EL POR QUÉ DE UN NUEVO BLOG

Después de abrir y mantener actualizado el blog: CENTRO VIRTUAL DE ESTUDIOS

ESPIRITISTAS Y AFINES, para la formación doctrinaria dentro de los postulados eminentemente racionalistas y laicos de la filosofía espírita codificada por el Maestro Allan Kardec que exhibe la Confederación Espírita Panamericana, a la cual nos adherimos, creímos conveniente abrir un nuevo Blog de un formato más ágil y que mostrase artículos de opinión de lectura rápida, sin perder por ello consistencia, así como noticias y eventos en el ámbito espírita promovidos por la CEPA, a modo de actualizar al lector.
Esa ha sido la razón que nos mueve y otra vez nos embarcamos en un nuevo viaje en el cual esperamos contar con la benevolencia de nuestros pacientes y amables lectores y vernos favorecidos con su interés por seguirnos en la lectura.
Reciban todos vosotros un fraternal abrazo.
René Dayre Abella y Norberto Prieto
Centro Virtual de Estudios Espiritistas y Afines "Manuel S. Porteiro".



domingo, 19 de enero de 2014


JEAN-PIERRE GIRARD

propos recueillis por
J A C Q U E S P E C C AT T E
ENTREVISTA CON
JEAN-PIERRE GIRARD
LE JOURNAL SPIRITE N° 95 janvier 2014

Si Uri Geller saltó a los titulares en los años 70-80 torciendo pequeñas cucharitas por el pensamiento, en
programas televisados, persistió un malestar evidente por el hecho de que también era conocido por sus
cualidades de ilusionista. Y en esa época, los Gérard Majax y otros detractores, no dejaron de arrojar descrédito
sobre fenómenos, sin embargo muy reales, producidos, no sólo por Uri Geller, sino por los televidentes
durante sus programas, y por otros investigadores de lo paranormal. Fue así como, por esa misma época,
se hablaba igualmente de Jean-Pierre Girard pero de manera un tanto más confidencial, en los medios de la
parapsicología, donde participaba en experimentos de psicoquinesia controlados en laboratorio.
Desde entonces, Jean-Pierre Girard ha proseguido sus trabajos, y nosotros hemos seguido a ratos sus
evoluciones desde 1997, año en que respondió a una entrevista en Le Journal Spirite (Nº 27) y dictó una
conferencia en Nancy por invitación de nuestro Círculo. Lo invitamos de nuevo para dos conferencias en París
Le Journal Spirite: En primer
lugar, una palabra sobre Uri
Geller, éste por quien la psicoquinesia
fue conocida y mediatizada.
Conocí a Uri en su casa, por sugerencia
de un semanario de televisión.
El hombre es muy simpático y
de un innegable carisma. Delante
de su propiedad hay dos prestigiosos
autos, de los cuales uno que se destaca: un
Cadillac Fleetwood ¡cubierto de cucharillas todas
dobladas o torcidas! Manifiestamente el hombre vive
en la opulencia. Debe esta riqueza a sus capacidades
paranormales, especialmente por participar en investigaciones
con las sociedades mineras. Le dije que le
debía mucho, en la medida en que fue su aparición
en 1974, en un programa literario tardío con Michel
Pollac, ¡la que desencadenó en mí una verdadera
catarsis! ¡Vi a un sujeto psi, que podía producir fenómenos
delante de un público y aparentemente sin
dificultad! Entonces yo, que estaba encerrado en la
soledad frente a mis fenómenos, ¡descubrí que eso
era posible!

L.J.S.: ¿Habías evidenciado en tu niñez signos
precursores de tus facultades psi?

Parece bien comprobado que mis facultades psi
sobrevinieron después de un flechazo del que fui
objeto a la edad siete años. Estas facultades se
manifestaron en forma de telepatía descontrolada.
Cuando estamos todavía en el mundo de la
infancia, no captamos claramente las diferencias que
podemos tener respecto a los otros niños. Uno toma
conciencia de esa diferencia por el
comportamiento agresivo y luego
violento de los camaradas de
clase. En efecto, ¿cómo soportar
que un chiquillo gane todas las
apuestas y conozca el número de
bolitas cuidadosamente ocultas
en sus bolsillos? Pero, ¿qué decir
del maestro? ¿Cómo puede ser
que un alumno responda a todas
sus preguntas apenas terminadas,
antes de ser completamente formuladas? ¿Cómo
podía un adulto, investido del poder conferido en la
época a un maestro, ser desconcertado y enervado
para llegar —con el paso de los días—, hasta la
violencia? Viví entonces un verdadero martirio hasta
la edad de diez años. Fui retirado de ese medio deletéreo
y comprendí intuitivamente que no era como
los otros y que haciendo callar “mi” diferencia, aseguraba
mi tranquilidad.

