EL POR QUÉ DE UN NUEVO BLOG

Después de abrir y mantener actualizado el blog: CENTRO VIRTUAL DE ESTUDIOS

ESPIRITISTAS Y AFINES, para la formación doctrinaria dentro de los postulados eminentemente racionalistas y laicos de la filosofía espírita codificada por el Maestro Allan Kardec que exhibe la Confederación Espírita Panamericana, a la cual nos adherimos, creímos conveniente abrir un nuevo Blog de un formato más ágil y que mostrase artículos de opinión de lectura rápida, sin perder por ello consistencia, así como noticias y eventos en el ámbito espírita promovidos por la CEPA, a modo de actualizar al lector.
Esa ha sido la razón que nos mueve y otra vez nos embarcamos en un nuevo viaje en el cual esperamos contar con la benevolencia de nuestros pacientes y amables lectores y vernos favorecidos con su interés por seguirnos en la lectura.
Reciban todos vosotros un fraternal abrazo.
René Dayre Abella y Norberto Prieto
Centro Virtual de Estudios Espiritistas y Afines "Manuel S. Porteiro".



sábado, 11 de agosto de 2012

                                                    EL PENSADOR AUGUSTE RODIN

LA ACCIÓN DEL PENSAMIENTO
EN EL MÁS ALLÁ
D O S S I E R
TELEPATÍA Y FUERZA DEL PENSAMIENTO
por
J O C E LY N E C H A R L E S
LE JOURNAL SPIRITE N° 89 JUILLET 2012


El espíritu encarnado está constantemente en
actividad, y para hacerse comprender por los otros,
utiliza su cerebro para expresar sus pensamientos
por medio de la palabra. A veces le es difícil expresar
exactamente lo que siente, por no encontrar siempre las
palabras justas para decirlo. Pero más allá del lenguaje,
el pensamiento se transmite inconscientemente, sigue
siendo una fuerza cuyo poder aún se desconoce en
parte.
El pensamiento: lenguaje del espíritu
Quizás les haya sucedido a ustedes que reciben una
llamada telefónica, o la visita, de una persona en la
que estaban pensando poco tiempo antes y en ese
momento le dicen: “¡Justamente estaba pensando en
ti!” Es la telepatía, función que responde a la naturaleza
profunda de cada uno de nosotros. Puede desarrollarse
en ciertas personas más sensibles que otras y capaces
de emitir, o recibir, una información. Eso significa que
el pensamiento de un individuo puede ser captado
por otro sin que intervenga un sentido físico. Siendo
la naturaleza del hombre ante todo espiritual, el
pensamiento, atributo esencial del espíritu, tiene las
mismas características en estado encarnado que en
estado desencarnado. Es una fuerza vibratoria que
trasciende a la materia. Para comprender esta fuerza
del pensamiento, es necesario admitir la naturaleza
espiritual del hombre, la existencia del espíritu y
del doble periespiritual. Nuestro espíritu preexiste
al cuerpo físico y continúa existiendo después de la
muerte para proseguir su evolución.
Pensar es concebir una reflexión por medio de un
trabajo del espíritu para llegar a las ideas, las opiniones
y las nociones intelectuales. El pensamiento pertenece
al hombre, en todos sus estadios de evolución. Vivos o
fallecidos, seguimos pensando.
Los tres estados del pensamiento
Cuando pensamos, emitimos un
fluido. Este fluido es el vehículo del
pensamiento, como el aire es el
vehículo del sonido. El pensamiento
dirigido es un fluido que se exterioriza
desde el sujeto emisor para convertirse
en vibración. Cuando esta vibración
alcanza su objetivo, se convierte
en efluvio. Estos tres estados del
pensamiento nos han sido enseñados
por los espíritus. Nosotros “emitimos”
permanentemente, actuamos sin
saberlo. Emitimos vibraciones que se
propagan, que alcanzan su objetivo
e igualmente las recibimos. ¿En qué se convierte
ese pensamiento una vez emitido? Alcanza más o
menos lo que le rodea, nuestro planeta, los seres
que lo pueblan, los seres desencarnados. Así, por la
naturaleza de sus pensamientos y según su conciencia,
el hombre actúa permanentemente sobre su medio.
Todos los pensamientos, buenos o malos, constituyen
un inmenso campo vibratorio que crea un ambiente
espiritual general entre los humanos y sobre el planeta.
La fuerza del pensamiento
como medio de acción

Podemos utilizar nuestra fuerza de pensamiento para
actuar. El resultado obtenido está a la medida de la
voluntad, la sinceridad y el sentimiento del emisor.
Ciertos espíritas pueden ser invitados por los espíritus
que se manifiestan en el seno de nuestra Asociación,
para trabajar por medio del pensamiento a favor de
una causa muy definida. Estas misiones son de orden
individual o colectivo.
¿Rezar o pensar?
La idea de que la oración puede actuar sobre los seres
y los acontecimientos se encuentra desde siempre,
en todas las religiones y en numerosas corrientes
espiritualistas.
La oración es la formulación de un pensamiento,
generalmente positivo, hecho por el espíritu y cuando
se practica colectivamente, en una misma orientación,
esta energía se decuplica tantas veces como emisores
hay.
He aquí la definición dada por un espíritu, de lo que
debe ser la oración pero también de lo que no debe
ser: “… La oración no es una expectativa, sino una acción
del espíritu responsable que da su amor. La oración no
es un recitativo sino un verbo que lleva su función hacia
aquel que la necesita. La oración no consiste en rogar
falsamente a Dios con aire contrito y el rostro contraído
de dolor. La oración es una alegría, una función inherente
al espíritu, una telepatía del alma. La palabra degradada
por los hombres ha perdido su sentido original. Recen,
recen sí, amigos míos con todas sus fuerzas, es decir
con todo su deseo de aportar al otro lo que espera de
ustedes…”

Hay oraciones que no hacen intervenir
a una entidad particular. Se tratará de
dirigir su pensamiento, su oración de
curación, por ejemplo, hacia sí mismo
o hacia otra persona. Es la utilización
de la fuerza del pensamiento, del
pensamiento positivo en favor del
prójimo. Y hay oraciones que harán
un llamado a una fuerza que nos es
superior: Dios. Los espíritas añadirán
a los espíritus, a los guías. Citemos un
extracto de mensaje: “… Dar, amar,
compartir son los verbos a ser recordados
cuando se les añade la función esencial
del espíritu que es el pensamiento.
Pensar bien, pensar auténtico, he aquí una construcción
extraordinaria a su alcance, mis caros amigos espíritas.
El que piensa bien, el que piensa correctamente, activa
entonces a su alrededor un conjunto perfectamente
coherente de ondas positivas que en vez de dispersarse
en forma azarosa, sabrán alcanzar el objeto humano
de la demanda, o mejor aún, al espíritu o los espíritus
desencarnados protectores, para que esta demanda, si es
justa, sea satisfecha de manera efectiva…”

La acción del pensamiento, ya sea colectiva o
individual, ya sea cadena fluídica u oración, es producto
del espíritu que piensa, que imagina. Dirigidos dentro
de una red de ondas y vibraciones, sus pensamientos
serán recibidos.
La ayuda a los parientes fallecidos
Enfrentados a la muerte, ante el fallecimiento de un
pariente, existe una acción simple y determinante al
alcance de todos. Cualquiera que desee actuar por
medio del pensamiento puede formar una cadena
fluídica. Una cadena fluídica consiste en emitir un
pensamiento, una oración, hacia ciertos objetivos
precisos. Puede permitir a un ser recientemente
fallecido comprender su nuevo estado, apartarlo
de una eventual turbación y ayudarlo a franquear
el túnel que lo conducirá al más allá, hacia su guía,
hacia aquellos a quienes ha amado y conocido. Esa
acción puede ser realizada por todos nosotros. Para
hacer una cadena, son necesarias por lo menos tres
personas, darse la mano formando un círculo y pensar
intensamente en el espíritu a ser ayudado. He aquí
una forma de proceder: fijen su espíritu en la persona,
imagínenla, concreten esta situación con imágenes
mentales, luego, por medio del pensamiento, entablen
un diálogo llamándola por su nombre, aportándole
las informaciones necesarias para su comprensión,
a saber, que su espíritu vive siempre, que de alguna
manera debe despertar en serenidad, entrar en el
túnel, transitar por allí, que percibirá una luz, que debe
avanzar y reunirse con su guía que le espera. Esto
durante tres a cuatro minutos, luego hay que romper
la cadena soltando rápidamente las manos. Puede
acompañarla una música apropiada. Esta acción
puede repetirse dos o tres veces, o más, en los días que
siguen, sobre todo si se trata de una muerte violenta
como un suicidio o un accidente.
La cadena fluídica no es el único medio de
acción. También pueden realizarse acciones para
circunstancias más generales, dentro de una unión de
pensamientos dirigidos hacia los espíritus guías.
Ejemplos de acciones de pensamiento
Nuestros fluidos son útiles y esenciales en el mundo
invisible. Si son dirigidos voluntaria y conscientemente,
se conjugan con los de los espíritus para influencias
y acciones que van en el sentido de la evolución del
planeta Tierra. Los espíritas se reúnen a fin de unir su
fuerza de pensamiento para actuar en una orientación
común, definida de antemano. El pensamiento dará
en el blanco y con un trabajo regular, se obtendrá
un resultado. Numerosas son las causas a defender
en nuestro planeta, para el progreso de nuestras
sociedades. Por eso, las misiones de pensamiento
reúnen varios temas por ejemplo, la paz en el mundo,
el fin de la pena de muerte, el fin de la miseria, el
equilibrio del entorno natural del planeta, etc.
Pensar la paz
El equilibrio de nuestro mundo es frágil. Muchos
países aún sufren la guerra, trágica consecuencia
de las acciones humanas donde el poder y el dinero
dominan las decisiones políticas de ciertos dirigentes.
Los que luchan por la paz arriesgan su vida y con
frecuencia terminan asesinados. Actuar por medio del
pensamiento, conjuntamente con el mundo de los
espíritus, en conciencia y en amor puede influenciar
las decisiones de los hombres y modificar el curso
de las cosas. Las relaciones humanas se fundan a
menudo en el dominio y el egoísmo. Pensar, rezar para
que el hombre no sucumba a la tentación del odio y
la violencia, sino que obre por la paz, por un mundo
más justo, es el papel de los humanos conscientes
del mundo en que viven y conscientes de su fuerza
pensamiento.
Pensar el fin de la turbación
de los espíritus que sufren

