PROPUESTAS PARA UNA ACTUALIZACIÓN DEL MÉTODO MEDIÚMNICO KARDECIANO
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- Created On 12 May 2009
- Last Updated on 17 May 2013
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1. INTRODUCCIÓN
En una valiosa actitud de apertura, la Confederación Espírita Panamericana y nuestros amigos de la hermana República del Brasil nos invitan a revalorizar la vigencia de los conceptos fundamentales de la Doctrina Espírita.
Y lo primero que nos surge es volver a preguntarnos: ¿Qué es el Espiritismo?
Todos aquí sabemos que el Espiritismo es una Doctrina con fundamentos filosóficos, con características científicas y que tiene consecuencias morales para quienes la entienden.
A 143 años del lanzamiento del Libro de los Espíritus mucho se ha escrito y mucho se ha practicado, aunque seguramente lo más importante todavía no se ha descubierto, ya que, si entendemos la Ley de Progreso, lo mejor está por venir, siempre que comprendamos lo conocido.
Esta doctrina fue desarrollada a partir del estudio de los fenómenos paranormales que se manifestaron en todos los tiempos. Estos fenómenos eran vistos como naturales en una primera etapa en la que se consultaba con naturalidad a los espíritus a través de los oráculos y las pitonisas. Luego sobrevino un largo período de prejuicios e intereses derivados de la soberbia de algunos hombres que pensaron que podrían erigirse en dueños de otros hombres a través del poder que podían conferirle las jerarquías creadas sobre la base de las religiones.
Pero como el Universo, gracias a la fuerza arrolladora de la Leyes, sigue su proceso evolutivo a pesar de la ignorancia de los seres humanos, en algún momento comenzó a vislumbrarse una vuelta a la pregunta que desvela al ser humano desde siempre:¿De dónde venimos, hacia dónde vamos?
Con algunos antecedentes en el siglo XVIII, como los estudios sobre el magnetismo animal realizados por Franz Mesmer y la aparición de fenómenos aparentemente inexplicables que fueron tomados como entretenimientos por la Sociedad Occidental del siglo XIX, un Científico de la época, discípulo de Pestalozzi, se determinó a encontrar una explicación racional a estos fenómenos en apariencia anormales.
Desde la Francia librepensadora de mediados del Siglo de las Luces, y de la mano de Hipólito León Denizard Rivail, surge un elemento nuevo que significó un hito para el pensamiento de la Humanidad y se convirtió en línea de partida para experimentaciones científicas y para desarrollo de planteos filosóficos que aún el hombre está estudiando y le llevará todavía mucho tiempo entender en profundidad.
Hubo muchos seres que desde este plano material y desde el mundo espiritual colaboraron para darle forma a esta verdadera Doctrina Filosófica, pero ese hombre, conocido por su seudónimo de Allan Kardec, trascendió por sobre todos, aunque su intención fuera la de mantener su posición humilde de partícipe necesario en un proyecto que alcanzó una gran trascendencia.
Kardec definió simplemente al Espiritismo al manifestar que:
"El Espiritismo es la ciencia que trata de la naturaleza, origen y destino de los espíritus y de sus relaciones con el mundo corporal". (¿Qué es el Espiritismo?)
Sobre un aspecto específico queremos centrar nuestra atención en este XVIII Congreso Espírita Panamericano: La comunicación con el mundo espiritual, base del Espiritismo:
¿Necesita revisión y actualización?
Es preciso que los espíritas pongamos una lupa sobre este aspecto fundamental de la Doctrina que nos legaran los espíritus a través de los médiums orientados y conducidos por Kardec.
La comprobación de la existencia del mundo espiritual comenzó a impactar en todas las ramas del saber humano, la certeza de que el espíritu es la parte esencial del ser humano le da a la vida un sentido de continuidad y permite comprender la existencia de Dios de una manera lógica y racional.
Estos conceptos, con fundamentos acordes al hombre de la época, dieron una idea cabal del funcionamiento armonioso de las leyes que rigen la evolución, abriendo a científicos, filósofos y también al hombre común, una nueva dimensión que lo llevó a comprender la verdadera naturaleza de la Creación.
Desde Williams Crookes hasta Gustavo Geley, Arthur Connan Doyle, León Denis, Camilo Flamarión, Ernesto Bozzano, José Ingenieros, Cosme Mariño, Herculano Pires, Benjamín Franklin, José Martí y personalidades de las más diversas latitudes y disciplinas han estudiado y estudian estos postulados para comprobar por sí mismos su realidad.
¿Debe el Espiritismo actualizarse? Nos pregunta desde su título este Evento, y frente a semejante pregunta nadie puede permanecer indiferente.
Quienes piensan que el Espiritismo es una serie de dogmas sagrados, huyen despavoridos ante la herejía del planteo, tal como han reaccionado históricamente quienes consideran que son "dueños de una verdad absoluta e inmutable"
Pero si estamos convencidos que la real naturaleza de esta Doctrina es lograr hacer del ser humano un hombre libre para disponer de sí mismo, que intenta desarrollar su mente y sus sentimientos respetando su libre albedrío, entonces sentiremos un soplo de brisa fresca en el rostro y tendremos la seguridad de que el espíritu Kardecista no se ha perdido.
La definición del Espiritismo como Doctrina implica que es un Conocimiento con final abierto, inconcluso: nunca estará terminado. Porque demuestra que las Leyes son tan amplias, que cuanto más avance el hombre, más posibilidades tendrá de crecer; siempre dejará lugar para el debate y por lo tanto el espírita debiera tener una mente abierta y una actitud de actualización permanente.
El Espiritismo no es una Doctrina más: conlleva la respuesta al destino trascendente del hombre, el porqué de su existencia, la explicación de su alegría y de su dolor. Le revela la seguridad de que él mismo es el responsable de su destino y es susceptible de ser puesta en práctica para modificar su conducta, a la vez que descubre en el Mundo Espiritual una fuente inagotable de recursos dinámicos.
En la comunicación mediúmnica está la llave para el acceso a esta fuente de conocimientos, y dependerá de nuestra capacidad poder acceder a ella.