L.J.S.: ¿Cuál ha sido tu trayectoria como experimentador
desde tus comprobaciones iniciales?

No puedo omitir uno de los eventos que sería determinante
para la continuación de mi senda de vida.
Mis conocimientos de física, biología, neurofisiología
o hasta de medicina, no resultan de un clásico curso
universitario seguido de una carrera de investigador
“ortodoxo”. Mi escolaridad fue interrumpida muy
temprano a los trece años y medio ¡para realizar un
aprendizaje en una fábrica! ¿Entonces? ¿Soy un autodidacta
genial? No, a los diecisiete años descubrí por
casualidad que estaba dotado de una memoria eidética
o fotográfica; memoria de la que dispuse por cerca
de año y medio. Es así como podía “fotografiar” un
libro de trescientas páginas en unos treinta minutos
y retener prácticamente… todo su contenido. Estuve
muy inspirado en el momento de elegir sólo obras
que trataban de asuntos tales como los antes señalados.
Luego me bastó con actualizar regularmente
esos conocimientos. Se comprende mejor por qué,
más tarde, pude llegar a puestos de dirección en la
industria médico-farmacéutica (¡donde hasta concebí
y desarrollé nuevas especialidades!) o aun crear una
sociedad de investigaciones de alta tecnología que
consignó treinta y siete patentes y obtuvo los elogios
de la prensa especializada. He tenido que mencionar
esta capacidad particular —considerada como fenómeno
paranormal— para mostrar que el espíritu
humano esconde capacidades insospechadas, que de
vez en cuando son puestas de manifiesto, accidentalmente
o por medio de actitudes mentales apropiadas.
Ese bagaje me permitiría una verdadera colaboración
entre los científicos observadores y yo, que no sería
relegado únicamente a un papel de sujeto psi.
Como he dicho antes, gracias a Uri en 1974 salí de
mi aislamiento y comencé a poder expresar mis
facultades psi delante de los familiares. Vino luego el
período donde fui invitado a demostrar mis “poderes”
en los salones parisienses donde se codeaban políticos
y gentes del showbiz. Este breve período no me
satisfizo y sería interrumpido para mi satisfacción por
los contactos con periodistas científicos, entre ellos
François de Closets y Daniel Garric. Estos últimos me
informaron que científicos de alto nivel deseaban
observarme y estudiar los fenómenos producidos
pero la condición previa era que debía suspender
esas demostraciones públicas y las entrevistas para
los periódicos sensacionalistas.
A fines de 1974, escuchando France Culture, supe de
un llamado del profesor William Zbigniew Wolkowski,
para la época Profesor titular en París VI, (*) que buscaba
sujetos para estudiarlos en el marco de su Instituto de
Parafísica. Esta búsqueda sucedía a un coloquio internacional
que había tenido lugar en Reims y que reunió
físicos, neuropsiquiatras, biólogos y otras disciplinas.
William fue el primer científico con quien verdaderamente
tuve la oportunidad de experimentar, con
un protocolo riguroso sin sufrir ninguna crítica. De
entrada, me propuso un panorama de experiencias
que me sedujo:
—Telequinesia de objetos familiares con efecto anti
gravitacional (levitación).
—Acción a distancia (2 m.) sobre placas de LCD (cristales
líquidos), que cambiaban de color y volvían a ser
“normales” en cuanto yo giraba la cabeza.
—Deformación de espátulas, clavos, pasador de
aluminio, etc., insertados en tubos de vidrio -sellados
al soplete-, bajo un vacío de 10-8 Torr.
—Desarreglo de sistemas de actualizaciones analógicas.
(*) Universidad Pierre y Marie Curie (N. del T.)
Después de varias noches experimentales, William
hizo venir a los expertos: Profesor John Taylor del
King’s College de Londres; Profesor Charles Crussard,
físico metalúrgico, medalla de Leoben, equivalente al
premio Nobel en metalurgia; John Barret Hasted, físico,
experto atomista del Birbeck College de Londres; Dr.
Troublé, físico nuclear; C. Bogdanski, biofísico; Richard
Dick Mattuck físico de los quanta en el Ørsted Institute
de Copenhague… Rindo homenaje a William quien,
a comienzos de 1975, pudo convencer a estos respetables
científicos para que vinieran a su micro laboratorio
a visionar sus observaciones referentes a mí,
