FISIOLOGÍA DE LA MEDIUMNIDAD: MECANISMOS DE ALGUNAS MODALIDADES MEDIÚMNICAS
19 octubre 2013 por
idafe
Por: Oscar M. García Rodríguez
“La Mediumnidad es una
facultad humana, natural… Nada hay de sobrenatural en los hechos
mediúmnicos, por más que sus leyes escapen todavía a una plena
comprensión y no hayan encontrado el lugar apropiado en el acervo de los
conocimientos científicos”.
Jon Aizpúrua, “Fundamentos del Espiritismo”.
Introducción: Médiums y Mediumnidades
Enormemente complejo y en gran parte
desconocido, continúa siendo el mundo de la mediumnidad. Aún así que
tenemos suficientes informaciones contrastadas por la experimentación
para conformar una visión general del asunto e, incluso, para el
establecimiento de un sistema o método aceptable para el encauce y
educación de las facultades mediúmnicas, algo que el Espiritismo ha
hecho. Sin embargo otros varios aspectos del fenómeno de la mediumnidad
permanecen sin ser resueltos o aclarados plenamente, entre ellos la
intimidad de los mecanismos de su funcionamiento o la naturaleza de las
energías envueltas en estos fenómenos.
Igualmente, otra cuestión pendiente es la
del desentrañamiento completo de los procesos por el cual una entidad
espiritual puede llegar a comunicarse,
expresarse y actuar a través del cuerpo de un médium. No obstante,
informaciones orientadas a la explicación de los mismos, se pueden
encontrar en los tratados elaborados por los grandes investigadores de
la mediumnidad y también en las comunicaciones reveladas por variados
instructores espirituales a través de distintos médiums por todo el
mundo.
Nos proponemos en el presente trabajo
ofrecer algunas de esas informaciones y respuestas, especialmente las
que tras un riguroso análisis nos parecen más fiables, interesantes y
completas. Estas informaciones aportan, pensamos, una buena dosis de luz
para acercarse a tan escurridizo asunto con cierta profundidad y dosis
de verosimilitud; a todo ello uniremos algunas reflexiones y comentarios
personales. Pero no puede olvidarse que muchas de esas informaciones
hay que colocarlas todavía en el plano de las hipótesis. ¿Razonables?
Creemos que sí, pero siguen siendo hipótesis, al fin y al cabo, a la
espera de su definitiva verificación.
CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA MEDIUMNIDAD
Definición de médium
La palabra “médium” proviene del latín y
significa “intermediario”. Médium es, pues, aquel ser que puede actuar
como “intermediario” o “puente” entre el mundo espiritual y el mundo
físico. Tal como Allan Kardec lo expresa, “médium es toda aquella persona que siente, en mayor o menor medida, la influencia de los espíritus” (1).
Afirma también el inmortal francés, que en la actual etapa de la
humanidad raro es el ser humano que no sea portador de algún tipo de
cualidad en este sentido, por lo que en adelante hablaremos, para ser
más precisos y usar las palabras con mayor propiedad, de médium cuando esa capacidad se presente en un ser humano “en forma ostensible, bien caracterizada, evidenciando sus manifestaciones con cierta frecuencia e intensidad”, como dice el psicólogo, escritor y espírita venezolano Jon Aizpúrua.(2)
Tipos de Mediumnidad
La mediumnidad puede ser consciente,
semiconsciente o inconsciente, ya el médium tenga noción completa,
parcial o nula de lo que transmite. Por esa razón también se suele
hablar de mediumnidad consciente, semimecánica y mecánica.
Según la manera de manifestarse, la
mediumnidad se divide en dos grandes grupos: 1º) De efectos
intelectuales, y 2º) De efectos físicos.
La mediumnidad de efectos intelectuales
abarca todos aquellos fenómenos donde predominan los aspectos
psicológicos inteligentes. Entre estas mediumnidades hay que colocar a
la psicofónica o parlante (también llamada a veces de “incorporación”),
la escribiente o psicográfica, la vidente, la auditiva y la intuitiva.
La mediumnidad de efectos físicos
incluye los fenómenos que comportan manifestaciones materiales visibles o
tangibles, en especial la formación de cuerpos, aparición de objetos,
así como su modificación estructural o traslado de lugar. Para conseguir
estos efectos los médiums exteriorizan una substancia -el ectoplasma-
que se combina con otras energías espirituales y naturales, bajo el
influjo de la voluntad de los espíritus. Sus principales tipos son la
tiptológica; de aportes; de ectoplasmia; de voz directa; de escritura
directa; de levitación y la curativa.
Naturaleza de la Mediumnidad
En el “Libro de los Médiums”, de Allan Kardec (3), los espíritus ofrecen una respuesta que nos proporciona una importante pista acerca de la naturaleza de la mediumnidad:
“La mediumnidad, propiamente dicha, es independiente de la inteligencia tanto como de las cualidades morales del individuo…”.
Más adelante, en la misma obra (4), se puede leer este clarificador diálogo entre Kardec y una entidad espiritual guía:
“P.- El desarrollo de la mediumnidad ¿se opera en razón del desenvolvimiento moral del médium?
R.- No. La facultad, propiamente dicha
depende del organismo. Es independiente de lo moral. No pasa lo mismo
con el empleo de ella, que podrá ser mejor o peor, con arreglo a las
cualidades del médium”.
Los
grandes investigadores que han estudiado estos asuntos son coincidentes
al afirmar que las personas que manifiestan mediumnidad tienen, a
diferencia de las que no la manifiestan, una especial facilidad para
dislocar,
separar o
descentralizar
sus principios constitutivos. Mientras en las personas “normales”, los
lazos entre el organismo físico y el cuerpo periespiritual -otras
escuelas lo llaman “cuerpo astral” o también “doble etéreo”- son muy
estrechos, en los médiums estos lazos son muy flexibles. Ya Allan Kardec
dijo que el conocimiento del periespíritu da las claves para una
multitud de fenómenos.
El autor e investigador brasileño M. B. Tamassia, resume la cuestión de esta manera (5):
“A nuestro modo de ver, la mediumnidad proviene del desenfocamiento del cuerpo periespiritual, en relación al cuerpo carnal”.
Sir Arthur Conan Doyle, cuando se refiere a las facultades del gran médium norteamericano Andrew Jackson Davis, apunta: (6)
“La razón de esto tal vez sea que el
cuerpo etérico o espiritual, que posee los mismos órganos que el físico,
esté parcial o totalmente desprendido y registra la impresión”.
