EL POR QUÉ DE UN NUEVO BLOG

Después de abrir y mantener actualizado el blog: CENTRO VIRTUAL DE ESTUDIOS

ESPIRITISTAS Y AFINES, para la formación doctrinaria dentro de los postulados eminentemente racionalistas y laicos de la filosofía espírita codificada por el Maestro Allan Kardec que exhibe la Confederación Espírita Panamericana, a la cual nos adherimos, creímos conveniente abrir un nuevo Blog de un formato más ágil y que mostrase artículos de opinión de lectura rápida, sin perder por ello consistencia, así como noticias y eventos en el ámbito espírita promovidos por la CEPA, a modo de actualizar al lector.
Esa ha sido la razón que nos mueve y otra vez nos embarcamos en un nuevo viaje en el cual esperamos contar con la benevolencia de nuestros pacientes y amables lectores y vernos favorecidos con su interés por seguirnos en la lectura.
Reciban todos vosotros un fraternal abrazo.
René Dayre Abella y Norberto Prieto
Centro Virtual de Estudios Espiritistas y Afines "Manuel S. Porteiro".



sábado, 10 de noviembre de 2012





D O S S I E R
LO PARANORMAL Y EL CINE
por
CATHERINE GOUTTIÈRE

LE JOURNAL SPIRITE N° 90 OCTOBRE 2012
La película Dead Zone, realizada por David Cronenberg
y basada en una obra de Stephen King, saltó a las
pantallas en 1984. Tiene como intérprete principal a
Christopher Walken que ha actuado, entre otras en
“Viaje al límite del infierno”.
El argumento es el siguiente: una tarde regresando
a su casa, un joven docente en literatura, Johnny
Smith, tiene un accidente de auto. Choca contra la
cisterna de un camión que ha caído sobre la calzada.
El choque es tal que él cae en un coma que durará
cinco años. Es después de despertar, cuando aún está
en convalecencia en una clínica, que vive su primera
visión. Cuando toma la mano de la enfermera que
está cerca de él, ve a su hijita prisionera en su casa en
llamas. El mismo fenómeno se produce algún tiempo
más tarde, con el médico que lo atiende desde su
accidente. Y, no son eventos del presente los que se le
imponen, sino eventos del pasado de este médico.
¿Cómo explicar este fenómeno? Estamos ante una
facultad que tiene por nombre clarividencia; es un
estado particular que permite al sujeto que posee esta
facultad sentir, percibir, un conjunto de informaciones
respecto a una persona viva o fallecida. Existen dos
formas de clarividencia: la clarividencia simple que
es una percepción telepática sobre personas vivas y
la clarividencia mediúmnica que, como su nombre lo
indica, hace intervenir a los desencarnados.
En lo que concierne al héroe de la película, Johnny,
diremos que es clarividente simple, pues recibe
informaciones sobre personas vivas. Allí no se trata
entonces de mediumnidad.
¿Cómo funciona esta facultad?
Por su naturaleza espiritual —no olvidemos que todos
somos espíritus— el sujeto clarividente simple, siente
las vibraciones emitidas por la persona sobre la cual
trabaja, o bien que se le impone, como en la película.
Esas vibraciones proceden de nuestro pensamiento.
Nosotros pensamos siempre y lo que vivimos se
inscribe en nuestro periespíritu, esa envoltura
energética semi-material que permite especialmente
al espíritu integrar la materia y vivir.
Por supuesto, nuestro pasado, nuestras emociones
y nuestras experiencias están registradas en nuestra
memoria, pero igualmente están impresas en nuestro
periespíritu, tal como lo que vivimos en el momento.
Estando nuestro cuerpo y nuestro periespíritu
compuestos por células, y ellas a su vez compuestas
de átomos que vibran a cierta velocidad, liberan
una energía vibratoria que puede ser percibida
por el sujeto clarividente. Estas vibraciones se
manifestarán en forma de imágenes, clisés, escenas
animadas, sensaciones o sentimientos diversos que
serán comunicados verbalmente por el sujeto. La
clarividencia puede establecerse así, tanto sobre
lo vivido actualmente como sobre el pasado de un
individuo.
El héroe de la película, Johnny, conoce a Greg Stillson,
político cuyo objetivo es ser Presidente de los
Estados Unidos: Johnny, en su visión, es impulsado
hacia un porvenir más o menos cercano y ve la
locura del personaje al llegar a la jefatura del Estado
norteamericano. En su percepción, un clarividente
puede ser proyectado hacia el futuro de un individuo
o de un grupo de individuos, eso es una realidad.
¿Significa eso, por lo tanto, que el porvenir está
escrito de antemano?