y asistir a la manifestación de mis facultades psi. Esta
reunión sería el disparador decisivo de experiencias
que durarían años, en Francia y el extranjero. Aquel
día, entre otros fenómenos, “fundí” un transistor de
potencia dentro de un aparato blindado destinado a
probar la… ¡psicoquinesia!
Las experiencias que siguieron a ese día se desarrollaron
mayoritariamente —en Francia— en el
seno de laboratorios y/o centros públicos de investigación:
Péchiney Ugine Kuhlmann, Centro de
Estudios Nucleares de Grenoble, Hospital Central de
los Ejércitos en Clamart, etc. Y en el extranjero, son
prestigiosos centros particulares o paraestatales de
investigación los que me han honrado invitándome.
Todas esas demostraciones que prueban la realidad de
la psicoquinesia, se desarrollaron en unos veinte años.
¡Y permitieron poner en evidencia fenómenos de los
que nunca me hubiera creído capaz! Desde el doblado
de impresionantes barrotes cuyas características necesitaban
muchas toneladas de aplicación mecánica,
hasta los cambios de estructuras internas, de “fusión”
a 800°C, etc., ¡y en la mayoría de los casos esos materiales
eran insertados en probetas de vidrio! Luego,
hubo —y hay todavía— experiencias apasionantes
sobre lo viviente. Experiencias que, con la psicometría1,
representan el porvenir de la parapsicología. Las
aplicaciones útiles que de ello derivarán a lo cotidiano,
harán que esta fenomenología se imponga naturalmente.
Reconocemos que aún se necesitará tiempo.
1 El término psicometría es utilizado igualmente en parapsicología
para calificar un fenómeno Psi de los más útiles. El término
fue creado por el norteamericano J. R. Buchana en 1949. Tischner
definió la psicometría por el hecho de que un sujeto sensitivo, por
medio de un objeto que se le confía y que tiene en las manos, es
capaz, de manera “paranormal”, de percibir elementos de información
referentes al propietario del susodicho objeto, o sobre las personas
que han tenido suficiente contacto con éste. La parapsicología
clasifica este tipo de fenómenos en la categoría: E. S. P. (Extra
Sensory Perception) o efecto Psi gamma (γ). Útil, y a veces decisiva,
por ejemplo para encontrar personas desaparecidas.
Los críticos habituales objetan que todas estas experiencias
se desarrollan en un clima laxista, dejando
el sujeto hacer todo sin importar qué. En realidad, ni
siquiera se toman la molestia de estudiar las publicaciones
de las revistas científicas o hasta de entrar
en contacto con los observadores que siempre han
estado preparados para recibirlos. Son afectados por
un “mal”, por desgracia muy conocido en la ciencia:
la disonancia cognitiva2; De hecho, a la mayoría de
2 Disonancia cognitiva es un concepto de psicología (Léon Festinger
1957). Según esta teoría, el individuo en presencia de conocimientos,
incluso de creencias, sobre el entorno, sobre sí mismo o sobre su
propio comportamiento —incompatibles entre ellas—, experimenta
un desagradable estado de tensión: es el estado de “disonancia cognitiva”.
Desde entonces, ese individuo pondrá en acción estrategias
inconscientes que buscan restaurar un (“su”) equilibrio cognitivo.
Esas estrategias son llamadas “formas de reducción de la disonancia
cognitiva”. Una de estas estrategias para reducir la disonancia cognimis
demostraciones asistían magos expertos, encargados
de asegurarse de la validez del protocolo y del
desarrollo experimental. Representaban una garantía
de credibilidad para las publicaciones científicas de
alto nivel en comité de lectura. ¡No consideremos
pues como ingenuos a los científicos que pusieron en
juego su reputación, estudiando no sólo a Jean-Pierre
Girard sino a través él a la “sulfurosa” parapsicología!
tiva consiste en olvidar lo que no cuadra con sus referencias anteriores,
y se denomina “proceso de racionalización”. En nuestra sociedad,
los fenómenos inexplicados que escapan a la física y la neurofisiología
conocidas (es decir generalmente admitidos por la mayoría de la
comunidad científica escapando así a todo paradigma [Kuhn]), son
rechazados de facto ¡sin haber sido siquiera estudiados! ¡Lo cual no
es una actitud racional!