Por su parte, Gustavo Geley señala:
“¿Qué es un médium? El médium es un
ser cuyos elementos constitutivos, mentales, dinámicos, materiales, son
susceptibles de descentralizarse momentáneamente”. (7)
Podríamos
ampliar más la idea anteriormente expuesta, idea que por todos los
indicios que vamos reuniendo parece aproximarse a la verdad, añadiendo
que esa capacidad para desenfocarse o separarse el cuerpo periespiritual
del cuerpo físico en los médiums puede ser parcial o total y, dentro de
lo parcial, puede afectar a una zona u otra del cuerpo espiritual en
cada médium, de ahí que cada cual manifieste unas facultades u otras. En
esta dirección parece apuntar también la entidad espiritual André Luiz
en la obra
“Evolución en dos Mundos”, recibida por los médiums
brasileños Chico Xavier y Waldo Vieira, cuando en relación a la
aparición de las mediumnidades en la historia humana, habla de
“la
comunión menos estrecha entre las células del cuerpo físico y del cuerpo
espiritual, en ciertas regiones del campo somático…”.
(8).
En la obra de la hemos tomado la anterior
cita, abundando en la misma idea de fondo que ya quedó reflejada, André
Luiz añade poco después:
“Cuanto menos densos son los hilos de
ligazón entre los implementos físicos y espirituales en los órganos de
la visión, más amplias las posibilidades en la clarividencia,
prevaleciendo las mismas normas para la clariaudiencia y para las otras
modalidades, en el intercambio entre las dos esferas, inclusive en las
peculiaridades de la materialización…”. (9)
Mediumnidad Natural y ¿Mediumnidad de Prueba?
La mediumnidad natural es aquella
que se presenta en un individuo como el corolario necesario a un
progreso espiritual integral del ser. Este tipo de mediumnidad se
caracteriza porque se exterioriza como un sentido más que se añade a los
naturales en el individuo, sin que ello le cause ningún tipo de
inconveniente. La forma más frecuente de este desarrollo armónico es una
especie de intuición superior.
Por otro lado, es muy habitual
encontrarse con seres que presentan capacidades mediúmnicas, pero cuya
manifestación no suele ser en ellos apacible ni armoniosa, sino que
aparece con signos descontrolados, a veces como un verdadero síndrome el
cual, mientras no es reconocido, hace pensar al que lo padece y a los
que lo rodean en la existencia de una enfermedad. Y en cierto sentido no
están muy descaminados, de hecho casi podría considerarse así, una
enfermedad -si bien en el fondo no lo es- del alma. Este tipo de
mediumnidad suele ser portador de problemas como un mecanismo de la Gran
Ley Universal de Amor y Justicia, para inducir al ser que la manifiesta
a una labor reequilibradora de sí mismo. En la medida en que ese
reequilibrio se consigue mediante una educación y mejora integrales del
ser, aquella mediumnidad descontrolada se centra, se regula y se
manifiesta sin sobresaltos. Pero, claro está, esto sólo es así cuando
esas facultades son usadas para ayudar a los seres que rodean al médium,
mediante un servicio fraterno y no con finalidades egoístas. La
mediumnidad no es una facultad que se preste a la explotación egoísta,
si es que el ser que la posee quiere llevar una vida en armonía.
En el punto 220 de “El Libro de los Médiums”, se encuentran las siguientes interesantes preguntas y las respuestas dadas por los espíritus a Kardec:
“P.- ¿Con qué objeto ha dotado la Providencia a ciertos individuos de mediumnidad, de una manera especial?
R.- Se trata de una misión que se les
encomienda, y de la que se sienten dichosos. Esas personas son los
intérpretes entre los espíritus desencarnados y los hombres.
P.- Sin embargo, hay médiums que sólo emplean su facultad de mala gana…
R.- Son médiums imperfectos. No conocen el valor del don que se les ha otorgado.
P.- Si es una misión, ¿cómo se explica que no sea privilegio de las personas de bien, sino que esa facultad haya sido concedida
a individuos que no merecen la mayor estima y pueden abusar de ella?.
R.- Precisamente, se les da porque la
necesitan para su propio mejoramiento, a fin de que se coloquen en
situación de recibir buenas enseñanzas. Si no la aprovechan, sufrirán
las consecuencias…”.
En la misma dirección argumentativa, se señala más adelante:
“P.- Se ha dicho siempre que la
mediumnidad es un don de Dios, una gracia o favor divino. ¿Por qué,
entonces, no es privilegio de las personas de bien, y vemos a personas
indignas que están dotadas de ella en el más alto grado, y la usan mal?
R.- Las facultades constituyen favores
por los que se debe agradecer a Dios, puesto que hay hombres que están
privados de ellas. Con ese criterio, podríais preguntar también por qué
Dios concede buena vista a los delincuentes, manos diestras a los que
hacen trampas en el juego y elocuencia a quienes se sirven de ella con
fines impropios. Pues bien, lo mismo ocurre con la mediumnidad. Si seres
indignos la poseen, es porque necesitan de ella más que otros, para
mejorarse…”. (10)
Creemos que en los anteriores párrafos
los espíritus reflejaron a Kardec lo que otros autores espíritas
posteriores han definido más exactamente como “mediumnidad de prueba“,
designando con tal denominación al despertar prematuro de determinados
centros psíquicos que los mentores espirituales conceden y provocan en
algunos seres que se van a reencarnar, para que actúen en la vida física
como médiums y mediante una actividad de servicio a los demás con el
ejercicio de su facultad, reestablezcan parte de los desequilibrios
generados por antiguos errores cometidos en otras vidas y, en
consecuencia, progresen espiritualmente.
Veamos ahora lo que la entidad espiritual
de nombre Ramatis, que se manifestaba a través del médium brasileño
Hercilio Maes, dice sobre este asunto en particular:
“En el Más Allá existen departamentos
técnicos especializados que ayudan a los espíritus a apresurar
determinados centros magnéticos y vitales de su periespíritu,
despertándoles provisoriamente la sensibilidad psíquica para poder
recepcionar los fenómenos del mundo oculto cuando están encarnados. Ese
es el mandato mediúmnico o facultad transitoria a título de “préstamo”
otorgado por el Banco Divino. Pero también es un arma de doble filo, que
exige severa postura moral en el mundo, pues tanto coloca a sus
portadores en contacto con espíritus benefactores, como los sitúa
fácilmente en la faja vibratoria de las entidades sombrías del astral
inferior”.
