EL POR QUÉ DE UN NUEVO BLOG
Después de abrir y mantener actualizado el blog: CENTRO VIRTUAL DE ESTUDIOS
ESPIRITISTAS Y AFINES, para la formación doctrinaria dentro de los postulados eminentemente racionalistas y laicos de la filosofía espírita codificada por el Maestro Allan Kardec que exhibe la Confederación Espírita Panamericana, a la cual nos adherimos, creímos conveniente abrir un nuevo Blog de un formato más ágil y que mostrase artículos de opinión de lectura rápida, sin perder por ello consistencia, así como noticias y eventos en el ámbito espírita promovidos por la CEPA, a modo de actualizar al lector.
Esa ha sido la razón que nos mueve y otra vez nos embarcamos en un nuevo viaje en el cual esperamos contar con la benevolencia de nuestros pacientes y amables lectores y vernos favorecidos con su interés por seguirnos en la lectura.
Reciban todos vosotros un fraternal abrazo.
René Dayre Abella y Norberto Prieto
Centro Virtual de Estudios Espiritistas y Afines "Manuel S. Porteiro".
sábado, 11 de diciembre de 2010
Doctrina Kardecista Modelo Conceptual (reescribiendo el modelo espirita), de Jaci Regis David Santamaría cbce@terra.com SEGUNDA PARTE TOMADO DE: CBC
FILOSOFÍA Doctrina Kardecista Modelo Conceptual (reescribiendo el modelo espirita), de Jaci Regis David Santamaría dsantamaria@cbce.info (Comentarios iniciados en F.E. 137) 1ª. Parte – Consideraciones Previas. TOMADO DE: FLAMA ESPÍRITA
1. Consideraciones generales
DOCTRINA KARDECISTA (en adelante D.K.) - “El conjunto de ideas,
concepciones, creencias, normas y directrices morales, establecen un
modelo que, aceptado o impuesto, construye una consciencia, un modelo
por el cual las personas y las colectividades se guían y actúan.
Hay el modelo cristiano, constituido por los fundamentos del cristianismo,
establecido por la Iglesia Católica, el cual se tornó la directriz, la
consciencia moral de la sociedad occidental. Igual que hay modelos de
todas las creencias religiosas en todas partes de la Tierra.
Hay el modelo materialista que desarrolla la filosofía existencial y reduce
el ser humano al cuerpo y no tiene pretensión alguna de explicar las
razones de la vida.
El Espiritismo también constituye un modelo que posee su visión del
hombre y del mundo. Sin embargo, debido a las influencias de las ideas
cristianas, en la práctica, ese modelo se deformó y perdió el eje de su
originalidad. El movimiento espirita brasileño que asumió la
responsabilidad de mantener el legado de Kardec sucumbió a la presión
de la cultura y de las ideas católicas, debido a la adhesión de personas
estructuralmente ligadas a los cultos cristianos.
COMENTARIO DE FLAMA ESPIRITA (en adelante F.E.) - Parecería ser que el
árbol del Espiritismo se trasplantó a Brasil a causa de la desatención europea a
esta extraordinaria idea (después de las grandes guerras que asolaron este
continente), según dicen algunos espiritistas, encarnados y desencarnados, de
aquel país. Sin embargo, pensamos que “El Legado de Kardec” no es patrimonio
de nadie en particular y sí, sin duda, de cualquier espiritualista reencarnacionista y
librepensador. El librepensamiento es la base en la que nos apoyamos, en la que
debemos apoyarnos, todos los que pretendamos degustar ese “legado” de Kardec.
Sin embargo, a veces, es probable que no seamos conscientes de lo que
realmente significa ese vocablo. Según el diccionario de la Real Academia Española
de la Lengua (RAE, en adelante), librepensamiento es: “Doctrina que reclama para
la razón individual independencia absoluta de todo criterio sobrenatural”. Lamentablemente, esa presión del
contexto cristiano puede llevar al Espiritismo a caer en lo sobrenatural (baste como botón de muestra esa
creencia más o menos extendida, desde hace muchos años, de la condición de no engendrado por parte de
aquel eminente espíritu llamado Jesús de Nazareth). Por ello, cualquier concepto que sobrepase la
“naturalidad” de la doctrina debería ser erradicado de la misma. No debe olvidarse que, para Kardec, el
Espiritismo era preponderantemente una ciencia, y las ciencias deben tocar con los pies en el suelo y
apartarse de fantasías más o menos bienintencionadas.
