y más seguros de ser oídos. Los seres humanos, sean solos, o en grupos, como una asamblea, una ciudad o una nación, atraen a sí, siempre, a los Espíritus, en razón de sus tendencias. Existen entes morales, ciudades y naciones, que son asistidos por Espíritus más o menos elevados, según el carácter y las pasiones dominantes. Los Espíritus imperfectos se alejan de quienes les rechazan: de esto resulta que el perfeccionamiento moral de los cuerpos colectivos, como el de los individuos, tiende a eliminar los Espíritus imperfectos y a atraer los benéficos, que suscitan y mantienen, en las masas, el sentimiento del bien”-.
24. Las uniones individuales, como la sociedad, las ciudades y las naciones, -¿tienen sus Espíritus protectores especiales?
-“Sí, por cuanto son individualidades colectivas que persiguen un propósito común. Precisan de una dirección superior”-.
25. –Los Espíritus protectores de las masas, -¿son más elevados que aquellos de los individuos particulares?
-“Según los casos, es decir, de acuerdo al desarrollo intelectual y moral de la masa, que ellos protegen, a cuyo grupo es relativa su superioridad”-.
26. -¿Determinados Espíritus pueden promover el progreso de las artes, protegiendo a quienes se ocupan de las mismas?
-“Ciertamente, y asisten a quien le invoca, cuando, empero, es digno de tal cosa, ya que, de nada serviría asistir a quienes se encuentran preparados insuficientemente para ejecutar sus inspiraciones”-.
Los antiguos poseían divinidades especiales: las musas no eran otra cosa que la alegórica personificación de los Espíritus protectores de las ciencias y de las artes; denominaban con los nombres de lares y penates a los Espíritus protectores y afines de la familia. Entre los modernos, las artes, las industrias, las ciudades y las naciones, tienen, también, sus respectivos protectores bajo diversas denominaciones.
Del hecho de que cada individuo tiene sus Espíritus afines deriva que, en todos los cuerpos colectivos, la generalidad de los Espíritus afines se encuentra en relación con la generalidad de los individuos. Los Espíritus extraños son atraídos por la identificación de los gustos y de los pensamientos. Las masas, al igual que los individuos, son más o menos circundadas, asistidas, e inspiradas, según sus pensamientos y sus tendencias.
En los pueblos las causas de atracción de los Espíritus son las costumbres, los hábitos, la virtud predominante, y, especialmente, las leyes, por cuanto, en éstas se refleja el carácter de las naciones. Los seres humanos que han establecido como regidora de sus pactos sociales la justicia se encuentran inmunizados en contra de la influencia de los Espíritus imperfectos. Donde, en cambio, las leyes sancionan disposiciones injustas, contrarias a la humanidad, los buenos Espíritus escasean, y la caterva de malvados, que allí fluye, retarda el progreso de la nación, inhibiendo los influjos positivos parciales, perdidos en la muchedumbre, como una espiga aislada entre las ortigas. Estudiando las costumbres de cualquier pueblo o sociedad humana, es fácil formarse un concepto de las inteligencias invisibles que ejercitan su influencia sobre los pensamientos y las acciones.

Cambios en el espiritismo de Manuel Bernal Parodi TOMADO DE: https://sites.google.com/site/paginaloscaminosdelavida/cambios-en-el-espiritismo

Cambios en el espiritismo

de Manuel Bernal Parodi


De un tiempo a esta parte se está debatiendo el asunto de la actualización del Espiritismo. Algunos lo observan con horror, otros con optimismo y esperanza. Yo soy de estos últimos.
En primer lugar hay que decir que para los que defendemos el aggiornamento del Espiritismo, esta puesta al día no supone, de ninguna manera, la supresión o el cambio de sus principios básicos. Parafraseando a Kardec, puedo decir que para los nuevos tiempos se necesitan nuevos enfoques.