Previendo algunas lógicas preguntas que
asaltarían la mente del lector ante el contenido de las anteriores
informaciones, este instructor espiritual se apresura a sacarnos de
dudas y acto seguido precisa:
“Aunque la facultad mediúmnica parezca
un privilegio que contraría el concepto de la Justicia y Sabiduría de
Dios, esa concesión prematura otorgada al espíritu en falta, implica una
mayor responsabilidad en el trabajo laborioso y espiritual. Por lo
tanto no es una gracia “fuera de tiempo” que exime a las almas de las
preocupaciones y obstáculos futuros en su evolución espiritual; es un
empréstito que le permite resarcirse de sus faltas cometidas en el
pasado, compensando el tiempo perdido con un servicio extraordinario.
Los Mentores Siderales, apiadados de los espíritus demasiado gravados en
sus cargas kármicas para el futuro, les ofrecen la oportunidad de
reajustarse a la brevedad, a fin de lograr su propia ventura.” (11)
La Educación Mediúmnica
Por todo lo que venimos diciendo, se
deduce fácilmente la importancia trascendental que tiene la educación de
los médiums, para que armonicen, centren, mejoren y aprendan a usar sus
facultades en el sentido de convertirlas en una fuente de consuelo y de
información veraz, en forma de servicio fraternal, para la ayuda y
evolución de la humanidad. El establecimiento de un orden
científico-racional, a la vez que altamente moral, para la educación de
los médiums, ha sido una de las grandes aportaciones a la humanidad del
Espiritismo. Y no es que antes de su aparición no hubiese escuelas que
trabajasen en esta dirección positiva, pues este conocimiento no es
reciente, viene de muy antiguo, desde aquellas antiquísimas “escuelas de
misterios”… No, lo verdaderamente novedoso que ha aportado al
Espiritismo, es la limpieza que ha hecho de las connotaciones míticas,
supersticiosas y creencias dogmáticas que han rodeado este tema,
colocando el asunto en el seno de la Ciencia y, por tanto, haciéndolo
accesible a todos los seres humanos, porque la Ciencia es un lenguaje
universal.
La educación mediúmnica, para ser
completa y verdaderamente útil, debe abordarse al unísono en las
siguientes tres vertientes: moral, cultural y técnica.
Educación Moral: Se enseña el uso
desprendido, sin interés material, de la mediumnidad. Si la mediumnidad
se usa como un medio de explotación comercial, las entidades superiores
se alejan de ese médium; y un médium que sea canal para manifestaciones
inferiores es un médium que no interesa y más que luz al mundo lo que
traería sería oscuridad. Por tanto la mejor garantía para la práctica
mediúmnica es el desinterés. La mediumnidad debe siempre emplearse para
el bien y, además, no debe ser usada como objeto de divertimento ni para
banalidades.
El médium educado bajo la orientación
espírita debe cultivar la pureza y altura de sentimientos y una conducta
noble y altruista en todos los aspectos de su vida. Ese será el mejor
camino para sintonizar con entidades de elevada evolución.
Educación Cultural: Es necesario
que los médiums tengan completa conciencia de su realidad espiritual y
material. La conciencia espiritual dentro del Espiritismo la obtienen
estudiando en profundidad la doctrina de los espíritus, pero
junto a ello es preciso que los médiums se ilustren y preparen en lo
posible en todos los aspectos de la cultura, pues de esa manera
proporcionan a las buenas entidades, materiales intelectuales más
adecuados con que transmitir con mayor fidelidad sus enseñanzas,
convirtiéndose en un instrumento perfeccionado, permeable y con mayores
recursos. Es un error tremendo la creencia sustentada por algunos
médiums de que para ser fiel transmisor de las instrucciones
espirituales, el médium no debe estudiar para no “contaminarse”.
Educación Técnica: La educación
técnica tiene que adquirirse estudiando en profundidad todo lo que los
grandes investigadores de la mediumnidad han logrado verificar y
demostrar con anterioridad, descubriendo métodos adecuados para el
desenvolvimiento mediúmnico y desdeñando prácticas y sistemas irreales o
sin fundamento. En esta educación, los dirigentes del Centro al que
acude un médium tienen mucha responsabilidad para reconocer y encauzar
adecuadamente la facultad.
FISIOLOGÍA OCULTA DEL SER HUMANO
Hablamos de fisiología o constitución
oculta del ser humano, porque ella permanece velada para la mayoría de
nosotros. Sin embargo ella se ha hecho evidente en la experimentación
parapsíquica. Esa constitución contiene las claves de la llamada
fenomenología psíquica, paranormal y mediúmnica.
El ser humano no se circunscribe a
aquello que vemos reflejado en el espejo. El ser humano, como ser
encarnado -es decir, con un organismo biológico, físico- está compuesto
esencialmente de tres partes: 1) El espíritu, chispa divina, donde
residen la inteligencia, el sentido moral y la voluntad, o lo que es lo
mismo, el yo verdadero; 2) un cuerpo físico, especie de
escafandra orgánica que utiliza el espíritu para manifestarse y actuar
en el plano material, al que va unido el principio vital, y 3) un
elemento intermediario entre el espíritu y el cuerpo que sirve de
ligazón entre ambos y de transmisor tanto de las energías espirituales
para el cuerpo, como de las impresiones materiales para el espíritu.
Según los instructores espirituales este cuerpo sutil, llamado periespíritu en el Espiritismo y cuerpo astral o doble etéreo por otras escuelas espiritualistas, acompaña al espíritu tanto en su vida de encarnado como de desencarnado.
Hay escuelas espiritualistas que hablan
de subdivisiones dentro de este cuerpo espiritual. Para el Espiritismo,
según las informaciones recibidas, se va haciendo evidente que una parte
de dicho cuerpo sutil es lo que se denomina la MENTE ESPIRITUAL, de la
que el cerebro o mente material es sólo un reflejo o ventana para
acceder al plano físico o de los encarnados.