Cuando un clarividente presiente, por ejemplo, un
accidente de avión, no hace sino percibir en forma de
imágenes, la consecuencia de un problema real que
forzosamente no percibe en su integridad, problema
que aún no ha sido puesto al día o analizado en su
justa importancia y que, si no es solucionado, podrá
acarrear el accidente. Durante una clarividencia
pueden presentarse igualmente posibles eventos,
elecciones y alternativas. ¿Significa eso que de alguna
manera estaríamos predestinados a vivir ciertas
situaciones? No, pues disponemos de lo que se llama
“el libre albedrío”, es decir la posibilidad de elegir tal o
cual dirección, o tomar tal o cual decisión, que influirá
sobre ese porvenir y lo determinará.
Nuestro porvenir existe gracias al presente que
vivimos. Sin duda, nuestras elecciones o las direcciones
que seguimos, tendrán una repercusión a más o
menos largo plazo sobre lo que viviremos en un futuro
que está por construirse, justamente en función de
nuestras decisiones presentes.
Va en ello nuestra vida personal así como la de
nuestras sociedades, pues en un momento dado, una
colectividad humana también puede, decidir su futuro,
ya sea con la aceptación de la situación tal y como está,
o en un deseo de transformación y de cambio. Este fue
el caso, por ejemplo, de la primavera árabe cuando
hombres y mujeres decidieron no aceptar más una
dictadura, y luchar juntos por un porvenir mejor. Las
sociedades no son entidades teóricas sino conjuntos
de humanos que, según su deseo y su voluntad,
pueden hacer cambiar la fisonomía del mundo tal y
como lo conocemos hoy.
¿Somos todos clarividentes?
En nuestra cotidianidad, en ocasión de ciertas
circunstancias emocionales, podemos conocer
estados de telepatía súbita que, por consiguiente, son
una forma de clarividencia espontánea. En general,
conservamos de ella un recuerdo exacto porque es
poco habitual. No se trata de algún desarrollo de
facultad, sino del resultado de una rara percepción
relacionada con el hecho de que todos somos espíritus,
y en un momento dado podemos ser capaces de
percibir ciertos eventos. Cuando eso perdura, cuando
es regular, puede tratarse realmente de una facultad
de clarividencia no desarrollada, pero que existe como
potencial en estado latente.
Otro punto importante en cuanto a la clarividencia
simple o mediúmnica, es el que en ciertos individuos
consiste en mantener un estado permanente de
clarividencia que les permite hacer de ella un oficio
para satisfacer personas que buscan información
sobre sí mismas o sobre un fallecido. El estado
permanente de clarividencia no existe, pues ningún
ser humano podría captar a su prójimo en forma casi
continua, como cuando se cumplen sus ocho horas
de trabajo, tanto más por cuanto este estado, si fuera
permanente, tendría graves consecuencias sobre la
psiquis y la salud del que lo posee.
Más allá de las personas sinceras en el ejercicio de su
facultad, otras se dicen médiums, cuando no lo son,
pues únicamente dan consejos a los que consultan
y que necesitan ser tranquilizados o guiados en su
vida diaria. Estas personas no hacen intervenir sino
su propia psicología a la que llaman mediumnidad.
En cuanto a la mediumnidad, ella hace intervenir
obligatoriamente al mundo del más allá, y los espíritus
que lo componen. Para comprender mejor esto, nos
fijaremos en la película El sexto sentido comentada
también en esta revista.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

NATURALEZA DE LAS COMUNICACIONES 

TOMADO DE:  http://verdaduniversaldivina.blogspot.com/2012/11/naturaleza-de-las-comunicaciones.html





EL LIBRO DE LAS FACULTADES XIV
Autor: Allan Karde
Versión castellana: Giuseppe Isgró C.

Capítulo XIV
NATURALEZA DE LAS COMUNICACIONES

Comunicaciones rudimentarias, frívolas, serias o instructivas.

1. Hemos dicho que cada efecto que revela en su causa un acto de libre voluntad, por muy insignificante sea dicho acto, demuestra una causa inteligente. Así, un simple movimiento de la mesa que responde a nuestro pensamiento, y presenta un carácter intencional, puede ser considerado como una manifestación inteligente. Si el resultado debiera limitarse a esto, no tendría para nosotros más que un interés secundario; bastaría, todavía, para darnos la prueba, que en estos fenómenos exista algo más que una acción puramente material; pero la utilidad practica que resultaría para nosotros seria nula o muy limitada. Es muy diferente cuando esta inteligencia adquiere un desarrollo que permite un intercambio regular e interrelacionado de pensamientos; entonces no se trata más de simples manifestaciones inteligentes, sino de verdaderas comunicaciones. Los medios de los cuales hoy se dispone permiten obtenerlas tan extensas, explícitas y rápidas, como aquellas que ocurren entre los seres humanos.