D.K. - “Dos factores contribuyeron a ello: la absorción total del sentido y del lenguaje del
evangelio cristiano sin la liberación del aparato místico y la pretensión de Allan Kardec de
considerar al Espiritismo como la tercera revelación de la ley de Dios, dentro de la cultura
cristiana.
F.E. - ¡Es curioso! A pesar de que para Kardec, el Espiritismo era una ciencia, no consiguió –o, no pudo, tal
vez, por el contexto histórico netamente cristiano en que vivió- desvincularse del entorno religioso. La
adscripción del Espiritismo a la sucesión de revelaciones judeocristianas, probablemente, no fue de las
mejores ideas del Maestro de Lyon. Y no precisamente por la palabra revelación en sí misma (ya que
literalmente significa “la manifestación de una verdad secreta u oculta (RAE)”, sino por vincularla con las
revelaciones de Moisés y de Jesús. “Manifestaciones de verdades ocultas” ha habido más, no podemos
olvidar, por ejemplo, a Sócrates (mencionado ampliamente por Kardec en la Introducción de “El Evangelio
según el Espiritismo” o Buda (no mencionado en ninguno de los siete libros de Kardec). Pero, no por todo lo
dicho dejaremos de recomendar ese lúcido texto kardecista, “Caracteres de la Revelación Espiritista”, que
constituye el capítulo primero de “La Génesis”.
D.K. - “Incapaz de crear un lenguaje propio frente a la presión milenaria de las tesis cristianas, el
modelo espirita recibió en consecuencia y a lo largo del tiempo, una importante influencia de los
conceptos católicos. Al ser transformada en una religión cristiana, la doctrina sucumbió en gran
medida a la presión del catolicismo, perdiendo la originalidad que debería convertirlo en una
opción para la humanidad. Aunque, en verdad, elaborado dentro de la cultura cristiana, el modelo
espiritista niega el modelo cristiano.
F.E. - El Espiritismo no necesita aliarse con las religiones (cosa que, por otra parte, ellas no pretenden en
ninguna manera) para “convencer” a sus simpatizantes de la bondad de sus buenas ideas. El Espiritismo, a
pesar de su mala reputación, es una de las máximas contribuciones filosóficas de la historia de la
humanidad; por ello, el Espiritismo debe serlo a secas, sin adjetivos, como propugnaba José María
Fernández Colavida (pionero espiritista español). El Espiritismo es importante por sí mismo; presenta una
contribución filosófica y moral que perfectamente puede considerarse desvinculada de cualquier religión. Sin
embargo, el Espiritismo ni quiere ni puede desvincularse de las buenas ideas de los Espíritus superiores que
han dejado su preclaro ejemplo encarnando en la Tierra, como es el caso del filósofo por excelencia (como
le definió Carlos Brandt), Jesús de Nazaret, que no Jesucristo.
D.K. - “Ese camino, sin embargo, no fue de ninguna manera postulado por Kardec. Él pretendió
que el Espiritismo fuese al mismo tiempo, científico, o sea, que tuviese un pensamiento crítico,
no dogmático, mantenido dinámicamente actualizado y que desenvolviese un sentido humanista.
F.E. - A veces, da la impresión, que determinados sectores del Movimiento espiritista piensan que el
Espiritismo está totalmente desarrollado. Afortunadamente, Kardec era consciente de que esta doctrina
tenía que actualizarse regularmente: “En filosofía, como en política, en sociología o en religión, seguir o no
seguir el movimiento progresivo es cuestión de vida o muerte” (Obras Póstumas, “Constitución del
Espiritismo”, apartado VII)
D.K. - “Con esta propuesta, la Doctrina Kardecista intenta la recuperación de la identidad de la
obra de Allan Kardec. La reflexión sobre los fundamentos del Espiritismo exige el ejercicio de la
crítica y de la responsabilidad. Por no ser estáticos, la revisión del lenguaje y la actualización de
los conceptos se hace indispensable de manera que se cumpla lo que él propuso:
“El principio progresivo que ella escribe en su código será la salvaguardia de su perpetuidad, y su
unidad se mantendrá precisamente por no reposar en el quietismo.” (Obras Póstumas, “Los
cismas”)
F.E. - Es cierto que se necesita una revisión del lenguaje empleado por Kardec, revisión que debería
concretarse en una actualización del sentido vigente de determinadas expresiones; por ejemplo, cuando
Kardec dice que el Espiritismo se ocupa de temas graves, probablemente, hoy, se traduciría grave por
importante. En cuanto a la actualización de conceptos, pensamos que los criterios expuestos por Kardec, en
su mayoría, son perfectamente actuales. Se necesitaría, como ya apuntábamos en nuestro anterior
comentario (F.E. 136), un enfoque espiritista racional de temas que en tiempos del profesor Rivail, o no
tenían la relevancia de ahora (p.ej. la incineración de cadáveres), o no existían todavía (como la utilización
de células madre).
