EL POR QUÉ DE UN NUEVO BLOG

Después de abrir y mantener actualizado el blog: CENTRO VIRTUAL DE ESTUDIOS

ESPIRITISTAS Y AFINES, para la formación doctrinaria dentro de los postulados eminentemente racionalistas y laicos de la filosofía espírita codificada por el Maestro Allan Kardec que exhibe la Confederación Espírita Panamericana, a la cual nos adherimos, creímos conveniente abrir un nuevo Blog de un formato más ágil y que mostrase artículos de opinión de lectura rápida, sin perder por ello consistencia, así como noticias y eventos en el ámbito espírita promovidos por la CEPA, a modo de actualizar al lector.
Esa ha sido la razón que nos mueve y otra vez nos embarcamos en un nuevo viaje en el cual esperamos contar con la benevolencia de nuestros pacientes y amables lectores y vernos favorecidos con su interés por seguirnos en la lectura.
Reciban todos vosotros un fraternal abrazo.
René Dayre Abella y Norberto Prieto
Centro Virtual de Estudios Espiritistas y Afines "Manuel S. Porteiro".



lunes, 25 de abril de 2011

CHRISTOPHE CHEVALIER LAS SESIONES EXPERIMENTALES DEL CÍRCULO ALLAN KARDEC LE JOURNAL SPIRITE ABRIL 2011.


UNA MIRADA SOBRE...
En la última revista, abrimos una nueva sección para referirnos a nuestras sesiones mediúmnicas experimentales
de Nancy y lo bien fundado de ellas, en vista de las dificultades encontradas por todos los médiums en desarrollo.
Es imposible profundizar ese tema en un solo artículo; entonces, me propongo mantener esta sección relatando
diferentes experiencias que han tenido lugar en las diversas extensiones del Círculo. Por supuesto, tenemos éxitos
pero también fracasos y será interesante estudiarlos y analizarlos para comprenderlos bien.
Mencionaremos un punto importante en el desarrollo de las sesiones experimentales, el del aporte de fluidos.
Luego se relatará una experiencia de clarividencia mediúmnica hecha por Marie-Noëlle, acompañada por su
testimonio respecto a su vivencia espírita y su mediumnidad.
En el artículo anterior vimos que la mediumnidad
y la comunicación espírita están regidas por leyes y
hablamos de una de ellas: la existencia del inconsciente
y de su influencia en el desarrollo de una
mediumnidad. Hay otra que es válida, cualquiera que
sea la mediumnidad y cualquiera que sea el estado               
de desarrollo de ésta, es la necesidad del aporte de
fluidos, o más exactamente de energía por medio                   
de la fuerza del pensamiento. ¿Qué significa eso? En
cada una de nuestras sesiones espíritas, incluyendo
el ejercicio experimental, es primordial medir la
seriedad del acto que se va a desarrollar y comprenderlo
bien. Pues la manifestación del más allá no es,
ni será nunca, un acto banal, mucho menos un espectáculo.
Por “medir la seriedad” se sobrentiende un buen
conocimiento de lo que rodea la sesión espírita
y del acto mediúmnico en sus consecuencias. En
efecto, no basta con ponerse alrededor de una mesa
con un médium y esperar que el mensaje llegue
como por magia pensando todos en otra cosa. A la
pregunta hecha en El Libro de los Médiums de Allan
Kardec: “¿Ejerce el medio en el cual se encuentra el
médium una influencia sobre las manifestaciones?”
La respuesta es muy evidentemente positiva. En
efecto, estamos rodeados por espíritus que no son
todos buenos ni conscientes de su más allá, lejos
de eso, y basta con mirar el planeta en su situación
actual y su grado de moralidad para adivinar también
lo que es su más allá. Ese es un primer elemento de
importancia que no se debe descuidar. Por supuesto,
nuestras reuniones no se hacen ni con ligereza, ni
con indiferencia. Ese será entonces un primer “filtro”
en cuanto a los espíritus que nos rodean, pero ello no
representa en absoluto una garantía. En las sesiones
espíritas, hay otro elemento capital: la fuerza del
pensamiento, el fluido. Éste se presenta de varias
maneras. La primera es armonizar nuestros pensamientos,
es decir que en las sesiones experimentales,
nuestros pensamientos van a dirigirse en un primer
momento hacia nuestros espíritus guías a fin de que
aporten “protección” a la sesión y a sus médiums.