Si después de haber leído la Escala Espírita (El Libro de los Espíritus, Nº 100) hemos quedado bien compenetrados de la variedad infinita que existe entre los Espíritus, bajo el propio aspecto de la inteligencia y de la moralidad, se comprenderá fácilmente la diferencia que debe existir en sus comunicaciones; ellas deben reflejar la elevación o el bajo nivel de sus ideas, su saber, su ignorancia, sus vicios y sus virtudes; en una palabra, no deben asemejarse más que las de los hombres, desde el salvaje hasta el más iluminado. Todas las gradaciones que presentan pueden reagruparse en cuatro principales categorías. Según sus caracteres más destacados, ellos son: rudimentarias, frívolas, serias o instructivas.

2. Las comunicaciones rudimentarias son aquellas que se traducen con expresiones que trascienden los límites de la decencia. Ellas no pueden emanar más que de Espíritus de bajo nivel, aún imbuidos de todas las impurezas de la materia, y no difieren en nada de las que podrían dar los seres humanos viciosos y burdos. Ellas repugnan a toda persona que tenga la más pequeña delicadeza de sentimiento; por cuanto, según el carácter de los Espíritus, dichas comunicaciones son triviales, poco serias, obscenas, insolentes, arrogantes, malévolas y aun impías.

3.  Las comunicaciones frívolas provienen de Espíritus ligeros, bromistas y traviesos, más maliciosos que malos, que no dan ninguna importancia a lo que dicen. Por cuanto no tienen nada de indecente, ellas gustan a determinadas personas que se divierten y encuentran placer en estas conversaciones fútiles, en las cuales se habla mucha y no se dice nada. Estos Espíritus, algunas veces expresan argucias humorísticas y mordaces, y en medio de los vulgares chistes dicen, con frecuencia, duras verdades, que golpean, casi siempre, de manera precisa. Estos Espíritus ligeros pululan en torno a nosotros, y aprovechan todas las ocasiones para mezclarse en las comunicaciones. La verdad es el último de sus pensamientos; por lo tanto, disfrutan de cierto placer de burlarse de quienes tienen la debilidad de creer en sus palabras. Las personas que se complacen de este tipo de comunicaciones, dan, naturalmente, pies a los Espíritus ligeros y engañadores; los Espíritus serios se alejan, al igual que entre nosotros lo hacen las personas serias de las reuniones de gentes ligeras.


4. Las comunicaciones serias son formales, tanto por el argumento como por la manera en la cual se desenvuelven. Cada comunicación que excluye la frivolidad y lo rudimentario, y que tiene un fin útil, aunque fuese de un interés privado, es caracterizada como seria; pero no está, por otra parte, libre de errores. Los Espíritus serios no son todos igualmente iluminados; hay muchas cosas que ellos ignoran y sobre las cuales pueden engañarse de buena fe; es por este motivo que los Espíritus verdaderamente superiores nos recomiendan, continuamente, de someter todas las comunicaciones al examen de la razón y de la más severa lógica.

Conviene, por lo tanto, distinguir las comunicaciones de denominaremos serias-verdaderas de las comunicaciones serias-falsas; lo cual no es siempre fácil, por cuanto mediante la gravedad del lenguaje que utilizan determinados Espíritus presuntuosos y pseudos sabios, buscan de que prevalezcan las ideas más falsas y los sistemas más absurdos; y para darse mayor crédito e importancia, no tienen ningún escrúpulo de adoptar los nombres más respetados y venerables. Esto forma uno de los grandes escollos de la ciencia práctica; nosotros volveremos, más tarde, con todos los particulares que precisa un argumento tan importante, mientras hagamos conocer los medios para precaverse del peligro de las comunicaciones falsas.

5. Las comunicaciones instructivas son las que tienen por objeto principal una enseñanza cualquiera impartida por los Espíritus sobre las ciencias, la moral, la filosofía, etcétera. Ellas son más o menos profundas, según el grado de elevación y de purificación del Espíritu. Para obtener de estas comunicaciones un fruto real, conviene que sean regulares y continuadas con perseverancia.
Los Espíritus serios se acercan a aquellos que desean instruirse, y les secundan, dejando a los Espíritus ligeros que se ocupen de divertir a quienes ven en estas manifestaciones solamente una distracción. Es, únicamente, por la regularidad y la frecuencia de estas comunicaciones que se puede apreciar el valor moral e intelectual de los Espíritus, con los cuales nos entretenemos, y el grado de confianza que ellos merecen. Si es necesaria la experiencia para juzgar los seres humanos, lo es aún más para juzgar a los Espíritus.