El carácter renovador del Espiritismo es una cualidad intrínseca otorgada por el mismo Codificador: la primera versión de El libro de los espíritus constaba de 501 preguntas y respuestas, la segunda y definitiva de 1018; la segunda versión de su tratado de mediumnidad, El libro de los médiums, contó con una primigenia composición más reducida titulada Instrucción práctica sobre las manifestaciones espiritistas, la cual sigue publicándose, aunque es prácticamente desconocida para la mayoría de los espiritistas. Kardec en estas obras había revisado y ampliado su criterio sobre los temas tratados; así pues, el Kardec, y con él el Espiritismo, de la primitiva obra espiritista (de la que pronto se cumplirá el sesquicentenario de su publicación) no es el Kardec de La génesis o de Obras póstumas.
Es precisamente en este último libro donde Kardec aconseja que la dirección del Espiritismo sea ejercida por un «Comité Central» –cuya actuación fuese estrictamente democrática– que fuese elegido en congresos que representasen al mundo espírita y que mantuviese siempre viva la antorcha del progreso.
Le cabe a un español, Antonio Torres-Solanot y Casas (ello demuestra a la altura que estaba el Espiritismo español en aquellos tiempos), dadas sus dotes de organizador, ser el primero en intentar organizar tales eventos. En 1873, a cuatro años de la desencarnación del Codificador, y en calidad de presidente de la Sociedad Espiritista Española, Torres-Solanot se dirige a la Sociedad Espiritista de Viena para que, con ocasión de celebrarse en dicha ciudad la Exposición Universal, se realice allí el primer congreso espiritista mundial. No pudo ser. Poco tiempo después realiza la misma gestión para que se organice en Filadelfia el tan deseado evento con motivo de su Exposición Universal de 1876. Tampoco pudo ser.
Pero como nunca es tarde si la dicha es buena, el tesón de Torres-Solanot se vio por fin coronado por el éxito en 1888. En la ciudad de Barcelona, aprovechando su Exposición Universal, se llevó a cabo el Primer Congreso
Espiritista Internacional, organizado por la Federación Espiritista del Vallés y el Centro Barcelonés de Estudios Psicológicos, y del que Torres-Solanot fue su presidente.
Este Primer Congreso Espiritista Internacional fue célebre por sus avanzadas resoluciones, concluyendo que el Espiritismo es «una ciencia integral y progresiva que no impone una creencia, sino que invita al estudio» y que aconseja «el constante esfuerzo para difundir el laicismo por todas las esferas de la vida, la absoluta libertad de pensamiento, la enseñanza integral para ambos sexos y el cosmopolitismo como base de las relaciones sociales», entre otras muchas conclusiones, insistiendo, sobre todo, en el carácter filosófico, científico y ético del Espiritismo.
Desgraciadamente, los posteriores congresos no estuvieron a la altura de éste. El carácter ético del Espiritismo fue fundiéndose hasta convertirse en una aleación a la que se le añadió mucho material religioso.
Barcelona fue otra vez, en 1934, sede de un congreso: el V Congreso Espiritista Internacional. Por este Congreso circuló también la sangre de la vena mística y religiosa aludida anteriormente, a la que su presidente, el
español Eduardo Anaya Mena (Profesor Asmara), dio rienda suelta al abusar de su condición de presidente del Congreso y recién elegido presidente de la Federación Espiritista Internacional.1
En el Congreso quedaron marcadas las diferencias, «de momento irreductibles», como apuntaba el propio Congreso, entre los espiritistas latinos y anglosajones en relación con la reencarnación. Los primeros eran reencarnacionistas; los segundos, no.
Pero el caso es que yo no he podido nunca comprender del todo como nosotros, los espiritistas kardecistas (los auténticos espiritistas, porque los otros no han sido nunca espiritistas, sino espiritualistas), hemos aprobado en los distintos congresos internacionales esta división «como prueba de tolerancia», como también sentenciaba este V Congreso. Para un kardecista la creencia (aunque el asunto no depende de creer o no creer, sino de estar informado) en la reencarnación es un punto irrenunciable del Espiritismo, pues conlleva otras consecuencias, como la evolución, no sólo espiritual, sino también material, además de que no se comprenderían muchas actitudes y aptitudes humanas.