Eso tendrá entonces la función de impedir a los espíritus
más o menos bien intencionados que vengan a
enturbiar la sesión. No hay que pensar por eso, que la
manifestación del bajo astral o de la turbación es de
alguna manera un “impedimento”; por el contrario,
esas manifestaciones tienen toda su importancia y
su razón de ser, en un grupo espírita estructurado
como el nuestro. Eso será objeto de un artículo en
esta revista.
En ese contexto, el pensamiento dirigido va a engendrar
una fuerza, un fluido que actuará como una
muralla eficaz resultante de nuestra propia construcción.
Este período de recogimiento corresponde
al comienzo de la sesión. Luego, cuando el médium
empieza a concentrarse en el ejercicio experimental,
los pensamientos se dirigen igualmente hacia el
médium a fin de aportarle una fuerza suplementaria
con miras a ayudarlo a “dejarse ir, a relajarse” y
también hacia los espíritus que necesitan fuerza para
poder manifestarse. Eso es importante pues la comunicación
con el más allá necesita una gran energía de
parte de los espíritus. Hemos visto antes que el más
allá de los hombres es el reflejo del planeta. La llegada
de espíritus liberados de las pesadas vibraciones
terrenales exige un esfuerzo importante para acercarse
a nosotros, pues se impregnan de vibraciones
más groseras. Mientras los espíritas se recogen,
los espíritus están igualmente en acción de pensamiento,
es decir que para franquear esa pesadez,
es necesaria una comunión de pensamiento entre
nuestros dos mundos. Puede decirse que cada una
de las partes da un paso hacia la otra por la fuerza
del pensamiento para así reunirse y encontrarse con
el objetivo común que es la comunicación espírita.
Se puede afirmar entonces que la sesión espírita no
se improvisa pues la manifestación de los espíritus
necesita un buen conocimiento de las leyes que la
rigen. Yo no puedo sino invitarles a leer, o releer, las
obras de Allan Kardec que supo codificar todos estos
principios.
Volvámonos ahora hacia una clarividencia realizada
por Marie-Noëlle en junio de 2010, sobre la foto de
Marc, amigo de un miembro del Círculo. Esta persona
falleció en noviembre de 2009. Marc, entonces muy
afectado por la desaparición de su amigo Sébastien,
había organizado cadenas de pensamiento
para ayudarlo a encontrar su más allá. Por supuesto,
Marie-Noëlle no conocía a esta persona.
“Tengo la impresión de una muerte brutal, súbita,
se ha agarrado el pecho luego ha caído, le falta aire,
oxígeno. Era un bon vivant, alguien que aprovechaba
bien la vida, reía mucho, también hacía reír, se le apreciaba,
alguien generoso. Tenía temperamento, ideas.
Le encantaba hablar, discutir, alguien creyente. Oigo
música, él escuchaba mucha música, tengo la impresión
de que es jazz. Tenía angustias interiores, parecía
tener miedo a la muerte, perdió a una mujer cercana
a él, fue terrible, muy difícil. Daba mucha importancia
a lo que sentía en bien como en mal, tenía intuiciones
y su muerte, es como si la hubiera presentido, eso le
angustiaba, siempre trataba de pasarla por alto. Veo
a un muchacho, un hombre joven, había jugadores de
fútbol, tengo la impresión de que se desplazaba mucho,
muy activo, alguien que tenía necesidad de moverse,
que no le gustaba el vacío, que vivía a cien por hora, que
hasta descuidaba su salud, que no dormía mucho”.
Contactamos a Marc para confirmar o invalidar los
elementos de esta clarividencia. Su testimonio es así:
“Sébastien murió en presencia de un primo al que había
invitado para escuchar jazz en su apartamento. La
escena que me fue relatada es la siguiente: Sébastien
estaba sentado en un sofá, de repente lanzó un grito
llevándose una mano al corazón y se desplomó, fulminado.
