LA CONVERSIÓN ESPIRITISTA DEL PRESBÍTERO CARLOS MARÍA DE HEREDIA
22 octubre 2013 por
idafe
Por: Oscar M. García Rodríguez
Allá
por las primeras décadas del siglo XX, se hizo muy popular en los
Estados Unidos de Norteamérica y también en el mundo hispanoamericano,
el mexicano y Presbítero de la Compañía de Jesús padre Carlos María de
Heredia (1872-1951). Esta fama provenía de las intensas campañas que
venía realizando desde hacía tiempo, mediante las cuales pretendía
demostrar la – a su juicio – falsedad de los fenómenos que se producían
en las sesiones mediúmnicas, de cuyo estudio se derivó la doctrina
espiritista. Fruto de esa intensa labor de oposición fue la publicación
en 1930 de una obra que inmediatamente se convirtió en un clásico dentro
de dicha línea de pensamiento, titulada “Fraudes Espiritistas y
Fenómenos Metapsíquicos” (1).
Fue amigo íntimo de Harry Houdini (Erik
Weisz era su verdadero nombre), el gran mago y escapista norteamericano
de origen húngaro, quien se destacara también por su denodado esfuerzo
en demostrar que tras las sesiones
mediúmnicas – donde se sostenía que los espíritus se manifestaban – lo
único que se escondía era un monumental fraude. Y a semejanza de éste,
el padre Heredia se dedicó igualmente durante años a hacer giras y
presentaciones por diferentes ciudades norteamericanas y en méxico, en
cuyos teatros ofrecía un espectáculo en el que mediante artes de
prestidigitación imitaba parte de los fenómenos que se producían en las
sesiones con los grandes médiums de antes y de entonces.
Todo esto no tendría mayor importancia y
podría dejarse aquí como uno más de los hechos que forman parte del
amplio anecdotario de reacciones tendenciosas que el surgimiento del
Espiritismo provocó en ciertos ámbitos, ya que la literatura de
oposición a los hechos y tesis espíritas cuenta con un buen número de
títulos originados dentro de nuestro ámbito cultural – especialmente
encuadrados en el orbe católico – en su mayor parte vacíos de unas
mínimas condiciones de objetividad que permitan a cualquier persona
ajena a prejuicios, siquiera tenerlos en consideración. Ahora bien, lo
que no sabe la inmensa mayoría de lectores de la citada obra, que siguen
considerando como uno de los más logrados exponentes de la “cruzada
antiespiritista”, es que algunos años más tarde el padre Heredia vivió
una experiencia fundamental que hizo cambiar radicalmente su antagónico
posicionamiento en torno a la fenomenología mediúmnica y la
interpretación espiritista. A este poco divulgado acontecimiento nos
vamos a referir seguidamente.
En
1944 se había fundado en la ciudad de México el Instituto Mexicano de
Investigaciones Metasíquicas (I.M.I.S), cuyo precursor había sido desde
1939 el Círculo de Investigaciones Metasíquicas de México. El creador de
ambas instituciones y su principal animador hasta su muerte en 1955,
fue don Rafael Álvarez Álvarez, fundador del banco Fiduciaro de México,
Diputado y Senador de la República.
Desde principios de 1940, en que
comenzaron a redactarse los protocolos de las sesiones, hasta el mes de
abril de 1952, se realizaron, primero en el Círculo y luego en el
I.M.I.S., un total de 107 sesiones con el notable médium mexicano de
efectos físicos Luis Martínez, apodado “Luisito” (1898-1973), en las que
se obtuvieron importantes fenómenos, incluyendo la materialización
completa de diversas entidades espirituales.
Atendiendo
a un deseo póstumo de don Rafael Álvarez y Álvarez, por fin en 1960 se
publicaron en México reunidos en un volumen, los protocolos del
I.M.I.S., bajo el título “Una Ventana al Mundo Invisible” (2). En su
introducción, de la autoría del Dr. Gutierre Tibón (1905-1999), se
relata lo siguiente:
“En el otoño de 1941 leía en la
revista neoyorquina “Newsweek” un artículo sobre personajes ‘olvidados’.
Junto con Mary Garden y Romain Rolland, menciona a Plutarco Elias
Calles. (…) Del antiguo “jefe máximo” de la revolución mexicana,
afirmaba que a raíz de su regreso a México, después de largo exilio
estadounidense, estaba convirtiéndose al catolicismo, por obra de un
sacerdote de la Compañía de Jesús: don Carlos María de Heredia. Añadía
«Newsweek» que el renombre universal de jesuita Heredia se debía a la
controversia con Sir Arthur Conan Doyle, en que demostró
irrebatiblemente al padre de Sherlock Holmes que el espiritismo es un
conjunto de trucos y alucinaciones”.
Lógicamente
sorprendido por tan insólita noticia, pues conocía bien la personalidad
del General Calles y su labor nada proclive a los privilegios católicos
durante su periodo al frente del gobierno mexicano, no pudo menos que
exclamar con admiración el introductor:
“¡El General Calles, promotor de la
lucha entre el estado y la Iglesia, dejaba de ser lobo y se volvía una
mansa oveja de la grey cristiana! Me pareció extraordinario. Al
encontrarlo, un domingo de ese mismo año, en la casa del Dr. Abraham
Ayala González, le pregunté si la noticia de «Newsweek», que entretanto
había sido reproducida por la prensa diaria de México, correspondía a la
verdad”.