"NACER, MORIR, RENACER, PROGRESAR SIEMPRE, TAL ES LA LEY"
Kardec lo postula, los espíritus se lo confirman a través de los Médiums que él conduce con la disciplina y el rigor científico con el que está formado.
Nada está librado al azar, pero a la vez nada impide el ejercicio del libre albedrío del espíritu. El hombre descubre lo que su intelecto le permite y ejecuta lo que sus sentimientos le dictan, y a medida que evoluciona, nuevas puertas se abren a su desarrollo. Quien abre esas puertas es el propio espíritu, impulsado por las Leyes de Progreso y a la vez contenido por la Ley de Amor, claras manifestaciones de la misericordia de Dios.
Esto suena de maravillas al entendimiento y a la razón, así como también al sentimiento, llena el alma de gozo y nos libera de culpas, porque nadie es culpable de su propia ignorancia, y a nadie se puede culpar por sus limitaciones, pero a la vez nos invita a descubrirlas y ayudar concientemente para en nuestra transformación positiva.
Este panel intenta plantear específicamente los temas de carácter doctrinario que pudieran ser actualizados, y como ya hemos manifestado, intentamos llamar la atención sobre la comunicación con el mundo espiritual. Para ello hemos creído prudente esta introducción que da una idea de lo que pensamos sobre el Espiritismo.
Del análisis surgen la comprensión de la existencia simultánea del Plano que llamamos Material y el que llamamos Espiritual y la necesidad de entender el verdadero sentido de la comunicación entre estos dos planos.
Queremos así instalar un amplio debate para el futuro del Espiritismo, abrir un generoso interrogante sobre los temas que hacen al "CÓMO" Y "PARA QUÉ" de esta relación entre el mundo espiritual y nuestro plano de encarnados.
Un debate que incluya:
Los métodos que se utilizan en las distintas Instituciones espíritas
La posibilidad de alcanzar alguna uniformidad de criterios acerca de la conformación de la Sesión Mediúmnica y la correcta utilización de esta invalorable y original herramienta para el progreso del hombre.
No discutiremos ya si la mediumnidad existe, o si son posibles las materializaciones, esto ya está demostrado largamente, pero lo que sí nos cuestionamos es si realmente valoramos la posibilidad de que los espíritus participen en nuestra vida a través de una correcta utilización del intercambio mediúmnico.
2. PROPUESTAS PARA UNA ACTUALIZACIÓN DEL
MÉTODO MEDIÚMNICO KARDECIANO
Para iniciar la discusión queremos hacer hincapié en algunos conceptos básicos:
Además, debemos considerar las etapas por las que pasó la mediumnidad antes y después de Kardec:
Que el Espiritismo es una Doctrina de contenido filosófico, con características científicas, ya está probado.
Y su estudio también tuvo sus fases:
La pregunta es: ¿En qué etapa estamos?
La respuesta no es sencilla, porque ninguno de nosotros está exactamente en la misma etapa.
Está claro que la primera, la de la curiosidad, debiera estar superada por quienes nos decimos espiritistas.
Sabemos con seguridad también que todos estamos compenetrados de la filosofía que de ella emana, pero es un interrogante todavía, a debatir, si hemos entrado ya en la etapa del análisis sereno y profundo de las consecuencias morales que implica para cada uno de nosotros en particular y el efecto que puede producir en nuestro entorno inmediato.
Y lo que quizás falte ahora sea una etapa de revalorización de esta herramienta que es la mediumnidad, a partir del nuevo contexto que generan los interrogantes que surgen al hombre actual.
No pretendemos de ninguna manera que los espíritus nos digan lo que tenemos que hacer, para eso entendemos que tenemos nuestro libre arbitrio.
Planteamos una apertura hacia fuentes de conocimientos universales y dinámicos, que nos permitan actualizarnos permanentemente, pero que, para empezar, nos ayuden a comprender los fenómenos de nuestra vida cotidiana.
Para ello es indispensable darle un nuevo valor a las posibilidades que nos brinda la intervención del mundo espiritual en la vida corporal a través de la mediumnidad.
¿Por dónde comenzar?, ¿Cómo deberían ser los procedimientos?, ¿Deberá cada uno encontrar su método, o debiéramos encontrar algunos parámetros comunes?
Repasando las bases del Espiritismo con la mente abierta y aprovechando la experiencia que hoy tenemos, podremos reformular esta relación entre los planos material y espiritual.
Definiciones Doctrinarias :
Kardec hizo una profunda descripción del fenómeno mediúmnico, lo clasificó y acertadamente nos advirtió sobre los peligros del mal uso de la mediumnidad. También nos señaló la necesidad de mantener una disciplina muy firme en los trabajos espirituales, así como expresó la necesidad de controlar de diferentes maneras los mensajes del mundo espiritual.
También nos señaló la finalidad esencial del Espiritismo:
LAS CONSECUENCIAS MORALES.
Nos habló de que las comunicaciones obtenidas se miden por la marcha progresiva de la enseñanza que los espíritus transmiten.
Se refirió a la importancia del Médium e insistió largamente en que éste es un instrumento que se debe preparar para la tarea con la incorporación de conocimientos teóricos, con un cambio en sus actitudes personales que hagan evidente un mejoramiento moral y una práctica cotidiana de sus mejores intenciones para merecer el concurso de seres que se comuniquen a través de él con la fidelidad necesaria.
También Kardec resaltó que las personas que asistan a las sesiones mediúmnicas deben saber apreciar y valorar el acto mediúmnico, los grupos que trabajasen en este sentido lograrían una buen comunicación con los espíritus, estarían trabajando en su reforma moral y preparando las condiciones para lo que Kardec llamó:
"LA REFORMA MORAL DE LA HUMANIDAD MEDIANTE EL EJEMPLO"
También habló de los niños educados en los principios espíritas y de la posibilidad de que adquieran una capacidad de raciocinio precoz.
Imaginó que al educar a los niños con estos principios, ellos educarían a su vez a sus hijos en la idea espiritual, y así desaparecerían los viejos preconceptos con las viejas generaciones. ( El libro de los Esp., Viaje Espírita en 1862, Obras Póstumas, Instrucciones prácticas....)
El aporte de este trabajo pretende ser el inicio de una revalorización de cada uno de estos aspectos para permitirnos descubrir qué debemos replantearnos en nuestro trabajo Institucional y personal, ya que si hoy observamos la realidad del movimiento espírita, nos vemos obligados a preguntarnos:
¿En qué momento y lugar de la aplicación práctica del Conocimiento lo distanciamos de nuestra realidad, perdiendo en parte sus objetivos?
Porque si estos conceptos descriptos por Kardec hubieran sido verdaderamente entendidos
por los espiritistas, hoy las Instituciones Espíritas serían mucho más numerosas, y los seres humanos que adoptan y aplican esta doctrina serían muchísimos más.
¿Qué hizo que en muchos casos entendiéramos el conocimiento filosófico sin poder aplicarlo al terreno personal, sin poder compartir la Doctrina Espírita con nuestras familias?
¿Tal vez no entendimos que la dificultad en la aplicación práctica de la concepción filosófica conlleva el esfuerzo personal de la demostración en la vida cotidiana?
Dijo Kardec: "LA FUERZA DEL ESPIRITISMO RESIDE EN SUS CONSECUENCIAS MORALES, ABRE LOS OJOS Y TOCA LOS CORAZONES" (Viaje espírita....)
Seguramente si lo hubiésemos entendido mejor, seríamos más felices y mejor comprendidos, a la vez que nos podríamos entender mejor entre nosotros.
¿Pero si además fuésemos capaces de transmitir esa felicidad, quién se resistiría a compartir una Doctrina con quienes viven su vida con alegría, optimismo y generosidad?
Sin embargo muchas veces nos ganan el orgullo, la vanidad, la rebeldía y la falta de aceptación de las condiciones que la vida nos propone. De allí que cuando quienes comparten con nosotros no ven una mejora sustancial en nuestra conducta a partir de esta concepción filosófica, se desaniman ante lo que parece un esfuerzo de estudiar una Doctrina que no les va a producir un cambio que mejore su comprensión de la vida y su relación con los demás.
Más bien, a veces, nuestros hijos se rebelan ante la intensa actividad que tenemos fuera de nuestros hogares, creyendo ver en la Institución Espírita un adversario de la familia, porque, al no compartirla con nosotros, ven en esta actividad un elemento extraño que compite con ellos por el tiempo de su padre o su madre.
¿Cómo podremos ubicar puntualmente estos lastres que arrastramos?
¿Cómo trabajaremos sin culpas, lenta pero continuamente nuestra personalidad en la búsqueda de la humildad y la generosidad? Por que a través de ellas encontraremos el verdadero sentimiento de amor, tan necesario para nuestro progreso y el de quienes nos rodean.
Habrán advertido a esta altura que queremos decir que hay espíritus en condiciones de colaborar con nosotros en nuestro proceso de evolución consciente, que nos pueden ayudar en la conducción de nuestra familia para que todos podamos comprender mejor nuestros roles y necesidades, y para entender con detenimiento no el porqué sino elpara qué de las circunstancias que nos propone la vida.
Es otro interrogante que queremos dejar planteado, ya que estamos convencidos que sí es posible, pero es un camino a recorrer que necesita de un trabajo previo de desarrollo personal e Institucional.
Hace falta trabajar con ahínco para conseguir un estado de afectividad, sinceridad y armonía en el grupo espírita, y entonces, en las condiciones adecuadas, habrá espíritus que estarán dispuestos a ayudarnos en nuestras dudas personales, en la profundización del conocimiento, en la investigación científica y en cualquier asunto que consideremos merezca ser intercambiado con el mundo espiritual.
Evidentemente no hablamos de caer en el abuso del intercambio ni de consultar a los espíritus para todo, ya que, como espíritus encarnados tenemos nuestra propia capacidad de razonamiento y de decisión, pero pensamos que en un Centro Espírita debieran tener su lugar para opinar los espíritus afines a los propósitos de bien de sus integrantes.
Estará en nosotros aceptar sus sugerencias y sin perder nuestra propia capacidad de análisis, ir evaluando los resultados que se vayan produciendo al darle un lugar a los espíritus que se acerquen a nosotros movidos por inquietudes afines a las nuestras.
El estado personal de cada uno con relación a los sentimientos cumple en este aspecto un papel fundamental, que se suma al estado general del grupo, conformando un ambiente de trabajo que generará las condiciones adecuadas y dará a los espíritus la oportunidad de aportar sus conocimientos y sus puntos de vista cuando les sean requeridos.
El Problema Metodológico
Si nos detenemos a analizar la práctica mediúmnica en los Centros Espíritas, observamos en general buenas intenciones, pero en algunos casos serias dificultades metodológicas, además de algunos vicios y errores que se cometen y que a nuestro entender no responden al método de Kardec.
Enumeramos a modo de ejemplo:
- la mayoría de las comunicaciones reposan en la mediumnidad, sin que el director oriente y conduzca la actividad del médium.
- las comunicaciones son aceptadas sin mayores análisis.
- los espíritus transmiten mensajes a su voluntad, de los más variados temas, sin un orden.
- no se considera necesario lograr un grado de coordinación de los temas a desarrollar con los espíritus.
- la palabra de los espíritus se toma siempre como verdad revelatoria, sin previo análisis.
- falta un intercambio respetuoso pero fluido entre los encarnados y los desencarnados en un clima de fraternidad y armonía.
- no se estudia la forma de ir cambiando y mejorando los métodos, sino que se tiende a no introducir cambios.
- se reciben reiteradamente comunicaciones que contienen halagos o alabanzas para el grupo, del tipo: "los espiritas son seres especiales" o similares.
- no hay un objetivo concreto para el intercambio con el mundo espiritual.
- hay en ocasiones varios mediums en trance simultáneamente, impidiendo el control sobre el mensaje que se recibe.
Que se observen algunos de estos u otros defectos de forma no implica que no haya mediumnidad. Se produce la comunicación espiritual, y es muy probable que existan buenos médiums, y excelentes comunicaciones.