Sébastien había tenido una educación religiosa
con los Padres en su país natal, Camerún. Muy joven,
vino a Francia donde tuvo la posibilidad de hacerse
futbolista profesional. Desgraciadamente, esa carrera
fue interrumpida por graves fracturas en las piernas.
Era un humanista, la discusión y los debates eran una
pasión para él. Sabía comunicar su punto de vista.
Juntos, abordábamos con frecuencia la actualidad
política. A menudo, en la noche, continuaban nuestros
diálogos. Me acuerdo igualmente, de haberle suplicado
repetidas veces que volviera a su cama más temprano
en la mañana (las 4, las 5). En cambio, no era raro
cruzarse con él en la plaza Stanislas desde las 8 de la
mañana. El jazz y él eran uno solo. Me hizo descubrir esa
música. Con frecuencia me repetía: ‘¡Escucha, escucha!’.
Acompañaba por la noche después de su concierto a
los grandes del jazz que paraban en el hotel donde yo
trabajaba. Se alimentaba mal y a menudo comíamos
juntos en la casa. Apreciaba las buenas comidas,
momentos que calificaba de ‘comer bien’. Las muertes
de su madre y últimamente de su hermana lo habían
afectado mucho, temía igualmente que sus pequeños
hermanos salieran mal. Habíamos abordado el asunto
de la vida después de la muerte, en particular de la reencarnación.
Me escuchaba sin contradecirme, pero, de
naturaleza muy creyente, me parece que permanecía
en una línea más oficial que es la de la Iglesia católica. A
mi parecer, las cuestiones le llamaban la atención pues
sé que se encontraba regularmente con un teólogo”.
Es forzoso comprobar que esta primera parte nos
llama la atención sobre varios puntos. Marie-Noëlle
supo siluetear perfectamente la psicología y los principales
rasgos del carácter de Sébastien. En primer
lugar, los detalles sobre su deceso son exactos. El azar
no tiene lugar en esta circunstancia, pues la descripción
de los acontecimientos es muy precisa y corresponde
al testimonio dado por el primo de Sébastien
que asistió a su muerte. Ella vio también la muerte
de su mamá y la pena que ese drama le ocasionó;
y eso también resultó exacto. Escuchó música, jazz
más precisamente, y se comprobó que ese estilo de
música era el que a Sébastien le gustaba escuchar.
Otro elemento que llama mucho la atención, y que
excluye definitivamente el azar, es el hecho de ver
jugadores de fútbol. Marc nos informó que su amigo
había dejado su tierra natal para empezar una carrera
de jugador profesional interrumpida bruscamente.
Por supuesto, siempre se nos podrá retrucar que la
información dada no precisa si se trata de Sébastien,
pero en este caso se trata de un hombre joven
y de jugadores de fútbol. Para lo poco que yo sé del
mundo del fútbol, me parece que una carrera en ese
medio se perfila muy temprano y exige una gran
motivación y un compromiso total. Si esta información
es destacada, es porque tenía un fuerte significado
y una gran importancia para Sébastien y aporta
también un elemento suplementario sobre la identidad
del personaje.
Veamos ahora la segunda parte de la clarividencia
de Marie-Noëlle que se refiere el nuevo estado de
Sébastien en el más allá. La analizaremos enseguida.
“Comprendió rápidamente cuando pasó al otro lado,
sintió esa proximidad, el estado de turbación se modificó
rápido, se sintió ligero, más obligaciones, una
forma de libertad, encontró a la mujer que quizás era
su madre, es como si nunca se hubieran separado. Era
un momento conmovedor, él sabe que debe avanzar,
también sabe que ha sido ayudado, es por eso que su
turbación no ha durado. Le encanta convertirse en guía,
está muy vinculado a alguien, ese alguien no va bien,
necesita ayuda. Él está bien, tiene muchos proyectos.