FACTORES QUE INFLUYEN EN EL CONTACTO MEDIÚMNICO
En el intercambio mediúmnico el médium no
es nunca completamente pasivo, ni siquiera en las capacidades llamadas
mecánicas. Es lo mismo que si tenemos un circuito eléctrico. Su
capacidad para actuar como tal de manera eficiente no depende sólo de la
existencia de una fuente de energía, sino que estará condicionado y
variará en rendimiento según la naturaleza del material del que están
hechos los cables, de su sección y largura, de la calidad de su
aislamiento, de la idoneidad de las conexiones, etc.
Dentro del conjunto de factores
inherentes al médium que influyen en el intercambio mediúmnico, podemos
señalar: a) El tipo de Mediumnidad; b) El Pensamiento; c) La Moralidad, y
d) La Cultura del Médium.
Otro factor que influye de forma
importante en el establecimiento del puente de comunicación entre el
mundo de los desencarnados y el de los encarnados, es el ambiente
psíquico y espiritual que existe en torno al médium.
DIFICULTADES EN EL INTERCAMBIO MEDIÚMNICO
En otra obra titulada “Mediumnismo”, recibida también mediúmnicamente por Hercilio Maes, de la entidad espiritual conocida como Ramatis -capítulo VIII, Dificultades en las Comunicaciones Mediúmnicas- se dice lo siguiente:
“P.- “¿Qué verdad existe cuando se
afirma que los espíritus elevados encuentran serias dificultades para
tomar contacto con los médiums?
R.- En base a la vibración sutilísima
de los espíritus superiores, distanciados del padrón espiritual común
de vuestra humanidad, se ven obligados a realizar grandes esfuerzos para
que los encarnados logren percibirlos. A través de los médiums
sublimados… esas entidades angélicas (12) se manifiestan a
gusto, por encontrar fluidos sutiles y balsámicos para revestir a sus
periespíritus en el contacto con la materia. En general extraen gran
cantidad de fluidos de los médiums y sólo aprovechan una mínima parte,
es decir, la menos animalizada y más susceptible a la ‘eterización’
angélica” (superior).
A continuación señala también:
“Aunque son seres sublimes…..no pueden
prescindir de las energías groseras del plano carnal cuando desean
sintonizarse con el periespíritu de los médiums”.
De ahí la necesidad que los médiums se cuiden tanto físicamente como que eleven su patrón moral.
Posteriormente Ramatis ofrece más explicaciones que van en esta misma dirección:
“Los espíritus sabios y angélicos….,
cuando se sirven de los médiums para comunicarse con los encarnados, se
sumergen en medio de las energías primarias de la vida animal,
afectándoles la fatiga producida por el magnetismo opresivo del medio,
el que actúa en sus periespíritus oprimiéndoles sus delicadas
composiciones fluídicas” Según Ramatis estos espíritus “realizan hercúleos esfuerzos” para
bajar su tono vibratorio espiritual superior y así poder sintonizarse
con los fluidos inferiores para hacerse perceptibles en el mundo
material”.
Todo lo cual ratifica poco después, cuando añade:
“No podemos describir con los vocablos
del lenguaje humano el estado fluídico incómodo, angustioso y opresivo
que ataca a estos seres cuando se ajustan a los fluidos coercitivos del
mundo físico…”. (13).
Entonces, si sufren tanto, ¿por qué lo
hacen?, me pregunto yo y se preguntarán lógicamente ustedes. He aquí la
contestación que da Ramatis a esta cuestión:
“Después de haber recorrido las etapas
planetarias que los liberó definitivamente de la carne…, en sus
memorias siderales no olvidan sus dolores atávicos, padecidos en la vida
educativa de la materia, causa que les permite apiadarse de sus
hermanos encarnados que gimen a la retaguardia, y aprovechan todos los
caminos posibles para ayudarles. Por eso -continua- no temen
enfrentar la masa pegajosa producida por las pasiones y vicios de la
humanidad, y ciertas veces renuncian a su paz y ventura en las moradas
celestes, para renacer en la materia con el fin de suministrar
directamente sus lecciones espirituales en el seno de la familia
cosanguínea…”. (14)
Más adelante se plantea una pregunta cuya
respuesta constituye una de las claves para la educación mediúmnica y,
por tanto, para la buena marcha del proceso de la comunicación
espíritu-médium:
“P.- Ante la gran dificultad que
tienen los espíritus sublimes para comunicarse con nuestro medio
material, ¿no sería posible y hasta aconsejable, que se higienizara
anticipadamente el lugar donde pretende actuar? Esa providencia ¿no les
favorecería su acción doctrinaria y ayuda espiritual?
R.- No tenemos la menor duda sobre lo
que decís, pues para tener un mejor contacto mediúmnico con vosotros,
los espíritus superiores requieren la cooperación de los técnicos
siderales para la necesaria higienización fluídica o ‘ionización’ del
ambiente donde deben manifestarse y ejercer su acción profiláctica sobre
los médiums”.(15)
El
instructor vuelve a referirse al gran esfuerzo que realizan las
entidades superiores para “bajar” su vibración y acercarse a este plano.
Por tal razón las tareas del intercambio mediúmnico requieren por parte
de los asistentes a estos trabajos, mucha conciencia, adecuada
mentalización previa, higiene integral del ser, respeto a las normas y
horarios, etc. Sigue entonces este instructivo diálogo:
“P.- ¿Podéis indicarnos cuáles son los
factores más adversos que esas entidades superiores deben neutralizar
en el contacto sacrificial con los médiums?
R.- Los factores principales se deben a
la deficiencia del material humano, siendo en este caso el médium
encargado de recepcionar los pensamientos e interpretar las
orientaciones angélicas y que están dedicadas para la comprensión del
hombre encarnado. Muchas veces un programa elaborado cuidadosamente por
esas entidades se sacrifica en su cumplimiento final, por causa del
médium que vive adherido a las pasiones y vicios del mundo terreno,
atrayendo a los espíritus infelices y vampirizadores que lo desvían
fácilmente de su tarea benefactora.
La irresponsabilidad, la comodidad,
los placeres efímeros y los intereses que invierten los valores pueden
aniquilar a última hora un programa sideral que necesitó muchas horas y
apreciadas energías de las almas excelsas…”. (16)
APROXIMACIÓN A LOS MECANISMOS DE LA COMUNICACIÓN MEDIÚMNICA
Los seres humanos somos equiparables a
estaciones de radio, emisoras y receptoras a un tiempo. Hay energías en
el ser humano que se proyectan más allá de su aparente límite corporal,
influimos y somos influidos.
