EL POR QUÉ DE UN NUEVO BLOG

Después de abrir y mantener actualizado el blog: CENTRO VIRTUAL DE ESTUDIOS

ESPIRITISTAS Y AFINES, para la formación doctrinaria dentro de los postulados eminentemente racionalistas y laicos de la filosofía espírita codificada por el Maestro Allan Kardec que exhibe la Confederación Espírita Panamericana, a la cual nos adherimos, creímos conveniente abrir un nuevo Blog de un formato más ágil y que mostrase artículos de opinión de lectura rápida, sin perder por ello consistencia, así como noticias y eventos en el ámbito espírita promovidos por la CEPA, a modo de actualizar al lector.
Esa ha sido la razón que nos mueve y otra vez nos embarcamos en un nuevo viaje en el cual esperamos contar con la benevolencia de nuestros pacientes y amables lectores y vernos favorecidos con su interés por seguirnos en la lectura.
Reciban todos vosotros un fraternal abrazo.
René Dayre Abella y Norberto Prieto
Centro Virtual de Estudios Espiritistas y Afines "Manuel S. Porteiro".



domingo, 27 de marzo de 2011

IAN STEVENSON: LAS MARCAS DE NACIMIENTO LE JOURNAL SPIRITE N° 77 JULIO 2009

Ciertos sujetos fallecidos en condiciones criminales
(puñalada en la espalda o ataque físico de ese género)
reencarnan a veces con una cicatriz particular. El periespíritu
registra todos los fenómenos vividos en una existencia
y es susceptible de reproducirlos en su futura envoltura
carnal. Ian Stevenson ha investigado sobre estas marcas
de nacimiento, que menciona especialmente en su libro
Reencarnación y biología:
“Aristide Kolotey, un ghanés, había nacido con una larga
marca lineal que corría casi desde su cuello hasta la parte
baja de su abdomen pasando por delante de su tórax. La
pigmentación allí era más clara. Se decía de Aristide que
era la reencarnación de un tío que un día en que había
ido a nadar se ahogó. El cuerpo del tío había sido arrojado
sobre la orilla con ‘una cortadura en medio del pecho’. Se
suponía que el tío se había cortado al hundirse sobre de los
peñascos. Aristide no tenía recuerdos de la vida y la muerte
de su tío, pero sufría de fobia al agua”.