De hecho hay libros escritos con intervención mediúmnica que tal vez hayan sido "dictados" sin observar las normas descriptas, por el impulso de los espíritus, pero no podemos saber cuánto hay allí del propio médium si no tenemos un sistema desarrollado de control y seguridad.
A nuestro entender, Kardec no dejó establecido un sistema mediúmnico completo y capaz de ser repetido e igualado. Se concentró en sentar las bases doctrinarias y transmitir su experiencia, y aunque dejó establecidas muchas pautas básicas para el correcto desenvolvimiento de la comunicación mediúmnica, descontaba que todos verificarían con rigor disciplinario que esas pautas se cumplan, confiando en que el buen sentido de los espiritistas haría el resto.
Pero evidentemente algo nos faltó en la faz práctica de la comunicación con el mundo espiritual, y creemos que ésta es una etapa que todavía debemos completar con un sereno y profundo estudio que nos permita encontrar la forma de obtener seguridad en las comunicaciones mediúmnicas, mantener estas condiciones y mejorarlas a través del tiempo y la experiencia de trabajo.
Esta seguridad es lo que nos permitirá plantearnos una mejora continua en el método, acorde a la dinámica de los tiempos, nuestro propio entendimiento y las características del grupo de trabajo.
Nos parece imprescindibles que las Sesiones Mediúmnicas se puedan sistematizar, a la manera de Kardec, con disciplina, control y seguridad, y la observación nos indica que hay deficiencias, aquí CEPA puede cumplir un rol fundamental, promoviendo dentro de las Instituciones que la integran el estudio y el intercambio para la búsqueda de Métodos Mediúmnicos que tengan las condiciones básicas y necesarias para la buena Comunicación.
Convengamos que una Sesión Mediúmnica, con los conocimientos que tenemos hoy, debe tener algunos parámetros de interacción y control que estén a la altura del grado de evolución del pensamiento espírita, y sobre todo de las necesidades de los miembros de las Instituciones.
Por que, a contrario sensu, al no encontrar un método adecuado y resistiéndose a relacionarse con los espíritus sin un grado básico de seguridad, muchos espíritas abandonan prácticamente el intercambio con el mundo espiritual como hábito natural y esto se transforma en una falencia de la Institución, desperdiciando una posibilidad inmejorable que nos brinda la Doctrina Espírita.
Y de esta manera caemos en la paradoja de desechar la participación del Mundo Espiritual en nuestra actividad Espírita, desconociendo que es una fuente inagotable de recursos, y lamentablemente observamos en algunos casos la práctica de ESPIRITISMO SIN ESPIRITUS.
Observamos aquí una gran contradicción que nos lleva a cuestionarnos si hemos comprendido lo esencial de esta Doctrina Espírita que, en su momento, se adelantó a su tiempo, transmitiendo al hombre conceptos que renuevan la vigencia de verdades trascendentes que estaban presentes en la Humanidad en forma inconsciente, y a la vez le abrió una puerta hacia la evolución consciente.
¿Qué les falta a esos espíritas que parece que creen que el Mundo Espiritual ya no tiene nada para agregar?
¿Qué les hace pensar que ya está todo dicho? Cuando sabemos que, por el contrario: Cuando más sabemos, podemos aspirar a un nivel de conocimientos mayor.
El hombre, además de los espíritas, ha seguido buscando su trascendencia, llegando a las mismas conclusiones que los espíritus le transmitieron a Kardec. Tal es el famoso caso del Dr. Brian Weiss, que ha llegado a la comprensión de la reencarnación como el verdadero camino de la evolución del hombre, y ahora está en la búsqueda de la comunicación con los espíritus superiores, a los que llama "los sabios", en una demostración de humildad que vale la pena resaltar en un científico de esas características.
Y paradójicamente hay espíritas que piensan que no tienen ya nada que aprender del Mundo Espiritual, ¿Qué nos está pasando?
Tal vez, algunos errores metodológicos, como los que hemos señalado, hizo que perdiéramos el interés por este aspecto de la Doctrina, pero entonces deberíamos revalorizarlo, y como lo hizo Kardec, debemos remontarnos desde los efectos a las causas y preguntarnos con sinceridad:
¿Realmente nos damos cuenta de esta falencia?, ¿Nos interesa el intercambio con el Mundo Espiritual, o creemos que ya sabemos todo, que está todo dicho y los espíritus no tienen nada más para decir?
Pero en el caso de decidirnos a enfrentar esta tarea, debemos saber que implica un compromiso profundo y un camino difícil, el de la reforma íntima, el del esfuerzo personal y este compromiso implica una disposición a admitir que, como todos, somos espíritus en evolución, con algunas virtudes conquistadas a lo largo de experiencias de vidas pasadas y tendencias erróneas producto de algunos lastres que no hemos podido remover de nuestra personalidad.
¿Pueden los espíritus responder a nuestros interrogantes sobre aspectos que nos resultan dificultosos y anhelamos superar?.
¡Seguro que sí!
Ahora bien: ¿Estamos dispuestos a escuchar, analizar sus puntos de vista y debatir con ellos?
¿Y esto no sería una invasión a nuestro libre albedrío?
De ninguna manera, porque lo que estamos buscando no es una solución a nuestros problemas, sino una identificación de las limitaciones personales que necesitamos superar en esta etapa de nuestra evolución y pasar del método de prueba y error en que nos sume una evolución inconsciente a una búsqueda consciente de nuestro camino evolutivo, anticipándonos al error que podemos cometer por ignorancia de nuestras limitaciones; y esto es posible si utilizamos un método adecuado, a la manera de Kardec.
Si él logró a través del intercambio con el mundo espiritual toda una Doctrina Filosófica, ¿cómo no podemos nosotros lograr su concurso para que nos ayude en nuestra búsqueda?.
Sabemos, por experimentaciones realizadas desde Kardec hasta el presente, que es posible, pero también sabemos que el éxito depende de las condiciones que seamos capaces de crear.