El problema del contacto mediúmnico, a
semejanza del mundo de las ondas de radio, es un problema de sintonía,
de identidad vibratoria, ya que “lo semejante atrae a lo semejante”.
También es cuestión de permeabilidad y de una cierta pasividad o
tranquila aceptación, sin oponer resistencia, por parte del médium.
Lo que ocurre en el campo mediúmnico
tiene innegables analogías con el mundo de las energías
electromagnéticas. Así, es posible hablar de campo mediúmnico, de
inducción mediúmnica, de polaridades, de frecuencias, de diferencias de
potencial, de carga, etc., etc. Quién tenga conocimientos de
electricidad y magnetismo podrá entender con mayor facilidad lo que se
produce en el proceso del intercambio mediúmnico entre el plano
espiritual y el material.
MECANISMOS DE ALGUNAS MODALIDADES MEDIÚMNICAS
Mediumnidad Intuitiva
En relación con los mecanismos envueltos
en la mediumnidad intuitiva Ramatis, el conocido instructor espiritual,
comenta lo siguiente:
“En la telepatía, un cerebro vivo
envía ondas concéntricas que son captadas por otro cerebro receptor y
pasivo, porque ambos se sintonizan en la misma faja vibratoria de
transmisión mental. Sin embargo, la transmisión mediúmnica se efectúa
por el ‘ajuste periespiritual’ entre el espíritu del médium y el
desencarnado, donde el primero recibe directamente el mensaje que debe
transferir hacia el mundo material.” (17)
A la pregunta de si durante una
comunicación mediúmnica, el médium puede recibir telepáticamente el
pensamiento del público y transmitirlo creyendo que es una comunicación
proveniente de entidades desencarnadas, Ramatis contestó:
“La transmisión telepática puede
ocurrir en cualquier lugar, para lo cual deben existir circunstancias
favorables y dos cerebros apropiados para el fenómeno, donde uno
transmite y otro recibe el pensamiento. Como el médium necesita
entregarse a un estado de pasividad para recibir los pensamientos de los
desencarnados, no es difícil que también capte algunos pensamientos de
los encarnados que forman parte del ambiente de trabajo. Es el caso de
la telepatía accidental, recibiendo ideas sueltas y sin concadenación,
que interfieren en la comunicación mediúmnica, pero que no logran
modificarla, pues no se producen por la voluntad deliberada de quienes
las emiten”. (18)
Seguidamente afirma que hay “notables diferencias”
entre la telepatía pura entre encarnados y el intercambio telepático
inspirado por los espíritus desencarnados. Mientras el primero, precisa,
“se subordina a los acontecimientos del mundo físico”, en el segundo “los
médiums captan noticias inéditas del Más Allá, haciendo previsiones
acertadas y muchas veces exponen asuntos que además de trascender sus
conocimientos, ultrapasan el concepto habitual de los asistentes de las
sesiones espíritas”. (19)
Por último, Ramatis declara que en las
instituciones espíritas que realizan un trabajo más serio y se dan las
condiciones para un buen intercambio mediúmnico “el fenómeno
transcurre exceptuado de cualquier intervención telepática por parte de
los encarnados y las entidades del Más Allá. Los médiums bien asistidos
son protegidos y aislados por sus guías de cualquier influencia
exterior, por tal motivo sus comunicaciones conservan la fidelidad del
pensamiento enviado desde ‘este lado’. Así como la mediumnidad no anula
el fenómeno de la telepatía, éste tampoco puede hacer lo mismo con la
mediumnidad, pues además de ejercerse ambas de forma bastante diferente,
suceden en planos diversos”. (20)
En el capítulo XXII de “El Libro de los Médiums”,
apartado 236, se puede leer lo que sigue en relación con lo que,
podríamos llamar, la particularidad esencial que caracteriza a un
médium:
“(…) Lo que pertenece específicamente a
los médiums y corresponde a la esencia misma de su individualidad, es
una afinidad especial, y al propio tiempo una fuerza de expansión
particular, que anula en ellos toda posibilidad de rechazo y establecen
entre ellos y nosotros una suerte de corriente, una especie de fusión
que facilita nuestras comunicaciones. Por lo demás, esa posibilidad de
rechazo, propia de la materia, es la que se opone al desarrollo de la
mediumnidad en la mayoría de aquellos que no son médiums”.
Tras ser interrogado sobre la manera como se produce la mediumnidad intuitiva, Ramatis dijo:
“La mediumnidad intuitiva, cuya
manifestación no es palpable a la luz de los sentidos físicos, es más
espiritual y menos fisiológica…. El espíritu desencarnado actúa
directamente en el cerebro periespiritual del médium intuitivo, que más
tarde transmite las ideas de su comunicante hacia el mundo material,
valiéndose de su vocablo familiar para darle sus expresiones peculiares.
De esa forma, el médium intuitivo tiene pleno conocimiento de lo que
dice o escribe, siendo este tipo de mediumnidad el más generalizado
entre los hombres”. (21)
Mediumnidad Mecánica
En torno a los mecanismos envueltos en la mediumnidad mecánica, el mismo instructor espiritual explica:
“En la clasificación efectuada por
Allan Kardec en El Libro de los Médiums, el médium mecánico es ‘aquel
donde el espíritu desencarnado actúa directamente sobre los centros y
nervios motores, sin necesidad de accionar el periespíritu’. Así
facilita a la entidad para que actúe libremente y sin obstáculos
anímicos, pues escriben, pintan y hasta componen música sin la
interferencia del médium. En este caso el médium no tiene conocimiento
directo del hecho que sucede consigo mismo y el espíritu comunicante
actúa con fidelidad…”.