L.J.S.: ¿Qué definición le darías a la psicoquinesia?

La definición que he propuesto y que ha sido aceptada
por la mayoría de los investigadores puede
parecer un tanto “alambicada”. De hecho, era necesario
circunscribir bien el campo de los fenómenos
que se desprendían de la psicoquinesia.
Psicoquinesia (abreviatura común: PK). Dominio
por un sujeto, consciente o inconsciente, de un tipo
de influencia psico-fisiológica específica, sobre la
materia inerte o viviente, sin haber recurrido a los
medios físicos conocidos y cuyos efectos sobre la
susodicha materia son observables, y/o analizables,
temporales o permanentes. Dicho sujeto introduce
sobre los elementos físicos, cambios de forma, de
estado y/o de estructura. Puede tratarse de objetos
simples: metales, plásticos, madera, etc., o más
complejos como los sistemas electromecánicos.
Telequinesia: desplazamiento de objetos sin
medios físicos conocidos.
Biopsicoquinesia: acción PK sobre lo viviente.
Piroquinesia: inflamar la materia, etc. Generadores
de números aleatorios han sido concebidos especialmente
para el estudio de la micro-psicoquinesia.
Hidroquinesia: actuar sobre el estado de un fluido.
Etc. …

L.J.S.: En tu entrevista de 1997, aludíamos a
todos los testigos de tus experiencias, desde
Léon Zitrone hasta Philippe Bouvard, pasando
por Gérard Oury, Michèle Morgan y otros personajes
conocidos. Recordábamos igualmente los
trabajos de Jean Dierkens (Bélgica) y de John
Hasted (Inglaterra). ¿Qué ocurre hoy, en particular,
en los medios intelectuales y científicos?

¿Hay una evolución en las investigaciones, con
gente que estudia en serio el tema?
Es muy penoso comprobar que las investigaciones
civiles en Francia son casi inexistentes. En el extranjero,
existen algunas fundaciones e institutos, una
parte de cuyas investigaciones es financiada por
su gobierno. Pueden consultar esta lista al final de
uno de mis libros3. Se comprenderá que las investigaciones
continúan (¡nunca han cesado!) en el Este
como en el Oeste, pero en un medio confidencial.
El elemento positivo que uno puede comprobar es
un afecto muy fuerte del público por los programas
que tratan de lo paranormal y cómo el índice de
audiencia aumenta…

L.J.S.: Para conseguir un efecto de psicoquinesia,
es preciso acondicionarse en cierto estado de
ánimo. ¿Se trata de imaginar, de objetivar lo
que se desea? ¿Hay una idea de voluntad o por
el contrario de relajación, de ceder? ¿Puedes
darnos brevemente una idea de ese estado
psíquico propicio al fenómeno?

Por lo general se considera que los fenómenos psi
son exclusividad de algunos súper dotados de lo
paranormal, y que están lejos de estar al alcance del
común de los mortales. Que es necesario un aprendizaje
largo y fastidioso, que debe llevarse una vida
de asceta… Afortunadamente, no es nada de eso. Por
supuesto, yo guío, aconsejo un método que lleva al
estado mental necesario para que emerja el psi que
está en nosotros. Este EMCP (Estado Modificado de
Conciencia Psi) pone de manifiesto nuestro psi de
acuerdo con nuestra personalidad: ¿Telepatía? ¿Clarividencia?
¿Psicoquinesia? Psicometría…
Sin entrar en detalles, puede resumirse así: confirmar
su creencia en lo paranormal para eliminar la menor
duda que pudiera subsistir. Pasar de la creencia a la
evidencia. Es sólo en este estado de evidencia que
puede favorecerse el psi. La voluntad está ausente,
sólo prevalece el deseo. Entonces: Sólida creencia>
Evidencia> Deseo (incluso “Juego”)> darse el derecho
al fracaso4 (liberar las censuras de la consciencia)>
Visualización activa: proyección del fenómeno ya
realizado.

L.J.S.: Tú realizas conferencias y cursillos en los
diferentes medios de la parapsicología y la espiritualidad.
Respecto a los cursillos donde propones
diferentes ejercicios, ¿cuáles son los resultados?
¿Cuál es, por ejemplo, el porcentaje de personas
que llegan a la torsión de un elemento metálico?