Cómo llevar a cabo esta tarea
Hay varios elementos que Kardec menciona de diferentes maneras a través de su obra y creemos que son claves para lograr esas condiciones para una buena comunicación mediúmnica.
La primera, aunque no la más importante es la de contar con un sujeto que él llama "El Evocador", y que creemos que sería más actualizado denominar "El Director de la Sesión", que debe reunir algunas condiciones de capacidad conductiva, además de:
- Profundo conocimiento de la doctrina
- Una personalidad capaz de hablar con altura con los espíritus, con respeto pero sin actitud reverencial ni mística.
- Amplio conocimiento de las variadas formas de la mediumnidad y las condiciones en las que puede desarrollarse la facultad y rendir a pleno.
- Aval personal reconocido por sus compañeros
- Demostración cotidiana de su condicion espírita.
Otro elemento clave para la conformación del ambiente de la Sesión es el Conjunto de personas que apoyan y dan marco al intercambio.
Si entre este grupo, el director y los médiums no hay armonía de sentimientos y afinidad de objetivos, no podremos tener garantías básicas.
Cada ser encarnado emana una energía que es posible medir, y un ambiente se forma con la suma de los estados personales de cada uno, por lo que resulta obvio que, por afinidad, la calidad de las comunicaciones estará íntimamente ligada a la conformación de esta verdadera bóveda de protección energética generada por estos seres.
Dentro de este ambiente conformado especialmente necesitaremos contar con Médiums con sus facultades previa y ampliamente desarrolladas y con condiciones personales adecuadas para el trabajo que se les requiere.
Además debe haber dos ingredientes fundamentales: un OBJETIVO concreto y posibilidades de CONTROL de lo recibido.
"Los mensajes espirituales deben evaluarse por su contenido, no importa quién firma", afirmó Kardec. (Libro de los Médiums)
Este aspecto no perdió su vigencia, pero casi 150 años después y habiendo pasado por numerosas experiencias, hoy podríamos tener más ambición en este sentido y plantearnos mayores condiciones de control de las comunicaciones obtenidas.
Con médiums bien entrenados podemos controlar:
- Si están dadas las condiciones ambientales para el trabajo de intercambio.
- Si el Director está en condiciones de dirigir.
- Si los médiums están en condiciones de trabajar.
- Si los espíritus que se comunican son quienes dicen ser.
Además, como es obvio señalar, el lugar físico debe ser un ambiente agradable, cómodo para quienes tienen que realizar la Sesión, con buena iluminación y ventilación, ya que esto favorece la lucidez de los que conducen y facilita el control de los trabajos.
No es necesario ni creemos que sea conveniente la práctica de Sesiones Mediúmnicas con media luz o con música, tal vez estas prácticas fueron necesarias en alguna época para inducir los estados personales hacia la serenidad y favorecer la concentración, pero hoy parecen fuera de época e innecesarios, ya que se puede lograr un ambiente favorable en las personas a través de una introducción del Director, o de la lectura de un párrafo de contenido espiritual y pidiendo a los asistentes unos minutos de concentración previas al trabajo para disponerse.
Una práctica que puede ser favorable antes de la Sesión Mediúmnica puede ser un repaso individual de las actividades del día, analizando si las reacciones que tuvimos frente a las personas son las deseadas, o si nuestra actividad estuvo equilibrada, haciendo un pequeño balance y tratando de identificar lo positivo y lo negativo que aportamos, disponiéndonos al trabajo con una elevación de pensamientos hacia nuestro Protector.
La Sesión Mediúmnica organizada y con objetivos claros se puede comparar a una Orquesta Sinfónica, donde se ejecuta una armonía tal que llega a conmover los sentimientos de quienes la escuchan.
Conmover y promover los sentimientos de asistentes con un buen nivel de cultura espírita es similar a conmover a quienes tienen cultura musical; no es sencillo ni lo puede hacer cualquier persona.
Hay en esta comparación una serie de coincidencias felices.
Se necesita un Director experimentado al que todos los presentes reconozcan con autoridad suficiente, que posea conocimientos y aval propio, ya que no se trata de un sometimiento a su autoridad, sino de un apoyo a su capacidad de coordinación.
En una Sinfónica hacen falta "solistas" de diferentes instrumentos que se hallen a la altura de las circunstancias, a quienes podemos asimilar con los médiums que se pondrán al trabajo dispuestos a "sacar" de sus instrumentos el mayor rendimiento, momento para el que se prepararon previamente.
Para lograr las condiciones que proponemos hacen falta como mínimo dos médiums trabajando coordinadamente: Un médium de trabajo que puede ser psicógrafo en lo posible, o también parlante o auditivo, y un médium de control, en lo posible vidente que, entrenado adecuadamente, esté en condiciones de observar a los espíritus que se comunican y controlar su estado fluídico, así como verificar si están las condiciones para que se produzca la Sesión.
¿Inmediatamente surge la pregunta, y al médium de control, quien lo controla?
Siempre tenemos nuestro sentido crítico, que no debemos perder, pero para responder a esta pregunta deberíamos explayarnos sobre lo que entendemos por:
MÉDIUM DE TRABAJO: Es aquél que, luego de detectada su facultad, es sometido a un prolongado período de formación en un grupo de trabajo ensayando hasta que se demuestre que está convenientemente desarrollado.
Para llegar a trabajar con asistentes debe estar ampliamente probado en distintas condiciones hasta tener la seguridad de que se puede confiar en su facultad.
Hay que destacar que, salvo excepciones, hacen falta varios años de ensayos para contar con un buen médium de trabajo confiable.
El MÉDIUM DE CONTROL, por supuesto, debe enfrentar un entrenamiento mayor, con una confiabilidad probada por la experiencia como médium de trabajo y con una evolución que nos permita tener suficiente seguridad, aunque como dijimos antes, nunca se debe perder el sentido crítico del Director y del resto de los Miembros de Apoyo.
Nombramos a los MIEMBROS DEL GRUPO DE APOYO, que se pueden asimilar con los músicos que componen la Sinfónica, éstos evidentemente deben ser músicos bien formados y preparados para el concierto, así como quienes integran el Apoyo de la Sesión deben tener los conocimientos y las condiciones morales suficientes para conformar el marco adecuado para tan delicado trabajo.