Para Stevenson, la frecuencia de los casos que ha podido
catalogar en Asia, está vinculada al hecho de que los
hinduistas y los budistas creen en la metempsicosis, es decir
en la trasmigración de una misma alma sucesivamente en
varios cuerpos. Por otra parte, Stevenson ha estudiado casos
de fobias (por ejemplo el miedo al agua) que se manifiestan
en recién nacidos. Así, niños que han rehusado bañarse desde
su más tierna edad, le han manifestado, en cuanto pudieron
hablar, que murieron ahogados. Finalmente, Stevenson ha
trabajado largamente sobre las marcas de nacimiento que
aparecen sobre la epidermis de los bebés: lunares, zonas de
piel sin pigmentación o sin pilosidad; y comprobó que un
tercio de los niños que dicen acordarse de una vida anterior
son portadores de marcas de nacimiento que ellos afirman
ser de heridas recibidas durante su vida anterior. Stevenson
ha podido comprobar la historia médica de las personas
muertas de quienes los niños decían ser la reencarnación: en
el 20% de los casos, descubrió una concordancia perfecta
entre las marcas de nacimiento y las heridas.
Con la mayor frecuencia, la medicina clásica explica
la enfermedad por la herencia, el entorno o hasta
simplemente el azar. Para Ian Stevenson, sería necesario
examinar las experiencias tenidas en las vidas anteriores.
El concepto de reencarnación debía ayudarle a resolver
el problema que le preocupaba: ¿por qué se contrae una
enfermedad en vez de otra? La cuestión le intrigaba porque
él rechazaba las explicaciones que se limitan a la genética y
al entorno. Stevenson era de opinión de que la persona y su
envoltura carnal existían de modo separado e independiente;
la genética no podía explicar todas las marcas de nacimiento
o las anomalías congénitas, ni tampoco algunas enfermedades
internas. En ciertos casos, pensaba, intervenía “la voluntad de
la personalidad anterior” y los traumatismos que se habían
producido durante la existencia anterior. Un niño cuenta su
antigua vida de bandido:
“Cuando Cemil Fahrici nació, sus padres observaron una
extraña marca de nacimiento: una mancha debajo del mentón,
que sangraba de vez en cuando. Su padre la relacionó con un
pariente lejano, Cemil Hayik, notorio bandolero muerto algún
tiempo antes del nacimiento del muchacho; se había disparado
una bala bajo el mentón luego de haber sido cercado por el
ejército francés. En efecto, el pequeño Cemil (al principio
llamado Daddham pero que no respondía sino cuando se le
llamaba Cemil) manifestó desde su más temprana edad una
gran hostilidad hacia la policía y los militares. ¡Un día hasta trató
de tomar el fusil de su padre para disparar sobre los soldados!
Hasta los siete años, sufría de horribles pesadillas en el transcurso
de las cuales luchaba contra el ejército francés… He aquí lo que
reporta la investigación del doctor Stevenson:
“Durante todos los años que duró la investigación sobre este
caso, siempre creí que Cemil Fahrici sólo tenía una sola marca
de nacimiento. Luego, a lo largo de una entrevista con una de
las hermanas de Cemil Hayik, me enteré de que la bala había
salido por la parte superior del cráneo. Uno de los gendarmes
franceses presentes en el lugar del tiroteo donde Cemil Hayik
había encontrado la muerte, hizo una descripción parecida.
Volví a ver a Cemil Fahrici y le pregunté si tenía otra marca de
nacimiento. Sin ninguna duda, señaló con el dedo la parte
superior de su cabeza, y enseguida descubrimos una zona lineal
sin pelo en la parte superior de su cráneo”.
Caso de Corliss Chotkin Jr.
“En 1946, murió en Alaska un amerindio del clan de los Tlingit,
llamado Victor Vincent. Alrededor de un año antes de su muerte,
mientras se encontraba de visita en casa de su sobrina, le había
dicho: ‘Un día, regresaré como tu hijo, y tendré las mismas
cicatrices’. Le mostró entonces dos cicatrices muy visibles, una
sobre el borde de la nariz, la otra en la espalda. En los dos casos
se trataba de cicatrices quirúrgicas, por lo tanto no transmisibles,
en lo que se refiere a marcas hereditarias. Dieciocho meses
después de la muerte de Victor, la joven mujer dio a luz un hijo,
Corliss. Desde su llegada al mundo, tenía las mismas cicatrices
que su tío, lo cual comprobaron varios testigos.
Cuando todavía era un niño muy pequeño, Corliss preguntó
de repente: ‘¿Me reconoces? Soy Victor. Te había dicho que
regresaría’. En el transcurso de los años, Corliss reconoció a
muchas personas que no podía haber conocido, salvo en una
vida anterior. Relató incidentes de la vida de Victor, de los que
nadie había oído hablar pero que pudieron ser comprobados.
Contó, por ejemplo, que un día, pescando, se había quedado sin
gasolina y fue socorrido por un barco de vapor, el North Star.
En fin, por su temperamento, Corliss también se parece a
Victor, tiene varias de sus aptitudes, especialmente para la
mecánica; además, balbucea y arrastra un poco los pies,
exactamente como Victor”.
La historia de Chanai
Chanai nació en 1967 en el centro de Tailandia. Fue criado por su
madre y su abuela materna que poseía una granja de patos. A los
dos años, vivió sólo con su abuela en Nong La Korn. Al nacer, se le
descubrieron dos marcas, una detrás de la cabeza y otra delante,
sobre el ojo izquierdo. Su familia no tenía idea del origen de
esas marcas. Hacia los tres años, su abuela observó que cuando
jugaba con otros niños, aparentaba ser un profesor. Por otra
parte decía que en su vida anterior había sido un profesor, que
se llamaba Bua Kai, que lo habían matado camino a la escuela
y que entonces tenía una esposa e hijos. Suplicó a su abuela que
lo llevara a su antigua familia y citó un lugar llamado Khao Phra.
Chanai no tenía aún cuatro años cuando su abuela lo llevó a
una casa que él mismo indicó, donde vivía una pareja anciana.
Entraron y Chanai reconoció a “sus padres”. Eran los padres
de Bua Kai, un profesor asesinado en 1962. La pareja quedó
impresionada al examinar las marcas de nacimiento del niño y
escuchar sus declaraciones. Durante una segunda visita, Chanai
dio detalles de la vida de Bua Kai, con impresionantes precisiones
y lo que la vida de Bua Kai reveló, ayudó a comprender mejor el
comportamiento de Chanai. Bua Kai era casado y tenía cuatro
hijos entre ellos gemelos. Suan, su esposa, estaba encinta
cuando él murió. En efecto, era profesor y poseía dos revólveres.
En la mañana del 23 de enero de 1962 fue asesinado al salir de
su domicilio para dirigirse a la escuela en bicicleta. Recibió una
bala en plena cabeza, disparada desde atrás. Murió en el acto.
La bala había entrado por detrás de la cabeza y había salido por
encima del ojo izquierdo. A los once años, Chanai hizo la siguiente
declaración: “No sé quién me disparó por la espalda, no estaba
consciente cuando morí. Posteriormente, sin embargo, sentí que
mi alma abandonaba el cuerpo. Podía verme tendido sobre la
carretera. Mis piernas todavía eran presa de convulsiones y mi
sangre fluía sobre el camino”.
En sesión espírita, esta persona fue invocada por un espíritu:
“El enigma de las marcas de nacimiento hay que relacionarlo
con vuestras vidas anteriores, vuestras contusiones anteriores,
si habéis recibido contusiones a nivel de vuestra epidermis, por
causa de una guerra, de un asesinato o de un accidente”.
Para concluir, he aquí lo que escribió Ian Stevenson al final
de su obra Los niños que recuerdan sus vidas anteriores:
“He aquí todo lo que puedo decir sobre la relación de causa
a efecto de una vida sobre la sucesiva, y quizás todavía es
demasiado. Me parece justo reconocer, con mucha humildad,
nuestra ignorancia. A pesar de mi convicción de que algunos de
nuestros niños bien podrían ser reencarnados, nuestros trabajos
de investigación me han convencido igualmente de que no
sabemos casi nada sobre la reencarnación”.

1 comentario:

  1. Yo practico sesiones de hipnosis y mediante este método he llevado a la mayoría de mis atendidos a vidas pasadas, con conclusiones muy seguras y reconocibles ( para las propias personas, sin importar lo que yo pudiera pensar) Estas experiencias influyen absolutamente e una vida presente.

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