La voz más altisonante de la actualización del Espiritismo en el Congreso de 1934 fue, sin duda alguna, la de Porteiro, quien, en representación de la Confederación Espiritista Argentina, presentó varias ponencias. Una de éstas consistía en la propuesta de creación de una comisión de personas caracterizadas para la revisión de las obras fundamentales del Espiritismo, a fin de sanearlas de los posibles errores científicos y doctrinarios, enmendar sus defectos y despojarlas del ropaje religioso con que, en su tiempo, se les había revestido.
El mismo Porteiro comprendía que la aprobación de esta proposición era muy difícil, dada la imposibilidad legal de modificar el texto de las obras; pero, al menos, decía él, se podrían éstas condensar en nuevas obras con todo lo mucho de bueno que hay en ellas.
Todo esto, a mi entender, era una quimera inalcanzable, porque al ser el Espiritismo una ciencia integral y progresiva (máxima que sumó Porteiro a su definición de Espiritismo), todo lo que sale a la luz hoy tendrá que ser rectificado o aumentado mañana, y esto sería el cuento de nunca acabar.
Las obras clásicas están, íntegras, donde les corresponden, y las nuevas ya se encargarán por sí solas de poner las cosas en su sitio, lo que no impide para nada la actualización del Espiritismo. Así pues, esta sugerencia de Porteiro pasó prácticamente inadvertida para el Congreso.
Pero Porteiro no cejó en su empeño de poner el Espiritismo al día. En Espiritismo dialéctico (1936), escribe:

«En 1857, Hippolyte Léon Denizard Rivail (Allan Kardec), espíritu observador y de una penetración poco común, examinó, compiló y clasificó los hechos, formuló la teoría y estableció la nomenclatura espírita, creando un vocabulario con el que expresó los hechos y los conceptos doctrinarios que de ellos se desprenden. Pero la doctrina de Kardec y sus colaboradores, con ser verdadera en sus principios fundamentales, no pudo traspasar los límites de su época ni romper por completo con los moldes religiosos a los cuales se ajustó [...]
Hoy, las exigencias del espíritu científico y filosófico, que abarcan horizontes más amplios, no se satisfacen con los expedientes religiosos y morales de san Luis, de san Agustín o de cualquier otro santo filósofo o teólogo, ni con versículos, preceptos o parábolas extraídas de la Biblia […]
Nuevos tiempos, nuevos hombres, nuevas concepciones del universo, nuevas ideologías y nuevas formas a las ideas [...]
No hay ciencia ni filosofía que, en el curso de su evolución, no sufra modificaciones, que no cambie en algunos de sus conceptos y en los términos del conocimiento, a medida que éste se hace más extensivo, más claro, más comprensible, más ajustado a la verdad esencial que encarnan los hechos o fenómenos estudiados».

En 1936 el Espiritismo sufrió un fuerte frenazo en Europa, y con él su actualización. La Guerra Civil en España y su posterior dictadura y la II Guerra Mundial fueron la causa. Los espiritistas españoles pasaron a la clandestinidad y, en su caso, a la persecución, hasta la legalización de la Federación Espiritista Española en 1981.
Los espiritistas del resto de Europa tuvieron problemas más acuciantes que la actualización del Espiritismo.
El relevo pasó, entonces, a América, en donde coexisten dos Espiritismos: uno científico y progresista y otro (mayoritario) religioso y retrógrado. Y España no se ha librado de la influencia de este último, con su roustainguismo y ceremonial religioso y todo, el cual nos ha venido de rebote y dado una nueva hornada de espiritistas.
