El Espiritismo ¿Un Fin en Sí Mismo?
Dante López
Podemos
decir que el Espiritismo es una doctrina que tiene características de
Ciencia Positiva, de Filosofía Trascendental y que bien entendida se
puede convertir en una Moral práctica.
Algunas
personas, al descubrir los alcances de este verdadero conocimiento de
orden universal sienten que han encontrado explicación a muchos enigmas
que tenían, y perciben que se resuelven buena parte de sus incógnitas
filosóficas.
Pero
esto no resuelve sus problemas existenciales, sólo les da
explicaciones. Entender la doctrina espírita es un camino pero no es la
llegada. Bajo la óptica espírita se ensanchan los horizontes y se caen
mitos sobre el carácter de la Justicia de Dios. Esta visión nos habla
del amor y no del castigo; del impulso y no de la coerción. A partir de
comprender a Dios y sus leyes se abren muchas opciones y alternativas
que le dan verdadero sentido a la vida, pero no es la panacea; es un
comienzo con una mirada renovada. Porque el Espiritismo no es un fin en
sí mismo, es un medio para un fin superior.
Un
tema sobre el que invito a reflexionar en profundidad: una filosofía,
una doctrina o cualquier conocimiento no hace de por sí mejores o más
felices a las personas. Luego de estudiar la filosofía espírita e
incorporarla a nuestra vida, comienza un trabajo personal para tratar de
llegar a conocernos a nosotros mismos en la mayor profundidad posible,
ése es uno de los objetivos fundamentales del Espiritismo.
Entendemos
que en un contexto de largo plazo, cada encarnación permite al espíritu
cumplir una parte de su aprendizaje; sigue la tarea de entender cuáles
son nuestras capacidades y utilizarlas para mejorar y ayudar a los
demás. También necesitamos comprender que la vida es acción y que lo que
justifica la existencia es poner nuestros planes y propósitos en
marcha.
Los
resultados obtenidos nos darán una devolución y nos permitirán analizar
si lo que planeamos se verifica en la realidad, y nos permitirá
conocernos más. En esta búsqueda del autoconocimiento podemos utilizar
técnicas de reflexión de distintas disciplinas, incorporar conocimientos
de distintas culturas como la meditación y la respiración consciente;
intentar comunicarnos intuitivamente con nuestro protector y otros
métodos probados.
Los
espíritas tenemos una herramienta que es muy valiosa y poco utilizada
para este propósito: La sesión mediúmnica puede servir para que los
espíritus que nos conocen y nos aman nos ayuden a dilucidar aspectos que
nuestra visión de encarnados no alcanza. El conocimiento de sí mismo es
una meta derivada del conocimiento espírita, así como lo son la
realidad del Espíritu y la seguridad de la evolución palingenésica.
TOMADO DE: http://movimientoespiritacima.org/articulos.php?id_articulo=5
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