Dando a estas comunicaciones la cualidad de instructivas, nosotros las suponemos verdaderas, por cuanto algo que no fuese verdad no podría serlo aunque fuese dicha en el lenguaje más imponente. No podríamos, por lo tanto, colocar en esta categoría ciertas enseñanzas que de serias tienen, solamente, la forma, con frecuencia pomposa y enfática, por medio de la cual los Espíritus, más presuntuosos que sabios, que las dictan, esperan ilusionar. Pero, estos Espíritu, no pudiendo suplir al fondo que le falta, no podrían sostener por mucho tiempo su rol, dejando ver, muy pronto, su lado débil, por poco que sus comunicaciones sean seguidas, o que sean acorralados en sus últimos atrincheramientos.
6. Los medios de las comunicaciones son muy variados. Los Espíritus, actuando sobre nuestros órganos y sobre todos nuestros sentidos, pueden manifestarse a la vista con las apariciones, al tacto con impresiones tangibles, ocultas o visibles, al oído con ruidos, y al olfato, con olores, de los cuales se ignora el origen. Este último modo de manifestación, por cuanto muy real, es, sin duda, el más incierto por las numerosas causas que pueden inducir en error; por lo cuan no nos detendremos sobre él.
Lo que, en cambio, debemos examinar con atención son los diversos modos de obtener las comunicaciones, es decir, un intercambio regular y continuado de pensamientos. Estos medios son: los golpes, la palabra y la escritura.
Los desarrollaremos en capítulos especiales.



domingo, 4 de noviembre de 2012

domingo, 4 de novembro de 2012

OPINIÃO - ANO XIX - Nº 202 - NOVEMBRO 2012


A mediunidade no laboratório:
Instituto americano pesquisa
vida após a morte
No ano de 2008, no Estado do Arizona, USA, um grupo de cientistas americanos de diferentes formações resolveu unir esforços em torno do estudo e da pesquisa da interação corpo/mente/espírito. Surgiu, assim, o Instituto Windbridge, organismo que, presentemente, tem como principal área de estudos a questão da sobrevivência da consciência após a morte, realizando importantes pesquisas sobre a mediunidade.
Nascimento, morte, renascimento
Quem acessar o site do Instituto Windbridge - http://www.windbridge.org/  - vai se deparar com um logo que, de imediato, traduz sua proposta.  É o triplo espiral – ou triskele  – , visto pela primeira vez em culturas célticas e que, segundo explicação do mesmo site, pode significar: terra-mar-céu, passado-presente-futuro, ou, ainda, nascimento-morte-renascimento. É, justamente, essa última equação, a que se refere às jornadas do espírito humano, no corpo ou fora dele, mantendo a mesma individualidade ou “consciência”, o tema que mais tem ocupado os cientistas integrantes do organismo. Concreta e objetivamente, o Instituto Windbridge estuda o espírito, sua sobrevivência e manifestações.
Uma equipe multidisciplinar
Integram o Conselho Consultivo do Instituto Windbridge mais de uma dezena de reconhecidos cientistas e pesquisadores, como: o psiquiatra Jim B.Tucker, MD, da Universidade de Virgínia, continuador das pesquisas sobre reencarnação iniciadas por Ian Stevenson; Stephen E.Braude, PhD, Presidente do Departamento de Filosofia da Universidade de Maryland; Etzel Cardeña, PhD, do Centro de Investigação em Psicologia da Consciência da Universidade de Lund; John Palmer, PhD, Editor do Jornal de Parapsicologia e Diretor de Pesquisa Rhine Research Center, entre vários outros.
Coordena a equipe de pesquisadores a Dra. Julie Beischel, PhD (foto), fundadora do Instituto e sua Diretora de Pesquisas. Doutora em Farmacologia e Toxicologia, com especialização em Microbiologia e Imunologia, Julie, desde 2008, com o auxílio de diversas bolsas e financiamentos, tem realizado importantes pesquisas no campo da mediunidade.
Métodos científicos aplicados à mediunidade
Entrevistada por Elaine Cristina Vieira (Barcelona, ES), em matéria recentemente publicada pela revista eletrônica O Consolador - http://www.oconsolador.com.br/ano6/281/especial.html -, Julie Beischel dá detalhes sobre as pesquisas que estariam demonstrando “que há vida após a morte”.  São utilizados três métodos para estudar o fenômeno da mediunidade: o proof-focused, que acusaria se os médiuns estão dando a informação correta; o process-focused, avaliando a experiência dos médiuns durante a comunicação espiritual; e o applied-research, que cuida dos benefícios trazidos à sociedade humana pela mediunidade. Para a pesquisadora americana os resultados até aqui obtidos “confirmam a hipótese de que o espírito sobrevive à morte”.
Julie diz se utilizar do método científico do “quíntuplo-cego”, que evita resultados tendenciosos. Por esse método, nem o examinado, nem o examinador, sabem das variáveis do estudo. São usadas cinco pessoas diferentes para ajudar na análise dos dados sem que nenhuma delas saiba de que trata o estudo. Informa a pesquisadora: “Com médiuns certificados pelo Instituto Windbridge, podemos demonstrar que as informações dos médiuns sobre familiares já mortos são exatas e, além do mais, os médiuns não têm nenhum conhecimento prévio sobre a família e o desencarnado”.  Preocupada com a plena adequação de suas pesquisas aos parâmetros científicos atuais, Julie Beischel declara: “Este paradigma de pesquisa é ideal porque o fenômeno da mediunidade é facilmente replicável e podemos trazer a mediunidade ao laboratório”.