Estos neófitos del Espiritismo creen que han inventado la pólvora y resulta que la pólvora estaba ya inventada, porque el auténtico Espiritismo español –con sus defectos, como ya he contado en relación con Asmara– no es el que ha venido de ultramar recientemente, sino aquel que ha seguido existiendo dignamente en la clandestinidad de la dictadura franquista para resurgir de nuevo. Así pues, este Espiritismo (el español) no se originó allende, sino aquende los mares, lo que no es un impedimento para reconocer y admirar lo que la otra América (la científica y progresista) ha aportado y aporta al Espiritismo universal.
Y a propósito de aquello que decía de ceremonial religioso: un espiritista brasileño escribía, «horrorizado», al periódico espírita Abertura. El motivo era la siguiente noticia que, con el título de “Casamiento espírita”, aparecía en Jornal do Brasil del 14 de marzo de 2006:

«SALVADOR. Después de ocho meses de batallas judiciales, el comerciante Itamar Cardoso y la funcionaria Cristina Leal consiguieron reconocer el casamiento realizado en el Centro Espírita Cavaleiro da Luz, en Salvador.
Tres días después de la ceremonia, el Tribunal de Justicia (TJ) desautorizó el reconocimiento civil del matrimonio que aconteció del 2 de julio. El TJ alegó que los espíritas no tienen autoridad para oficiar la celebración.
Los abogados de la pareja recurrieron la sentencia y consiguieron una victoria contundente. Por 10 votos a favor, de un total de 11 votantes, el TJ autorizó que Cristina e Itamar registrasen el casamiento.
Conseguimos una victoria maravillosa, añadió Itamar.
El médium José Medrado, que ofició la ceremonia, calificó el resultado como “una victoria de la ciudadanía”».

El aterrado escritor de esa carta, Luciano Dos Anjos, se preguntaba si después de esta ceremonia no vendrían otras, como el bautismo, porque la «misa espírita del séptimo día» ya las había en algunos centros desavisados.
Pero el caso es que Dos Anjos llega tarde, porque, en nuestro país, España, ya se ofician “bautismos espíritas”, aunque, eso sí, sin respaldo oficial (véase artículo “El carácter del Espiritismo” en el número 7 de esta revista).
Pero nada de esto es de extrañar: algunos dirigentes espíritas asisten, como representantes de una religión más, a eventos donde acuden distintos credos.
Con esta perspectiva el asunto de la actualización del Espiritismo se nos va al traste. Con un canto en los dientes nos podríamos dar si se quedara todo tal y como está. Pero, a pesar de todo, yo apelo por una actualización constante y metódica; es decir, por el progreso: que no es otra cosa que seguir los pasos de Kardec.
Hace ya años que la CEPA y otras agrupaciones espiritistas progresistas debaten esta cuestión de la actualización en sus respectivos congresos, y todavía sigue. No hay consenso.
Pero, en definitiva, tanto la actualización del Espiritismo como todo aquello que atañe a su progreso en general deben estar dirigidos, según creo, a los espiritistas que así lo consideran. Los espiritistas religiosos no tienen cabida en este movimiento. Las religiones tienen sus dogmas, y los dogmas no se discuten: se creen y se acatan a pies juntillas. Que cada cual escoja su camino libremente.
Otro debate paralelo a éste de la actualización es el de cómo nominar al Espiritismo de nuestro tiempo; esto es: qué nuevo nombre le ponemos para que el de «espiritismo» –dado el uso bastardo que le han dado personas ajenas, y no tan ajenas, a él– no suene tan mal.
Pero esta propuesta de cambio de nombre tampoco es nueva. Ya en 1934 el espiritista venezolano Adán Isola llevó al Congreso de Barcelona una ponencia en la que se recogía la sustitución del término espiritismo por el de heliosofía ‘sol de sabiduría’, proposición que fue rechazada. No obstante, algunos espiritistas venezolanos y guatemaltecos acogieron favorablemente esta denominación, que aún utilizan.
Léon Denis, en vez de «espiritismo», utilizaba con frecuencia el nombre de «espiritualismo moderno».
