EL POR QUÉ DE UN NUEVO BLOG

Después de abrir y mantener actualizado el blog: CENTRO VIRTUAL DE ESTUDIOS

ESPIRITISTAS Y AFINES, para la formación doctrinaria dentro de los postulados eminentemente racionalistas y laicos de la filosofía espírita codificada por el Maestro Allan Kardec que exhibe la Confederación Espírita Panamericana, a la cual nos adherimos, creímos conveniente abrir un nuevo Blog de un formato más ágil y que mostrase artículos de opinión de lectura rápida, sin perder por ello consistencia, así como noticias y eventos en el ámbito espírita promovidos por la CEPA, a modo de actualizar al lector.
Esa ha sido la razón que nos mueve y otra vez nos embarcamos en un nuevo viaje en el cual esperamos contar con la benevolencia de nuestros pacientes y amables lectores y vernos favorecidos con su interés por seguirnos en la lectura.
Reciban todos vosotros un fraternal abrazo.
René Dayre Abella y Norberto Prieto
Centro Virtual de Estudios Espiritistas y Afines "Manuel S. Porteiro".



sábado, 18 de agosto de 2012

D O S S I E R
FANTASMAS & POLTERGEIST
por
JOCELYNE CHARLES


LE JOURNAL SPIRITE N° 70 OCTUBRE 2007
¿Qué es un Poltergeist?
La palabra alemana Poltergeist (de poltern:
hacer ruido; Geist: espíritu) significa ruido de fantasma o
espíritu golpeador que se encuentra en las casas encantadas.
Los Poltergeist pueden manifestarse de varios modos:
Ruidos diversos:
Alboroto, estrépito, carreras, golpes sordos o, por el contrario,
nítidos, dados sobre las puertas, las paredes o los muebles,
pasos, murmullos, gemidos, pequeños gritos, aullidos, quejidos
sordos o desgarradores, crujidos siniestros, voces humanas
incomprensibles, timbres que se activan espontáneamente
aun cuando estén desconectados.
Desplazamientos:
Aparición o desaparición de objetos, muebles que vuelan,
levitaciones involuntarias, lluvias de piedras que siguen
trayectorias contrarias a las leyes físicas o se detienen en
el aire, o caen lentamente, o alcanzan con insólita destreza
un objetivo determinado, o hasta golpean sin hacer daño,
puertas o ventanas cerradas que se abren solas, cuadros
que caen de las paredes, desplazamiento de objetos
en direcciones inesperadas. A veces los objetos pueden
atravesar tabiques, paredes o techos sin estropear las
superficies, cortinas arrancadas de las camas, desaparición
repentina de objetos que son restituidos más tarde en
forma misteriosa, adornos frágiles que saltan sin romperse,
objetos sólidos que se quiebran.
A veces los fenómenos van acompañados por olores infectos
o efluvios perfumados, corrientes de aire helado, baja de
temperatura; los objetos pueden generar cierto calor que
puede llegar hasta la quemadura. Sin embargo, raramente
se han visto casos en que los testigos hayan sido víctimas
de heridas. Los hechos provocan temor y pueden llevar al
abandono de los lugares. El fenómeno Poltergeist comienza
de un día para otro, sin avisar, y cesa tan bruscamente como
empezó. La duración de las perturbaciones de los espíritus
golpeadores es variable, puede ir desde algunas horas hasta
algunos años. Las manifestaciones tienen lugar de día o de
noche, dejan rastros de su paso y pueden causar estragos.
Estos desórdenes existen en todos los países, en la ciudad o
en el campo, en el interior o en el exterior de las casas. Los
hechos son observados por muchas personas, los habitantes
de la casa, parientes, vecinos, amigos o gendarmes. También
se observa que estos fenómenos se muestran a menudo en
relación directa con la presencia de una o un adolescente.
Los Poltergeist existen desde hace mucho tiempo. Antaño y
por influencia de la Iglesia, se clasificó a estas manifestaciones
en la categoría de los fenómenos diabólicos.
He aquí cierto número de casos del pasado inventariados y
relatados por Emile Tizané:
- En el año 550, una misteriosa lluvia de piedras vino a abatirse
sobre la casa del diácono Helpidius, médico del rey Thieny,
hijo de Clodoveo.
- El cronista bizantino Zonaras menciona otra lluvia de piedras
que, a pesar de una rigurosa vigilancia, se abatió durante
tres días sobre la habitación donde agonizaba el emperador
Constantino VII.
- Otros historiadores han reportado que en el año 1000,
cayeron piedras durante tres años cerca del castillo de
Joigny, sobre la casa solariega del gentilhombre Arlebaud.
Los proyectiles procedían del límite de los campos, de los
caminos, de edificios alejados y se amontonaban sin herir
a nadie.
- Parecidas lluvias de piedras fueron registradas en 1110 en
Rávena y en 1138 en Mans.
- En 1749, en el distrito de Salzburgo, una joven sirvienta fue
condenada a muerte por haber producido fenómenos de
Poltergeist.
- En 1848 en Hydesville, Estados Unidos, ruidos misteriosos
y golpecitos se dejan oír en casa de la familia Fox. Las
hermanas Fox determinan la presencia del espíritu que
frecuenta los lugares gracias a un código de comunicación
por golpecitos.
- En 1898 en Giogoli, cerca de Florencia, una lluvia de piedras
se abate alrededor de una vivienda a pesar de la presencia
de los carabineros.
Procesos verbales de gendarmería
Cuando ocurren hechos sorprendentes en una casa, los
habitantes llaman a los gendarmes para buscar al responsable,
pero con mucha frecuencia no se le encuentra. Emile Tizané,
antiguo comandante de gendarmería investigó durante
cuarenta años sobre los espíritus golpeadores, examinando
los datos que su posición le permitía reunir. Su libro “L’hôte
inconnu dans le crime sans cause” (El huésped desconocido
en el crimen sin causa) (edición Tchou), es el resultado de sus
investigaciones. He aquí extractos de los procesos verbales de
gendarmería que él recopiló:
PV del 26 de diciembre de 1928. Brigada de gendarmería
de Bourdinière (Eure et Loir). La Sra. Liard declara: “En mi
granero se producen crujidos, como si el techo se fuera a
derrumbar, o también, hay una carrera desenfrenada como si se
hubiera soltado una docena de perros”