Se le dice que ya no está en la Tierra. Escucha que es
tiempo de que desacelere un poco, frena. Se interesa
mucho por la actualidad de la Tierra, ciertas cosas le
dan miedo, por ejemplo está muy inquieto por Haití,
con otros reza por ellos”. Esta segunda parte es muy
interesante por varias razones, porque se puede
decir que es una continuación lógica de la vida de
este hombre, de su psicología y de su temperamento.
El primer punto importante es que encontró rápidamente
su más allá después de las cadenas efectuadas
por su amigo Marc. Su turbación, luego de esa
muerte violenta, fue de corta duración, y sabe que
fue ayudado. Recordemos que Marie-Noëlle no sabía
absolutamente nada sobre este hombre. Luego,
encuentra a su madre en “un momento conmovedor”.
Esta información es absolutamente exacta, pues en la
primera parte de este trabajo, se confirma la pérdida
de su madre. Por supuesto, no nos es posible ser
categóricos respecto a esta segunda parte, pero se
puede hacer notar que corresponde bastante bien a
la personalidad de Sébastien, su temperamento y sus
inquietudes.
Terminaremos este artículo con una entrevista a
Marie-Noëlle.
Christophe: ¿Desde
cuándo eres espírita
y cómo conociste el
Círculo?
Marie-Noëlle: Soy espírita
desde 1986, hace pues
veinticinco años que mi
camino se cruzó con el del
Círculo Allan Kardec. De niña y luego de adolescente,
me hacía muchas preguntas sobre la muerte, pero
sobre todo acerca de lo que podía pasar después de
la muerte, en qué nos convertíamos, pues no podía
imaginar que no hubiera nada. Con mi madre y una de
mis hermanas, comenzamos a asistir a algunas conferencias
organizadas por diferentes movimientos más
o menos esotéricos o místicos, que por otra parte,
no nos aportaban muchas respuestas. Por lo menos,
nada que pareciera corresponder a lo que verdaderamente
buscábamos. No es que yo tuviera una idea
precisa de lo que buscaba, pero tenía la certeza de
estar en busca de algo preciso, aunque ignoraba de
qué. ¡Entonces necesitaba encontrarlo! Y luego, ese
“qué” llegó un día. Al ver un cartel en la vitrina de
una tienda que anunciaba una conferencia organizada
por el Círculo Allan Kardec, nos dimos cuenta
naturalmente, con ese sentimiento casi intuitivo, de
que habíamos encontrado lo que buscábamos. Y no
fuimos decepcionadas pues, desde esa exposición,
supimos que eso era lo que esperábamos. Entonces,
durante varios meses, no dejamos de seguir y de
asistir a las manifestaciones de esta asociación. Las
explicaciones nos parecieron tan convincentes, tan
lógicas y tan racionales que, algunos meses más
tarde, nos afiliamos.
C.: ¿Cómo y cuándo te enteraste de que podías
trabajar la mediumnidad y qué clase de mediumnidad?
M-N: Fue en 2005, durante una sesión de escritura
automática que recibí la invitación de mi guía a desarrollar
y trabajar la clarividencia mediúmnica. Las
invitaciones que recibimos de nuestros guías no son,
de hecho, sino el recuerdo de nuestras elecciones
anteriores. Pueden surgir igualmente de decisiones
tomadas en el astral con nuestro guía durante nuestras
desincorporaciones nocturnas.
C.: ¿Qué es una sesión experimental y cuál es el
interés de trabajar en grupo?
M-N: En nuestro grupo
espírita, la sesión experimental
reúne a todas las
personas invitadas por
los espíritus a desarrollar
su facultad. Ya sea que
se trate de clarividencia
simple, clarividencia
mediúmnica, escritura automática, psicometría,
psicokinesia, sueño magnético o de cualquier otra
forma de facultad, las personas se encuentran en ese
grupo para trabajar su potencial. Para cada uno de
estos desarrollos la noción de grupo es primordial y
esencial, particularmente para los clarividentes. Ellos
van a poder trabajar en un clima de confianza, pues
rodeados de personas informadas, describirán con
toda serenidad las imágenes que reciben o las impresiones
que sienten. Cada miembro del grupo se ejercita
uno después del otro en recogimiento, tomando
todo el tiempo que necesite. Así, cada semana, varias
personas van a trabajar su sensibilidad y, liberando
su inconsciente, van progresivamente a dar lugar a
la presencia o a las palabras del espíritu. Para hablar
más precisamente de la clarividencia mediúmnica, el
sujeto se ejercitará sobre fotos de personajes que han
sido conocidos (pero que no son reconocibles en la
foto) o hasta sobre parientes y amigos de los espíritas
presentes, a fin de poder comprobar rápidamente los
resultados.