El psicólogo clínico y espiritista brasileño, Jaci Regis, propuso en el IX Simposio Brasileño del Pensamiento Espírita, en septiembre de 2005, un nuevo nombre para el Espiritismo: doctrina kardeciana, «como forma de identificación –dice Regis– y fidelidad a Kardec y con el propósito de rescatar la esencia de Kardec». Regis lanza esta propuesta como jugadera para que cada uno dé su opinión sobre el asunto, y que debatan, critiquen, corrijan...
No se trata –viene a decir Regis– de crear un cuerpo doctrinario que sustituya al de Kardec, sino de enfocar la doctrina con una mentalidad actual.
Pero el caso es que una mentalidad cristalizada a lo largo del tiempo no cambia de la noche a la mañana: un cambio de nombre no lleva, o no tiene por qué llevar, aparejado un cambio de actitud. Ojalá se libere –liberemos– el
Espiritismo (con mayúscula inicial, para distinguirlo de eso otro espiritismo que el DRAE asocia, más que con la mediumnidad, con el mediumnismo, aunque estos dos últimos términos no los recoge el Diccionario) de toda esa morralla adherida a él. Esto es más urgente y necesario que un cambio de nombre, aunque mucho más difícil de llevar a cabo.
A mi modesto entender, creo que a los añejos y honrados nombres de «espiritismo», «filosofía espiritista» y «doctrina espiritista» no hay nada que reprocharles. No necesitamos, pues, un cambio de nombre, simplemente
porque el auténtico Espiritismo no tiene de qué avergonzarse. La alternativa del Espiritismo no es cuestión de nombre, sino de información y de formación: información para los ajenos a él y formación para sus adeptos.
No obstante, no me cabe la menor duda de que esa iniciativa de Regis es una clara muestra de su gran amor por el Espiritismo. Con ello pretende no sólo un cambio de postura más acorde con los nuevos tiempos y con Kardec, sino que también intenta desligar al Espiritismo del significado que ha llegado a tener su vocablo, el cual ha sido desvirtuado a lo largo del tiempo por propios y extraños, además de usurpado por embaucadores y charlatanes de todo pelaje.
Todo espiritista sabe que los términos «espiritismo» y «espiritista» fueron acuñados por Kardec, porque, como él mismo decía, para las cosas nuevas necesitamos de nuevas palabras. Pero Kardec no podía adivinar la desviación y el mal uso que se iba a hacer de estos vocablos, hasta llegar a la desastrosa definición del DRAE.
Al reclamo de Regis ha acudido Alexandre Cardia Machado, quien propone que en vez de Doctrina Kardeciana debería llamarse Teoría Kardeciana, porque considera que «doctrina» es un término que significa algo así como ‘listo’, ‘acabado’, y, por el contrario, «teoría» representa un concepto más actual, mejor adaptado a una propuesta dinámica en permanentemente evolución, demostrando con ello tener un carácter humano, que puede ser revisado, profundizado y probado.
Así –continúa Cardia– la Teoría Kardeciana colocaría a Kardec a la altura de un Einstein, un ser humano, con la ventaja de descolocar a Kardec del eje Moisés-Jesús, personajes entre el mito y la realidad. Si así fuera, la Teoría Kardeciana tendría el mérito de construir un puente entre la Doctrina Espírita del siglo XIX y el movimiento de ideas transformadoras surgidas después de la II Guerra Mundial: Teoría de la Relatividad General y Teoría Cuántica (enraizadas con el Principio de Incerteza de Eisenberg), y que produjeron un cambio de paradigma en todas las áreas de la sociedad.
Y ahora digo yo: ¿acaso el hecho de que el Espiritismo se siga llamando Espiritismo impide situar a Kardec a la altura de un Einstein o a la filosofía espiritista tener concomitancias con esos principios o teorías mencionados?
Creo, sinceramente, que nada lo impide.