PV Nº 29 del 29 de enero de 1946. Brigada de
gendarmería de Jarny (Meurthe-et-Moselle). Los gendarmes
investigadores escriben: “A las 8:45 de la noche, la puerta
fue sacudida violentamente, como si alguien golpeara con el
puño. Las linternas de bolsillo iluminaron enseguida la puerta,
y no se observó nada que indicara la presencia de un individuo
o de algún artificio que pudiera sacudir la puerta. A las 9:15,
se produjo el mismo fenómeno, así como a las 9:30, menos
violento que la primera vez. El ruido podía ser percibido por lo
menos a 200 metros. Podemos certificar que ningún individuo
ha sido visto u oído en las proximidades”.

PV Nº 321 del 24 de noviembre de 1943. Brigada
de gendarmería de Frontenay-Rohan-Rohan. (Deux-Sèvres).
El Sr. Auché Henri declara: “En cierto momento, observé un
pequeño horno a carbón desplazarse hacia el centro de la
cocina donde fue volcado”.
La Sra. Coufleau Angeline declara:
“Algunos instantes después, vi perfectamente una caja metálica
desplazarse sobre la mesa para venir a caer cerca de la puerta”.

El Sr. Berthouneau Daniel declara: “He visto un paquete de un
kilo de azúcar desplazarse sobre el entarimado por una distancia
de unos dos metros”. La Sra. Auché Alexandrine declara: “Las
cajas han ido hacia el aparador y la cama. Una caja de botones
depositada sobre los peldaños de la escalera ha ido a volcarse
cerca de la chimenea; los cepillos para ropa abandonaron el
velador para irse a la chimenea. Otra caja que contiene recibos
de todas clases se ha ido hasta la esquina del aparador. Las
servilletas que estaban colgadas cerca de la ventana se han
ido al fregadero, detrás de un cubo. El cepillo de lavar que
se encontraba en este lugar se ha ido cerca del aparador. La
ropa depositada cerca de los peldaños de la escalera ha ido a
colocarse sobre una butaca, cerca del aparador. Mi chaqueta,
que estaba colocada sobre mi cama, se vino hasta cerca de
la puerta. Un zapato que se encontraba sobre el estante,
en el hueco de la escalera, ha ido a colocarse sobre el borde
de la cama”. El comandante Tizané declara:
“Un estruendo
espantoso, y recibimos sobre la cabeza cientos de trozos de
porcelana. La lámpara sufrió las consecuencias de la rotura.
Buscamos la causa y encontramos en el suelo una tapadera de
caja metálica, muy ligera, en cuanto a la caja (caja vacía de un
kilo); estaba sobre la cama…”