El clarividente mediúmnico podrá obtener dos clases
de información. Informaciones sobre la vida pasada,
sobre el carácter o la psicología del sujeto e informaciones
sobre su más allá. Evidentemente, solamente
las informaciones sobre la vida pasada podrán ser
comprobadas. Las referentes al más allá no pueden
ser confirmadas sino por los espíritus. Pero ya, el
candidato a médium puede seguir en parte la evolución
de su trabajo, trabajo que puede ser más o
menos largo según su sensibilidad y su psicología
y que exigirá regularidad. Al cabo de cierto tiempo,
que generalmente se cuenta en años, el candidato
a médium podrá abandonar el grupo experimental
por invitación de los espíritus, pues se habrá vuelto
“operativo”. Es decir que estará en capacidad de organizar
las sesiones pues ese es su papel: permitir a los
demás obtener información sobre el nuevo estado
espiritual de sus parientes, de su familia, de aquellos
que han partido y de quienes se desea saber en qué
han devenido, si van bien o si necesitan ayuda para
estar más felices y más libres en el más allá.
C.: ¿Puedes contarnos tu desarrollo en sus etapas?
M-N: Yo integré el grupo experimental en 2005 luego
de la invitación de mi guía. Hoy hace pues seis años
que trabajo y desarrollo la clarividencia mediúmnica,
alternando para mis experiencias fotos de personajes
conocidos y fotos de parientes o amigos de
los espíritas del Círculo. Los primeros resultados que
podría calificar de concluyentes, llegaron de manera
muy progresiva. Primero, algunas informaciones
convincentes sobre los rasgos de carácter, sobre la
psicología del personaje, luego poco a poco informaciones
sobre la forma de la muerte que pudieron ser
verificadas. Respecto a las percepciones del más allá,
como lo expliqué antes, solamente el espíritu podría
confirmar o invalidar las informaciones recibidas. A
veces con motivo de una invitación en sesión espírita,
nuestro guía nos informa sobre el progreso de
nuestro trabajo, nos alienta a proseguirlo con regularidad
y nos da algunos consejos para avanzar y
progresar siempre mejor.
C.: ¿Cuáles son las dificultades y las satisfacciones
vividas en el desarrollo de tu mediumnidad?
M-N: Dificultades en mi trabajo de desarrollo, no
encuentro. Yo trabajo
en forma regular con el
grupo y me satisface decir
y describir las imágenes
y las impresiones que
recibo. Sé que el trabajo
es largo y progresivo, y
que depende igualmente
de nuestro estado de ánimo en el momento en que
trabajamos. La fatiga, las preocupaciones y el agotamiento
pueden ser frenos para esa percepción. La
importante, teniendo en cuenta todos estos parámetros,
es la perseverancia que se ofrece a nuestro
trabajo. La certeza y la confianza en el espíritu y en
el grupo, me parece que son las principales ventajas
para un desarrollo progresivo, cierto y absoluto. El
que tiene prisa, que está impaciente por volverse
operativo, fuerza y frena, en cierta forma, su desarrollo
que, de todas maneras, no puede ser sino
progresivo, lento y a veces laborioso. Y la verdadera
satisfacción es comprobar, al cabo de algunos años,
un resultado cierto de su trabajo. Hoy en día sé que
he progresado, pues cuando comparo mis primeras
clarividencias con las que realizo hoy, puedo medir
todo el avance que se ha operado en algunos años.
En la próxima revista, retomaremos el tema en detalle
y con explicaciones complementarias sobre el trabajo
de Fabienne, una clarividente del grupo.

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