2. El modelo cristiano
D.K. - “En la revelación cristiana es filosóficamente fundamental, básico, el concepto de una
caída original del hombre en el comienzo de su historia, y también el concepto de un Mesías, un
reparador, un redentor. Son conceptos indispensables para explicar el problema del mal,
racionalmente preeminente y racionalmente insoluble. La solución integral del problema del mal
vendría únicamente del misterio de la redención por la cruz, complemento necesario del misterio
del pecado original.
“El trecho anterior, transcrito de una web católica, indica la naturaleza del modelo que la Iglesia
Católica creó y que a lo largo del tiempo consolidó toda una cultura sobre Dios, la vida y la
muerte, la naturaleza y el destino de las criaturas humanas en la sociedad occidental.
“Ese modelo creó una visión del universo, de la naturaleza de las cosas y de la vida humana, que
se estereotipó como el primado de la verdad revelada.
“Las colectividades y las personas pasaron a girar en torno de esa visión, y cuando tienen que
afrontar los problemas esenciales de la vida, reaccionan espontáneamente dentro de esos
principios cristalizados.
“No obstante el desgaste que ha sufrido, y el hecho de que se han presentado nuevas ideas y que
los fundamentos del modelo han sufrido cuestionamientos de peso, él permanece como un
residuo cultural y mental. Por eso, establecidos los parámetros, la Iglesia siempre fue contraria
al progreso, persiguió a los que contrariaron sus postulados, incluyendo científicos, filósofos y
pensadores.
“La verdad monolítica se mantuvo durante siglos y continúa siendo la expresión de la verdad
para millones de personas. Eso, a pesar del surgimiento de nuevas ideas, el avance de las
investigaciones y de lo insostenible de las ideas perpetuadas. Las creencias religiosas ignoran el
progreso y continúan actuando y pensando como antaño.
“La estructura del modelo cristiano parte de dos vertientes: la acción divina sobre los seres
humanos y la idea fundamental del pecado. Esas vertientes acaban por envolver a cada persona,
en la medida en que ella se torna frágil por el dolor, por el sufrimiento o por la angustia respecto
de su porvenir, dentro de los límites rígidos de la vida entre la cuna y la tumba. Según este
modelo, todos son pecadores, Dios está lleno de amor, pero también de venganza.
F.E. - Y todo ello por una incorrecta interpretación de la Realidad Divina. Realidad que el Espiritismo está
lejos de comprender en su totalidad; pero, sí que promueve un acercamiento más lógico y racional a la
acción de la Divinidad a través de la comprensión de que Ella actúa mediante leyes perfectas que amparan
perfectamente a sus criaturas. El Espiritismo nos ayuda a encajar mejor la Acción Divina con el contraste de
la aparente injusticia reinante en nuestro planeta. Y ese encaje se arbitra gracias a las leyes de progreso y
de justicia universal, sustentadas por la realidad reencarnacionista.
D.K. - “Aunque a lo largo de la historia las filosofías materialistas y nihilistas siempre negaron el
modelo cristiano, la principal oposición actual a ese modelo viene de la ciencia, aunque pese a
que su interés en desmontar las afirmaciones de la Iglesia, principalmente en lo que atañe a las
cuestiones relacionadas con la naturaleza del ser humano y su comportamiento, se base en una
visión completamente organicista.
F.E. - A pesar de esa vertiente más bien materialista de la ciencia, estamos convencidos de que será ella la
que, tarde o temprano, acabe demostrando la existencia de ese principio inteligente, que es el espíritu.
D.K. - “El pecado original sobrevive en la filosofía cristiana. Jehová, el dios judío avanza en el
fondo de la idea de un dios de amor y misericordia.