PV Nº 209 del 26 de abril de 1938.
Montfort-sur-Meu (Ille-et-Vilaine). La señorita C. A. declara:
Uno de mis zapatos se ha ido sobre la mesa de la sala mientras
la puerta estaba cerrada y yo los había depositado sobre la
cama del Sr. H. … Un día que estaba en el parque de la exsubprefectura
con el Sr. H., aparecieron pequeñas guijas en mis
bolsillos
”.
PV Nº 88 del 5 de septiembre de 1926.
Brigada de gendarmería de Ruines Le Roux (Cantal). Los
gendarmes escriben: “Para sorprender al malhechor que cada
noche desde hace tres días rompe los cristales de la casa Delmas,
tendimos emboscadas, junto con los habitantes de la aldea de Roux,
alrededor de esta casa, en la noche del 4 al 5 de septiembre de 1926.
Apenas nos habíamos instalado, cuando fue lanzada una piedra que
rompió el cristal de una de las ventanas de la caballeriza. A eso de las
diez, una segunda piedra que vino de la misma dirección se estrelló
contra la pared del edificio. A las once, otra piedra rompió un segundo
cristal de otra ventana de la caballeriza. A medianoche, una cuarta guija
fue lanzada contra una ventana del primer piso y también rompió un
cristal. Hacia la una, fue lanzada otra piedra y pasó por un cristal ya roto
antes en una ventana del primer piso. Cada vez las guijas son lanzadas
sobre una ventana iluminada y raramente fallan su objetivo, lo que
parece denotar cierta habilidad por parte de este malhechor. A pesar
de nuestras búsquedas no hemos podido descubrir el lugar donde se
esconde el autor de esta fechoría”