Sin ellos no es posible realizar la Sesión Mediúmnica en las condiciones de control que necesitamos.
Finalmente debemos describir a los ASISTENTES, que a la manera de quienes van a presenciar un concierto, están preparados para la ocasión.
No puede ser cualquier persona la que asiste a una Sesión Mediúmnica, sino que debe prepararse convenientemente, habiendo estudiado la Doctrina Espírita y conociendo de antemano el fenómeno mediúmnico, que se produce naturalmente, con luz ambiente normal, con un tema convenido y una coordinación adecuada, además de un tiempo establecido previamente.
Este marco compuesto por el Equipo de trabajo descripto genera condiciones de disciplina similares a las que hicieron que Kardec tuviera éxito en su trabajo y consiguiera lo que se propuso: extraer del mundo espiritual un nivel de conocimientos adecuado a sus requerimientos. Pero para llegar a esa etapa la disciplina empleada fue férrea, prefiriendo "desechar diez comunicaciones antes que aceptar una apócrifa".(L. De los Médiums)
Las condiciones de control enumeradas implican un compromiso para todos los integrantes de la Sesión, tanto en lo personal en su vida cotidiana como de disposición en el trabajo específico de la Sesión. Para lograrlo se requiere un largo trabajo de intercambio personal, de valoración mutua, desechando la crítica destructiva, el personalismo y el autoritarismo.
También es necesaria una revalorización del trabajo en equipo, donde ninguno es la estrella, sino que todos son importantes, y cada uno hace su aporte específico. Queda claro que si no existe una sincera valorización de los compañeros de trabajo, no habrá un ambiente propicio para la Sesión.
Es ineludible para el Conjunto de Trabajo (Director, Médiums y Grupo de Apoyo o Amparo) una etapa de sincerar los sentimientos en la búsqueda de objetivos trascendentes, y recién allí buscar el apoyo de espíritus afines que se comprometan a acompañarnos en la tarea.
Cuando estas condiciones se logran, es posible recibir información de los espíritus para afinar las condiciones personales y ambientales, permitiendo que los espíritus se explayen sobre lo que necesitan ellos también para comunicarse, así, con el tiempo se irán logrando una coordinación entre espíritus encarnados y desencarnados que darán fidelidad a las comunicaciones mediúmnicas.
Este primer paso no debiera ser tan difícil, considerando que en los Centros Espíritas hay formada una base de amistad y compañerismo, con objetivos comunes, y médiums formados, aunque por experiencias vividas sabemos que se requiere de un esfuerzo especial, donde se debe priorizar el afecto, la solidaridad entre sus miembros, el respeto mutuo y una real intención de descubrir las características espirituales que cada uno trae para decantar o valorizar en esta existencia.
Este esfuerzo debe ir acompañado por una firme determinación de encontrar las características positivas y las tendencias negativas de nuestra personalidad, y una disposición a modificar actitudes y sentimientos que influyan negativamente en la relación con nuestros semejantes, empezando por la familia y siguiendo por los compañeros, para conseguir una primera identificación de las características que cada uno aporta al equipo de trabajo.
Nadie cambia inmediatamente, pero lo que vale es la sincera intención de cambio, por eso, con esa primera identificación y la sana intención de mejorar, logramos conformar el estado ambiental que los espíritus elevados necesitan, y ellos valorarán este esfuerzo, colaborando en la etapa de formación del equipo espiritual, imprescindible para completar la tarea.
El resto dependerá de la evolución de nuestra tarea en lo personal y grupal, ya que los espíritus son sensibles a la calidad de nuestros pensamientos y sentimientos y responderán a ellos.
Si ya tenemos médiums desarrollados, debemos replantearles si están dispuestos a trabajar en condiciones de control, y no solamente de control por los resultados y por el análisis crítico, que nunca se debe perder, sino también nos referimos al control intermediúmnico.
Esta disposición al control favorece la humildad necesaria para el médium, y debe cuidarse que no se convierta en una competencia para ver quién controla a quién, sino que sea siempre una búsqueda sincera de la excelencia en el trabajo, sin preconceptos.
Aquí también hay varios puntos interesantes que rescatamos de Kardec (Viaje Esp. en 1862):
- El verdadero médium debe ser el primer critico de su facultad.
- Debe tener modestia, sencillez y devoción y su vocación debe ser la de ser util y no la de satisfacer su vanidad.
- Si no acepta las críticas y defiende lo que cree que son "sus" comunicaciones, como si fueran propias, no es un buen médium.
- Debe buscar la crítica y si lo que recibe por su mediumnidad no es bueno, se debe poder hablar con él para decirselo sin miedo a herirlo, sino en la seguridad de que no se molestará.
La mediumnidad es en sí un instrumento valioso, pero es importante que la persona que posee esta facultad lo acepte y la valore sinceramente como una oportunidad de servicio a sus semejantes y no como un medio de encumbramiento personal.
Es imprescindible que fuera de la Sesión sea un compañero como cualquier otro y que no se comporte o se lo trate como a un elegido.
La misma actitud y trato debieran ser habituales para el resto de los integrantes de la Sesión Mediúmnica.
El Director, por su responsabilidad, debe dar el ejemplo con su actitud y estar dispuesto a recibir con humildad la crítica a su trabajo, debiendo ser accesible y amable en todo momento, permitiendo que los demás lleguen a él sin dificultades y ser también uno más del equipo, dentro y fuera del trabajo.
Sabido es que muchas personas son amables y accesibles, pero siempre y cuando nadie les manifieste su desacuerdo con su forma de ser o con su criterio.
Allí radica la verdadera y profunda raíz de los problemas entre los seres humanos, y los espíritas no escapamos a esta tendencia.
Parecemos accesibles, parecemos amables, parecemos comprender las necesidades de los demás; y en una medida somos así, pero cuando alguien no coincide con nuestro criterio, tendemos a tomarlo como algo personal, y difícilmente aceptamos de buen grado las observaciones que se nos formulan, llegando a veces hasta a enemistarnos con quien no coincide con nosotros.