La respuesta obtenida, como se verá, era
radicalmente diferente a lo que había sido recogido, con sospechosa
intención, en los citados medios escritos:
“Mi pregunta pareció divertir mucho al
general. Carraspeó, me dio una manotada cordial en el hombro, y me dijo
algo que me dejó perplejo:
-Confidencialmente, amigo, muy
confidencialmente, le digo que hay que invertir los términos. Soy yo
quien estoy convirtiendo al padre Heredia”.
Sigue diciendo el Dr. Gutierre Tibón:
“Volví a ver al general Calles en
forma de fantasma, varios años después de su muerte, en las sesiones del
Instituto Mexicano de investigaciones Síquicas. Dos veces se iluminó
bastante para que yo pudiera reconocer la inconfundible fisonomía del
caudillo: amplia la frente, los ojos pequeños, las cejas hirsutas, el
bigote menudo, el mentón voluntarioso. Me saludó con una palmada a la
espalda. También reconocí su voz: tenía la misma aspereza. Antes de
hablar tosía ligeramente, como acostumbraba hacerlo en vida. ¿Qué dijo?
¿Cuáles fueron sus mensajes? Una vez, después de saludar, habló así:
‘Vuelvo a repetirles que me siento muy satisfecho y como siempre me da
mucho gusto estar entre todos ustedes. Les quedo muy agradecido a mis
amigos y especialmente a Rafael, por haberme encauzado en esta senda
que me ha conducido directamente al progreso espiritual’”.
“(…)
En otra ocasión, Calles se dirigió al general José María Tapia, le hizo
levantar de su asiento y le dijo: ‘General, hay que seguir adelante,
sin desmayar, en estas sagradas doctrinas a las que me acogí en mis
últimos días. Siempre adelante, como buen soldado. ¿Me entienden?’ ”.
Poco después el introductor de la obra
nos aclara definitivamente el sentido de la sorprendente respuesta que
le diera el general Calles:
“(…) Pasaron varios años antes de que
yo comprendiera la respuesta sibilina que me dio el general Calles
respecto a la conversión, por él provocada, del padre Heredia. Don
Plutarco estaba convencido de que el ilustre jesuita había tenido que
rendirse a la evidencia palpando la realidad de los fenómenos, es decir,
que había comprobado que no se trata ni de supercherías ni de
alucinaciones”.
En efecto, don Rafael Álvarez y Álvarez,
de acuerdo con el general Calles, cursó una invitación al padre Heredia
para que asistiera como invitado de honor a la sesión que se iba a
desarrollar en el I.M.I.S. con el médium Luis Martínez, el 24 de
septiembre de 1941, a lo cual accedió el presbítero.
El sacerdote acudió y participó en la
cadena que formaban, entre otras personas, los generales José María
Tapia y José Álvarez y el notario Andrés Ruiz. He aquí lo que sucedió:
“Aquella noche memorable se
materializó otro espíritu guía del círculo: el médico oriental llamado
maestro Amajur; y no sólo se mostró al padre Heredia con toda claridad,
sino que también vertió agua en un vaso, la saturó de fluido magnético y
se la dio a beber. Luego apareció el fantasma de la hermana María de
Jesús e iluminó su rostro de manera especial ante el asombrado
presbítero; por fin se presentó el propio doctor Enrique del Castillo
(3), rodeado por muchas pequeñas luces. Estas levantaron al médium, con
silla y todo –lo que equivale a levantar un peso de casi 100 kilos- y
silenciosamente lo dejaron en el otro extremo del cuarto de
experimentación. El fenómeno se verificaba por vez primera. Tuve la
suerte de asistir a su repetición, más tarde, y vi literalmente volar al
médium a dos metros de altura”.
Impresionado por los hechos de los que
estaba siendo testigo, desarmado por las evidencias y sin posibilidades
de dudas, el sacerdote Heredia “pedía al fantasma Amajur que se le acercara llamándole con voz entrecortada por la conmoción. ‘hermanito’” (4).
Y como explica Gutierre Tibón:
“Lo que alegraba al general Calles era
que el enemigo acérrimo del espiritismo, el que declaraba que solo se
trataba de truco y superchería, había tenido que firmar el protocolo de
la sesión. En efecto, su firma (C. M. de Heredia S. J.) aparece en
primer término y da fe de la autenticidad de los fenómenos”.
Pero el caso del padre Heredia no es
único. Muchos antiguos opositores viscerales al espiritismo, finalmente
tuvieron la decencia de retractarse de su posicionamiento
irracionalmente hostil a toda la fenomenología mediúmnica y a la
interpretación espiritista de los mismos, tras dignarse a estudiar los
hechos, viéndose con el tiempo ganados por la fuerza y consistencia de
las pruebas obtenidas en los hechos que pudieron presenciar e
investigar. Entre ellos es bien conocido el caso del antropólogo y
criminólogo italiano Césare Lombroso (1836-1909), quien llegó a confesar
en cierta ocasión:
“Hasta el año 1890, no tuvo el
espiritismo adversario más tenaz y obstinado que yo. Mi respuesta
invariable a los que me incitaban a ocuparme del estudio de los llamados
fenómenos espíritas, era que hablar de los espíritus, de las mesas y
sillas que se mueven, era el cúmulo del absurdo…”.
Pero después de investigar en profundidad
las manifestaciones mediúmnicas producidas por Eusapia Palladino
(1854-1919), Lombroso se convenció de la autenticidad de aquellos
fenómenos y de la explicación espiritista de los mismos, convirtiéndose a
partir de entonces en uno de sus más grandes estudiosos y divulgadores.
TOMADO DE: http://grupoespiritaisladelapalma.wordpress.com/2013/10/22/la-conversion-espiritista-del-presbitero-carlos-maria-de-heredia/
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