Más adelante, describe con mayor profundidad y precisión la índole de estos mecanismos y declara:
“El espíritu desencarnado se liga al
médium mecánico por medio de los ganglios nerviosos a la altura del
omóplato; allí dispone como si fuera de un segundo cerebro, accionando
fácilmente los nervios motores de los brazos y manos del médium,
pudiendo escribir directamente, tal como lo haría en la vida física”. (22)
Mediumnidad Semimecánica
Con referencia a la mediumnidad semimecánica, la misma entidad espiritual ofrece la siguiente explicación:
“El médium semimecánico participa de
la mediumnidad mecánica como de la intuitiva, pues escribe recibiendo
parte de los pensamientos de los espíritus por contacto periespiritual,
al mismo tiempo que la otra parte es articulada por los comunicantes, en
forma independiente de su voluntad. En el médium absolutamente
mecánico, el movimiento de su mano es dirigido por el espíritu
comunicante, y el pensamiento viene después de la escritura; en el caso
del médium intuitivo, su escritura es voluntaria y espontánea, pues el
pensamiento del desencarnado precede al acto de escribir. El médium
semimecánico, que actúa entre esas dos facultades, escribe intuitiva y
voluntariamente, como a veces lo hace a través de los impulsos directos
de los desencarnados, cuyos pensamientos acompañan a la escritura.
El médium semimecánico tiene
conocimiento parcial de lo que escribe, pues el mayor porcentaje del
asunto transmitido del Más Allá le atraviesa el cerebro espiritual;
mientras tanto ignora los trechos que son escritos mecánicamente por su
brazo a través del plexo branquial, y sin fluirle por el cerebro
físico”. (23)
Más adelante añade esta aclaración, de suma importancia, a lo anteriormente expuesto:
“El médium mecánico y el semimecánico
no abandonan su cuerpo físico en el momento de la escritura de los
mensajes de las entidades espirituales”. (24)
Mediumnidad de Incorporación
Por el contrario, cuando se refiere a la mediumnidad de incorporación, Ramatis señala:
“En el caso de la incorporación
completa, el espíritu y el periespíritu del médium pueden apartarse a
mucha distancia, dejando el cuerpo físico bajo la dirección de la
entidad comunicante. El médium de incorporación completa, cuando
abandona su cuerpo físico queda ligado únicamente por su cordón
fluídico, espacio de tiempo ese en que el espíritu se manifiesta, como
sucede con el dueño de casa, que deja su habitación para que
temporalmente la habite su amigo o amistad. Aunque continúe ligado al
cuerpo carnal por el lazo fluídico, en virtud de su desligamiento de los
centros energéticos del doble etérico, le baja la temperatura y el
trance mediúmnico pronúnciase hacia el estado de catalepsia”. (25
No hemos de olvidar que el rol del médium
no es nunca absolutamente pasivo. He aquí otras explicaciones referidas
a esta última modalidad mediúmnica, sacadas también de la obra a la que
hemos venido aludiendo:
“El periespíritu del médium, que es la
matriz o molde original del cuerpo físico, prestado al espíritu
desencarnado o manifestante, aunque se conserve a larga distancia, lo
mismo influye, dejando traslucir en la comunicación sus características
psíquicas acondicionadas del pretérito. El espíritu comunicante utiliza
el cuerpo del médium, mas su temperamento, cultura o costumbres se
podrán manifestar a través de las peculiaridades que ofrece, en cierta
forma, por medio del comunicado”. (26)
A manera de resumen de todo lo anterior, veamos esta explicación de Ramatis:
“Los desencarnados se comunican por el
cerebro periespiritual de los médiums intuitivos; en los sonámbulos les
accionan directamente el cerebro físico y en el médium mecánico le
mueven la mano en la psicografía inconsciente”. (27)
Mediumnidad de Voz Directa
En una obra escrita por el Rev. V. G. Duncan, titulada “Pruebas”,
el guía de la médium británica Sra. Moore, ofrece la siguiente
explicación acerca de los mecanismos de producción del fenómeno de las
voces directas:
“Al ser preguntado cómo era posible
que los espíritus hablaran, el guía de la Sra. Moore, contestó:
‘Solamente puedo explicárselo de este modo: Cuando ustedes han ido a ver
al dentista para una extracción y han recibido una anestesia, él les ha
puesto una extraña máscara sobre la cara, para que aspiren un gas que
llegue hasta los pulmones. Yo tengo que usar un aparato semejante para
poder hablar con ustedes.
Este aparato es compuesto con materia
etérea, proporcionada en parte por el médium y los asistentes, y en
parte por nosotros mismos. Es una especie de transformador y tiene un
doble propósito: Ayuda a disminuir mis vibraciones y de este modo me
permite hacer audible mi voz por ustedes y a proveerme de un sistema de
órganos vocales pasajero’”. (28)
A lo largo del tiempo, varios
investigadores han recogido diversas evidencias de la formación de estas
“cajas sonoras” que permiten a los espíritus provocar la “voz directa”.
Sobre ello veamos lo que dice la señora Julliette Ewing, médium,
fundadora y editora de la revista norteamericana “Psychic Observer”:
“Un espíritu no posee una laringe que
pueda funcionar en el plano material, de modo es que tiene que tomarla a
préstamo de los asistentes. En una ocasión, en Glasgow, Escocia, al
operar con Helen Duncan, la bien conocida médium de fenómenos de
materialización, su guía, “Alberto”, organizó una de estas “cajas
sonoras”. La construyó con ectoplasma en el aire. Parecía una caja
circundada de cuerdas, como en un “ring” y algo en forma de quijada.
Cuando esta caja se movía de arriba a abajo, se escuchaba una voz…”. (29)
En el caso del célebre médium inglés
Leslie Flint, los espíritus formaban a su lado una especie de pequeña
nube ectoplásmica que ellos denominban laringe, en la que las entidades que querían comunicar un mensaje tenían que concentrarse intensamente hasta conseguir que sus pensamientos pudieran ser audibles para los asistentes a la experiencia y con la misma voz que tuviera en vida.
Lo mismo ha podido verificarse con otros
médium famosos como Margery Crandon o Jack Webber, y ha habido incluso
casos en que se ha constatado -hasta con pruebas fotográficas- la
formación ectoplásmica temporal de una verdadera laringe humana.
CEREBRO Y MEDIUMNIDAD
En un sugerente artículo del Dr. Nubor
Orlando Facure, neurocirujano y profesor universitario, jefe del
departamento de Neurología de la facultad de Ciencias Médicas de la
Universidad de Campinas (Brasil) (30), publicado en la revista venezolana “Evolución” (31), titulado “Bases Neurológicas de las Actividades Espirituales”,
se plantea una interesante vía de estudio de los mecanismos
relacionados con las actividades mediúmnicas, al establecer la posible
relación de zonas cerebrales concretas con la manifestación de ciertas
facultades.