“Frente al futuro después de la muerte, la Iglesia mantiene el mismo pensamiento acerca del
cielo y el infierno, la naturaleza mala de la persona y la necesidad de salvación y redención, así
como de un Salvador.
F.E. - Una correcta comprensión de la Acción Divina nos lleva a entender que no se necesita en ninguna
manera la actuación de un Salvador. No necesitamos nadie que nos salve, porque nadie está perdido, sino
que absolutamente todos estamos bajo la protección eficaz de la Ley Natural. Por eso, en Espiritismo, no
cabe -como a veces se puede encontrar en algunas comunicaciones medianímicas- el menor atisbo de
“salvacionismo”.
D.K. - “Súmese a eso el alcance de la geopolítica mundial, la influencia de las religiones
orientales y del Islamismo y veremos que todos los modelos religiosos, con sus aspectos
específicos, son incapaces de dar una dirección, de ayudar a crear una forma de respeto
recíproco y de fraternidad básica entre las personas.
F.E. - Ciertamente les falta el entendimiento del concepto reencarnacionista, el único que realmente nos
iguala a todos, y nos lleva, forzosamente por la acción del dolor y del aprendizaje, a comprender que el
respeto a uno mismo y a los demás es la base de la fraternidad universal. ◙
Se continuará con la publicación de nuevos comentarios a la obra
“Doctrina Kardecista”
tanto en los próximos ejemplares de Flama Espirita como también en nuestro
Blog http://centrebarcelonesdeculturaespirita.blogspot.com
miércoles, 8 de diciembre de 2010
lunes, 6 de diciembre de 2010
ANUNCIO IMPORTANTE DE PARTE DEL GRUPO ESPÍRITA DE LA PALMA
PROGRAMA DE ACTIVIDADES PÚBLICAS DEL
“GRUPO ESPÍRITA DE LA PALMA – ” DICIEMBRE 2010
domingo, 5 de diciembre de 2010
¿COMO DIVULGAR EL ESPIRITISMO? Por Quintín López Gómez* TOMADO DE: REVISTA CONCIENCIA ESPÍRITA DEL GRUPO ESPÍRITA DE LA PALMA.
Por Quintín López Gómez*
Toda empresa humana requiere, para llevarla a cabo con éxito, planearla, primero, bien; vitalizarla, luego, con el verbo de la decisión, y dignificarla, últimamente, con la ejemplaridad.
Para planear el problema “¿Cómo divulgar el Espiritismo?”, debemos, en primer término, fijar lo que vamos a entender por Espiritismo.
Se ha dicho en todos los tonos que el Espiritismo es un sistema científico, filosófico y moral, que tiende a conocer todas las leyes de la Naturaleza y a determinar la misión del hombre, dentro de esas leyes, en su eviterno vivir.
Por consiguiente, lo primero que se nos impone, es adaptar lo más posible el Espiritismo que intentemos divulgar a las leyes de la Naturaleza.
Este es el aspecto científico del Espiritismo.
“El Espiritismo será científico, o no será”, dijo Kardec, con visión profética; y el tiempo nos ha venido demostrando que el Espiritismo que no ha seguido esa ruta, ha ido decayendo bajo el peso del ridículo a que le condenaba su credulidad bobalicona.
Es, pues, preciso, para que el Espiritismo eche raíces y crezca ufano, que ante todo, y sobre todo, sea científico, y que lo primero a que atiendan sus divulgadores es a contrastar con los postulados de la Ciencia las hipótesis que emitan.
Ciencia y Filosofía no son cosas dispares y antagónicas, sino aspectos de una misma realidad que, yendo acordes, proporcionan una más clara y amplia visión y comprensión del motivo examinado y, yendo discordes, le entenebrecen y desvirtúan. Por lo tanto, es preciso que el Espiritismo a divulgar, entrelace ambos aspectos con el hilo de Ariadna que distinguimos con el nombre de Lógica.
Si la Ciencia y la Filosofía no son dispares entre sí, tampoco lo son con la Moral; antes al contrario: ésta es el ornamento de aquéllas. Luego el Espiritismo que se debe divulgar ha de ser el Espiritismo Científico, Filosófico y Moral.
Y ¿qué es la Ciencia Espírita, la Filosofía Espírita y la Moral Espírita?
Lo que es la Ciencia, la Filosofía y la Moral en general, pero aplicadas a nuestros postulados.
La Ciencia se reduce al cada vez más amplio y depurado conocimiento de las cosas por las leyes que las rigen, de lo que resulta que no es inmutable, aunque sí imperecedera. Nuestra Ciencia, en ninguno de sus policromados aspectos, es la Ciencia de nuestros tatarabuelos en lo actual; pero si es la misma ciencia en lo virtual. Ellos tuvieron por Ciencia aquello que alcanzaron a determinar con su observación y los medios de que disponían; nosotros tenemos por Ciencia lo que alcanzamos a comprender con nuestra observación y los medios de que disponemos. La fuente es la misma, y los mismos hubieran sido los resultados si no hubiésemos cambiado, mejorándolos, los medios de observación. Pero tampoco nuestra Ciencia es toda la Ciencia ni está exenta de nebulosidades y, consiguientemente, tampoco nuestra verdad es toda la Verdad ni está exenta de errores; de lo que se sigue que nuestra Ciencia – y hablamos ahora de la Ciencia Espírita – apoyada en los postulados de la Ciencia general, no puede ni debe decir: “ésta es la verdad”, sino que puede y debe decir: “ésta es la verdad del presente”.
De idéntico modo debe comportarse en relación con la Filosofía. Ésta, como es sabido, se nutre de la observación quintaesenciada. Newton dedujo la Ley de gravedad de la caída de una manzana. Para millares de personas el fenómeno no hubiera tenido importancia ninguna; para el genio reflexivo de Newton, tuvo la de hacerle meditar acerca del por qué todos los cuerpos caen verticalmente hacia el centro de la tierra. El filósofo, pues, es el que de la cosa más trivial en apariencia, sabe extraer el jugo, y por una serie de verdades concatenadas, induce o deduce una ley en ellas común, que en muchas ocasiones no está conteste con la experiencia, pero sí lo está con la lógica, que es la verdad de orden moral o metafísico, tanto o más positivo que lo que se ve y se palpa.
En la Moral, finalmente, hay que apreciar también con preferencia el fondo a la forma, y sobre todo, hay que desarrollar sus veneros. Estos los proporcionan las emotividades, que, a su vez, tienen por amasijo las sensaciones. Enseñar a distinguir las sensaciones, es enseñar a pulimentar las emotividades y engendrar una Conciencia recta, justa, ecuánime. No es el temor el que hace al hombre bueno, recto, íntegro: es la persuasión que alcanza de que debe procederse así, para ponerse a plomo con la Ley.
Se hace, pues, Ciencia Espírita, y se divulga Ciencia Espírita, desarrollando y afinando la sensibilidad, rectificando y sublimando las emociones y haciendo ejercicios de lógica, que son los que nos proporcionan los conocimientos, así físicos como metafísicos y morales.
¿Qué medios son mejores para este trabajo? No hay otro más adecuado que el estudio; esto es, la observación, el análisis y la inducción y deducción filosófica. Gimnasia físico-psíquica, ¡mucha gimnasia físico-psíquica! La física, para mantenernos con mente sana en cuerpo sano; la psíquica, para poder saltar de lo conocido a lo desconocido con auxilio del trampolín de la lógica.
¡No olvidemos que cualquiera tema que abordemos, si lo abordamos bien, estará de perfecto acuerdo con nuestro Credo!
¿Procedimientos? Todos son buenos, todos son útiles, con tal se adapten a las circunstancias de lugar y medio.
La conversación familiar, el discurso, la hoja volante, el periódico, el libro, la radiofonía… y ante todo y sobre todo, el ejemplo personal.
Porque invocamos la Ciencia, la Filosofía y la Moral en nuestras palabras y en nuestros actos, debemos reflejar que son prendas de nuestro uso. Porque invocamos el libre examen, no tenemos derecho a ser intransigentes ni dogmáticos. Porque aceptamos la evolución, debemos esperar sin prisas la germinación, el desarrollo y la fructificación de la semilla que desparramemos a manta.
¿Organización? La más adecuada en cada caso; pero siempre con miras a irradiar nuestras aspiraciones de mayor desarrollo intelecto-moral, sin el triple moho del fanatismo, la pedantería y el medro.
…………………………………..
* Este artículo, subtitulado “¿Qué sistema de propaganda conviene hacer?”, fue publicado junto al trabajo “De la idea de Dios”, en un folleto editado por la Editorial Maucci, de Barcelona, intitulado Esbozos de Epistemología Espírita, aproximadamente por los años 20 del pasado siglo XX.