En cuanto al significado de «doctrina», tampoco estoy de acuerdo con Cardia, ya que no ha degenerado tanto como el de «espiritismo». El primero, DRAE en mano, sigue significando ‘enseñanza’, ‘ciencia’, ‘sabiduría’, etc., ya que conserva el significado original latino. De manera que, si a alguien «doctrina» le huele exclusivamente a incienso, está equivocado. El término «doctrina» es, pues, apropiado para unirlo al de «espiritista». En cuanto a lo de «kardeciana», ya lo valoraremos más adelante.
Sin embargo, para explicar el significado del segundo nombre, el de «espiritismo», los sesudos miembros de la Real Academia Española no se dirigieron a las fuentes originarias, sino a la desfigurada interpretación del vulgo.
No voy a pedir que incluyan a un espiritista en la Academia (aunque no creo que sea una medida muy disparatada, ¿no han incluido a humoristas?, ¿por qué no ha de haber un espiritista?) para que resuelva los malentendidos que existen sobre esta filosofía, porque eso sería mucho pedir a un país como el nuestro; pero lo mismo que últimamente han ingresado en aquélla ciertos especialistas en las distintas ramas del saber con dominio del lenguaje para incluir en el DRAE los términos que faltan de las distintas disciplinas y corregir los posibles errores que hubiere, también podrían incluir a algún que otro experto en espiritualismo en general con conocimiento del tema –que también los hay duchos en lenguaje– para el mismo menester, y si no hay presupuesto para ello sólo tienen que dirigirse al prestigioso Instituto de Francia y preguntarle qué es el Espiritismo, que ése sí lo sabe.
Lo curioso del caso es que el Diccionario define el espiritualismo como una doctrina filosófica, cuando en verdad no es más que el denominador común de todas las filosofías, religiones o creencias que han existido y existen en el mundo que reconocen el dualismo materia-espíritu, y no una escuela determinada. Tampoco el Espiritualismo anglosajón, aquel que surge en Hydesville con las hermanas Fox, es una doctrina filosófica, sino una creencia que sólo tiene como base la existencia del espíritu y el reconocimiento de sus manifestaciones. El Espiritismo, por el contrario, tal como lo reconocen instituciones y personas ajenas a él, sí que es una doctrina filosófica completa; pero de esto no se dice nada en el Diccionario.
Ante este panorama, ¿se imaginan ustedes la revolución que tendría que ocurrir en nuestro país para que una institución espiritista –como lo es la CEPA, actualmente, del Consejo Nacional de Salud (CNS) de Brasil– forme parte de una organización estatal española?
Se ha propuesto también –sigamos con el asunto de marras– el nombre de «neoespiritismo». Es evidente que del Espiritismo de Kardec al de hoy en día –como debe ser– media una considerable distancia evolutiva; como también media una gran distancia –mucha más todavía, debido al mayor tiempo transcurrido– entre la medicina de Galeno, Hipócrates o la del papiro de Ebers y la de la actualidad, y a nadie se le ocurriría denominarla con el nombre de «neomedicina», por mucha diferencia que haya entre ambas.
A ese cambio constante, a ese aprender de los errores, a esa puesta al día, se llama «ciencia».
Y a todo esto, ¿cuáles son los principios que propone Regis para la “nueva” doctrina? Éstos son:
1. La doctrina no constituye formalmente una nueva doctrina, sino que se propone rescatar el pensamiento de Allan Kardec haciendo una relectura de su obra.
2. Una relectura significa analizar el pensamiento original, contextuarlo y proyectarlo ante las nuevas conquistas y avances de la ciencia, la cultura y las aspiraciones de las colectividades humanas.
3. A partir del esbozo básico establecido por Kardec en la caracterización de los principios que sustenta la teoría espírita, la Doctrina Kardeciana se propone crear un nuevo lenguaje para estructurar su discurso de manera actualizada.
4. La Doctrina Kardeciana es un movimiento de ideas apoyadas en el pensamiento de Allan Kardec, aunque desvinculada de la base cristiana en que éste desenvolvió su trabajo.