Según el PV Nº 29 del 29 de enero de 1930.
Brigada de gendarmería del Saint Georges du Vièvre (Eure). Los
hechos sucedieron del 10 de diciembre de 1929 al 7 de enero de
1930 en la farmacia Gourlin de Saint Georges du Vièvre. Se cuentan
36 manifestaciones y 70 objetos quebrados. Los tarros chocan en sus
estanterías, se desplazan por el laboratorio y se ponen a levitar antes
de romperse en el suelo. Un tarro que contiene 2 kilos de naftalina
oscila en su estantería y se rompe a 3 metros de su punto normal
de caída. Un pequeño tarro de alcanfor atraviesa bruscamente dos
habitaciones, para ir a estrellarse contra una puerta, lejos de su punto
de partida. Un mortero de mármol de más de veinte kilos se vuelca
sobre su pedestal. Un escabel utilizado para bloquear la abertura de la
puerta de un armario empotrado se encuentra en la otra extremidad
de la habitación. Otro día, es el turno de una silla que se encuentra
propulsada a dos metros del suelo. Los fenómenos cesaron a la salida
de la joven criada Andrée de 17 años.
Hoy, la empleada de la oficina de turismo confirma estos
acontecimientos e indica que su abuela ha visto el vals de los tarros.
El actual propietario de la farmacia adquirió el laboratorio en 1990
sin haber tenido conocimiento de estas manifestaciones y fue puesto
al corriente por los habitantes y los medios. Los informes de la
gendarmería le confirmaron los hechos.
Estos casos son anteriores a los años 1950, pero no por eso han
desaparecido los Poltergeist, buscando más cerca de nosotros
encontramos casos semejantes.
Ejemplo de Poltergeist
Lluvias de monedas
.
En Ramsgate (Kent) en Inglaterra, unas cuarenta piezas de cincuenta
peniques caen por pequeños golpes que han durado unos quince
minutos. Los testigos son formales: “No se las veía caer, se las notaba
únicamente cuando tintineaban sobre la calzada”. (Extracto del Daily
Mirror del 10/12/1968)
Lanzamiento de piedras en la clínica de Arcachon
El relato es de un médico, el Dr. Cuénot, y aparece en la Revue
métapsychique de junio de 1966, publicada por el instituto
Metapsíquico Internacional, propietario desde hace veintitrés años del
establecimiento donde tuvieron lugar los hechos. Desde mediados de
mayo hasta principios de septiembre de 1963, la clínica ortopédica de
Arcachon fue hostigada por la proyección de guijas, trozos de piedra y
fragmentos de ladrillos cuyo origen sigue siendo desconocido.
Durante este período, los enfermos, la mayoría tendidos
sobre los carros, recibieron aproximadamente de doscientas
a trescientas guijas de todo calibre. Las trayectorias de las
piedras, la dirección del tiro, la velocidad, el número y la
naturaleza de las proyecciones fueron muy variables. El horario
fue también muy caprichoso, pero sucedía particularmente al
anochecer. Nunca hubo enfermos heridos y si un par de ellos
fue tocado, lo fue sólo muy ligeramente. La única condición,
aparentemente necesaria y suficiente, era la presencia en los
alrededores de Jacqueline R., de diecisiete años. Ella misma
fue copiosamente lapidada. El Dr. Cuénot señala que la caída
de las piedras comenzó en el momento en que el personal y
los enfermos de la clínica se enteraron de que ésta iba a ser
cerrada o vendida. En esa época, una enferma, Angélina M.,
era particularmente buscada por las guijas. Fue sólo después
de la salida de Angélina (el 7 de julio) que Jacqueline tomó de
alguna manera el relevo. La caída de guijas se volvió cada vez
más frecuente, con una predilección siempre marcada por el
entorno de Jacqueline. Le bastaba con encontrarse algunos
minutos en un lugar cualquiera de las terrazas exteriores para
que las guijas comenzaran a caer a su alrededor. Si se ausentaba
de la clínica, cesaban los lanzamientos de piedras. En cuanto
reaparecía, aquéllos retornaban después de una latencia de
cinco a diez minutos cada vez. Al mismo tiempo, el peso, la
fuerza y el número de piedras lanzadas sobre los enfermos
aumentaron rápidamente hasta hacerse inquietantes en julio
y agosto: ciertos días, hubo una treintena. El doctor recurrió a
la policía, la investigación aún no ha terminado. Hoy, la clínica
ya no existe, en su lugar ha sido construido un inmueble, y
desde entonces no ha vuelto a caer ninguna piedra.
El Poltergeist de Enfield
Estamos en 1977 en la pequeña ciudad de Enfield en Inglaterra.
Después de un divorcio, la familia Harper compuesta por una
madre y sus cuatro hijos vive tranquilamente en una casa.
Todo comienza el 30 de agosto cuando en la habitación de
Pete y Janet, de 10 y 11 años respectivamente, comienza a
moverse la cama de los dos niños. Al día siguiente, la cómoda
de su madre se desplaza ligeramente, unos 50 cm. La madre
aterrorizada hace venir a los vecinos que escuchan ruidos
extraños. La noche siguiente, los juguetes se ponen a volar
y queman al tocarlos (bolas y legos). La familia advierte a la