Ciência e Ética do Espírito
Reduzido à sua expressão mais sintética, o espiritismo não é mais do que o estudo do espírito. A “ciência da alma”, como, ao fim de sua vida física, propunha Jaci Regis fosse ele renomeado.
Allan Kardec, mesmo conferindo especial dimensão aos aspectos morais do espiritismo, quando tratou de defini-lo deixou consignado ser ele “a ciência que trata da natureza, origem e destino dos espíritos e de suas relações com o mundo material”.
A partir disso, pode-se, sem se incorrer em qualquer impropriedade, dizer que quem, como no caso do Instituto Windbridge, se ocupa de questões relativas ao espírito, sua sobrevivência e comunicação, está, de certo modo, fazendo espiritismo. Mesmo que aqueles cientistas jamais tenham tomado contato com o espiritismo ou com a obra de Allan Kardec, estarão, rigorosamente, trabalhando no mesmo projeto do qual Kardec foi o grande precursor, na modernidade contemporânea.
Todo o esforço do insigne Mestre de Lyon foi no sentido de que as questões relativas ao espírito fossem tratadas à luz da ciência tal como entendida no seu tempo ou à luz de seus futuros desdobramentos. Ainda que insistam em reduzi-lo à condição de fundador de uma nova religião cristã, Kardec foi, na verdade, o primeiro sistematizador da ciência do espírito.
Ver o espiritismo a partir desse ângulo em nada diminui seu revolucionário potencial ético e transformador. Na visão que ele oferece de homem e de mundo, o progresso ético e moral da humanidade se dá justamente pelo conhecimento.
Privilegiar o conhecimento, dissociando-o do moralismo religioso, será, em qualquer circunstância, trabalhar pelo progresso moral do ser humano. Mormente quando, rompendo-se com o reducionismo materialista, se tem a coragem de colocar o espírito como objeto de estudo e de pesquisa científica. (A Redação)



Prêmio Nobel da Paz
Em 12 de outubro último, foi anunciado, em Oslo, Noruega, que  o Prêmio Nobel da Paz de 2012 fora atribuído à União Europeia (UE), pelo papel fundamental exercido na implantação da paz no continente e por ter oferecido os alicerces da estabilidade nos países oriundos do antigo bloco comunista, após a unificação da Alemanha.
A notícia foi, de imediato, eleita, pelo editor deste jornal, como tema de seu editorial do mês. Foi quando recebemos  um artigo de nosso colaborador Néventon Vargas, da Associação de Estudos e Pesquisas Espíritas da Paraíba – ASSEPE – na mesma linha da abordagem que desejávamos fazer. Por isso, aqui o reproduzimos, adotando-o como opinião deste periódico. Escreveu Néventon:

“Posso afirmar que nunca fui um entusiasta do Prêmio Nobel e nem mesmo costumo acompanhar de perto as propostas e escolhas dos laureados, porque considero muito duvidosos os critérios utilizados, que no geral têm forte conotação política. Mas festejo a premiação da UE porque não elege nenhuma personalidade específica, mas um bloco de nações dispostas a pôr fim a um círculo vicioso de pendengas que se arrastam por longo tempo. Privilegiam desta forma os valores universais da paz, da conciliação e reconciliação, da democracia e dos direitos humanos.
De simples relações econômicas, passando pela criação da Comunidade Econômica Europeia (CEE) e com a nova denominação a partir de 1993, a União Europeia passou a atuar em muitas outras áreas, ratificando os propósitos de cooperação mútua para a definitiva implantação da paz e da prosperidade. Não tem ainda, evidentemente, a eficiência e a unanimidade desejada, mas deve se fortalecer conforme cresçam as evidências de que somente com união se conseguirá superar todos os obstáculos.
Vem o prêmio num momento crucial, quando se coloca em dúvida sua capacidade em administrar a profunda crise econômica global que afeta fortemente alguns países e põe em risco sua estabilidade e a própria sobrevivência.
Seja qual for o rumo da crise, já se tem como positivos os princípios geradores e norteadores das relações entre as nações europeias, que propicia um mercado comum suficientemente forte e capaz de impulsionar a economia e vencer o capital puramente especulativo. Muito mais do que isso, entretanto, vislumbro na aproximação das nações e antes mesmo das relações sociais, uma profunda transformação no comportamento individual, em que cada um valoriza mais o homem, diminuindo as distâncias entre as pessoas dos diferentes países, fazendo mais tênues as linhas fronteiriças, embora se ouçam ruídos esparsamente de alguns egoístas renitentes, insatisfeitos com o ir e vir de estrangeiros ao seu derredor, concorrendo às mesmas vagas de trabalho.
A UE, calcada na experiência milenar dos povos europeus, que passou pelos mais diversos conflitos, nos dá exemplo para a construção de um mundo melhor. Mas não o que idealizam alguns, com a supremacia de uma nação sobre as demais e com a instituição de um “presidente do mundo”, e sim com a primazia dos valores democráticos, com a autonomia das nações e a forte participação de seus parlamentos junto ao parlamento maior.
Afinal, todos “navegamos” no mesmo planeta, nascemos do mesmo humo e a nossa essência sobreviverá no mesmo espaço universal, onde não há proprietários e nem privilegiados. Onde não somos donos senão dos nossos próprios destinos.
Assim, caminhamos para ações mais altruístas, em que o sentimento nativista não seja embargo para estendermos as mãos aos outros povos e nem o orgulho nacionalista impeça a humildade para aceitarmos, agradecidos, o auxílio externo nos momentos de dificuldade, cientes de que o nosso bem é o bem comum, tal como o fortalecimento de uma nação europeia é benefício para toda a União Europeia e o desta, para o mundo todo”.
A UE, calcada na experiência milenar dos povos europeus, nos dá exemplo para a construção de um mundo melhor.