5. La Doctrina Kardeciana considera fundamental, para crear una nueva forma de entender la realidad y los fundamentos básicos del Espiritismo en que se apoya, desvincularse de los símbolos, doctrina y teología del cristianismo, que se consolidaron en la mente de los espíritus durante milenios de adoctrinamiento, por considerarlos inapropiados para un nuevo entendimiento del hombre y de la vida.
6. La Doctrina Kardeciana desenvolverá su teoría con las contribuciones de la ciencia y la filosofía descartando cualquier movimiento místico, profético o religioso, por lo tanto, no acepta la designación dada por Kardec de “tercera revelación de la ley divina”, al entender que la actuación divina se realiza de forma natural, distribuida ecuánimemente entre todos los pueblos y tiempos históricos.
7. La Doctrina Kardeciana considera que para formar una mentalidad lo suficientemente liberada como para aceptar lo nuevo, es indispensable el descondicionamiento mental, sin lo cual todo análisis estará viciado, y exige, por consiguiente, un redimensionamiento de las estructuras mentales, liberándolas de los residuos culturales adquiridos en las vivencias reencarnatorias.
8. Aceptando y apoyándose en los principios básicos del Espiritismo, la Doctrina Kardeciana investigará la mediumnidad dentro de criterios científicos y considerará la Ley de Evolución como punto fundamental de su discurso, dentro de la cual está la reencarnación como instrumento de progreso y crecimiento individual y colectivo.
9. Considerando que el pensamiento kardeciano se estructuró a partir de la relación con los espíritus, la Doctrina Kardeciana usará la mediumnidad no sólo como prueba de la inmortalidad del alma, sino como canal de desenvolvimiento de ideas y conocimiento del plano extrafísico.
10. La Doctrina Kardeciana considera al ser humano un espíritu inmortal, cuya estructura mental es compleja, sobre todo en el campo afectivo, y, por tanto, deberá realizar actividades capaces de ofrecer a las personas una directriz saludable para el propio desenvolvimiento personal, principalmente en el plano de las interferencias de los desencarnados en el campo mental de los encarnados.
Por mi parte, no tengo nada en contra de este decálogo propuesto por Regis para que sirva de guía o modelo al Espiritismo, pero sigo creyendo que no hay ningún impedimento en que el Espiritismo se siga llamando Espiritismo y marche al ritmo del progreso, como decía Kardec.
Por otro lado, con esa designación de Doctrina o Teoría Kardeciana se le concede a Kardec tanta exclusividad en la creación de la filosofía espiritista que ni el propio Codificador estaría de acuerdo con ello, porque, a decir verdad, no es cierto tal monopolio. La Doctrina de los Espíritus, como a Kardec le gustaba también llamar al Espiritismo, fue iniciada por los espíritus (no olvidemos que Kardec determinó que el libro que sienta las bases del Espiritismo llevase por título El libro de los espíritus), metodizada por Kardec y continuada –porque está en perpetua expansión– tanto por espíritus encarnados como por desencarnados. El Espiritismo es, pues, una obra construida al alimón entre las humanidades de ambos lados de la vida.
Habrán ustedes observado que he resaltado la metodización del Espiritismo por Kardec.¿Qué quiero dar a entender con ello?: que si bien Kardec no fue el creador exclusivo del Espiritismo, tampoco estuvo en tal elaboración como el convidado de piedra. En la codificación del Espiritismo Kardec dejó su indeleble huella de hombre de ciencia. De eso no cabe la menor duda, pero quiero resaltar también que no todo el Espiritismo está en Kardec.
Y para terminar, vuelvo a repetir: no es su nombre el mal que aqueja al Espiritismo, sino la ignorancia que existe sobre él, y sálvese quien pueda.

Artículo encontrado en http://www.progresoespiritismo.org/
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1 Este mandato quedó interrumpido en 1936 a consecuencia de la Guerra Civil. El Profesor Asmara fue detenido por las autoridades franquistas dado que, además de espiritista, era masón. Estuvo preso en el Penal de El Puerto de Santa María (Cádiz) y en la Prisión Central de Burgos hasta 1945. Murió en Madrid en 1971.