Desde hace unos quince años, organizo cursillos con el
fin de “iniciar” al mayor número de personas para que
revelen sus capacidades psi. Este proselitismo por el
psi es importante para mí pues me confirma, a largo
de los años, en el hecho de que el psi no está limitado
a algunos sujetos “célebres” sino que todos pueden
tener acceso. Esa transmisión de mi experiencia, ese
compartir, son para mí momentos de verdadera felicidad.
Los correos electrónicos que recibo en los días
que siguen, me alientan a continuar. En el desarrollo
del cursillo, de los tres temas propuestos, es la parapsicología
aplicada la que motiva de inicio las reservas.
¡Es cierto que ver con sus propios ojos fenómenos
paranormales y tener la posibilidad de producirlos
uno mismo, no es banal! El promedio de un cursillista
de cada dos que manifiesta sus capacidades psi
 Derecho al fracaso: esta paradoja es sólo aparente. En realidad,
el inconsciente recibe el mensaje: “… es un fenómeno raro al cual
aún no estoy habituado. Si fracaso no es grave, volveré a empezar
más tarde…”. Esta “liberación” del espíritu autoriza a la psique
a producir el fenómeno.
 Consultar mi site para conocer los lugares y fechas de los cursillos
que tienen lugar, no solamente en las grandes ciudades (París,
Nancy, Lyon, etc.) sino también en las ciudades medias (Bayona,
Carcasona, etc.).
es corriente. Actualmente no existe —hasta donde
sé—, ningún cursillo equivalente en el Mundo. Por
supuesto, estos fenómenos físicos de la parapsicología,
por espectaculares que sean, no son sino la cara
sumergida del iceberg. Felizmente la paleta de los
fenómenos psi es muy extensa: clarividencia (remote
viewing), telepatía, influencia a distancia, psicometría,
gestión de su salud por el psi, etc.
El tema sobre las remisiones espontáneas, auto-curaciones,
“milagros”, que desarrollo son particularmente
útiles a lo cotidiano para poder administrar,
no solamente un buen estado de salud, sino hacer de
modo que nuestro cuerpo esté lo mejor posible. Se
descubren así potencialidades psicofísicas insospechadas.
Y, por supuesto, el psi puede ser una buena
ayuda cuando nuestra buena salud está seriamente
amenazada. Practico personalmente lo que enseño
y no se puede decir que a la edad de setenta y un
años (nací en 1942) en el momento en que respondo
a esta entrevista, ¡que no soy un hombre en buena
forma! Se me puede pues brindar confianza sobre
este asunto.

L.J.S.: Sabemos que no limitas tus experiencias a
la torsión de metales y que las aplicas a tejidos
celulares vivos para curar. Desde un punto de vista
terapéutico, ¿cuáles han sido tus experiencias, tus
comprobaciones, y qué explicaciones puedes dar?

¡Actuar sobre lo viviente necesita “sutilezas” que son
menos indispensables que cuando se trata de curvar
una barra de aleación por el psi! ¡La cantidad de
informaciones extraordinarias que está contenida en
una sola célula (eucariota) es millones de veces más
compleja! Entonces, ¿qué decir cuando se trata de un
órgano enfermo, o hasta de una patología que ocupa
el cuerpo entero? Es precisamente allí donde el psi
se muestra más eficaz. Pues las ondas “espirituales”
de nuestro cerebro, que con otros neurocientíficos
llamamos ondas de “psicomateria” van, en el acto
psi, a cohesionarse como forma-pensamiento hacia
el paciente. Estas ondas se sintonizarán con la misma
frecuencia vibratoria del consultor. Atención: esta
acción será eficaz en proporción a la implicación y el
papel de protagonista de su curación por parte del
paciente. Antes, en común, definimos una estrategia
definiendo uno (o los) esquemas de visualización activa
que simbolizan su curación. Desde luego, estas pocas
frases no pueden reemplazar las casi ocho horas dedicadas
a este tema durante nuestros cursillos.
Desde hace más de diez años, he privilegiado mis experiencias
psi sobre lo viviente y me he apartado de las
demostraciones sobre la materia. En este campo, no
colaboro sino con las instituciones médicas oficiales con
los protocolos adecuados. En efecto, ¡aquí no se trata de
simples barras de aleaciones para doblar! Lo que puedo
confiar actualmente —al no poder extralimitarme,
comunicando antes de las publicaciones— es que los
resultados son muy positivos, y ello en patologías en las
que nos encontramos desabastecidos por la ausencia
de medicamentos eficaces. Pienso especialmente en
las enfermedades degenerativas del cerebro o hasta en
las enfermedades auto-immunes. Se trata de confirmar,
por estos trabajos, lo que ya sabíamos desde hace milenios:
un ser humano que sufre puede ser aliviado por
otro ser humano, cualquiera que sea el camino terapéutico,
espiritual o simplemente intuitivo que utilice.
Es un acto esencial hecho de humanismo, corazón
y alma, que se pone en acción. Podemos estudiar los
resultados, proponer estados mentales útiles, pero nos
es muy difícil poner de manifiesto todos los parámetros
que concurren al acto de curación. Personalmente,
pienso que es mejor así, pues hay una dimensión espiritual
que no tiene que pertenecer a la Ciencia.