A Igreja e a mediunidade
Estive, por estes dias, assistindo na Internet à entrevista do comunicador espírita Alamar Régis com o padre Miguel Fernandes Martins, da cidade de Sobradinho  DF. (http://www.youtube.com/watch?v=eaTPSAx2BT4&feature=related).
Sabe-se o quanto são comuns, no meio clerical ou nas ordens religiosas, os fenômenos mediúnicos. Eclodem já no ambiente doméstico de famílias muito religiosas. Desconhecedores, no âmbito familiar, de outras opções espiritualistas, esses médiuns naturais são encaminhados para seminários ou conventos. Ali, a questão da mediunidade ou será tratada como coisa do demônio ou, dependendo da “santidade” e da piedosa submissão do agente, será interpretada como fenômeno miraculoso, capitalizado, então, pela Igreja como comprobatório das verdades eternas de que se proclama detentora. Assim tem sido por séculos, no histórico contexto de poder da Igreja em nossa cultura.
O padre espírita
O entrevistado de Alamar avaliou melhor o fenômeno. Entendeu tratar-se de uma faculdade natural. Assimilou alguns conceitos transmitidos pela entidade que diz incorporar: frei Fabiano de Cristo, um espírito bastante conhecido e prestigiado nos segmentos espíritas cristãos. Mas, nem por isso, Miguel deixou de ser padre. Passou a se qualificar como um “padre espírita”. Claro que isso lhe valeu reprimendas e discriminação nos meios eclesiásticos. Entretanto, e já que os tempos atuais levaram a Igreja, para poder sobreviver, a adotar um multifacetado pluralismo, o clérigo de Sobradinho talvez esteja inaugurando um novo segmento clerical. Ou seja, ao lado de categorias já muito conhecidas, como a dos padres cantores, dos padres carismáticos, dos padres aeróbicos e dos tantos sacerdotes pop-stars, celebrantes das showmissas, pode estar surgindo este novo segmento: o dos padres espíritas.
Espiritismo impregnado de catolicismo
O fenômeno não chega a ser uma novidade. Henrique Rodrigues, quando entre nós, costumava dizer que o espiritismo, no Brasil, estava dominado por padres e freiras. O irreverente escritor e conferencista espírita se referia às tantas e destacadas entidades espirituais de forte impregnação católica que, do outro lado, assumiram a orientação do movimento espírita deste “Brasil, Coração do Mundo e Pátria do Evangelho”.  Essa orientação foi aceita pela turma do lado de cá, e entendida como a mais ajustada à alma do povo brasileiro. Talvez até o fosse, nos primórdios do espiritismo por aqui, quando praticamente 100% da população era católica.  Pergunta-se: ainda será ou já está na hora de reverter essa situação, diante do perfil predominantemente laico da sociedade dos dias atuais?
Cheiro de sacristia
Temos a tendência de festejar a adesão à chamada “fé espírita” desses padres que continuam padres. Vá lá que seja esse o único caminho inicialmente possível a pessoas com forte impregnação religiosa! Mas, no fundo, elas alimentam um sonho: o de que a Igreja se transforme e passe a aceitar oficialmente a mediunidade e até a reencarnação, como sugeriu o padre de Sobradinho. Seu desejo é permanecer nessa sonhada igreja “espírita”, renovada, mas ainda católica, apostólica, romana. O entrevistado de Alamar, vestindo batina, posando entre imagens de santos e mostrado distribuindo a comunhão a seus fieis, materializa a previsão de Allan Kardec de que, à margem do espiritismo, surgiriam seitas adotando alguns de seus princípios, sem, no entanto, assimilar sua genuína natureza doutrinária. 
Nas conclusões de O Livro dos Espíritos, Kardec projetava um espiritismo em condições de assumir “o direito de cidadania entre os conhecimentos humanos”. Decididamente, para tanto, terá que se libertar desse cheiro de sacristia. Coisa que, pelo jeito, ainda levará algum tempo.