policía que será testigo de estos extraños eventos; la agente
de Policía Carolyn Heeps contará que ha visto desplazarse
las sillas. Se verán libros volar de los estantes y se escuchará
repetidas veces una voz ronca en la parte superior de la cama
de Janet. La prensa se entera del asunto gracias a los parientes
de la familia que, por intermedio del Daily Mirror, contacta
entonces a la Society for Psychical Research. Esta asociación
enviará entonces a uno de sus especialistas, Maurice Grosse. Un
segundo investigador se les unirá, Guy Playfair. Los fenómenos
continúan, la familia y las dos personas de la asociación son
testigos de desplazamiento de objetos, de sillas, un radiador
es arrancado de la pared, la niña Janet levita repetidas veces
y se tomarán fotos a lo largo de la investigación. El cliché de
un lego, por ejemplo, no mostrará luego más que una mancha
oscura. Las perturbaciones afectan a la instalación eléctrica y
hasta a los aparatos de los investigadores: cámaras, aparatos
fotográficos etc. Los expertos no pudieron poner en duda la
autenticidad de la voz. Disimularon las cámaras y pudieron
filmar todos estos eventos. Los dos investigadores terminan
por entrar en comunicación con la entidad que les afirma
haber vivido en ese lugar desde hace 30 años y que se niega
a partir. La niña Janet es la más afectada por el fenómeno
y por momentos parece poseída por ese espíritu. Los niños
ven siluetas en la noche, sombras, como si hubiera alguien en
la habitación. El tiempo pasa y los fenómenos continúan, se
inician varios incendios en las gavetas, las paredes se cubren
de graffitis obscenos. Vendrán varios médiums para tratar
de calmar a los espíritus turbados… Y no es sino en 1979
cuando los eventos llegan a su fin, disminuyen en intensidad
luego de que Janet partiera algún tiempo para el hospital,
hasta desaparecer finalmente. Hoy, de 41 años y preocupada
por guardar los detalles de su vida privada actual, Janet es
inflexible sobre el hecho de que tuvo la experiencia de una
verdadera entidad paranormal. “Sé, por mi propia experiencia,
que era real” dice. “Eso vivía de mí, de mi energía. Trátenme de
loca o de farsante si quieren. Esos eventos se produjeron. El
Poltergeist era conmigo y en cierto sentido tengo la impresión
de que lo será siempre”.
Explicaciones espíritas
Ciertos casos de corta duración y de escasa importancia
pueden ser atribuidos a un psiquismo humano perturbado que
actúa inconscientemente sobre la materia. Es la psicoquinesia,
aptitud para actuar sobre los objetos por la sola fuerza del
espíritu, lo que puede explicar las manifestaciones. Pero, la
mayoría de los casos revela la presencia de espíritus. En El
Libro de los Médiums, Allan Kardec nos explica: “La tiptología
(golpecitos) es un medio de comunicación como cualquier
otro, y que no es no más indigno de los Espíritus elevados que
la escritura o la palabra. Todos los Espíritus que golpean no son
pues Espíritus golpeadores; este nombre debe ser reservado
para aquellos que pueden llamarse golpeadores de profesión,
y que, con la ayuda de ese medio, disfrutan paseándose para
entretener a una sociedad, o vejarla con su importunidad.
De su parte pueden esperarse a veces cosas espirituales,
pero nunca cosas profundas; por eso, sería perder el tiempo
dirigirles preguntas de cierto alcance científico o filosófico;
su ignorancia y su inferioridad les han valido con justicia, la
calificación por parte de los demás Espíritus, de espíritus
acróbatas o saltimbanquis del mundo espírita. Añadamos
que, si a menudo actúan por su propia cuenta, también son
con frecuencia instrumentos de los que se sirven los Espíritus
superiores cuando quieren producir efectos materiales”
.
Luego de su fallecimiento, el espíritu puede encontrarse
en turbación. El bajo astral está compuesto de espíritus
conscientes de su estado pero que rehúsan pasar el túnel; de
espíritus malvados, pero igualmente de espíritus inconscientes
de su estado, que permanecen cercanos a las vibraciones
terrenales. Con frecuencia, estos últimos no aceptan la
llegada de intrusos a su casa. Rechazan por celos, por codicia.
Entonces el odio o la maldad los impulsan a provocar
fenómenos para hostigar a los recién llegados a su casa. Pero
ocurre también que ese espíritu trata de comunicarse, de
mostrarse, de enviar un mensaje para probar su existencia. El
espíritu se manifiesta utilizando la energía de alguna persona
presente en el lugar. Ocurre también que una de ellas tiene
un potencial mediúmnico, una sensibilidad mayor, entonces
el espíritu utilizará ese potencial para manifestarse a espaldas
de esa persona. Esos espíritus manifiestan su turbación, su
sufrimiento o su voluntad de perjudicar. Pueden ser liberados
por el contacto espírita y las manifestaciones cesan.

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