L.J.S.: Cuando nos encontramos por primera vez,
tu búsqueda correspondía a la del parapsicólogo
clásico que no se interesa especialmente por las
 Las partículas de psicomateria (ondas de…) son al cerebro lo
que las ondas hertzianas a la televisión.
 En todos los casos, jamás pedimos al consultante que suprima
o modifique las prescripciones medicamentosas.
cuestiones de la mediumnidad y, en consecuencia,
de la supervivencia del espíritu y su reencarnación.
Desde entonces, ¿has ampliado tu campo de
reflexión a estos ámbitos? ¿Qué te ha llevado a eso?

Hace unos diez años, quedé muy impactado después
de asistir a una experiencia de TCI. (*) Busqué con mucha
honestidad intelectual si no podían inmiscuirse artefactos
en este tipo de experiencias. Fui verdaderamente
muy pugnaz: hice analizar por un ingeniero de sonido
de France Télévision las cintas magnéticas grabadas y las
conclusiones de su análisis me impulsaron a ir más lejos.
“… sin duda estas no son voces humanas sino producto
de un “bricolaje” con la ayuda de un sintetizador, mesa
de mezclas u otros… ”. Conociendo bien el origen de
las cintas que me habían sido confiadas por una asociación,
concluí que necesitaba proseguir mis investigaciones.
Asistí entonces a sesiones de mediumnidad
en salas, y allí se me confirmó plenamente el hecho de
que las comunicaciones con las conciencias desaparecidas
eran una realidad. Admitir eso, era considerar que
la conciencia, el espíritu, el alma, no son de la misma
naturaleza que nuestra envoltura carnal. Además, todo
eso iba en el sentido de mis publicaciones y de las de
los investigadores en neurociencia: la conciencia es
no-local. Por otra parte, tenemos una prueba manifiesta
de esta no-localidad durante las NDE (**) o las salidas del
cuerpo (OBE). Para abreviar, ya no tengo ninguna duda
y estoy muy feliz de incluir el tercer tema de mis cursillos
que expone por qué la supervivencia del espíritu
no está en contradicción con nuestros conocimientos
científicos actuales, ¡por el contrario!
(*) Trascomunicación instrumental (N. del T.)
(**) Experiencia cercana a la muerte (N. del T.)

L.J.S.: Como espíritas, deseamos ver nacer convergencias
entre diferentes investigaciones que no
están muy alejadas (NDE, los casos de Stevenson,
psicoquinesia, clarividencia, hipnosis, física cuántica…
y espiritismo). Uno a veces tiene la impresión
de que cada uno se aferra a su propia especialidad
sin crear un puente con la investigación del vecino.
¿Cuál es tu sentimiento sobre esta materia? ¿Y cómo
ves tú las cosas en una perspectiva de porvenir?

Estoy feliz de que menciones esta noción de sinergia
inexistente… en el mejor de los casos; hostil en el peor.
Yo estoy verdaderamente por un sincretismo de investigaciones
en estos campos. Lo que para nosotros puede
ser fuente de irritación, es que tenemos las pruebas que
mostrar de la supervivencia del espíritu, de la mediumnidad,
de la TCI (médiums, magnetófonos, televisores,
ordenadores, etc.). Comienzo a ser invitado a los
programas de TV sobre el tema del Más Allá. Tema que
empieza a ocupar un tercio de mis actuaciones relacionadas
con la parapsicología. ¡Sigo siendo optimista
para los tiempos que vienen!

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