Ciência Espírita
e colaboração interexistencial
Vinícius Lousada
Educador e pesquisador, editor do blog www.saberesdoespirito.blogspot.com
O Espiritismo sob um ponto de vista novo
Quando Allan Kardec começou a publicar a Revista Espírita passou a fazer circular de forma mais sistemática a produção em torno de um novo campo de pesquisas: o da investigação positiva em torno do Espírito.
No contexto das academias, os cientistas se pautavam no paradigma positivista ou no espírito positivo, advogado por Comte, que pretendia superar os estados teológicos e metafísicos do pensamento humano, configurando-se num olhar investigativo guindado à apreciação sistemática dos fatos existentes.
Conforme a perspectiva adotada por esse ícone do positivismo, uma lei geral do movimento fundamental da humanidade remetia ao entendimento de que as teorias científicas deveriam aproximar-se cada vez mais da considerada realidade dos objetos de estudo, numa pretensão de verdade, controle e exatidão. Em toda a sua obra, onde partilhava os saberes da Ciência do Infinito, Kardec ressaltava o caráter científico do Espiritismo procurando firmá-lo e difundi-lo através da rigorosidade metodológica que o seu quefazer de pesquisador do invisível exigia.
Ao afirmar que o Espiritismo é uma ciência positiva (1), Allan Kardec queria que a Doutrina Filosófica dos Espíritos fosse apreciada por um novo prisma. Pois, segundo ele, o Espiritismo é a ciência que se ocupa, pela observação e controle do fenômeno espírita, das relações entre o mundo visível e invisível, tendo revelado com o elemento espiritual uma das leis da natureza ignorada pela ciência materialista até então: a ação do Espírito sobre a matéria.
Assim, atendendo aos critérios das ciências positivas do século XIX, sendo elaborado na observação de fatos e não em especulações hipotéticas, o Espiritismo um dia adquiriria cidadania entre as demais.
  
Uma ciência interexistencial
Sendo uma ciência cujo método foi elaborado por Kardec, o Espiritismo pelo próprio era definido como uma produção coletiva e progressiva. Aliás, ele jamais se intitulou o seu fundador querendo para si os louros de sua dedicação apesar da historiografia registrar, de forma inequívoca, a fundação desse campo de pesquisas pelo Prof. Rivail.
Ocorre que Kardec tinha a percepção de que as inteligências invisíveis capazes de interagirem de forma objetiva e subjetiva com o mundo material foram permitindo o registro e o controle científico de suas intervenções, dentro de uma programática superior que definia a desopacização do mundo espírita aos olhos das criaturas domiciliadas na carne.
Desse modo, o mestre foi ajustando, no processual de seu quefazer, seus pressupostos teóricos e metodológicos ao objeto de estudo, apontando uma obviedade por demais atual, ao menos no campo das ciências humanas, donde provenho: há de se considerar que a especificidade de certo objeto científico demanda uma metodologia e técnicas de investigação específicas para a apreensão do mesmo.
Essa atitude de Kardec fez com que sua pesquisa se diferenciasse e muito de outras que lhe precederam, pois, ao admitir as escolhas, a vontade, os limites e as possibilidades evolutivas das individualidades espirituais na produção das manifestações inteligentes e materiais, alargou o horizonte da investigação de modo a evitar que se enquadrasse o fenômeno espírita às estruturas conceituais rígidas e se descartasse os dados que os instrumentos, produzidos no âmbito de um paradigma materialista, comumente consideravam inválidos.
O que caracterizaria um avanço epistemológico para o campo das ciências da alma, em pleno século XIX, embora admirado pela aposta na experimentação, foi compreendido inicialmente por Richet (2), o fundador da Metapsíquica, por credulidade exagerada como, talvez, também teriam imaginado outros pesquisadores que não se aprofundaram na produção de Kardec.
Enfim, os Espíritos igualmente pautaram o trabalho científico de Kardec a partir de suas manifestações que, em pleno tempo de elogio à razão e à experimentação, organizaram verdadeira invasão ao mundo dos denominados vivos afetando os horizontes culturais da Ciência à Religião.
E, no que tange à composição do conteúdo filosófico do Espiritismo o mestre Allan Kardec teve o cuidado de estabelecer dois critérios de exame: o da razão e o do controle universal do ensino dos Espíritos.
A razão, ou o bom senso, era adotada como filtro principal, afastando o conhecimento produzido, em regime de colaboração entre médiuns, Espíritos e Kardec, de qualquer mescla com superstições ou dogmas.
O segundo critério, o do controle universal, demonstra que o Espiritismo não é fruto de uma concepção individual, da opinião de um sábio ou um Espírito, apenas. Aliás, característica marcante do fazer científico consiste no regime de colaboração, de partilha de saberes mediante a comunicação de métodos, experiências, dados e análises nos diferentes campos de pesquisa, ou seja, a produção coletiva.
Para levar a efeito tal controle, Kardec se utilizava de variados médiuns e Espíritos, entre comunicações espontâneas e evocações, para apreender a solução de diversos problemas filosóficos e questões sobre o mundo dos Espíritos a fim de comparar, após a análise severa da razão, o conteúdo daquelas e, com base na concordância coletiva, estabelecer os princípios da Doutrina Espírita.
 ESTUDANDO KARDEC
“Se há um meio de chegar à verdade, seguramente é pela concordância e pela racionalidade das comunicações, auxiliadas pelos meios que temos à nossa disposição para constatar a superioridade ou a inferioridade dos Espíritos. Ao deixar de ser individual para se tornar coletiva, a opinião adquire um maior grau de autenticidade, já que não pode ser considerada como resultado de uma influência pessoal ou local. Os que ainda se acham em dúvida terão uma base para fixar as ideias, porquanto será irracional pensar que aquele que em seu ponto de vista está só, ou quase só, tenha razão contra todos.” (3)
Notas:
(1) KARDEC, Allan. O espiritismo é uma ciência positiva. In: KARDEC, Allan. Revista Espírita: jornal de estudos psicológicos. Ano sétimo – 1864. Trad. Evandro Noleto Bezerra. Brasília: Federação Espírita Brasileira, 2008, P. 434.
(2) MAGALHÃES, Samuel Nunes. Charles Richet: o apóstolo da ciência e do espiritismo. Rio de Janeiro: Federação Espírita Brasileira, 2007, p. 160.
(3) KARDEC, Allan. Controle do Ensino Espírita. In: KARDEC, Allan. Revista Espírita: jornal de estudos psicológicos. Ano sétimo – 1862. Trad. Evandro Noleto Bezerra. Brasília: Federação Espírita Brasileira, 2008, P. 36