El autor comienza preguntándose sobre
cuáles serían las bases neurológicas para las actividades espirituales
para, a continuación, reflexionar así:
“Reconociendo la actividad mental no
como una acción integrada de funciones cerebrales, sino como una función
espiritual por acción de un elemento extracerebral generador de
energías que todavía escapa a las definiciones físicas, sería oportuno, a
partir de los conocimientos neuropsicológicos, preguntarnos cómo
actuaría el espíritu sobre el cerebro”.
Después de reconocer que el espíritu
desencarnado debe de alguna manera manipular las funciones cerebrales de
los médiums y preguntarse dónde y cómo podría actuar el espíritu
comunicante para manifestarse, el Dr. Facure hace un detenido repaso de
diferentes áreas cerebrales y sus funciones, en base a nuestros actuales
conocimientos de neuropsicología, estableciendo paralelismos y
probables relaciones lógicas entre cada área y la activación de
determinadas facultades mediúmnicas. Va así describiendo la corteza
cerebral, los ganglios de la base, el Tálamo, el sistema Límbico, el
Hipocampo, la glándula Pineal, el hemisferio derecho, el tronco cerebral
y los neurotransmisores.
Finalmente, el Dr. Nubor Orlando Facure
alude a las visiones simplistas y muy probablemente erradas, con que se
suele entender y explicar el proceso por el que una entidad espiritual
puede comunicarse a través de un médium. Sobre esto dice lo que
transcribimos a continuación:
“La estructura física de los médiums,
tomada por los espíritus, sería utilizada como se utiliza un equipo de
buceo o una máquina de escribir o el sistema computerizado de un robot.
Se sabe que estas interpretaciones
tienen fallas y hoy en día los conocimientos de la neuropsicología
identificando y evaluando innumerables funciones cerebrales, nos
permiten comenzar a estudiar los posibles contactos que el espíritu
desencarnado establece con el cerebro del médium.”
Reconoce honestamente el eminente médico brasileño, que las interpretaciones que presenta quizás “no pasen de ser ejercicios llenos de desaciertos. Pero –añade – en
su esencia, nos parece que por los menos sirve para demostrar que
existen vías de acceso posibles en el cerebro humano, que pueden ser
utilizadas en compañía, bajo el comando de una segunda fuente energética
creadora de impulsos mentales.”
Después de analizar los aspectos
neurofisiológicos de algunas áreas cerebrales que permiten por sus
funciones, correlacionarlas con las actividades espirituales, estas son
las conclusiones a las que llega el Dr. Facure:
1.- La corteza cerebral es responsable
por nuestra actividad motora consciente y por la codificación de los
estímulos aferentes (sensitivos) que del medio interno y externo,
alcanzan áreas específicas para las diversas formas de sensibilidad
(tacto, dolor, temperatura, presión, visión, audición, gusto, olfato,
gnosias, etc.).
Debe ser con la participación de la
corteza cerebral que el médium desenvuelve la clarividencia, la
clariaudiencia y la captación telepática a distancia.
2.- Ganglios de la base. Estas agrupaciones neuronales programan la actividad motora automática inconsciente.
Es posible que los espíritus
comunicantes se valgan de ellos para la escritura automática
inconsciente de la psicografía y para los automatismos complejos de la
pintura y de la música mediúmnica.
3.- Tálamo. Es el núcleo centralizador
y selector de las informaciones sensitivas. La aproximación de
espíritus familiares debe ser reconocida por vía talámica.
4.- Sistema Límbico. Es un complejo de
giros y núcleos cerebrales íntimamente relacionados con nuestro
comportamiento afectivo y emocional. Por su interacción con los
instintos de sobrevivencia y de reproducción, generando actitudes
primarias de defensa, escape, agresividad, miedo, voracidad e
hipersexualidad, el sistema límbico debe ser el punto de estímulo para
los procesos de obsesión y de psicosis espirituales.
5.- El hipocampo es el área cerebral
más íntimamente ligada a la memoria. Deben estar registrados allí
nuestros compromisos de varias encarnaciones, y por esta vía puede ser
recapitulado ese pasado en las técnicas de regresión hipnótica.
El hipocampo debe contener códigos mnemónicos que nos permiten también lograr las recordaciones de la psicometría.
6.- La Pineal. Por su actividad
neuroendocrina, interactúa en numerosas funciones cerebrales por vías
químicas. Su acción modula el efecto de los neurotransmisores
sinápticos. Esta acción química tiene efecto sedante, analgésico y
relajante muscular sobre todo el organismo.
La participación química de la Pineal
permite una actuación específica y dosis-dependiente en vías
serotoninérgicas que deben representar en el sistema límbico las vías de
las comunicaciones mediúmnicas.
7.- El hemisferio derecho está
relacionado con el raciocinio analógico, con la prosodia, con la
musicalidad, con las artes y con las habilidades manuales.
Comprendemos como fenómenos
espirituales relacionados con el hemisferio derecho la intuición, la
precognición y la pintura mediúmnica.
8.- Tronco cerebral. Destacamos aquí
las multineuronas relacionadas con los sistemas activadores de la
corteza cerebral y los núcleos inductores del sueño. Las interferencias
en el sistema radicular del tronco cerebral podrían resultar en
fenómenos de sonambulismo, de catalepsia y de pintura mediúmnica.
9.- Neurotransmisores. Son sustancias
químicas liberadas al nivel de las sinapsis. Sus propiedades pueden
relacionarse con innumerables expresiones del comportamiento humano. Es
posible reconocer las aminas relacionadas con el amor y el odio, con la
alegría y la tristeza, con el éxtasis y el dolor.
Por esta vía química nos parece posible que ocurran interferencias espirituales de las más diversas.”
CONCLUSIONES
Mucho nos queda por aprender sobre las
leyes, energías y mecanismos relacionados con el intercambio mediúmnico.
Por lo pronto interesa divulgar los métodos elaborados dentro del
Espiritismo para educar y reconducir con fines evolutivos las facultades
mediúmnicas, algo que se presenta como una gran necesidad y que
posibilitaría la resolución de numerosos casos que la medicina actual es
incapaz de diagnosticar y menos tratar, a la par que permitiría que más
canales bien orientados y dispuestos se pusieran al servicio de sus
hermanos encarnados, para ayudarles en el encuentro del sentido de sus
vidas.
En otra línea de pensamiento, es preciso
decir que el desentrañamiento definitivo de los mecanismos de la
dinámica mediúmnica, no pueden ser ni revelados ni descubiertos en su
totalidad a una humanidad todavía regida por principios egoístas, porque
no hay duda de que habría quien pensase en usar tales conocimientos con
fines poco claros, éticamente hablando, incluso con pretensiones de
dominio, subyugación y preeminencia sobre otros.
NOTAS
1) “El Libro de los Médiums”, de Allan Kardec. Cap. XIV: De los Médiums. Ediciones CIMA, Caracas (Venezuela), 1994.
2) “Fundamentos del Espiritismo”, cap.
V: Mediumnidad, pág. 89. Ed.: Movimiento de Cultura Espírita CIMA,
Caracas (Venezuela), 1991.
3) Capítulo XIX, apartado 226, punto 19.
4) Capítulo XX, apartado 226, punto 1.
5) “Vocé e a Mediumnidade”. De M. B. Tamassia. Cap. III: ¿Por qué soy médium? Casa Editora O Clarim. Matao, SP, Brasil, 1987.
6) “Historia del Espiritismo”, de Sir Arthur Conan Doyle. Cap. III. Ed.: Eyras. Madrid, 1983.
7) “Estudios sobre la Reencarnación y la Mediumnidad”,
por Gustavo Geley. Esta obra está constituida por varios trabajos del
gran investigador francés, reunidos y publicados por la editorial CIMA,
de Venezuela, en 1992. En concreto esta referencia está sacada
originalmente de la parte inicial del libro “La Ectoplasmia y la Clarividencia”.
8) “Evolución en dos Mundos”, de Chico Xavier y Waldo Vieira, por el espíritu André Luiz. Cap. XVII: Mediumnidad y Cuerpo Espiritual, apartado Mediumnidad Espontánea. Departamento Editorial de la Federación Espiritista Brasileña. Brasil, 1989. La cursiva es nuestra.
9) “Evolución en dos Mundos”, de Chico Xavier y Waldo Vieira, por el espíritu André Luiz. Cap. XVII: Mediumnidad y Cuerpo Espiritual, apartado Mediumnidad Espontánea. Departamento Editorial de la Federación Espiritista Brasileña. Brasil, 1989.
10) Capítulo XX: Influencia Moral del Médium, apartado 226.
11) “Mediumnismo”, de Ramatis. Cap. VII: Consideraciones sobre la Mediumnidad natural y la Mediumnidad de Prueba. Ed. Kier, Buenos Aires (Argentina), 1976.
12) Entiéndase el adjetivo queriendo
significar “entidades muy evolucionadas, superiores, pero no de
naturaleza extrahumana”. (Nota del autor).
13) “Mediumnismo”, de Ramatis. Cap. VIII: Dificultades en las Comunicaciones Mediúmnicas. Ed. Kier, Buenos Aires (Argentina), 1976.
14) “Mediumnismo”, de Ramatis. Cap. VIII: Dificultades en las Comunicaciones Mediúmnicas. Ed. Kier, Buenos Aires (Argentina), 1976.
15) “Mediumnismo”, de Ramatis. Cap. VIII: Dificultades en las Comunicaciones Mediúmnicas. Ed. Kier, Buenos Aires (Argentina), 1976.
16) “Mediumnismo”, de Ramatis. Cap. VIII: Dificultades en las Comunicaciones Mediúmnicas. Ed. Kier, Buenos Aires (Argentina), 1976.
17) “Mediumnismo”, de Ramatis. Cap. XXIV: La Telepatía y las Comunicaciones Mediúmnicas. Ed. Kier, Buenos Aires (Argentina), 1976.
18) “Mediumnismo”, de Ramatis. Cap. XXIV: La Telepatía y las Comunicaciones Mediúmnicas. Ed. Kier, Buenos Aires (Argentina), 1976.
19) “Mediumnismo”, de Ramatis. Cap. XXIV: La Telepatía y las Comunicaciones Mediúmnicas. Ed. Kier, Buenos Aires (Argentina), 1976.
20) “Mediumnismo”, de Ramatis. Cap. XXIV: La Telepatía y las Comunicaciones Mediúmnicas. Ed. Kier, Buenos Aires (Argentina), 1976.
21) “Mediumnismo”, de Ramatis. Cap. X: El Médium anímico-mediúmnico y el intuitivo. Ed. Kier, Buenos Aires (Argentina), 1976.
22) “Mediumnismo”, de Ramatis. Cap. XII: La Mediumnidad Mecánica”. Ed. Kier, Buenos Aires (Argentina), 1976.
23) “Mediumnismo”, de Ramatis. Cap. XII: La Mediumnidad Mecánica.
Ed. Kier, Buenos Aires (Argentina), 1976.
24) “Mediumnismo”, de Ramatis. Cap. XIII: La Mediumnidad Intuitiva y la de Incorporación. Ed. Kier, Buenos Aires (Argentina), 1976.
25) “Mediumnismo”, de Ramatis. Cap. XIII: La Mediumnidad Intuitiva y la de Incorporación. Ed. Kier, Buenos Aires (Argentina), 1976.
26) “Mediumnismo”, de Ramatis. Cap. XIII: La Mediumnidad Intuitiva y la de Incorporación. Ed. Kier, Buenos Aires (Argentina), 1976.
27) “Mediumnismo”, de Ramatis. Cap. XIV: La Mediumnidad Sonambúlica. Ed. Kier, Buenos Aires (Argentina), 1976.
28) “Cumbres y Abismos”, de Elodia Cástol de Benavides. Cap. XXXII: Cómo se realiza el Fenómeno de la Voz directa y otros.
29) “Cumbres y Abismos”, de Elodia Cástol de Benavides. Cap. XXXII: Cómo se realiza el Fenómeno de Voz directa y otros.
30) El Dr. Facure es, además,
investigador de Anatomía y Fisiología del Sistema Nervioso Central,
Tumores Cerebrales, Comprensión Medular, Motricidad Voluntaria y
Coordinación, y miembro de la Asociación Médico-Espírita de Sao Paulo.
31) Número 80, correspondiente al mes
de Mayo de 1992. Esta revista es el órgano informativo del Movimiento de
Cultura Espírita CIMA, de Venezuela.
TOMADO DE: http://grupoespiritaisladelapalma.wordpress.com/2013/10/19/fisiologia-de-la-mediumnidad-mecanismos-de-algunas-modalidades-mediumnicas/
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