Pocas veces sabemos compartir en el disenso trabajando por objetivos comunes al grupo, intentando que los más rezagados adelanten y los más adelantados sean solidarios, logrando así un verdadero grupo unido, en el que cada uno aporta de sus características.
Cuántas veces quienes tienen características conductivas y son dirigentes generan un temor reverencial que les impide recibir la crítica constructiva, amable y amigable pero sincera. ¡Cuántas distancias conscientes e inconscientes ponemos en las relaciones con nuestros compañeros, cuántas barreras afectivas!
Y no advertimos que estas mismas barreras se mantienen al recibir al mundo espiritual, porque los que está fallando es EL SENTIMIENTO, y el mismo sentimiento que dificulta las relaciones con los espíritus encarnados actúa cuando se trata de intercambiar con los espíritus desencarnados.
Si no somos capaces de recibir la crítica sincera sin enojos, si no somos capaces de conformar un grupo espírita armonioso y solidario, ¿cómo haremos para tener la posibilidad de atraer espíritus de cierta elevación?
En este escenario imaginario que hemos descripto tendremos condiciones apropiadas para mantener un intercambio con el mundo espiritual, pero nos falta hablar de un ingrediente singular:
EL OBJETIVO DE LA SESION.
¿Para qué nos comunicaremos con los espíritus?.
La realización de una Sesión Mediúmnica debe tener un objetivo muy concreto, y para tener verdadera utilidad, debe ser previamente consensuada con el mundo espiritual.
Si estamos en una etapa de formación del grupo mediúmnico, es necesario ir haciendo ensayos para el desarrollo de lo médiums, etapa que puede ser útil también para formar directores y grupo de amparo.
Si ya tenemos médiums desarrollados, debemos conformar un grupo estable de personas con intereses trascendentes, intentando evocar espíritus que nos ayuden a afinar los estados personales que necesiten ser identificados para depurar el estado ambiental de la Sesión, permitiendo una más fluida comunicación de los espíritus.
Cuando ya tengamos conformado un grupo sólido y armónico, podremos ir observando si los espíritus responden a nuestras inquietudes de diversa índole, ya sean personales o de investigación, siempre con un sentido trascendente y exentos de banalidades y curiosidad.
En la medida que avancemos en la consolidación de la armonía del grupo, podemos intercambiar con los espíritus acerca del rumbo que le daremos a nuestro intercambio, de acuerdo a nuestras inquietudes y posibilidades, conviniendo con ellos las actividades mediúmnicas para complementar nuestras tareas espíritas.
Los resultados que se obtengan dependerán de los objetivos que nos propongamos y el progreso en la actividad mediúmnica dependerá de los espíritus que seamos capaces de atraer y también de nuestra dedicación y esmero en la tarea.
Si generamos las condiciones y hacemos preguntas banales, no obtendremos más que comunicaciones intrascendentes. Pero si nos esforzamos por estudiar y buscar los aspectos en los que el mundo espiritual nos puede ayudar, nos asistirán espíritus de elevación y tendremos grandes satisfacciones.
Llegar a obtener estas condiciones de trabajo requiere mucha dedicación y esfuerzo personal de cada uno de los necesarios miembros del equipo: Director, Médiums, Grupo de Apoyo y Asistentes.
Porque en las condiciones adecuadas responderán a nuestra convocatoria espíritus afines a una tarea trascendente, y tal como lo describiera Kardec, es posible conseguir resultados estimulantes.
Sabemos que en la medida en que en este Plano Material se generan las condiciones funciona la Ley de Afinidad, y se acercan naturalmente los seres espirituales que conformarán también un equipo de trabajo adecuado a nuestros requerimientos.
Por supuesto que esta descripción no intenta sino referir principios básicos para un método que deberá ser adaptado a cada realidad, siendo concientes que un método nunca está totalmente acabado y depurado, sino que debe existir una apertura permanente, así como una vocación estudiosa y crítica.
Pero si queremos superar la etapa de la curiosidad y ajustarnos al conocimiento filosófico y experimental que son la base de la Doctrina Espírita, tendremos que pensar en la práctica dinámica, y el método que utilizara Kardec debe ser revalorizado y estudiado para su aplicación cotidiana, en la búsqueda de una permanente actualización de nuestros conceptos.
Estaremos así valorando y revisando el Método de Kardec, a su manera, con seriedad, disciplina y respeto, aceptando lo esencial y trabajando con humildad para tratar de mejorarlo.
Pero está claro que necesitamos un MÉTODO MEDIÚMNICO ACTUALIZADO, que se pueda adaptar a cada realidad, y a través del cuál podamos complementar nuestros propios estudios y análisis con el aporte del mundo espiritual.
Una tarea complementaria y necesaria es también entender el rol de cada uno en su propio núcleo familiar, ya que éste constituye nuestro verdadero campo de ensayo práctico: allí ponemos a prueba la teoría Espírita.
Al compartir con nuestra familia este Conocimiento, podremos cobijar a los grupos familiares, y en la Institución Espírita se puede ayudar a educar a los niños, conducir a los adolescentes y mantener un estado de investigación permanente en los adultos.
Se debiera también complementar este trabajo Institucional con Reuniones Familiares, donde desde pequeños los niños tengan su ámbito para ser escuchados y donde se puedan conversar temas de estudio de aspectos doctrinarios y cuestiones que hagan a la armonía del hogar y a la interpretación del rol de cada uno en el núcleo familiar. Ello nos permitirá contrarrestar el tiempo que le dediquemos a la Institución y entonces nuestra familia se convertirá en nuestro aliado, porque sentirá que son importantes para nosotros, tanto como nuestros ideales.
Si los espíritas podemos dar a nuestras familias este conocimiento y a la vez lo llevamos a la práctica como experiencia familiar sin misticismos ni fanatismos, estaremos sembrando en ellos como nos sugiriera Kardec, cuando escribió que niños formados en un conocimiento trascendente, de adultos formarán a su vez a las nuevas generaciones, liberándolas de los viejos prejuicios.
Al mismo tiempo las Instituciones se podrán proyectar al medio social en que se desenvuelven, influyendo positivamente en los distintos ámbitos en los que cada uno actúa.
Y entonces esta síntesis de Integración familiar, proyección social, educación y conducción moral de los niños, adolescentes y adultos, hará que las Instituciones Espíritas tengan las condiciones de amor, amparo y disciplina que se necesitan para la recepción del mundo espiritual elevado.
En este ambiente podremos contar con médiums bien formados y desarrollados en el ámbito del conocimiento espírita, y tener un reservorio de futuros directores y miembros de apoyo que servirán para mantener las Instituciones sanas y fortalecidas por la renovación permanente.
Con el tiempo, y en estas condiciones, se podrán ir desarrollando médiums especializados en distintos tipos de sesiones, como por ejemplo:
- Para evocar espíritus que necesitan orientación y que nos brindan sus experiencias de vida.
- Para evocar espíritus de cierta elevación que nos ayuden en nuestra orientación moral.
- Para evocar espíritus con conocimientos científicos y realizar investigaciones.
Cada una de esta Sesiones Mediúmnicas u otras, ocurrirán en condiciones de control y con la seguridad de que estamos haciendo las cosas con solvencia, y por los resultados obtenidos iremos aprendiendo y evolucionando.
El método del intercambio mediúmnico debe ser entendido minuciosa y responsablemente por quienes lo van a ejecutar, porque del estudio de la Doctrina Espírita surge una regla básica que no siempre es comprendida:
QUIENES MAS NECESITAMOS APRENDER Y PERFECCIONARNOS SOMOS LOS ESPÍRITAS, Y MUCHO MÁS SI SOMOS DIRIGENTES DE UNA INSTITUCIÓN ESPIRITA.
Y este es un verdadero Objetivo trascendente no sólo de la Sesión Mediúmnica, sino para toda la Institución Espírita: El progreso individual en los aspectos morales que no alcanzamos a comprender por nosotros mismos.
No es la casualidad la que nos lleva a estar en las Instituciones Espíritas, por lo tanto nuestra primera preocupación debiera ser nuestra ubicación consciente, pero tampoco es casualidad que tenga la familia que tenemos; sin embargo, a veces nos ocupamos más en tratar de convencer a otras personas, procurando atraerlas a la Institución, y descuidamos nuestro deber primordial: transmitir el Conocimiento Espírita a nuestra propia familia con amor y a través del ejemplo.
Esta tarea pondrá a prueba nuestras convicciones, voluntad y fe en los procesos, templando nuestros espíritus en la lucha con nuestras propias limitaciones y apoyándonos en nuestras virtudes, pero en la seguridad de que tendremos excelentes resultados, y en el camino, habremos hecho un esfuerzo personal que nos dejará réditos en nuestra propia personalidad, porque sólo con nuestra actitud positiva y ejemplarizante podremos conformar un ambiente adecuado en la Institución y también proyectar el Conocimiento trascendente a nuestra familia.
Se podrá decir que es un camino largo y difícil, y ciertamente no es de resultados inmediatos.
Pero volvemos a afirmar que sus consecuencias serán altamente positivas y estimulantes tanto para cada uno como para la Institución Espírita y el futuro del Espiritismo.
3. CONCLUSIONES
Los espíritas debiéramos pasar de la especulación filosófica a la acción, de la teoría a la praxis con las herramientas que genera la experiencia, introduciendo en la práctica Espírita métodos sólidamente fundamentados, sin abandonar el sentido crítico ni el estudio permanente.
Se debieran crear en los Centros Espíritas estructuras específicas que permitan desarrollar métodos y técnicas de intercambio mediúmnico adaptados a cada realidad, pero con sólidas bases Kardecistas de disciplina y control.
Educar a la familia en el Conocimiento Espírita como base para el desarrollo de las Instituciones.
Creemos que será la forma de demostrarnos que es posible una nueva dinámica en la comunicación con el mundo espiritual, que seguramente estará deseoso de intercambiar seriamente con personas estudiosas y con objetivos responsables.
Estudiar dentro de lo posible que CEPA sea el Organismo que promueva el estudio, análisis y concreción de Métodos Mediúmnicos que puedan ser adaptados a las diferentes realidades tendientes a mejorar la comunicación con el Mundo Espiritual.
Hemos querido responder con este aporte al llamado de este XVIII Congreso Espírita Panamericano, con la intención de revisar y revalorizar uno de los aspectos básicos de la Doctrina Espírita, que creemos necesita una nueva mirada de los Espíritas: La comunicación con el Mundo Espiritual.
Es un trabajo que deberá hacerse sin prejuicios, pero con mucha dedicación y compromiso, y con valores cuya sustancia tenga los ingredientes con los que trabajó Allan Kardec:
- Compromiso personal e institucional
- Amor al conocimiento trascendente
- Análisis de los resultados
- Búsqueda de una mejora continua.
Autor: Dante López (*)
Rafaela-Santa Fe, Argentina
(*) Empresário, ex-dirigente juvenil espírita, ex-presidente e atual vice-presidente do CREAR-Conselho de Relações Espírita da Argentina, diretor da Sociedade Espiritismo Verdadero, de Rafaela-AR, presidente da Comissão Organizadora do XVII Congresso Espírita Pan-Americano.
BIBLIOGRAFÍA :
KARDEC, Allan - EL LIBRO DE LOS ESPIRITUS
______________- EL LIBRO DE LOS MEDIUMS
______________- INSTRUCCIÓN PRÁCTICA SOBRE LAS MANIFESTACIONES ESPÍRITAS
______________- ¿QUE ES EL ESPIRITISMO?
______________- OBRAS POSTUMAS
______________- VIAJE ESPÍRITA EN 1862
GELEY, Gustavo - ESTUDIOS SOBRE LA REENCARNACIÓN Y LA MEDIUMNIDAD.
ROSSETTI, Norma - INICIACIÓN ESPIRITUAL
WEISS, Brian - LOS MENSAJES DE LOS SABIOS
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