Cuando un individuo muere violentamente, su
espíritu no se desprende inmediatamente de su
envoltura carnal. La separación del cuerpo y el espíritu
se produce muy lentamente, de modo inconsciente,
mientras el espíritu sigue sintiendo los sufrimientos
inherentes a su forma de desencarnación. Queda
fijado en ese instante. El tiempo se detiene para él
en el momento de sus últimos instantes. El tiempo se
perpetúa entonces en un eterno presente. Después de
una muerte brutal, le haría falta mucha fuerza y certeza
al espíritu para no estar en turbación. Para el espíritu
que vive la turbación en forma duradera, no hay
verdaderos contactos con el más allá. Puede percibir el
llamado de su guía, puede sentir presencias, pero por
temor y porque su conciencia está alterada, rechaza la
tentativa de contacto y se repliega sobre sí mismo, se
encierra en su imaginación o bien permanece detenido
en el traumatismo de su muerte brutal. El bloqueo es
tal, que el espíritu en turbación sólo percibe lo que
imagina. En ciertos casos, percibe el entorno humano
que ha dejado, pero su contacto con la realidad del
más allá no será efectivo sino después de haber vivido
el paso del túnel. En el seno de las sesiones espíritas,
recibimos a estos espíritus atormentados. Los guías
no pueden llegar hasta los espíritus en turbación,
aún demasiado impregnados de nuestras vibraciones
materiales. No son escuchados. Sin embargo, los
espíritus que sufren, todavía muy cercanos a nosotros,
pueden oírnos. Cada uno a nuestro modo, espírita o
no, podemos ayudarlos por medio de la oración y la
fuerza del pensamiento. Como espíritas, utilizamos la
mediumnidad dentro de una sesión organizada: es la
sesión de liberación. El acto espírita esencial consiste
entonces en emprender la liberación de estas almas
turbadas, atormentadas, por medio del diálogo, la
fuerza de convencimiento, la oración, con miras a
ayudarlas a tomar conciencia de su nuevo estado.
Durante esta sesión particular, el soporte musical
es una ayuda a la oración y al recogimiento, para el
médium y los participantes, lo cual refuerza la eficacia
del pensamiento dirigido. Las energías se suman y se
concentran en forma de un fluido que se traslada en la
onda vibratoria y se transforma en efluvio, envolviendo
al espíritu para alcanzar lo más profundo de él y
despertarlo a su conciencia espiritual. Durante estas
sesiones de liberación, el pensamiento de los espíritas
y el de los espíritus se conjuga en el mismo instante,
los unos impulsando al espíritu fuera del campo de su
erraticidad, y los otros atrayéndolo hacia la salida del
túnel que representa el verdadero paso al otro mundo.
Pensar la liberación
de los espíritus malos

El más allá es el reflejo de lo que conocemos en la
Tierra, es decir un mundo donde se encuentran el
bien y el mal, el amor y el odio. El más allá no está
poblado sólo de buenas intenciones. Los espíritus
que nosotros calificamos de “malos” utilizan
voluntariamente su relativa conciencia para seguir
propagando ideas de odio, destrucción, crimen o
venganza, manipulando mentalmente a ciertos seres
humanos que se convierten entonces en instrumento
de sus pensamientos y de sus deseos. La acción de
los espíritas consiste en liberar a esos espíritus. En
las sesiones, con la presencia de un médium, cada
participante concentra sus pensamientos en el
espíritu en rebelión y piensa su pedido de perdón,
piensa en su vuelo hacia el guía que le espera. Estos
fuertes pensamientos, aunados al diálogo, llegan
progresivamente al espíritu y lo debilitan poco a
poco. Gradualmente toma conciencia del mal que ha
hecho y comienza a dudar, lo cual engendra en él un
sufrimiento. Su toma conciencia del mal que ha hecho
se expresa en un grito: “¡Perdón Dios mío!” Ese perdón,
una vez pronunciado con sinceridad, lo lleva hacia los
espíritus y más particularmente cerca de su guía. “Se
ha liberado”.

Cuanto más se libera el sufrimiento de la turbación
y más se libera a los malos espíritus, más reencarnan
esos espíritus en mejores condiciones. Lo cual, sin
duda, tendrá verdadera repercusión en la evolución
de la humanidad en su totalidad.
Nuestra responsabilidad de pensar bien
Viviendo encarnados en las vibraciones de la materia,
nuestros pensamientos tienen una acción directa
sobre la materia, mientras que el mundo invisible,
aun libre de toda traba, tiene una influencia limitada
sobre el mundo material. Nuestros fluidos son pues
útiles y esenciales al más allá. Si son voluntaria y
conscientemente dirigidos, se convierten en una
fuerza de oración que se conjuga con la de los espíritus
para las influencias y acciones que van en el sentido de
la evolución del planeta Tierra.

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