DOMINGO GALINDO Y ESPINO: UNA PERSONALIDAD CANARIA DE LA ISLA DE LANZAROTE
Domingo Galindo y Espino fue un espiritista canario natural de Tenerife, aunque residente durante la mayor parte de su vida en Arrecife (isla de Lanzarote).
Fue una figura destacada en la sociedad lanzaroteña, estando su nombre al lado de las más importantes realizaciones en la isla en aquellos años.
En la capital lanzaroteña sería durante varios años corresponsal y encargado de formalizar las nuevas suscripciones a la revista espiritista tinerfeña "La Caridad" (fundada por Miguel Miranda y León) que se producían en la isla. Precisamente en el encabezamiento de la publicación, figuraba su nombre en el apartado "Puntos de suscripción", de esta forma: "En Lanzarote, D. Domingo Galindo".
Ocupó el cargo de administrador depositario del primer Hospital público que tuvo Arrecife en el año de su fundación (1887), siendo secretario-contador Segundo Martinón Topham y director José Arata Álvarez. En dicho cargo le sucedería en 1888 Tomás Lubary Barreto.
También fue administrador del periódico “El Horizonte”, que se publicó en Arrecife desde el 1 de mayo de 1887 al 1 de mayo de 1889, en la imprenta de Francisco Martín González.
Entre finales del siglo XIX y comienzos del XX sabemos que ejercía como secretario del Ayuntamiento de Arrecife, cuando era alcalde del mismo D. Santiago Pineda Morales. Estando en este cargo, contrajo matrimonio en 1903 con la Srta. Isabel Benítez.
Ejerció diversos cargos consulares. En 1906 recibe el Regium excequatur para ejercer como Cónsul de la República de Santo Domingo en Arrecife; en 1908 es nombrado sustituto del Cónsul de Cuba en Lanzarote, y en 1910 se le nombra Cónsul de la República Dominicana en la misma isla.
Militó también, como tantas personalidades de su época, en la masonería, figurando entre los miembros del la logia masónica de Arrecife de Lanzarote de nombre "Timanfaya nº 199", erigida en 1882 bajo los auspicios del Serenísimo Gran Oriente de España, junto a Domingo Negrín Suárez, Juan Maestre, Daniel Martinón y Vicente Medina. Perteneció, igualmente, a las logias “Júpiter 208” y “Atlántida”, ocupando en todas ellas el cargo de secretario guarda-sellos.
Arrecife, Puente de Las Bolas (comienzos del s. XX)
Dado su carácter y posición, así como su pública dedicación a la difusión de los ideales espiritistas, no dudamos que defendiera éstos en los foros de debate sociales donde se discutían las ideas en boga entonces. Esto es lo que parece poder inferirse a partir de lo que informan J. Montelongo Franquiz y Marcial A. Falero Lemes en su libro "El Puerto de Arrecife" (1), cuando en un texto dedicado a la memoria del médico lanzaroteño José Molina Orosa y aludiendo al padre de éste, Gonzalo Molina Pérez - alcalde de Arrecife entre 1885 y 1887 - y a su determinante influencia en la vida de su hijo y futuro médico de renombre, comentan:
"Gonzalo Molina Pérez contaba con la amistad de muchos prohombres de la sociedad arrecifeña de finales del siglo XIX: Leandro Fajardo, Antonio María Manrique, Carlos Schwartz, Tomás y Marcelino García, Santiago Pineda, Domingo Galindo, Juan Santa Ana, Manuel María Coll, Francisco Matallana, Rafael Ramírez, el cura Leandro Lara y Arbelo, etc.; con los que se reunía los sábados para discutir sobre ideas y creencias. Estas reuniones llevarían a la creación de las grandes sociedades arrecifeñas nacidas en el pasado siglo (La Democracia y el Casino de Arrecife)".
Sus actividades espiritistas fueron notables. Una en particular quedó reflejada en las páginas de la revista La Caridad. Nos referimos a su intervención en defensa del espiritismo, contestando las críticas vertidas en su contra desde el púlpito en varias oportunidades, por el cura de la parroquia de Arrecife de Lanzarote, a finales del mes de marzo de 1882. Este hecho motivó la redacción y publicación de algunos artículos en La Caridad y la intervención del propio Domingo Galindo.