Uma tarde com Padre Landell de Moura
O Centro Cultural Espírita de Porto Alegre recebeu, na tarde de 17 de outubro, o escritor e pesquisador Ivan Dorneles Rodrigues, autor de obras biográficas de um dos maiores gênios da História do Rio Grande do Sul e do Brasil: o Padre Roberto Landell de Moura (1861/1928), a quem se devem importantes invenções no campo da comunicação, e, por isso, tido como pioneiro da radiocomunicação e de outros experimentos que levariam ao surgimento do rádio e da televisão.
Em palestra pública, no auditório do CCEPA, Ivan destacou aspectos importantes da vida, da obra e da vasta cultura de Landell de Moura, incluindo a pesquisa de fenômenos paranormais e estudos sobre espiritismo.

Ao final da palestra, Ivan Dorneles fez a entrega ao presidente do CCEPA, Milton Medran Moreira, de materiais escritos e audiovisuais sobre o padre cientista gaúcho, para o acervo da biblioteca da instituição.
Palestras públicas no CCEPA
Seguem as palestras públicas da 1ª segunda-feira de cada mês (às 20h30) e da 3ª quarta-feira (15h) no auditório do Centro Cultural Espírita de Porto Alegre. Para os meses de novembro e dezembro estão programadas as seguintes palestras, inteiramente abertas ao público

Dia 5/11 (20h30) - Palestra de Aureci Figueiredo Martins (foto): “Sócrates, Precursor do Espiritismo”;

Dia 21/11 (15h) – Palestra de Maurice Herbert Jones: (título);

Dia 03/12 (20h30) – Palestra de Rui Paulo Nazário de Oliveira: (título);

Dia 19/12 (15h) – Palestra de Salomão Jacob Benchaya: “Transição Planetária ou Fim do Mundo?”.
C



Congresso da CEPA
Acompanhamos com grande interesse todos os informes relacionados com o XXI Congresso Espírita Pan-Americano.
Foi um trabalho importantíssimo, queridos companheiros. Já estamos vivendo, graças a Deus, a hora das grandes e impostergáveis mudanças  de  alguns conceitos até aqui estratificados no imaginário espírita.  Graças a Deus, à coragem e  ao dinamismo de todos vocês. Um grande abraço e muita paz.
Adão Araújo – Bento Gonçalves/RS.

“Eu sei por que isso acontece”
Sobre a coluna “Opinião em Tópicos”, do mês de outubro. Por incrível que pareça, a frase  “Eu sei por que isso acontece”, no meio espírita, se tornou um grande "tumor". Em muitos atendimentos fraternos, a frase entrou no lugar do aconchego e no lugar dos ouvidos silenciosos para  com as dores do próximo. O "eu sei porque isso acontece", virou teoria, astúcia na oratória, títulos em palestras e "justificativas" para discursos empolados em defesa de uma doutrina. Bom que estejamos repensando nossas próprias atitudes.
Marta Valéria Nunes Bastos – Niterói, RJ.