La revista espiritista tinerfeña reprodujo en sus columnas dos cartas remitidas por Domingo Galindo al referido párroco. Vienen presentadas por unas palabras de su director, Miguel Miranda:
“Damos las más gracias a nuestro buen hermano en creencias, Don Domingo Galindo, por la actividad que ha demostrado en acudir a la defensa de la cristiana doctrina espiritista, cuando a mansalva se la injuria desde un lugar donde no es permitida la contestación a los errores que en él se viertan. Nuestro buen hermano no sólo ha cumplido el deber que su conciencia le ha dictado, sino que ha interpretado fielmente nuestros deseos, dirigiendo al cura de la parroquia de Lanzarote las dos cartas que a continuación transcribimos, y las cuales no han merecido el honor de la contestación. ¡Tampoco lo extrañamos!”.
Veamos ahora estas dos cartas:
1ª Carta:
“Muy Sr. mío y de mi consideración: Como corresponsal en esta Isla de la ilustrada Revista Espiritista LA CARIDAD, que ve la luz en Santa Cruz de Tenerife, tengo el gusto de acompañarle uno de sus números, en el cual hallará V. un artículo con el epígrafe Otra Provocación, que se refiere a los sermones que V. tuvo a bien predicar en la parroquia de su cargo, en las últimas noches del mes de Marzo próximo pasado.
Y debo advertir a V. que al tomarme la libertad de molestarlo con la presente, no sólo lo hago interpretando los deseos de los honrados redactores de dicha publicación, que anhelan vivamente entrar en el terreno de la discusión pública con todos aquellos que sin fundamentos razonables ni consideraciones de ninguna especie ultrajan y ridiculizan a la cristiana doctrina del espiritismo, para que se vea con toda verdad y a la luz del día quienes sean los locos y los que están envueltos en las sombras del error, sino porque a la vez considero será a V. grato tener conocimiento de todos los particulares que de V. hagan mérito.
En la creencia de que V. me disimulará esta franqueza, queda suyo afectísimo S. S. Q.B.S.M.
Domingo Galindo Mayo, 12, 1882.”
2ª Carta:
“Muy Sr. mío: Días pasados tuve el gusto de dirigirme a V. acompañándole el número 22 de la Revista LA CARIDAD, y aunque no ha tenido V. la amabilidad de acusarme recibo (que no lo extraño), me consta perfectamente que todo obra en su poder, suponiéndole, por lo tanto, impuesto del artículo al que me refería.
Hoy, impulsado por las mismas causas que le expresé en mi anterior, le remito el número 23 de la citada publicación, en la que verá V. otro artículo que le interesa, con el epígrafe Siempre los mismos.
Los espiritistas creen firmemente que V. no se negará a entrar en la discusión pública que le ofrecen, tanto más cuanto que esparcir la verdadera luz y sacar a los desgraciados del error en que se hallen, es la esencial misión de los que se llaman ministros del Señor.
Siempre a sus órdenes con toda consideración, afectísimo S. S.
Q.B.S.M.
Domingo Galindo Junio, 1º, 1882.”
Domingo Galindo y Espino colaboró con sus escritos en diferentes publicaciones periódicas tanto de Canarias como de la isla de Cuba.
Falleció en 1927 en Arrecife, Lanzarote.
NOTAS
1) Litografía Valverde, 2000. Ed. Cabildo de Lanzarote y el Ayuntamiento de Arrecife.
idafe | 27 diciembre 2015 en 16:00 | Etiquetas: Arrecife de Lanzarote, Domingo Galindo y Espino, el espiritismo en Canarias, el espiritismo en Lanzarote, espiritista lanzaroteño, Lanzarote | Categorías: 2 - Divulgación, artículos, Ética Espírita, biografías, Ciencia Espírita, El Espiritismo en Canarias, espiritismo, filosofía espiritista, Historia del Espiritismo en España, texto | URL: http://wp.me/pJXz0-1bk
|
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario